Dos diseñadores, Gustavo Ariel Stecher y Hernán Berdichevsky, desde su estudio Imagen HB resumieron aquello que define la identidad argentina con unos trazos. Hoy, esos íconos figuran en un libro con los mejores logos del mundo. Carolina Muzi, periodista de Revista Viva, suplemento dominical de Diario Clarín, Buenos Aires, en su número 1.639 de setiembre de 2007, informa que Norberto Chávez, teórico argentino del diseño radicado en Barcelona, España, desde los años ´70, nos hace saber que a Identidad argentina, una aventura gráfica, le ha llegado el reconocimiento internacional. Encarada en enero de 2002 por los diseñadores Hernán Berdichevsky y Gustavo Stecher, ambos egresados de la UBA, la iniciativa logró plasmar lo que nos representa como país, entre personajes, lugares, comidas y objetos en un sistema de 93 íconos, todos con el mismo trazo en blanco y negro, sobre fondo celeste.
Y aquel proyecto, que luego creció hacia puntas impensadas, acaba de ser publicado en el libro Logo Design, que reúne los mejores logos del mundo entero.
Cuenta Stecher: Nos propusimos hacer íconos argentinos. Armamos una especie de dogma, cada diseño debería tener un mismo grosor de línea, la misma cantidad de trazos y los mismos colores, blanco y negro. Los ángulos siempre deberían ser de 90 grados o múltiplos similares.
Remata Berdichevsky: Uno de los más difíciles fue el tango. Cómo iconizar un baile. Hicimos miles de pruebas hasta que, de repente, se nos ocurrió el bandoneón que llora.
Si el ícono es la síntesis de un concepto graficada en una imagen simple, el logo es la síntesis de todo el sistema de comunicación de una marca, el que condensa los conceptos e ideas que se quieren transmitir.
A las páginas que abren con Maradona, Fangio y Evita, le siguen Gardel, Sandro, Borges, San Martín, Cortázar, el Che, Mar del Plata, las Cataratas del Iguazú, el mate, las empanadas, el gaucho, el poncho, la Pampa, el dulce de leche ...
En ese proyecto estaba muy claro que el logo de identidad argentina es todos y ninguno de los íconos. La construcción fue caótica y anárquica, como nuestra identidad, cada ícono va aportando un poco de historia, de memoria, de tradición ... Y todos juntos crean algo contundente, señalan los autores.
Los íconos ya han aterrizado en camisetas, gorras, llaveros, vestidos ...
Imagen y texto cortesía de mi amigo Carlos Vitola Palermo de Rosario, Santa Fe, República Argentina.