HISTORIAS, ANECDOTAS y TESTIMONIOS
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De la revista Rosario - La fuerza de su historia, publicación declarada de interés Municipal, Legislativo Provincial y Parlamentario Nacional, ejemplar Nº 53, 28 páginas, ilustrado, junio de 2007, director Dr. Miguel Angel De Marco (h), Rosario, Argentina: La Bandera Nacional celeste y blanca de la República Argentina, creada por el entonces coronel Manuel Belgrano, fue izada por primera vez por el miliciano Cosme Maciel sobre las barrancas de la pequeña aldea de la capilla del Rosario, en el Pago de los Arroyos, frente al río Paraná, en la tarde del día 27 de febrero de 1812.
La construcción de un Monumento Nacional a la Bandera y la conmemoración del 20 de junio ( día del fallecimiento de
su creador) como Día de la Bandera fue la resultante de un largo batallar que muchas generaciones de rosarinos libraron desde el siglo XIX. La obra fue adjudicada a los arquitectos Alejandro Bustillo y Angel Guido y a los escultores José Fioravanti y Alfredo Bigatti, el día 22 de setiembre de 1940. Los trabajos se iniciaron en el año 1943, y durante catorce años, hasta su inauguración, la obra fue interrumpida en distintas oportunidades, porque los costos crecían y los gobiernos no enviaban los recursos previstos. Recién en 1954, el gobierno del presidente Juan Domingo Perón destinó una importante suma de dinero que dió impulso final al proyecto. La imponente obra, símbolo majestuoso de la ciudad de Rosario, fue inaugurada el 20 de junio de 1957. El Monumento Nacional a la Bandera, calle Santa Fe 581, representa el ideal de la patria en forma de nave avanzando hacia el futuro. Es único en el mundo por su motivación. Comprende tres partes: La Torre con la cripta del Gral. Manuel Belgrano, el Patio Cívico y el Propileo con la Sala de Honor de todas las Banderas de América. Constituye un lugar de atracción turística y que ya ha cumplido medio siglo. Otros sitios importantes de la ciudad de Rosario son: la Basílica Catedral Ntra. Sra. del Rosario, el Palacio de la Bolsa de Comercio, el Museo Histórico Provincial " Julio Marc ", el Club Español, el Parque de España, el Teatro " El Círculo ", el Museo de Ciencias Naturales " Dr. Angel Gallardo ", la Peatonal Córdoba con sus galerías, tiendas y librerías, la Biblioteca Argentina " Dr. Juan Alvarez ", la Librería Ross, el Museo de Arte Decorativo " Firma y Odilio Estévez ", el Museo Diario " La Capital ", el Centro de Convenciones " Juan Domingo Perón ", el Palacio de Tribunales, el Complejo de Cines Village, el Complejo de Salas Cinematográficas Monumental, el Auditorio Fundación " Héctor Astengo ", y el Palacio de la sede del Gobierno de Santa Fe ( ex Jefatura de Policía ) con el Balcón de Evita.
Para ver imágenes del Monumento Nacional a la Bandera y del Palacio de la sede del Gobierno de Santa Fe con el Balcón de Evita clickear aquí.
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De Susana Rosano, profesora de Literatura Latinoamericana Contemporánea, periodista, escritora y docente, autora del libro Rostros y máscaras de Eva Perón, de editorial Beatriz Viterbo, 256 páginas, Rosario, Argentina: Mary Main, cuyo nombre en español se conoce como el de María Flores, era una periodista y novelista de origen angloargentino, nacida en 1903. Vivió en la Argentina hasta la Segunda Guerra Mundial, ya que su padre era empleado de los ferrocarriles ingleses. Posteriormente se radicó en los Estados Unidos, donde la editorial Doubleday la convocó para escribir una biografía de Eva Perón. En una entrevista publicada en el periódico norteamericano The Advocate, en 1980, Main asegura haber leído todo lo que tuvo a mano para informarse y poder así emprender la escritura de la biografía, aunque sin especificar exactamente qué. Y en este sentido Marysa Navarro objeta que en aquel momento no existía obra alguna sobre Eva Perón ni en castellano ni en inglés. Sin embargo, la escritora angloargentina reconoce en la nota haber reunido la información para su libro a partir de entrevistas que realizó en Argentina a periodistas e integrantes de la oposición al peronismo. The woman with the whip ( La mujer del látigo ): Eva Perón es un libro tramado a partir de rumores y suposiciones que se hacen evidentes por el uso redundante de expresiones tales como " tal vez ", " a lo mejor " y " se dice ", lo que da a la obra una respiración oscilante, dubitativa. La autora se presenta como una autoridad presencial de los hechos. Como el título del libro deja ver claramente, Mary Main dibuja el perfil de Eva Perón como el de una mujer dominante, inescrupulosa, que maneja a los hombres en función de su ambición, con un único objetivo en su vida, frente al cual no vacila: ascender socialmente, tener poder, joyas, dinero. Eva es una persona con una " total falta de decoro ", una " pirata ", " mezclaba la realidad con los sueños ", " nacida en un hogar donde no existía el menor orden o disciplina ", una " simuladora " y con " las inclinaciones de Drácula ". En definitiva, para Mary Main la vida de Eva no ha sido otra cosa que barbarie e insanía.
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De Héctor Quagliaro, secretario general de la Asociación Trabajadores del Estado, presidente del Centro Nacional de Jubilados del Estado y Ciudadano Distinguido de Rosario, en el libro La vida de un rosarino en la historia del movimiento obrero, de Hugo Alberto Ojeda, Ediciones ATE, ilustrado, 190 páginas, Rosario, Argentina: En julio de 1952 estaba estudiando el 4to. año, el último año, en la Escuela de Aprendices de la Dirección Nacional de Vías Navegables. Veía toda una congoja general, pero no tenía una clara conciencia de lo que estaba pasando, de lo que significaba Evita y de lo que iba a significar después, una referencia en el mundo de la justicia social. En la juventud no había mucha conciencia. Ponerse los pantalones largos a los 18 años era todo un acontecimiento, pero uno se recibía de hombre recién a los 21 años, cuando volvía del servicio militar. Vivíamos más sumidos en cuestiones como el fútbol, la novia, el baile y la motoneta. Nací en 1933. Los jóvenes vivimos con inocencia el triunfo de Perón en el año 1946. Y lo que él hace es generar un mercado interno, con muchas facilidades para que la gente pueda empezar a satisfacer sus necesidades básicas. Evita cumplía una gestión en ese marco, era la cara visible de lo que era la solidaridad social, la generación de trabajo, la ayuda a los pobres y la sanción de derechos para las mujeres. Creo que a Evita se la entendió después de fallecida que estando con vida. La Fundación Eva Perón suplantó por justicia social a la limosna y a la beneficencia. Es indiscutible que trabajaba día y noche, que sabía de su grave enfermedad pero seguía luchando. Lamento mucho que no tuve la suerte de conocerla personalmente. Fue una gran mujer. A Perón sí lo conocí personalmente, fue en el año 1964, en Puerta de Hierro, en España. En el tiempo de Perón, los sectores populares recibían el 52 %, hoy reciben el 18 %. Y lo que no recibimos nosotros alguien se lo lleva, no queda en el Banco Central. Su gobierno nos dió esas conquistas y derechos por los que tenemos que volver a pelear hoy, porque se perdieron. Perón atendió las necesidades del hombre argentino y organizó al movimiento obrero. Si no se conoce lo esencial de la historia del movimiento obrero será muy difícil buscar mejoras para la sociedad. Se habla del fenómeno peronista, del peso que todavía tiene hoy el ´45 décadas más tarde, pero cómo podemos entender su incidencia en nuestra realidad si no manejamos bien que entre 1945 y 1955 se pusieron en vigencia las leyes de legislación laboral y que se hicieron posible, en aquel tiempo, la Ley 14.250 de Convenciones Colectivas de Trabajo, la Ley de Jubilaciones, la Ley 9.688 de protección por Accidentes de Trabajo, la Ley de Obras Sociales ... Después vinieron dictaduras y gobiernos que destruyeron años de conquistas. Las privatizaciones, la dolarización, la destrucción del mercado interno, la reconversión industrial y la flexibilización laboral. Se aplicaron políticas de exportación de materias primas en vez de promover nuestro desarrollo industrial, dejando un saldo de millones de desocupados. En vez de una " revolución productiva " y con la mentira de " achicar el Estado para agrandar la Nación " se hicieron cosas que los grupos económicos no se habían atrevido ni en tiempos de las dictaduras militares. Que todo esto sirva para que los argentinos no repitamos las políticas y los errores que se han cometido. Necesitamos un Estado eficiente y justo, capaz de diseñar un modelo laboral de pleno empleo, en los cuales los trabajadores no sean un número para el ajuste o el retiro voluntario, donde podamos plantear la reindustrialización, que no es sólo fábricas y chimeneas humeantes, es la producción de la riqueza y el modelo social que ella posibilita, participativo y justo. Un Estado capaz de garantizar trabajo, salud, vivienda y educación. Un país y un futuro con el que venimos soñando desde hace mucho tiempo, porque hoy nuestros viejos son tan jóvenes como las necesidades insatisfechas.
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De Mario Granero, escritor, autor del libro Evita, Vida e Imágenes, de editorial Maizal, ilustrado, 64 páginas, 2003, Buenos Aires, Argentina: Una figura excepcional, que trascendió fronteras y triunfa en el tiempo. Idolatrada por los humildes y los desvalidos, odiada por los personeros del privilegio, ni unos ni otros podrán olvidarla. Más allá, incluso de lo político, continúa influyendo como símbolo con tanta o mayor fuerza que en los instantes estelares de su existencia. Transcurrido el medio siglo, Eva Perón es ya evaluada de distinto modo, hasta por quienes la combatieron. Aparecen volúmenes sobre su vida y su obra, se preparan estudios sociológicos serios y objetivos, se componen musicales y se producen películas con actores de fama mundial. Eva Perón es ya algo más que política y conflictos sociales. Es historia argentina, americana y mundial.
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Del Dr. Mario Rapoport, economista, historiador, profesor, escritor, director del Instituto de Investigaciones de Historia Económica y Social de la Universidad de Buenos Aires: Si excluimos la polémica sobre la firma de un contrato petrolero con la Standard Oil, la caída de Perón en 1955 no se debió a cuestiones económicas sino, ante todo, a una espiral de enfrentamientos políticos con fuerzas opositoras. En agosto de ese año, la Revista de la CEPAL ( Comisión Económica para América Latina ) publicó un análisis de la situación económica argentina del que no se desprendían los rasgos casi catastróficos que iba a señalar el entonces secretario ejecutivo de esa organización, Raúl Prebisch, cuando presentó más tarde varios informes económicos al gobierno de la llamada Revolución Libertadora. En aquel trabajo se hablaba de la " rápida recuperación de la industria argentina en 1954 ", de la mejora de la demanda por un aumento general de salarios y de un considerable incremento de la productividad del trabajo. Pero el diagnóstico del reputado economista a fines de 1955 fue diferente: para él estaban " seriamente comprometidos los factores dinámicos de la economía " argentina, y el país hacía frente a una difícil coyuntura. En todo caso, las cifras no le daban la razón. A principios del 55 los indicadores macroeconómicos eran favorables. Es cierto que entre 1950 y 1952, Evita aún vivía, debido a políticas erróneas del gobierno, a desequilibrios en la balanza de pagos y a dos fuertes sequías, se produjo una seria crisis. Sin embargo, desde 1953, con un cambio en las políticas económicas y en el ciclo productivo, la economía se había recuperado. El PBI crecía a un promedio anual del 4,5 por ciento y el proceso inflacionario fue contenido: la tasa de inflación bajó al 4 por ciento en 1953 y al 3,8 en 1954. A su vez, la participación de los asalariados en el ingreso nacional alcanzó en ese último año un pico histórico máximo del 50 por ciento. Pero las transferencias de ingresos hacia sectores asalariados e industriales y las pretensiones autonómicas en política económica e internacional, aunque moderadas o revertidas con el tiempo, nunca fueron aceptadas por factores de poder, internos y externos, para los que debían ser anuladas. El " gobierno provisional " adhirió al país a los organismos internacionales de crédito, comenzó a desplegar un abanico de políticas liberales con algunos funcionarios que luego iban a tener una triste notoriedad, hizo descender los salarios reales y favoreció a los sectores agroexportadores. En todo caso, la economía es un espejo deformado por los intereses económicos y políticos que se miran en él: sólo así puede entenderse su grado de importancia en la caída del gobierno peronista.
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De Miguel Unamuno, político y diplomático: Hace décadas, en el siglo XX, los viejos dirigentes argentinos, divididos entre aliadófilos y partidarios del Eje, pretendían asimilar los problemas locales a los términos de la guerra que se libraba en Europa, como si la suerte del país se jugaba en aquellos lejanos campos de batalla. Por debajo de esa conmoción de superficie, el grueso de la población continuaba rumiando sus desdichas, sin detectar en el debate las causas que realmente le interesaban como habitantes de esta tierra americana. El general Perón percibió lúcidamente el desencuentro, y ante la falsa antinomia planteó la verdadera opción: desde una perspectiva nacional, el país asumía su destino soberano o se resignaba a perdurar en la dependencia. Con lenguaje sencillo y comprensible, ajeno a la oratoria política de la época, expone sus ideas. Su mensaje llega claramente al pueblo. La muchedumbre que el 17 de octubre se lanza a las calles a reclamar su libertad, repite, en cánticos y estribillos, sus palabras. Las banderas de dignidad, justicia y soberanía, que sirven de base a su doctrina, quedaron incorporadas a las luchas populares. Al influjo de su credo, desde la trastienda de la historia, el movimiento nacional iniciaba nuevamente su marcha. La presencia del pueblo en la Plaza de Mayo cumplió con creces sus objetivos. Desbarató la intriga palaciega y neutralizó la conjura armada contra su jefe. La participación mayoritaria de los trabajadores le otorgó su fuerza revolucionaria, y la adhesión de las incipientes formaciones sindicales le imprimió el nivel de organización indispensable para el triunfo. A partir de esa jornada, la clase obrera argentina quedó integrada a la vida del país. Nunca más sería excluída de la discusión de los grandes temas nacionales. Estas son algunas de las transformaciones consagradas aquel 17 de octubre que lo proyectan como el acontecimiento más trascendente en la historia política del país de las últimas décadas. Su valor, muchas veces - intencionadamente o no - disimulado en la anécdota, conserva plena vigencia, y su carácter reivindicativo vuelve a manifestarse vigorosamente cada vez que se pretende desconocer el espacio ganado por los trabajadores en la sociedad argentina, o se intenta confundir el rumbo de un pueblo que no renuncia a su voluntad de construir una Nación.
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De Nelly Casas, periodista y escritora: Felices los pueblos que no necesitan héroes, decía el poeta y dramaturgo Bertold Brecht. Argentina no era feliz y cuando, en la década del 40, el coronel Perón detectó la presencia de la gran masa sumergida del país, se convirtió en su héroe. Todo el fervor popular que despertó, todas las injusticias que reparó, todos los resentimientos que canalizó, tapizaron su camino hacia el liderazgo y la adhesión de su pueblo. Sobre esta alfombra daría los primeros pasos el mito encarnado: Eva Perón. Lo que hubo antes de esa instancia histórica, pertenece al folclore nacional, del mismo modo que lo que pasó después de su muerte pertenece casi al Olimpo. A mitad de camino, en meteórico ritmo, los trajes de Dior y Rouff se convirtieron en estrictos tailleurs, la mala dicción se transformó en voz desgarradoramente apasionada, el ansia de trascender se sublimó en fervoroso holocausto. El estallido volcánico de su emotividad, y la ciega obstinación con que se lanzó a la lucha, le valieron la devoción de quienes vieron en ella un ángel redivivo, tan irracionalmente como el odio y el menosprecio de quienes todo lo atribuyeron al resentimiento de su origen, y a la publicitada liviandad de sus años juveniles. En todo caso, es casi seguro que en las polvorientas calles de Los Toldos, donde recogió sus primeras vivencias; en su adolescencia juninense, donde desarrolló sus primeras emociones, en el ajetreado mundo radial, donde intentó sus primeros créditos y, fundamentalmente, en la cuestionada intimidad con el afortunado coronel en ascenso, donde conoció la trastienda del poder, se nutrió básicamente su conciencia y su sensibilidad. Ni la Secretaría de Trabajo y Previsión, ni su Fundación, ni el Partido Peronista Femenino, que fueron los instrumentos de su accionar; ni la obtención de los derechos políticos para la mujer, que fue su gran afirmación histórica; ni la fuerza de su incidencia en los sindicatos, que fue la base de su poder político, tuvieron para el afecto popular la importancia de su palabra solidaria, su sonrisa comprensiva o las expresiones de amor por los humildes. Sin dudas, los representó de verdad, transmitió en su voz esa vibración que sólo captan los que también han sufrido humillación y pobreza. Pero, en todo caso, Evita, que no dejó escrita la esencia de su pensamiento, que cuando habló expresó sentimientos y no ideas, que es recordada sin objetividad por quienes la aman o la odian, es en sí misma, sin análisis que lo resista, un arquetipo y un estandarte.
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De Nahuel Coca, escritor, articulista del Diario Crónica, Buenos Aires, Argentina: A partir de 1942 el coronel Perón empezó a tomar parte en los rumbos políticos de nuestro país. Junto a otros coroneles y generales de Ejército, aunque también con cierta participación de la Marina, Perón formó parte del GOU ( Grupo de Obra y Unificación ), una sociedad secreta de oficiales que pretendían vigilar los rumbos del país en un mundo convulsionado por la guerra. El 4 de junio de 1943 el GOU dio inicio a una revolución que puso fin a más de una década de fraude, que pasó a la historia con el nombre de Década Infame. El cargo otorgado a Perón en el nuevo gobierno fue despreciado por muchos en un principio, aunque él tenía una total convicción sobre su importancia. Por primera vez en la historia del país la Secretaría de Trabajo y Previsión pasaba a manos de un militar, 10 de diciembre de 1943. Fue desde esa posición que empezó a impulsar los beneficios para los trabajadores argentinos en pos de lograr una Argentina más justa y más grande. Así, en un hecho inédito, los trabajadores argentinos pudieron apoyarse en una ley que protegía sus derechos y promovía un concepto totalmente desconocido hasta entonces: la Justicia Social. En los primeros días de enero de 1944 una gran tragedia marcó su vida para siempre. Un terremoto redujo la capital de la provincia de San Juan a escombros. En un acto que se realizó en el estadio Luna Park para recaudar fondos para las víctimas del terremoto, Perón conoció a María Eva Duarte, una bella y joven actriz que coincidió con él en ese lugar. Fue amor a primera vista, aunque a muchos camaradas del coronel Juan Domingo Perón les molestó que un oficial del Ejército Argentino se juntara con una actriz que pertenecía al pueblo, como si el amor entendiera de clases sociales. Poco después del terremoto, a Perón le fueron encomendados el Ministerio de Guerra y la vicepresidencia de la Nación. Pero algunos de sus compañeros no veían con buenos ojos que tantas facultades estuvieran en manos de un militar que no compartía con ellos una visión elitista del poder. Los roces fueron creciendo hasta que el 10 de octubre de 1945 Perón presentó la renuncia a sus cargos y también al Ejército Argentino. Sus compañeros de armas lo encerraron en la isla Martín García tres días después. La noticia de su cautiverio corrió entre los trabajadores, que declararon una huelga general en todo el país. El día 15, contingentes de obreros fieles a Perón marcharon desde todos los puntos del conurbano hacia la Plaza de Mayo. No se irían de la Plaza de Mayo hasta que no se cumpliera su reclamo: la libertad del único argentino que había establecido las condiciones de Justicia Social para todos los trabajadores. Finalmente el 17, después de dos días a merced del calor, los trabajadores recibieron la noticia de su liberación. Luego de un emotivo discurso, esa jornada quedaría para siempre en la historia argentina como el Día de la Lealtad. Los militares que ocupaban el poder se vieron obligados a llamar a elecciones libres para el mes de febrero. La fórmula Perón - Quijano obtuvo el 54 % de los votos. El apoyo popular al nuevo guardián de los principios sociales también incluyó a Eva Perón, que de a poco fue ganándose el amor del pueblo argentino. En 1952 Juan Domingo Perón fue reelecto, pero la tristeza envolvió al país cuando el 26 de julio, un día gris y frío, fallecía Evita Perón. Los enemigos de Perón insistieron con traiciones, intrigas y conspiraciones hasta que el 16 de setiembre de 1955 lo derrocaron, luego de varios intentos y cientos de muertos. A partir de entonces el general Perón vivió en el exilio durante 18 años, y mantuvo en vilo las discusiones políticas sobre el futuro del país, mientras escogía a sus referentes a través de la resistencia. El 17 de noviembre de 1972 regresó a la Argentina por primera vez, y definitivamente el 20 de junio de 1973. Elegido nuevamente presidente, fallecería el 1º de julio de 1974 a los 78 años. Roberto Di Sandro, el decano de los periodistas de Casa de Gobierno, destaca que el General había llegado de España con un cuadro de salud complicado, según informe de los médicos, que incluía un incipiente cáncer de próstata, pólipos, enfisema de pulmón, insuficiencia renal y una grave afección cardíaca. Aquella mañana fría y lluviosa del 1º de julio de 1974 Juan Domingo Perón se había recostado en una reposera que había traído de España, de su exilio en Puerta de Hierro. Estaba un poco animado y tomó un breve desayuno de té con leche y dos galletitas. El equipo médico que lo asistía era encabezado por los doctores Pedro Cossio, Jorge Taiana y Domingo Liotta, junto con un nutrido grupo de médicos y enfermeras del Hospital Italiano. A mediodía comenzó a desvanecerse y tuvo tres infartos seguidos. Jorge Conti, conocido periodista y allegado directo al general Perón, quien le tenía gran respeto y admiración, contaba - había estado cerca del lugar - que antes de agravarse Perón le había solicitado al Dr. Cossio " un llamado al pueblo para dirigir un discurso y decir qué pasaba ". Se sorprendió cuando el especialista le respondió: " si mejora ...". Eran aproximadamente las 10.24 de esa mañana cuando comenzó a fallarle la respiración. En un esfuerzo supremo llamó a una de las enfermeras, a Norma Baylon, y consciente de que se moría expresó: " Esto se acabó ". Recostó su cabeza hacia un costado y, a pesar de los esfuerzos de los médicos, el líder de los trabajadores, tres veces ungido Presidente de la Nación, falleció.
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De Daniel Blinder, politólogo y periodista :
Los judíos somos una parte importante del mosaico de colectividades que tiene la Argentina, pero no somos la única. Los judíos hemos aportado con personajes muy importantes del quehacer político y social a la vida del país. Si se pueden trazar parábolas históricas, vale recordar que en la República Argentina de 1930 se respiraba la Década Infame en la cual se podía encontrar fraude, pobreza extrema, corrupción, y gobiernos favorables a la poderosa Inglaterra. Ello no era casual. En 1929 estalló una crisis financiera mundial que quebró a miles de empresarios y fue dando el caldo de cultivo al germen de la figura más emblemática del autoritarismo y de la muerte en Europa: Adolf Hitler. Perón había viajado por la vieja Europa, y es cierto que admiró aquella Italia de Benito Mussolini donde la patronal conciliaba con los sindicatos, donde existía una sociedad corporativa que se ponía en pié autoritariamente. También es cierto que Perón era parte del Ejército Argentino que había sido formado al estilo prusiano, dado que Argentina y Alemania negociaron la adquisición de tecnología militar con la ventaja que ofrecía el país europeo de dar formación a los oficiales. ¿ Eso lo convertía en nazi - fascista ? En esa Argentina donde no existía un proyecto de desarrollo autónomo, un joven oficial argentino desde una Secretaría comenzaba a darle voz y derechos a quienes no los tenían. Los trabajadores se identifican con él, y Perón ganaba más adeptos gracias a lo siguiente: los Aliados ( Inglaterra, la Unión Soviética y los Estados Unidos ) peleaban en la Segunda Guerra Mundial contra el Eje ( Alemania, Italia y Japón ). Uno de los partidos representativos de los trabajadores, para dar un ejemplo el Partido Comunista Argentino, orientaba su plan político en la Argentina de acuerdo a los mandatos de la Rusia Stalinista, y éste plan consistía en poner todos los esfuerzos en ganarle la guerra a Hitler. Los capitales de las industrias argentinas ( como los frigoríficos ) eran mayormente ingleses, aliados de los rusos. La lógica de los comunistas aquí era entonces abastecer de carne a los soldados ingleses, buscar el aumento de la producción para exportar, y evitar las huelgas a pesar de las pésimas condiciones de vida de los obreros de un país neutral. ¿ Quién se acordaba de ellos ? Desde 1943 hasta 1945, Perón incrementó su popularidad, a tal punto que lo encarcelan, y los trabajadores del cono urbano, emigrados del interior del país, se movilizan por su liberación. Lo logran el 17 de octubre de 1945. En 1946, Perón gana las elecciones democráticamente, y continúa con las reformas de industrialización de la Argentina, logrando eliminar la figura del desocupado y un acuerdo nacional con una renta que se dividía cincuenta y cincuenta entre los trabajadores y los patrones. Dice el Dr. Leonardo Senkman, de la Universidad Hebrea de Jerusalem, que " la reapertura de la inmigración europea de posguerra por el primer gobierno peronista en 1946 puso fin a su interrupción drástica desde 1930, arrojando un saldo neto de 463.456 personas ingresadas vía ultramar ( 2a. y 3a. clase ) entre 1947 y 1951. Las cifras más elevadas de los últimos treinta años. Esta inmigración masiva muestra toda su magnitud cuando se la compara con el saldo de apenas 33.655 pasajeros correspondientes a los ingresados por todas las vías durante el quinquenio 1942 - 1946 ". También el Dr. Senkman aclara que " con el ascenso del peronismo al poder, las preocupaciones étnicas en materia de población e inmigración pasaron a formar parte de la agenda de cuestiones públicas que implementó el nuevo gobierno. Pero acaso la novedad más importante en materia étnica haya sido que, por primera vez desde la función pública, un gobierno decidiera institucionalizar los estudios étnicos de la población, como hizo el Presidente Perón mediante la creación del Instituto Etnico Nacional ". Agrega este académico israelí que " Las dificultades que encontró la inmigración judía a Argentina en la inmediata posguerra fueron similares a las que los inmigrantes judíos hallaron en otros países latinoamericanos ". El hecho de que Perón recibiera nazis prófugos no era una cuestión de que fuera un partidario nazi antisemita. Si estudiamos el caso con profundidad, la Unión Soviética y los Estados Unidos recibieron a nazis para que les enseñaran sus técnicas. Perón, hábil y frío, pensó lo mismo. La realidad dice que entre 1930 y 1949, la Argentina recibió a más refugiados judíos per cápita que cualquier otro país del mundo, excepto Palestina. Es muy importante analizar los hechos puntuales: En la última década del siglo XX todavía era posible encontrar en algún kibutz de Israel frazadas con el sello de la Fundación Eva Perón, enviadas en 1948, cuando Argentina se convirtió en el primer país que reconoció la soberanía del Estado judío. El gobierno de Perón fue el primero en reconocer el sueño de todos los sobrevivientes de los pogroms y la shoá. Los judíos no somos ajenos a la realidad social que nos circunda. Hay judíos ricos, pero también hay y hubieron judíos pobres y de la clase trabajadora. Muchos de ellos, lejos de ver en Perón la reencarnación del Faraón esclavizador de Egipto o el monstruo de un nuevo holocausto, vieron en él a un líder que cumplía con su pueblo, y se sentían integrados y beneficiados gracias a muchas de las conquistas sociales que se consiguieron. Perón quiso luego sumar a la OIA ( Organización Israelita Argentina ) como una sección de hombres de negocios del movimiento justicialista. Pablo Mangel, presidente de la institución, es designado embajador argentino en Israel. En 1948, se crean Nueva Sión, el Instituto Judío Argentino de Cultura e Información y la Cámara de Comercio Argentino - Israelí; en 1949 llega el primer Embajador de Israel a la Argentina, y en 1951, Golda Meir visita Buenos Aires abrazándose con Eva Perón, por la labor realizada en favor del Estado de Israel. Cuenta el periodista Roberto Bardini que en 1946, durante el gobierno peronista, por primera vez en la historia argentina se conceden días libres a los soldados conscriptos judíos para que puedan celebrar sus fechas religiosas. Al año siguiente se instituye la primera Feria del Libro Judío, que funciona durante 30 días y vende más de 25.000 volúmenes. Esta actividad continúa a lo largo de décadas, cerca de la celebración de Rosh Hashaná. También en 1948 se funda en Buenos Aires el Instituto Judío de Cultura e Información, presidido por Simón Mirelman, y la colectividad israelita inicia contactos con Perón, principalmente a través del ministro del Interior, Angel Borlenghi, cuya esposa es de origen judío. El rabino Amran Blum es designado catedrático de la Facultad de Filosofía y Letras, y asesor presidencial en temas religiosos. La constitución promulgada por el peronismo en 1949, incluyó una condena a la discriminación racial y religiosa. En ese mismo año, Eva Perón pronunció un discurso en el que afirmaba que quienes propiciaban el antisemitismo en la Argentina eran " los nefastos representantes de la oligarquía ". El jefe de prensa del gobierno peronista, Raúl Apold, era judío. Cuando Jaim Weizman, el primer presidente israelí, visitó Buenos Aires en 1951, fue recibido con honores, y el flamante jefe de Estado le obsequió una Biblia antigua a Perón y anunció que su gobierno bautizará una plazoleta con el nombre del mandatario argentino. Pablo Mangel, diplomático argentino en Israel, declaró que fue testigo y partícipe directo del apoyo brindado por el gobierno peronista al pueblo judío, que se debatía en tiempos de posguerra entre el hambre y el desarraigo. Evita Perón recibió a exiliados judíos y se preocupó por conseguirles trabajo. En 1954, la DAIA ( Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas ) publicó un folleto favorable titulado " El pensamiento del presidente Perón sobre el pueblo judío ". Hitler era antisemita, ¿ pero era el único vástago del nazismo ? Nuevos estudios históricos echan luz sobre Winston Churchill y José Stalin ( quienes combatían contra Alemania en la Segunda Guerra Mundial ). Ellos eran antisemitas declarados, y poco hicieron por los judíos gaseados en los campos de concentración. Hoy se sabe que hasta gente poderosa del mismo corazón económico norteamericano financió la maquinaria bélica de la Alemania nazi.
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De Sebastián Giménez, docente y trabajador social: El contexto en que vivimos es evidentemente muy distinto a los tiempos en que esta trabajadora social ejercía su acción. Aquél Estado no sólo hacía política social brindándoles servicios y ayuda a los humildes, sino que existían mecanismos más amplios como las políticas de salarios y la expansión de los derechos de los trabajadores. Hoy la matriz del Estado, ha cambiado. La focalización, la descentralización y la privatización ha sustituído a ese esquema de políticas universales y reivindicadoras. Asistimos a la situación dramática de los recortes de los planes de acción social, de los planes alimentarios básicos, el presupuesto social es considerado un gasto y no una inversión. Entonces, en entornos tan distintos, de necesidades primarias insatisfechas y de míseras realidades, ¿ tiene sentido evocar la acción de Evita ? Estoy convencido que sí. Recordarla implica rescatar a una genuina representante de la profesión de Trabajo Social. Evita tuvo una utopía: la Justicia Social.
Ha dicho Evita : " Yo sé que mi trabajo de ayuda social no es una solución definitiva a ningún problema. La solución será cuando cada uno tenga lo que en justicia le corresponde, entonces la ayuda social no será necesaria. Mi mayor aspiración es que algún día nadie me necesite ".
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Del P. Carlos Mugica, sacerdote católico, perteneciente a la Orden de los Jesuítas, profesor de la Universidad del Salvador, integrante del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, militante social y político, asesinado a balazos el día 11 de mayo de 1974 en la puerta de la iglesia de San Francisco Solano por un grupo extremista, es autor del libro Peronismo y Cristianismo, editorial Merlín, 100 páginas, 1973, Buenos Aires, Argentina: Si alguno dice: Amo a Dios, pero aborrece a su hermano, miente. Pues el que no ama a su hermano, a quien ve, no es posible que ame a Dios, a quien no ve. ( 1ª carta de San Juan, C. 4 - 20 ). Los cristianos estamos llamados a dar testimonio de la verdad, y a la lucha contra las injusticias, aunque esto traiga, como consecuencia, la cárcel, las torturas y la muerte.
Vivimos en un evidente estado de violencia institucionalizada, en una sociedad que mientras sumerge al pueblo en el hambre, propone a una minoría elegida el consumismo y el hedonismo.
¿ No es violencia institucionalizada, acaso, la que sufre el trabajador, al tener que pagar el precio de la leche, la carne, el azúcar, los medicamentos ? ¿ No es violencia institucionalizada el aumento cada vez más alarmante de mortalidad infantil ? Nosotros, los hombres de iglesia que hemos contraído la enorme responsabilidad de ser los portavoces del mensaje de Cristo, debemos ser fieles al llamado de Jesús y del magisterio: hoy más que nunca nos exigen asumir la defensa de todos los seres humanos pisoteados en su dignidad; pero, sobre todo, de los más pobres y oprimidos.
Para Jesús cada hombre es imagen y semejanza de Dios, por lo tanto ofender a un hombre es ofender a Dios. Y el rol del que es ministro de Cristo es asumir la defensa del hombre, y sobre todo del pobre, del oprimido. El sacerdote tiene la misión frente a los ricos de interpelarlos. Jesús se refiere fundamentalmente a los ricos, a los que tienen dinero, porque también podemos ser ricos en fe, en visión de la vida, en capacidad de amar, en cultura. Yo fui antiperonista hasta los 26 años y mi proceso de acercamiento al peronismo coincidió con mi cristianización.
La valoración del hombre que se hace desde el peronismo, es una valoración que pone siempre el acento en los valores éticos. Y así, Evita dice, por ejemplo, que las cuatro virtudes fundamentales del pueblo, son: generosidad, sinceridad, desinterés y humildad. " Ningún justicialista debe sentirse más de lo que es, ni menos de lo que debe ser ". Creo que es muy importante que cada uno aprenda a amarse a sí mismo porque quien no se ama a sí mismo no ama a nadie.
En el orden económico y social, nuestra estructura económica es anticristiana y opresora. Primero, porque en lugar de estar la economía al servicio del hombre, el hombre está al servicio de la economía. Segundo, porque los social está subordinado a lo económico con las consecuencias que acarrea. La desocupación, la inseguridad y la mortalidad infantil son cada vez mayores.
La iglesia debe estar encarnada en el pueblo. Para encarnarse e insertarse en la experiencia nacional del pueblo argentino, la Iglesia tiene el ejemplo en la imagen de Cristo. La Iglesia deberá acercarse especialmente a los pobres, los oprimidos y los necesitados, y renunciando a todo lo que puede parecer deseo de dominio. La acción de la Iglesia debe estar orientada hacia el pueblo, pero también desde el pueblo mismo. Y creo que esto es fundamental para hacer una valoración del peronismo. Porque una cosa es mirar el peronismo desde los pobres, y otra cosa es mirarlo desde la oligarquía. Dice Jesús: " No el que me dice Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos ". No el " chupacirios " sino el que ama a sus hermanos. Aquél que se juega por sus hermanos, se está adhiriendo a Cristo aunque no lo sepa. Y aquél que no se juega por sus hermanos, así pertenezca a muchas congregaciones, así tenga familiares curas y monjas por todos lados, ése, aunque le ponga cualquier cantidad de velas a los santos, no es cristiano.
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De Elbia Rosbaco de Marechal, profesora en Letras, escritora, esposa del poeta, ensayista y dramaturgo Leopoldo Marechal: En el plano de la cultura, dos caracteres generales definen al gobierno peronista que se inicia en 1946: el primero de ellos es que no se basa en una doctrina del Estado tendiente a una adecuación del hombre a sus intereses, sino en una doctrina del hombre a la que se adecua el Estado para servir al hombre. Es decir, que la revolución peronista se asienta en un punto de partida verdaderamente humano, y se basa sobre valores reales y eternos. El segundo carácter distintivo es que se trabaja sobre un conocimiento integral del hombre: su naturaleza corporal y su naturaleza espiritual. Resumiendo: la obra de justicia social no sólo le restituye la dignidad del cuerpo mediante nuevas formas de vida, sino también el decoro de criatura espiritual, mediante su participación en la cultura y acceso a las formas intelectuales que le facilitan la comprensión de su destino trascendente. Así, se crean escuelas en una proporción del 51 por ciento mayor de la que había, universidades obreras, la Escuela Nacional de Danzas Folclóricas, bases de tecnología nuclear, ciudades universitarias y estudiantiles modelo, escuelas rurales y de frontera; se otorga el derecho a educarse a todos. En síntesis: la cultura es una realidad dinámica según la cual la masa, convertida en pueblo, se asume a sí misma y rescata su identidad.
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De Guillermo Enrique D´Arino Aringoli, Licenciado en Publicidad y escritor, autor del libro La Propaganda Peronista, editorial Maipue, 476 páginas, ilustrado, año 2006, Buenos Aires, Argentina: A Perón no lo deponen por una crisis económica. El ariete con el que se desplaza al régimen peronista es la libertad conculcada. Bajo este argumento - válido en cierto sentido -, el movimiento cívico - militar alzado en armas se autodenomina " Revolución Libertadora ", con evidente intención de que se la asocie con la gesta del Libertador General San Martín. El nuevo movimiento golpista basará su ideología en conceptos como libertad y democracia sólo a nivel de slogans efectistas, ya que más aspectos positivos o un programa político a desarrollar, se caracteriza por los elementos negativos: un genérico y visceral repudio a todo lo que pudiera recordar al " régimen depuesto ".
Las nuevas autoridades de la Argentina, desean exponer a la opinión pública las pruebas de la infamia y justificar cualquier atropello que se pueda cometer contra los vencidos. Así es que se hace un meticuloso inventario de los efectos personales de Perón y la difunta Evita, no dudando de entrar en su intimidad: se abren sus cajones, se fotografía su ropa interior, se huele su colonia, se intenta comprobar el alcance de lo " robado " y se lo hace público en los mismos periódicos que hasta ayer apoyaban lo que ahora denuncian. Bajo la directa dependencia del contralmirante Isaac Rojas, el presidente Eduardo Lonardi acepta crear una Comisión Nacional de Investigaciones que funciona durante seis meses, tratando de urgar en los " trapos sucios " del régimen peronista para sacarlos a la luz. Los resultados son magros. " El informe final de la Comisión - afirma el escritor Joseph Page - es una amalgama de hechos reales, acusaciones infundadas y argumentos que de ninguna manera condenan a Perón en cada una de las instancias en que se debate su culpabilidad ". En el título elegido para el informe no puede hacerse más evidente su intención de contrapropaganda: Libro Negro de la Segunda Tiranía.
La publicación de pasquines, permiten exhibir los bienes de Perón y Evita, como si con ello se pudiera cambiar los sentimientos de millones de peronistas. " Las joyas de Evita serán vendidas en subasta pública ", anuncia en portada uno de esos semanarios.
Todos los objetos tienen su precio y notas alusivas, como la que figura al lado de un vestido: " Traído en avión especialmente desde París como pasajero y con un séquito de modistos. Costo $ 265.000 ". Tras una suerte de golpe palaciego, el 13 de noviembre de 1955, Lonardi, Jefe de la Revolución Libertadora, es obligado a presentar su dimisión. Lonardi dirá: " Yo no he renunciado, a mí me echan ". Con la elevación del general Pedro Eugenio Aramburu comienza la etapa verdaderamente política de la Libertadora. Tres días más tarde se interviene la CGT, y el 30 de noviembre se disuelve al Partido Peronista. Se intensifica el proceso de borrar toda huella física de la causa peronista y sus inspiradores. Se destruyen las imágenes evocadoras y se decapitan bustos, hasta con el empleo de tanques del ejército si fuese necesario, como ocurre frente al edificio de la Central Obrera. Se disuelve la Fundación Eva Perón y se aniquila su obra. Su edificio sobre la avenida Paseo Colón, es tomado por asalto por los estudiantes de ingeniería, logrando establecer allí su Facultad. La Ciudad Infantil es desmantelada, desaparecen sus muebles y elementos de decoración. El Palacio Unzué, la Residencia Presidencial, caerá bajo el pico y la maza.
El cuerpo embalsamado de Eva Perón es secuestrado y escondido en Europa, y será restituído a la familia Duarte bajo el imperio de otra dictadura militar. Llegando al paroxismo irracional, se decreta la inexistencia de Perón, de Evita y del peronismo. Exhibir sus imágenes o el mencionarlos pasa a ser un delito. Los diarios y revistas podrán escribir sobre ellos, pero deberán emplear la expresión " tirano prófugo " o " dictador depuesto ". Y los escolares serán obligados a utilizar goma de pegar y papel blanco para tapar prolijamente las figuras declaradas abominables, que los libros traían en sus páginas. De nada servirá la destrucción de íconos, símbolos y obras. Las mismas manitos infantiles que ocultaron a los " prohibidos ", ya adultas descubrirán embelezadas las bondades de sus portadores y recordarán las imágenes de la propaganda peronista.
Por dos veces consecutivas colocarán su voto positivo ( 11 de marzo de 1973 y 23 de setiembre de 1973 ), permitiendo de este modo a Perón y su movimiento, 18 años más tarde, tomarse su postergada revancha histórica.
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Del Dr. Rodolfo Valenzuela, abogado, ministro, decano de la Corte Suprema de Justicia de la Nación: Ella poseía la inquebrantable fe de un misionero, la bravura indomable de un soldado fanático, la pasión avasalladora de un político y la suave ternura de una mujer enamorada.
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De José Espejo, secretario general de la C G T : Eva Perón está donde siempre quiso estar, eternamente al lado de los trabajadores.
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De Giustino Arpesani, embajador extraordinario y plenipotenciario de Italia: Su memoria será honrada a través de la realización de un siempre más fraternal espíritu de humana cohesión, y a través del trabajo, que proporciona segura luz a todos los hombres.
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De Paulina Maldonado, periodista de Diario Perfil, editorial Perfil S.A., Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina: Pinélides Aristóbulo Fusco era un profesor de Literatura y también periodista y fotógrafo de la Editorial Julio Korn. Un día domingo de 1948, tenía él 35 años de edad, recibió un llamado telefónico que le ordenaba ir hasta la quinta de San Vicente para fotografiar a Evita y a Perón. A partir de ese momento se convirtió en el fotógrafo preferido de la pareja presidencial, realizando para ella más de 300 fotografías. Al producirse la Revolución de 1955, Fusco debió esconder su preciado archivo, para no poner en peligro a su familia. Su hermano, Dagoberto Arístides, lo ocultó durante mucho tiempo. Décadas más tarde recibió ofertas de productores internacionales que quisieron comprarle los trabajos fotográficos sobre Evita y Perón. Fusco fue terminante: " No puedo cobrar por un material que ya me han pagado ". Fusco se jubiló como rector del Colegio Nacional San Martín y falleció en 1991. El tesoro de imágenes está en manos de sus hijos. Para ver algunas fotografías clickear aquí
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De Edgardo Alejandro Fusco, licenciado en Informática y fotógrafo: Recuerdo que cuando era pibe, tenía 11 o 12 años, les decía a mis amigos que tal foto de Evita la había realizado mi viejo, y nadie me creía. Usaba una Speed Graphic, una pesada cámara. A papá no le gustaba vanagloriarse diciendo que él había sido el fotógrafo de Evita. Fue un hombre sencillo y reservado.
Tengo ganas de publicar un libro, es un reconocimiento que se merece.
Lamento no haber podido convencer a mi padre de anotar las anécdotas vividas junto a Evita y Perón.
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De Sandra Bustamante, licenciada en Relaciones Internacionales: El genio ha sido definido como talento, don natural, búsqueda excepcional de la verdad, un misterio que transforma a la persona que lo posee en alguien inigualable. Para la psicoanalista y escritora Julia Kristeva es una invención terapéutica que impide morir de igualdad en un mundo sin " más allá ". Este término designa aventuras paradójicas, experiencias singulares, excesos sorprendentes, que han surgido y surgen en nuestro tiempo a pesar de que todo en nuestro universo parece cada vez más estandarizado. Su aparición conmocionante, tan difícil, incluso imposible, abre el sentido de la experiencia humana. Nadie ignora que por su ósmosis con la especie, que las diferencia radicalmente de los hombres, las mujeres heredan importantes dificultades para manifestar su genio; para generar un don distinto específico, eventualmente genial; para el cultivo de esa humanidad que ellas llevan en sus vientres. Muchos se burlaron de esa insuperable condición natural que parecía introducir una brecha definitiva entre las mujeres y el genio. Pero las mujeres pueden ser genios, no sólo del amor, de la abnegación y de la resistencia, sino también de una cierta manera de vivir la vida del espíritu. Las mujeres del siglo XX han demostrado que aunque puerilmente recogidas en el espacio y en la especie, pueden también actuar en singularidades innovadoras y modificar la condición humana. Esta mujer tiene características excepcionales aunque como todo ser normal, ha cometido errores y mostrado sus límites. Lo que la ha distinguido no es más que haberle dejado a la opinión, que somos nosotros, una obra arraigada en innovaciones y en pasiones, con aportes que nos conciernen tanto que no pueden recibirse sin arraigarlos íntimamente. El efecto de la obra de Eva Perón no se reduce a la suma de elementos que la componen sino a la incisión histórica que han realizado, a su repercusión y continuación. Fue una mujer que vivió, pensó, amó, trabajó con hombres, con su hombre, a veces sometida a la autoridad de su maestro o dependiente de su amor, a veces asumiendo el riesgo de esa insurgencia de inocencia inapelable; siempre arrancando su independencia más o menos respetuosa. Justificaba sus acciones en sus profundas y claras creencias. " Me duele demasiado el dolor de los pobres, de los humildes, el gran dolor de tanta humanidad sin sol y sin cielo como para que pueda callar ", sostenía.
Fue acusada de ser excesivamente emocional, asociando ese hecho al " ser mujer ". Como si las acciones guiadas por la emoción fueran una fuerza ciega que no tenía nada que ver con el razonamiento, no encarnando meditación ni juicio. Las emociones son modos de percibir, y están íntimamente vinculadas a una creencia, nunca divorciadas de la cognición y el juicio. Las emociones no son un " bien femenino " sino condición necesaria para una visión ética completa. Esta vigorosa emoción que recorrió su vida nos debería suscitar, tantos años después de su desaparición, hondos interrogantes acerca de lo que debería ser el compromiso con la función pública y la constancia requerida para una vida ética y política. Nunca dejó de sentir su vulnerabilidad, aunque demostró cotidianamente su fortaleza. Un polémico autor, Jean Jacques Rousseau, observó astutamente en el Libro 4 de su " Emilio " que el no creer en la vulnerabilidad potencial del ser humano conduce fácilmente a la obtusidad social y la indiferencia: " ¿ Por qué los ricos son tan despiadados con los pobres ? Porque no temen empobrecerse. ¿ Por qué un noble siente tanto desprecio por un campesino ? Porque él nunca será campesino. La piedad al ser humano lo vuelve sociable, nuestros sufrimientos comunes guían nuestro corazón hacia la humanidad; no le deberíamos nada si no fuéramos humanos ". Eva Perón fue apasionada, íntima, representante de los intereses de los otros, comprensiva, no llegó a la abstracción adoptando una altiva distancia respecto de las necesidades de los desfavorecidos. En ausencia de esta capacidad las voces " largamente mudas " que procuraban hablar hubieran permanecido en silencio.
Según el propio Perón era " una peronista sectaria, intransigente con todo lo que no fuera peronismo ". En una entrevista que Perón concedió en marzo de 1970 al escritor Tomás Eloy Martínez, sostuvo: " Eva fue un producto mío. Yo la preparé para que hiciera lo que hizo. Siempre he pensado que en la mujer hay que despertar la sensibilidad y la imaginación ". Pero Eva superó el mandato presidencial con su pasión. Insolente, sarcástica, elegante, rencorosa, con un sentido nato del poder que nunca había sido visto para una mujer con apariencia tan frágil. Eva decía: " Solamente los fanáticos - que son idealistas - no se entregan. Los fríos, los indiferentes, no deben servir al pueblo. No pueden servirlo aunque quieran. Por eso soy fanática. Cristo nos dio un ejemplo divino de fanatismo. ¿ Qué son a su lado los eternos predicadores de la mediocridad ? ". En Eva todo sería tenso, sacrificial, y pagó con su vida la voluntad de enfrentar, desafiar, sobreponerse, transformar su vida en misión. Ni las astucias de Nicolás Maquiavelo ni las estratagemas de Carl Von Clausewitz, a las que era tan adicto su marido, la incitan a transacción política alguna. Perón triunfó y gobernó y creó una doctrina. Pero Eva voló, intentó el sueño de transformar el poder en realidad de acción solidaria. En " Mi Mensaje " sostuvo: " Quiero vivir eternamente con Perón y con mi pueblo. Esta es mi voluntad absoluta y permanente y será también por lo tanto cuando llegue mi hora, la última voluntad de mi corazón. Donde esté Perón y donde estén mis descamisados allí estará siempre mi corazón para quererlos con todas las fuerzas de mi vida y con todo el fanatismo de mi alma ". La filósofa norteamericana Martha Nussbaum insiste en su concepción de una justicia poética, donde no se reemplace el razonamiento normativo por una capacidad de imaginación empática sino que insta a que funcionarios, legisladores y analistas de las políticas públicas incorporen un ingrediente esencial, una actitud ética, que les exija que se ocupen del bien de otras personas cuyas vidas están a veces distantes de las propias. Eva Perón aprobó sin saberlo ese examen. Era la más amada y murió en la pasión del poder, que era para ella la posibilidad de acción inmediata ante el dolor concreto o la injusticia social.
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De Matías Méndez, periodista y nieto del fotógrafo Pinélides Fusco: La trágica historia de nuestro país me quitó la posibilidad de ver la fotos de mi abuelo " Pinucho " de la etapa en que trabajó en el gobierno peronista. El odio irracional y la intolerancia, que llevó a prohibir la palabra Perón, hizo que no las tuviese en su casa.
Mi abuelo amaba los diccionarios y siempre recuerdo la emoción y alegría que tenía el día que se compró los dos tomos del diccionario de la Real Academia Española. Los abuelos dejan una marca indeleble, son la sabiduría que siempre está dispuesta a responder nuestras preguntas y saciar nuestros caprichos, no saben decir que no, y la complicidad con sus nietos es única.
Evita y Perón lo llamaban afectuosamente " Fusquito ".
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De Roberto Fontanarrosa, humorista gráfico y escritor argentino, creador de célebres e inolvidables personajes, como el gaucho Inodoro Pereyra, el perro Mendieta, y el matón Boogie (a) el aceitoso : Evita... Perón ... mi viejo era peronista y Rosario Central siempre fue peronista, porque es el equipo del pueblo. También mis tíos y compañeritos de la primaria. De manera que no me quedaron muchas opciones ...
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De Israel Lotersztain, ingeniero, empresario e historiador : En 1928, con 23 años, mi padre, don Eliezer David Lotersztain, casado y con un hijo recién nacido, la miseria y la absoluta carencia de futuro en su villa natal de Polonia lo llevaron a dirigirse a Lublin, la ciudad más cercana, y luego a recabar auxilio del Joint ( Organización Judía de Ayuda a la Emigración ) para que le sugirieran un lugar al que pudiera emigrar. Las alternativas eran escasas, y Estados Unidos estaba cerrado sin una carta de llamada de un familiar. Le ofrecieron como opciones más potables en ese momento Brasil o la Argentina. Mi padre preguntó. " ¿ Qué queda más lejos de Polonia ? ". La obvia respuesta motivó la elección de nuestro país. El antisemitismo y la discriminación vigente en Polonia era brutal contra el judío. No le recuerdo jamás una palabra de simpatía hacia su tierra natal, lo que contrastaba notablemente con su posterior gratitud hacia la Argentina de Evita y Perón.
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De Gustavo Veiga, periodista gráfico, docente y escritor: Los Evita nacieron como Campeonatos Infantiles de Fútbol y, sucesivamente , incorporaron otras disciplinas y también la participación de los deportes femeninos en el bienio 1953 - 1954. En ellos jugaron durante sus distintas ediciones, en los años ´50, ´70 y ´90, pibes tan desconocidos que, con el tiempo, se convertirían en ilustres futbolistas, desde Enrique Omar Sívori hasta Diego Armando Maradona.
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Textos cortesía de Carlos Vitola Palermo de Rosario, Santa Fe, República Argentina.
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