DOCUMENTOS SOBRE EVA DUARTE DE PERON 


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María Eva Duarte de Perón / Evita. Argentina 1919-1952

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HISTORIAS, ANECDOTAS y TESTIMONIOS 

Evita en el Hogar de Tránsito Nº 2, hoy Museo Evita, Lafinur 2988, Buenos Aires

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De Andrew Graham - Yooll, periodista, director y presidente del Directorio del Buenos Aires Herald, colaborador en muchos diarios de Europa y Estados Unidos, escritor, autor del libro Agonía y muerte de Juan Domingo Perón - Recopilación de documentos sobre la enfermedad y muerte del Tte. General Juan Domingo Perón ( 1973 - 1974 ), ediciones Lumière, Buenos Aires, 190 páginas, año 2000:

Yo empecé a guardar papelitos a partir de 1955.

Me quedó como una marca para toda la vida, el antiperonismo férreo de la " inglesada " de Quilmes y Ranelagh, donde vivíamos. Mi padre era antiperonista, pero aún siéndolo le resultó incomprensible que una noche sus vecinos - gente educada, arquitectos, médicos - fueran a mi escuela y quemaran libros. Quemaron todos los ejemplares de La razón de mi vida de Eva Perón, y todos los ejemplares del Segundo Plan Quinquenal. Era la noche de 20 de setiembre de 1955 ( Perón había entregado el gobierno, el peronismo lo entendió como un gesto de apaciguamiento y los antiperonistas como rendición ). En aquella noche de primavera, padres, señoras, señores, respetados por sus profesiones, queridos vecinos de un pueblo chico, fueron a una escuela e hicieron una cosa así: quemaron libros. Los libros no se queman. Se venden, se debaten, se guardan en cajas, lo que sea ... ¡ pero no se queman !

Esa noche, en el patio de la escuela sobraron pedacitos de los ejemplares de La razón de mi vida. Los guardé, papelitos sobre la vida púbica argentina, y al cabo de unos años los metí en un libro.

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Del Dr. Eduardo Menem, abogado, profesor de Derecho Público, doctor honoris causa, escritor, autor del libro Los derechos de la mujer, editorial Ciudad Argentina, Buenos Aires, 218 páginas, año 2005:

El primer antecedente de voto femenino lo constituye la Constitución sanjuanina de 1927, que había garantizado para las mujeres los mismos derechos y obligaciones electorales que para los hombres. En abril de 1928 se produjo la primera elección con participación de mujeres, votando el 97 % de las inscriptas, frente a 90 % de los varones. Ademas, una mujer, Emilia Collado, fue elegida intendente de Calingasta, y otra, Ema Acosta, diputada. Esta experiencia tuvo una escasa duración ya que con la intervención federal de diciembre de 1928 se inició un proceso que eliminó ese derecho.

En el año 1947 gracias al impulso de Eva Perón se sancionó la Ley 13.010 que eleva a la categoría de ciudadanos a las mujeres, permitiendo su participación política a través del voto. Así fue como el 11 de noviembre de 1951, en la primera elección donde pueden ser electas las mujeres, 24 diputadas y 7 senadoras ingresan al Congreso Nacional, aunque luego del primer impulso renovador, con el correr de los años su participación fue decreciendo.

Pasados casi 45 años desde aquel hito, en el año 1991 y gracias al impulso determinante de las legisladoras, se sanciona la Ley 24.012 de cuotas o cupos que planteó una verdadera " discriminación positiva " de género. La referida ley exige que las listas que los partidos políticos presenten para su oficialización deberán tener mujeres en un mínimo del 30 % de los candidatos a los cargos a elegir y en proporciones con posibilidades de resultar electas.

La Convención Constituyente, que en 1984 tuvo a su cargo la reforma de la Constitución Nacional, dio un paso trascendente al incorporar como derecho político específico la igualdad de género en materia electoral.

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De José Steinsleger, escritor y periodista, autor de numerosos libros sobre política de América latina:

Hija natural. Entonces " rencorosa ". Pobre. Entonces " envidiosa ". Sin formación y con pretensiones de actriz. Entonces " ignorante ". Rebelde. Entonces " resentida ". ¿ Que se casó con un coronel ? Entonces " trepadora ". Psicólogos, sociólogos, intelectuales, filósofos, politólogos e historiadores alzan la copa. Mujer al fin ... ¿ qué puede esperarse con tales atributos ? Y cuando entró al ruedo de la política mostró su perfil " autoritario ". Es decir, " fascista ". Aspectos que cierto modo de entender la historia propone inflar, pues de lo contrario habría que hablar de cuando compró armas en Europa para organizar milicias obreras cuando el Ejército y la oligarquía intentaron el primer golpe contra Perón ( 1951 ).

Niña aún, Evita llegó a Buenos Aires en un tren que la rescató de un paraje perdido de la pampa. Una maleta liviana de cartón era todo su equipaje. El primer día miró en derredor y en carta a su madre dio clara muestras de su vocación " populista ": " Querida mamá: bueno, por fin estoy aquí, en esta ciudad tan grande que no es como yo me había imaginado. Por sus barrios de miseria, sus calles, sus casas. Se ve aquí también, como allá en Junín, ricos y pobres; pero más pobres que ricos, y eso da tristeza ". La niña no se deslumbró con la Argentina agroexportadora y " visible " de la que habló Eduardo Mallea en Historia de una pasión argentina. Le impactó lo " invisible " que en su libro el escritor metafísico describió de oídas.

Diez años más tarde, el 17 de octubre de 1945, un mar de obreros y de peones del campo marcharon sobre la capital exigiendo la liberación de Perón, detenido en una prisión militar. Aquel día un chofer de taxi denunció a un grupo de universitarios quién era su pasajera. Los chicos escupieron y golpearon su cara. " Por cada golpe - recordó Evita - me parecía morir y sin embargo a cada golpe me sentía nacer. Algo rudo pero al mismo tiempo inefable fue aquel bautismo de dolor que me purificó de toda duda y de toda cobardía ". Sin haber leído a Simone de Beauvoir, en fracciones de segundos supo del odio de género y de clase, del que ya conocía algo: "¿ Qué clase de actriz sos que ni siquiera tenés un amigo que te pague los trapos ?", le espetó el director de una compañía.

Eva Duarte conoció a Juan Domingo Perón durante un acto en el estadio del Luna Park, destinado a recaudar fondos para los damnificados del terremoto de San Juan ( 1944 ). Al entrar con una amiga, el poeta tanguero Homero Manzi les señaló dos butacas " ... que están en el centro. Son las dos únicas vacías ". En una estaba el coronel. Las miradas se cruzaron y un nuevo terremoto partió en dos la historia política de los argentinos.

Preocupada por los problemas de la mujer, logró que se anulara del Código Civil la calificación de " hijos adulterinos ", " hijos sacrílegos " e " hijos putativos " ( que hasta entonces figuraba en el acta de nacimiento ).

Dijo Evita en La razón de mi vida: " Todo, absolutamente todo en este mundo contemporáneo ha sido hecho según la medida del hombre. Nosotras estamos ausentes en los parlamentos, en las organizaciones internacionales. No estamos ni en el Vaticano ni en el Kremlin. Ni en los Estados mayores de los imperialismos. Ni en las comisiones de energía atómica. No estamos en ninguno de los grandes centros que constituyen un poder en el mundo ".

El 23 de septiembre de 1947, ante una multitud entusiasta convocada por la Confederación General del Trabajo ( CGT ), Evita presentó la ley que concedía a la mujer el derecho al voto. Desde principios de siglo iniciativas similares venían de fracaso en fracaso. Ante los ojos vigilantes de la Iglesia, los senadores y diputados peronistas, mayoría en ambas cámaras, dieron vueltas y revueltas, luciéndose con extensas filípicas acerca del asunto. Hasta que un día Evita entró con una silla al recinto parlamentario, tomó asiento y se puso a oir el debate. Los congresistas enmudecieron, mirándose entre sí. Ella preguntó: "¿ Molesto ?". La ley fue aprobada.

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Del Lic. Claudio Gabriel Cañete, cronista, docente, investigador, en el interesantísimo libro titulado Capítulos Perdidos - Los días de Perón y Evita en Paraná, editorial Códice Libros, Entre Ríos, 567 páginas, con muchas imágenes, año 2009, publicación declarada de interés cultural por la Subsecretaría de Cultura de Entre Ríos:

El modisto Paco Jamandreu se mantuvo como un ícono de la televisión argentina avanzada la década del ´80, hasta su muerte en 1995, como invitado de lujo en distintos programas, protegido por el misticismo que le dieron sus famosas modelos y por su notable talento, quizá no del todo reconocido. En su libro La cabeza contra el suelo - Memorias ( editorial Corregidor, 204 páginas, año 1981 ), prácticamente un incunable de la literatura crítica del peronismo, hay mucho material centrado en la figura de Evita:

" Su obsesión por los pobres y los desamparados era enfermiza. Sentía que tenía una misión. Todos los actos de su vida fueron de una exacta autenticidad. Es sin duda la mejor del siglo. Pienso que la Historia le hará justicia a su valor humano, a su lucha. Y dejo constancia de que todo esto lo he dicho antes de que viniera Perón nuevamente al país, en Clarín, Primera Plana y Canal 11 entre 1970 y 1972. Yo vestí a Eva Perón al comienzo de mi carrera y al comienzo de la carrera política de ella. Después durante algunos años no la vi. Comenzó a vestirse en París. Pero mientras la traté siempre tuve una extraña sensación frente a ella. Sentía que había dos Eva Perón: la muchacha dulce y buena a quien yo le dibujaba sus trajes, a quien la probaba, con quien bromeaba; y otra, totalmente diferente. Siempre he pensado que esa segunda Eva Perón estaba habitada por otro espíritu. Más de una vez he pensado que el espíritu de alguien se apoderaba de su cuerpo. A la primera le gustaban las cosas llamativas, no detalles, pero sí muy llamativas, era muy femenina, muy suave. La otra era la que aparecía en los balcones de la Casa de Gobierno, la que hablaba a las multitudes de Plaza de Mayo.

Yo siempre he creído que hay fuerzas del más allá, muy importantes. Ahora está de moda creer en los demonios, en los exorcismos, en los espíritus y en mil cosas más. En eso he pensado toda mi vida, sobre todo cuando veía a la muchacha dulce transformarse en esa segunda Eva Perón. Me parecía que cuando hablaba a las multitudes era porque estaba poseída por alguien, que en ella se encarnaba el espíritu de algún político de muchos siglos atrás. Porque, indiscutiblemente, si uno ve la historia universal se encuentra que ha habido muy pocos casos como el de Eva Perón. ¿ Catalina de Rusia ? ¿ Isabel de Inglaterra ? No lo creo ".

Evidentemente había una doble personalidad en ella. En el probador, charlando con sus amigos era de una fragilidad y de una femineidad increíbles. En la Plaza de Mayo esa fragilidad se transformaba en una fuerza irresistible, en algo arrollador. Nunca he podido pensar que ambas Evas fueran una sola. Yo le tuve un enorme cariño y pienso que para mi formación como persona fue muy importante haberla conocido y vestido, aunque no lo haya hecho durante su carrera política. Más tarde ella comenzó a vestirse con modistos franceses, con Dior principalmente. Es cierto que muchas veces tuve que arreglarle trajes hechos por estos couturiers franceses ".

" Perón pocas veces se metía con la ropa de Eva. Un día en que ella recibió una capa de plumas de Christian Dior se la miró mucho, se la hizo probar ( y le dijo ):

- No te enojés, Evita: parecés una gallina, una enorme gallina celeste. ¿ En serio te la vas a poner ? Mirá que estos franchutes son medio despistados. A lo mejor se equivocaron de caja y metieron en la tuya una capa de alguna loca del Folies Bergère ".

" Otro día, volviendo yo a casa después de dejarle un soberbio traje de noche de lamé y oro, de estilo oriental, me llamó:

- Tenés que volver. Te mando un coche. Quiero que veas los accesorios. Volví a la residencia y la encontré vestida, sentada en la recámara. Sobre sus rodillas tenía un plato con dos huevos fritos. Abajo, ministros, militares, diplomáticos se empacientaban esperándola. En lugar de un hall de entrada parecía una sastrería teatral llena de empenachados, uniformes y capas.

- Para lo que hacen, bien pueden esperar. Además, yo no soy para la ópera. La de esta noche deberá ser un soberano plomo. Con el estómago vacío no aguantaba eso.

En cambio, hay que reconocerlo, aguantaba con el estómago vacío, horas y horas, las largas colas de gente necesitada que recurría a ella, haciéndola partícipe de sus problemas ".

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De la sección Vida propia - Arte, en la revista Nueva Nº 1743, diario CLARIN, Buenos Aires, en análisis realizado por el artista plástico Daniel Santoro:

Esta es la historia de cómo una obra que pretendía simbolizar el subsuelo sublevado de la patria terminó en el subsuelo de la embajada argentina de París.

Comenzaban los ´50 cuando se propone homenajear a Evita con un monumento. Ignacio Pirovano, por entonces director del Museo de Arte Decorativo recomienda a Sesostris Vitullo ( 1899 - 1953 ) como el escultor ideal para realizar dicho monumento. El artista era casi un desconocido en el medio argentino, vivía en París desde 1925. Durante la realización de la obra, la correspondencia entre Vitullo y Pirovano era fluída, el escultor quiso conocer a Eva Perón a través de comentarios de su amigo que lo ayudaran a construirse una imagen de esa mujer. Vitullo le escribe: " La veo como un mascarón de proa rodeada de laureles ". Y a partir de esa mirada realiza una simbiosis entre la representación griega de las victorias y una visión americanista con la piedra como material.

La obra tiene un tratamiento primitivo que la emparenta al Picasso de las obras relacionadas con la pintura primitiva catalana. El Arquetipo símbolo parte de obras como el Chac Mool del México azteca y esculturas bifáceas toltecas.

Apenas fallecida Eva Perón en 1952, Vitullo decide enviar su Arquetipo símbolo a la embajada argentina para exponerla antes de trasladarla al Museo de Arte Moderno de París. La escultura fue recibida con recelo y trasladada al sótano: la embajada argentina nunca la envió. En su base la obra tenía inscripta la frase " Yo seguiré para mi pueblo y para Perón desde la tierra o desde el cielo. Evita ", que fue borrada una vez derrocado Perón.

En 1990, Guido Di Tella compra al hijo de Sesostris Vitullo diez piezas entre la que estaba Arquetipo símbolo.

La obra puede verse en la Biblioteca de la Universidad Torcuato Di Tella, Miñones 2177, Buenos Aires, Argentina, de lunes a viernes de 9 a 20 horas.

Para ver imágenes, clickear, por favor, aquí.

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De Gustavo Botto, profesor de Historia, en la revista de la Asociación Mutual de Educación Nacional, Nº 7, Argentina, septiembre de 2009:

Un 17, el 17 de agosto se conmemora el paso a la inmortalidad de José Francisco de San Martín, quizás sea mucho hombre para tan manipulada fecha.

En muchas de las plazas que están en los pueblos de nuestro extenso país, hay una estatua del Libertador de América. En cada rincón de los más destacados edificios públicos se exibe su retrato. En el inconsciente colectivo se difunde su nombre ..., pero a pesar de todo esto, el día que tendríamos que rendirle los máximos honores, se ha convertido en un feriado transferible, turístico.

Será tal vez que nos queda demasiado grande la figura de este hombre, que nos molesta su ejemplo o que en realidad creemos que ya no necesitamos héroes formadores porque basta la conducta de los que hoy se yerguen como nuestros líderes.

A don José se lo pintó como un santo, inmaculado y puro para Bartolomé Mitre y su literatura, más oscuro para José Ignacio García Hamilton, autor de Juan Domingo, su obra póstuma, la biografía de Juan Domingo Perón, y un gigante entre los grandes para la mayoría de los otros. Sus hazañas poblaron el continente y también el viejo mundo: un hombre de armas, el gran estratega, el genio militar, el fiel camarada ...

Pero detrás de todo esto había un hombre de ideales claros, de agudo ingenio y por qué no, de refinados escrúpulos que, cansado de la tiranía monárquica, decidió nuevos rumbos. Luego los que saben podrán discutir si fue espía británico, jefe de la masonería o un gran oportunista. Lo real es que llegó a esta tierra en llamas para entregar su vida por una nueva causa.

Hoy todavía el mundo estudia sus hazañas, pero muchos de nosotros apenas recordamos su nombre. Creó ejércitos, fundó gobiernos, presionó para obtener la independencia, cruzó los Andes, liberó a Chile y a Perú, todo esto es cierto y lo hace grande. Peró también se preocupó por los más humildes, la educacíón y la igualdad, renunció a todos los honores, creó escuelas, y eso lo hizo mucho más grande.

El 17 de agosto, fecha necrófila como la mayoría de las nuestras, aprendamos a recordar al que intentó marcar el camino con aquello de " Serás lo que debas ser o no serás nada ", al que muchas veces se valió de medios que tenía a su alcance para obtener los fines que consideraba válidos y únicos. Al que se despojó de todos sus laudos y, olvidado y lejano, murió en el exilio.

Para conocer más, clickear, por favor, aquí.

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De Liliana Caraballo, Noemí Charlier y Liliana Garulli, historiadoras y escritoras, autoras del libro titulado Documentos de Historia Argentina ( 1870 - 1955 ), editorial Eudeba, con ilustraciones y fotografías, 144 páginas, año 1998:

El rol que desempeñó Eva Perón dentro del movimiento peronista fue definido por ella misma, cuando afirmara : " Quise ser un puente de amor entre Perón y mi pueblo ".

En el interesante libro de la licenciada en Historia, escritora y conferencista, profesora Lucía Gálvez, Las mujeres y la Patria - Nuevas historias de amor de la Historia Argentina, editorial Norma, año 2001, queda claro que:

Sobre Eva Perón está todo dicho, está todo escrito, y sin embargo, siempre queda algo por añadir.

Conocemos sus frases memorables o insolentes, sus anécdotas, sus discursos fanáticos y sorprendentes. Nadie podrá pasar indiferente frente a la más amada y la más odiada de las argentinas.

¿ Puede decirse que Evita fuera feminista ? Su discurso no lo era, pero el ejemplo de vida sirvió a las mujeres de clase humilde para sentirse más seguras, más acompañadas en su duro trajinar.

Evita encontró en Perón el padre que siempre buscó y añoró. Su fidelidad y adhesión a él fueron incondicionales y absolutas. Evita lo apoyó y secundó con verdadera convicción. Para ella, la solidaridad y la equidad no eran un mero trampolín al poder.

Sabemos de su calvario y de su muerte, de su apoteótico entierro y de las arbitrariedades cometidas por el oficialismo, de la veneración y los posteriores vejámenes a que fue expuesto su cuerpo incorrupto. Nunca sabremos cuáles fueron sus últimos sentimientos, cuál el secreto que, según el padre Hernán Benítez, se llevó a la tumba, y tantos interrogantes que hacen de Evita un mito y un enigma.

Como decía Benítez, a Evita hay que juzgarla más por sus actos que por sus palabras: de hecho, consiguió el sufragio femenino y la participación de las mujeres en la política, objetivos perseguidos durante años por feministas y socialistas.

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De José Liberal, escritor, autor del libro Eva Perón - Estudio literario y valoración sociológica de La razón de mi vida, editorial Espiño, Buenos Aires, con ilustraciones, 218 páginas, año 1953:

El cariño de Eva Perón hacia los niños fue demostrado en múltiples oportunidades, solucionándoles sus problemas, no como esforzada o hipócrita beneficencia, sino como cristiana acción de justicia social.

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De Mario Mende Brun, escritor, autor de Responsabilidad del actor en la hora de los pueblos, folleto, Presidencia de la Nación, Buenos Aires, 24 páginas, año 1953:

La mujer que más quiso a Perón y a su Pueblo, quien estuvo más cerca de ellos.

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De Lawrence Aldenes ( Antonio Yapur ), escritor y pintor nacido en Corrientes, premios Orden de San Francisco de Asís y Orden de San Pedro ( Vaticano ) y Caballero de Goya ( Barcelona - España ), autor del libro Llanto de un hombre de pueblo ante la muerte de Eva Perón, editorial Nueva Generación, Buenos Aires, con ilustraciones, 95 páginas, año 1997:

Conozco el dolor y conocí el hambre. Para eso no necesito tener estudio, ni diploma, ni mando. Pues el que mucho sufre, mucho sabe, el sufrimiento no es diplomacia, no lleva máscara.

Invoco al Eterno, mordiendo el dolor por la irreparable pérdida. Es la inspiración de un hombre de pueblo, del pueblo por el que Ella dio su vida misma.

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De Marisa Armida, Sandra Fernández, Beatriz Filiberti, Adriana Pons y Alberto Plá, docentes de la Escuela de Historia, Facultad de Humanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario, autores del libro Rosario en la Historia ( de 1930 a nuestros días ), Tomo 1, editorial UNR ( Universidad Nacional de Rosario ) con fotografías e ilustraciones, 390 páginas, año 2000:

En el año 1951 cuando se puso en juego la reelección presidencial, distintos estamentos del poder se alarmaron ante la posible candidatura de Evita a la Vicepresidencia de la Nación. Su único apoyo seguía siendo la clase trabajadora y la Central Obrera, que por ese entonces era encabezada por José Espejo. Su precaria salud sirvió de excusa para dar una salida elegante a la crisis desatada en el interior del frente justicialista. Pese a la renuncia explícita de Eva Perón, esas ideas y vueltas alrededor de su candidatura, dejaron al desnudo las diferencias infranqueables entre la clase obrera y otros sectores sociales que habían dado vida a la alianza gobernante. En los laberintos del poder cercanos al Presidente, el Ejército tenía un peso considerable para bloquear la candidatura de la mujer del Presidente, para moderar los cambios sociales que la figura de Evita encarnaba y para poner coto a las intenciones políticas de las organizaciones sindicales, que pese a sufir un proceso de creciente burocratización y de subordinación relativa a los fines del Estado, seguía siendo vista con desconfianza por la cúpula del Ejército oficialista.

En 1952, como en cada 1º de mayo de la era peronista, lejos de la significación de la jornada como un día de lucha y protesta en cuyo transcurso el movimiento obrero socialista y anarquista proclamaba consignas contra la explotación capitalista y el Estado represor, los obreros rosarinos peronistas conmemoraban su día concentrándose frente al local de la CGT, donde después de escuchar a los oradores locales esa multitud reunida guardaba estricto silencio para seguir por la radio oficial el transcurso del acto central de Plaza de Mayo, que por altoparlantes transmitía los discursos de Perón y Evita. Dos recordaciones cargadas de sentidos diferentes, la idea de jornada de protesta y de lucha había sido resignificada por el gobierno peronista como la fiesta de los trabajadores, marcando dos momentos diferentes en la historia del movimiento obrero argentino y rosarino, y un cambio irreversible en la relación entre el sindicalismo obrero y el Estado. Evita había sido el puente necesario de esta nueva relación: al tiempo que con su accionar marcaba el camino de la militancia para los más pobres y los desposeídos, sirvió de catalizador para encauzar al movimiento obrero dentro de las directivas del Estado.

Cuando en junio de 1952, Eva hacía su última aparición en público, acompañando a su marido en la ceremonia de asunción a la Presidencia de la Nación, algunas de las premisas del primer peronismo comenzaban a modificarse.

La coyuntura de 1951 - 1952 había sido muy crítica para el gobierno. El modelo económico distribucionista seguía hundido en una profunda recesión, cuyas consecuencias inflacionarias repercutían en el bolsillo del trabajador. Las huelgas ferroviarias y el conato de golpe de Estado - que aunque frustrado - dejaban en claro las fisuras en el interior de las Fuerzas Armadas. Todas estas cuestiones no impidieron que Perón fuese elegido nuevamente para ocupar la primera magistratura del país por segunda vez consecutiva. La misma enfermedad de Evita, si bien era otro motivo de precupación para la elite gobernante, la evolución de su mal y el fatal desenlace, no sólo quitaron apoyo a la población sino que reforzaron más las lealtades de los sectores populares hacia Perón.

La muerte de Evita fue utilizada desde el Estado para construir una simbología y una liturgia que causaba malestar e indignación sobre todo en aquellos que no compartían esos principios de devoción que el peronismo imponía al conjunto de la población. Desde julio cuando se hizo pública su enfermedad, comenzaron a organizarse en la ciudad de Rosario, un conjunto de expresiones y acciones colectivas para pedir por su salud. Misas en la Catedral, en la Capilla del Hospital Eva Perón, en la parroquia del Sagrado Corazón, se sucedían unas tras otras, con ritmo cotidiano, las muestras de devoción y de angustia colectiva en innumerables actos que eran convocados por las distintas organizaciones sectoriales, barriales o sindicales del peronismo rosarino.

Finalmente, el 27 de julio el Diario La Capital daba la fatal noticia: " Falleció anoche la esposa del presidente de la República ".

El efecto en la población era testimoniado por el matutino: " Fue visible el efecto producido por la dolorosa noticia, y la decisión de suspender los espectáculos ... en las calles ... una densa multitud silenciosa. Avanzada la noche este espíritu colectivo pareció intensificarse, como si la ciudad toda encontrara en el silencio de sus calles el ambiente propicio para exteriorizar su sentimiento ".

En consonancia con lo ocurrido, inmediatamente se hicieron sentir los ecos de su muerte en directivas estatales y gremiales que, con carácter de sugerencia o en forma autoritaria, definían los procedimientos que debían seguir los distintos sectores de la vida ciudadana.

La CGT disponía que en todos los sindicatos se colocara una bandera a media asta y se mantuvieran las puertas entornadas poniéndose en la calle crespones negros en señal de duelo, asimismo se dispuso un paro de actividades durante dos días y por último el duelo se observaría por el término de 30 días en todos los sindicatos de la ciudad.

Actitudes similares tomaba la Municipalidad de Rosario, extendiendo el acatamiento obligatorio de estas formas - llevar luto, bandera a media asta, crespones, concurrencia al funeral - no sólo para las instituciones de su incumbencia, sino para todos los edificios de comercio e industria de la ciudad. Por su parte, las fuerzas militares del Regimiento Nº 11 y la Policía Provincial también se preparaban a honrar la memoria de Eva en términos idénticos. Desde la Curia, el Obispo de Rosario, Monseñor Antonio Caggiano, invitaba a toda la comunidad al solemne funeral a realizarse en la Catedral.

Por su parte, la CGT y el partido peronista resolvían una concentración para honrar su memoria frente al Cristo Redentor, Ovidio Lagos y avenida Pellegrini. La multitud se agolpó en ambos actos. Desde horas tempranas el recinto de la Catedral se colmó debiendo la multitud esparcirse por la plaza 25 de Mayo y sus adyacencias. En la segunda convocatoria, las dos vertientes - el ala sindical y el ala partidaria - se encontraron y marcharon hasta el cementerio El Salvador. Frente a una foto de Evita, cordones humanos con llantos en los ojos formaron una procesión con ofrendas florales y velas recordatorias, no pudiendo creer que la Madre de los descamisados ya no estuviera entre los vivos para garantizarles su protección. Su memoria fue ungida en infinitos actos a lo largo de todo el período peronista, erigiéndose bustos de su figura y sobre todo de su rostro, en distintos lugares de la ciudad de Rosario. Las innumerables adhesiones al luto oficial se sucedían día tras día, mes a mes. Cada 26 se reunían simpatizantes, agrupaciones, dejando en el altar del Cristo Redentor una ofrenda floral.

En las escuelas, el Ministerio respectivo dispuso que al inicio de los cursos en cada turno, el Director de la institución debía hacer formar a los alumnos frente al mástil y allí conjuntamente con los maestros y profesores debían guardar silencio de un minuto como señal de respeto y recordación.

Evita siguió viva en los corazones de los peronistas, que adoptaron la fecha como un jalón importante del calendario partidario. Después del golpe de Estado de 1955, la efemérides siguió siendo recordada aún en el silencio. Para los antiperonistas, en cambio, esta devoción resignificaba y profundizaba las antinomias sentidas provocadas por el régimen y por " esa mujer ".

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De la Dra. Valeria Grinberg Pla, investigadora, profesora y escritora:

En el tercer capítulo del libro Yo fui el confesor de Eva Perón - Conversaciones con el Padre Hernán Benítez, de Norberto Galasso, editorial Homo Sapiens, Rosario, 198 páginas, año 1999, Benítez explica que para él, convertirse en el confesor de Eva Perón y hacerse peronista significó seguir el camino del pueblo, que para él es el camino de Cristo. De este modo asimila a Eva Perón en particular y al movimiento peronista en general al cristianismo. El, un sacerdote jesuita, reconoce en Eva Perón a una santa, que como un nuevo Cristo ha venido a redimir al pueblo. Benítez es consciente de que su interés por el peronismo se basa en que lo considera un movimiento de redención social en el sentido cristiano del término y afirma que no se aprovecha de la religión para hacer política, sino por el contrario, de la política para hacer religión. Las respuestas de Benítez construyen a Eva Perón como una mártir - santa, en tanto y cuanto, el sacerdote recurre a la retórica mística - religiosa para describirla, comparándola por ejemplo con Teresa de Calcuta, e interpreta su dedicación a la ayuda social como un apostolado al servicio de los humildes, del mismo modo que explica la renuncia de Eva Perón a la candidatura a la vicepresidencia porque asumir un cargo oficial en el gobierno hubiese significado renunciar a su vocación, a su destino de Obra Social. Si bien el uso de palabras como vocación y destino en este contexto indica que para Benítez Eva Perón era una elegida divina que actuaba movida por profunda fe cristina, en otro lugar éste niega explícitamente que Eva Perón haya sido lo que el llama una santa de altar.

Si la teórica místico - religiosa en un comienzo determinó mayormente los textos oficiales del primer peronismo, en las últimas décadas se puede observar que dicha retórica también se articula en textos narrativos, como el de Abel Posse o el de Carlos Balmaceda, que novelan la vida de Eva Perón en un tono netamente hagiográfico. Paralelamente, los políticos e historiadores que continúan haciendo de Eva Perón la santa madre que se sacrifica voluntariamente por el bien del pueblo argentino, como es el caso de Norberto Galasso, no están necesariamente asociados con el sector peronista en el poder durante los gobiernos de Carlos Menem en los noventa.

Es importante señalar que, en el debate sobre la nación argentina, la retórica místico - religiosa es una retórica conservadora que asigna a Eva Perón un rol tradicionalmente femenino, el de la beneficencia, aunque adaptada a la mística peronista, en forma de acción social ( directa ). Por eso, si bien se trata de una retórica abiertamente política, no es politizante; siempre recalca su carácter de esposa de Juan Perón, la cual asume el rol de madre de todo el pueblo, puente de amor entre Perón y su pueblo. Eva Perón permanece así relegada a un ámbito tradicionalmente femenino. Su motivación no es estrictamente política, sino social. En efecto, los textos que construyen a Eva Perón como mártir - santa - madre retoman ciertos aspectos centrales del culto marista. Eva Perón tiene, al igual que María, un corazón generoso. Así, la construcción de Eva Perón como mártir - santa - madre interpreta la vida política de Eva Perón como una decisión del corazón.

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De Alberto Franco, escritor, autor de La Mística Social de Eva Perón, editado por la Subsecretaría de Informaciones de la Presidencia de la Nación, 31 páginas, año 1954:

Las personas sensibles, las que conocen sus deberes fundamentales, han sabido, saben que el amor al prójimo es la señal distintiva del cristiano. " En verdad - decía San Juan -, ésta es la doctrina que aprendisteis desde el principio: que os améis los unos a los otros ". En el cumplimiento de este precepto, muchas personas se han esmerado y se esmeran en socorrer a sus semejantes por el ejercicio de la caridad, que es la suma y compendio de toda la ley. Porque, en efecto, la caridad - tanto como virtud natural como cuanto virtud teologal - no es otra cosa sino amor.

Pero ¿ puede pedirse a todos este amor ? ¿ puede obligarse a todos a ejercitar esa virtud ? Evidentemente, no. El amor es un sentimiento espontáneo; la virtud, un hábito de bien. Amor y virtud no pueden ser exigidos por la fuerza coercitiva de la ley.

Supeditada a la buena voluntad, a la buena disposición de cada uno, la sola caridad no alcanza ahora a remediar los grandes males sociales; porque es ingenuo que la ejerciten los mismos hombres a cuya culpa deben atribuirse casi todas las injusticias sociales.

Contra eso se alzó airada la voz de Evita. Del amor por su pueblo nació la Fundación de Ayuda Social.

Eva Perón pudo elegir el camino más fácil. Eva Perón pudo elegir los salones del gran mundo. Tenía juventud, belleza y poder suficiente para entrar por la puerta ancha a los salones donde se representa la comedia de la aristocracia. Pero prefirió la puerta estrecha, los caminos poco frecuentados, la cuesta empinada del sacrificio.

" Yo dedico las horas del día para atender a mis descamisados, para demostrarles que aquí, en la República Argentina, ha terminado esta diferencia, este abismo que separaba a Pueblo y Gobierno, que aquí somos todos para uno, para trabajar noche y día por la grandeza de la Patria y por la felicidad común ".

" Porque he sufrido mucho acepto sufrir hasta el último día de mi vida, si eso sirve para restañar alguna herida o enjugar alguna lágrima ".

" Dios es testigo de mi sinceridad y El sabe que me consume el amor de mi raza que es el Pueblo ".

" Quiero vivir eternamente con Perón y con mi Pueblo. Dios me perdonará que yo prefiera quedarme con ellos, porque El también está con los humildes, y yo he visto que en cada descamisado Dios me pedía un poco de amor, que nunca le negué ".

En ese amor se cifra, se compendia y se explica toda la obra de Evita.

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De Nora Patrich, talentosa artista, pintora, muralista, grabadora y escultora argentina, Premio Mención de Honor de la Casa de los Comunes y Premio de los Derechos Humanos ( Canadá ):

Es amplísima la iconografía peronista, rica en expresiones que remiten a las necesidades y sentimientos del pueblo argentino.

Respeto a Evita, esa rebeldía femenina ante la injusticia, y me siento depositaria de aquellas míticas palabras, lanzadas el 17 de octubre de 1951 cuando habló en Plaza de Mayo a la multitud reunida, diciendo: " Yo se que ustedes recogerán mi nombre y lo llevarán como bandera a la victoria ". Mis trabajos con Evita y sus mujeres van en tal sentido.

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De Ricardo Rouvier, sociólogo, profesor universitario, psicólogo social, escritor:

Los que estudiamos la opinión pública corroboramos que, hoy la mayoría de la sociedad valoriza la democracia, no quiere conflictos abiertos y desea que los políticos se pongan de acuerdo.

Es posible que este último anhelo sea otra ilusión, en este caso ciudadana, pero también es verdad que los conflictos se vuelven inescrutables y elitistas cuando el sujeto pueblo se va retirando de la historia. Corresponde lograr, como plantea Robert Dahl, un consenso procedimental para dirimir cómo se resuelven los conflictos, evitando los espasmos institucionales.

Se idealizó sobre la muerte del peronismo desde el autoritarismo o desde la seducción republicana, y no se logró. Se idealizó sobre una democracia que cura y educa, y no se logró. Sectores anclados en el primer Centenario imaginan un país agroexportador al mundo. Se esperó que con años de ejercicio del poder de los luchadores de la justicia social, no hubiera indigentes y todos tuvieran cloacas.

Todas estas construcciones constituyeron por mucho tiempo, o constituyen, el magma imaginario de los argentinos. Pero la cruda realidad es que la sociedad se repliega indiferente; sobre todo los jóvenes, que cargan el futuro y que son un mero agregado estadístico en cualquier discurso público.

Sería esperable que el diálogo tuviera la eficacia que tuvo en la transición posfranquista, en la que se decidieron dos cosas fundamentales para España: que había que forjar un acuerdo de derecha a izquierda sobre una democracia plural, y que España es, sobre todo, Europa.

Sobre parecidas preguntas respecto a lo que somos y en dónde estamos, debemos construir una nación bajo el compromiso de más democracia y equidad social. Si para algo sirve el diálogo, es para eso; y si para algo sirve la política, es para que la economía y la cultura estimulen la libertad.

La historia argentina es una larga interrupción de una conversación. El encuentro Perón - Balbín se convirtió en un emblema de nuestra reconciliación contemporánea, pero no evitó la tragedia. No obstante, rescatamos a aquellos que sinceramente llamaron al diálogo, como a aquellos que sinceramente acudieron a él, porque en eso está la esperanza. Aunque, como Sísifo, haya que volver a subir la montaña. Alguna vez se podrá contrarrestar al héroe absurdo, como lo categorizó Albert Camus.

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De la Enciclopedia para toda la familia - Historia de la Humanidad, volumen 39, obra original de Editorial Sol 90, Barcelona, España, colección Historia de la Humanidad - Genios, editada por Arte Gráfico Editorial Argentino S.A., profusamente ilustrada, Buenos Aires, año 2007:

La crisis mundial económica de 1929 tuvo consecuencias políticas en América latina, porque marcó el fin de muchos gobiernos autoritarios que se mantenían en el poder, apoyados, en parte, en el auge de las exportaciones de la década de 1920. Así, en Bolivia, Hernando Siles fue derrocado por una junta militar presidida por el general Blanco Galindo, mientras que en Chile una violenta revuelta culminó con la renuncia de Carlos Ibáñez del Campo, y en Ecuador, luego de una fuerte oleada de manifestaciones en su contra, el doctor Isidro Ayora dejó la presidencia. Por su parte, en el Brasil se desató una guerra civil, que fue aprovechada por Getúlio Vargas para permanecer en el gobierno durante quince años, y en la Argentina, el general José Uriburu derrocó al presidente constitucional, el radical Hipólito Yrigoyen.

Dentro de este contexto, hubo en América latina una gran transformación social, que se reflejó en la política y que estuvo principalmente asociada con el crecimiento de las clases medias ( burguesía urbana y rural, empleados públicos, profesionales ) y de las organizaciones políticas que las representaban. En este sentido, aparecieron partidos reformistas que velaban por un mayor control estatal de las finanzas y profesaban un marcado sentimiento nacional, como el Partido Aprista en Perú, el PRI de México, el Trabalhista de Getúlio Vargas, el Partido Revolucionario Cubano Auténtico, el Partido Peronista en la Argentina, el PNR de Bolivia, el Partido Revolucionario Febrerista de Paraguay, el Partido Revolucionario de Guatemala y la Acción Democrática de Venezuela. Estos partidos se convirtieron en los abanderados de las tesis que propugnaban prescindir de los capitales extranjeros e impulsar un proceso de industrialización para sustituir las importaciones y crear fuentes de trabajo. Al mismo tiempo, defendían un nacionalismo extremo que muchas veces los llevó hasta la demagogia en sus concepciones respecto a la democracia y los sentimientos antiimperialistas. En este contexto, las masas de migrantes nativos, que durante la década de 1930 llegaron a las ciudades, se incorporaron masivamente a estos partidos, que propugnaban la lucha por reivindicaciones sociales junto con las capas burguesas y medias.

El populismo de ese período puede ser entendido como un proyecto político basado en una alianza de clases sociales que promovía el desarrollo industrial. En la mayoría de los casos, cada uno de estos movimientos era encarnado por un líder carismático, que apelaba a discursos nacionalistas reivindicativos, siempre impregnados de una ideología antiimperialista. En este sentido, las masas buscaban ser partícipes del gobierno, por lo que empezaban a reclamar derechos hasta entonces impensados. Se dio esta situación, por ejemplo, con las exigencias del voto universal y el derecho a acceder a los cargos públicos, así como con la extensión de la educación y otras ventajas sociales a los sectores más desfavorecidos. Estos planteamientos, además, eran acompañados por mujeres de todas las clases sociales, que demandaban la igualdad de derechos con el hombre.

En 1945, la escena política argentina se vio sorprendida por la popularidad del coronel Juan Domingo Perón, Vicepresidente de la Nación , Ministro de Guerra y Secretario de Trabajo y Previsión del gobierno militar. Una crisis interna en el alto mando militar provocó el desplazamiento de Perón, que fue apoyado por una movilización popular, el 17 de octubre de ese año. Este se considera el hecho fundacional del peronismo, que triunfó en las elecciones del año siguiente. El gobierno produjo una transformación industrial importante, nacionalizó varios recursos y resortes de la economía y promovió un ascenso en el nivel de vida de los trabajadores. En 1952 Perón fue reelecto, tras una campaña en la que importó mucho la figura carismática de esposa, María Eva Duarte, Evita.

Evita nació en Los Toldos, Buenos Aires, en 1919, y murió el 26 de julio de 1952, convertida en mito y leyenda, a los 33 años. Casada con Juan Domingo Perón, fue la heroína del peronismo. Brindó un impulso clave a la organización de los trabajadores y consiguió el derecho al voto de la mujer.

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De Federico Luzzani, periodista y escritor, colaborador en revista Caras y Caretas, director Prof. Felipe Pigna, en la edición del mes de octubre de 2009, Buenos Aires, Argentina:

La casa de Lafinur 2988, en Buenos Aires, tiene un pasado transformador: construída como petit hotel a principios del siglo XX, hoy está reciclada como sede del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Eva Perón y del Museo Evita. Es decir, un lugar de homenaje en el mismo sitio que desde 1948 fue destinado por la abanderada de los humildes para crear el Hogar de Tránsito Nº 2.

" Estamos orgullosos del edificio, que albergaba a mujeres del interior que venían para hacer trámites legales o por temas de salud, también a otras que estaban sin trabajo y a las que enseguida se les conseguía uno. Por el lugar pasan cientos de visitantes por semana que llegan de todo el mundo para saber más sobre una figura histórica que es objeto de estudio e ícono pop. Mostramos con rigor histórico que Evita fue tan amada como odiada. Tenemos una importante biblioteca y un acervo documental único. Aquí vienen investigadores argentinos y de universidades extranjeras que estudian a Evita. El área de investigaciones es importante porque no sólo nos permite indagar sobre distintos temas no trabajados hasta el momento o profundizar en muchos otros, sino también difundir nuestra institución a través de publicaciones y conferencias ", explica Norma Durango, directora del Museo Evita.

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De Fulvio y Félix Galimi, deportistas, campeones argentinos, sudamericanos y panamericanos de esgrima, en la revista Todo es Historia, Nº 345, director Dr. Félix Luna, Buenos Aires, Argentina:

Conocimos a Perón en 1945, en una reunión de deportistas a la que Perón concurrió.

El era un muy buen esgrimista, fue campeón del Ejército en espada. Este campeonato lo obtuvo en 1918, y retuvo el título durante una década.

Perón había hecho boxeo, alpinismo y otros deportes. En el que más se había destacado era en esgrima, aunque tenía un recuerdo un poco ingrato, ya que no había podido concurrir a los Juegos Olímpicos de París. El concurría asiduamente a los campeonatos de esgrima. Daba mucho incentivo a la esgrima y a todos los deportes.

Félix y yo fuimos de los primeros deportistas que salieron al exterior. Fue en la época en que salió Juan Manuel Fangio, Mary Terán de Weis, los hermanos polistas Torres Zabaleta. Fuimos los primeros luego de la Segunda Guerra Mundial. En 1948, a nosotros nos invitan desde Europa. La fuimos a ver a Evita y le planteamos la situación. Ella se comunicó con Perón, luego fuimos a la Casa Rosada, y vimos a Ramón Cereijo, quien se encargó de conseguir los pasajes y los fondos para que pudiéramos viajar.

Cuando viajábamos al exterior, Evita nos decía que la visitáramos antes de irnos. Y nosotros le decíamos que eso nos traía suerte.

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De Alberto Héctor Luchetti ( 1902 - 1990 ), maestro argentino de Educación Física en el Ejército, campeón en florete y espada, Premio Konex 1980:

Perón fue seleccionado para el equipo argentino de esgrima que debía competir en las Olimpíadas de París en 1924. Una disposición militar que emanó del general Agustín Pedro Justo, ministro de Guerra, le impidió integrar el equipo nacional. Su capacidad siempre fue la espada, aunque dominaba muy bien el sable.

Perón tenía la ventaja de haber sido un apasionado en profundidad por la esgrima. Un caballero en todo el sentido de la palabra. Como complemento practicó otras disciplinas: el boxeo, el básquetbol, el fútbol, el esquí. Toda la inquietud deportiva siempre la volcó como factor educativo en las unidades militares en que debió desempeñarse, y siempre su gestión tuvo un éxito y una repercusión incuestionable.

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De Francisco Luchetti, hijo de Alberto Héctor Luchetti y nieto de José Luchetti, maestro de esgrima de Juan Domingo Perón, esgrimista y oficial retirado de la Gendarmería:

Como parte de la instrucción física del militar, la esgrima jugaba un papel importante porque además los militares podían llegar a enfrentase en duelos.

Perón fue alumno de esgrima de mi abuelo durante muchos años. A don José lo quería muchísimo. Perón, de joven, asistía a los clásicos encuentros de esgrima de los años 20 en el Club del Progreso, el Jockey Club y el Club del Angel. Entrenaba esgrima por las mañanas en el regimiento militar de Campo de Mayo con mi abuelo, y por la tarde iba a veces a la vieja sala del Círculo Militar, en la calle Florida.

Perón tuvo actitudes muy lindas con mi padre. En 1940, cuando vuelve de Italia, le trae la bendición papal.

En las presidencias de Perón, el gobierno financió exhibiciones de conocidos esgrimistas franceses e italianos.

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De Pablo Ramírez, escritor y periodista deportivo, autor del libro Disparate e inmoralidad en el fútbol, editorial Corregidor, 142 páginas, año 1996:

Si hubiese que buscar en el pasado un punto de partida en la utilización del deporte por parte de los gobernantes para alguna finalidad ajena de sus funciones, posiblemente habría que remitirse al Campeonato Mundial de Fútbol disputado en Italia en 1934, en momentos en que Mussolini ejercía su férrea dictadura.

Ese campeonato fue utilizado con la evidente intención de robustecer su hegemonía indiscutible. Y el fervor puesto por el gobernante italiano en el resultado de los partidos, a todos los cuales asistió, fue una clara evidencia de ese interés dominante.

Poco tiempo después, en los Juegos Olímpicos de Berlín, realizados en 1936, Hitler también utilizó ese acontecimiento deportivo con semejante fines.

Pero ese inescrupuloso recurso de la demagogia no fue solamente practicado por los gobiernos dictatoriales. Por ejemplo en vísperas de una importante elección en Inglaterra en 1966, el primer ministro Harold Wilson, que aspiraba a la reelección, fue el inspirador de la concesión de una distinción al popularísimo conjunto musical The Beatles.

Fue entonces cuando la reina Isabel otorgó al famoso cuarteto una condecoración con la Orden del Imperio Británico en 1965. Pero esa no era la primera vez que en Inglaterra se concedía ese honor. En 1957 se le había entregado al más longevo futbolista del mundo, el inglés Stanley Matthews, que había jugado hasta la increíble edad de 50 años, y que fue designado comandante de la Orden del Imperio Británico.

Juan Domingo Perón era muy aficionado a los deportes y practicó varios de ellos. Pero nunca iba a una cancha de fútbol, un deporte que poco le interesaba. Sin embargo, a medida que se fue produciendo su fulminante ascenso, fue cambiando de parecer. Y una vez llegado a la presidencia comprendió que a través de la intensa pasión que una crecida parte de la población sentía por el fútbol, podía llegarse más fácilmente a seducir a las masas haciéndose partícipe de la fiesta popular por excelencia. Y, entonces, comenzó a ser frecuente su presencia en los estadios. Eso es demagogia.

Muy diferente fue lo ocurrido con los comandantes del " Proceso ". Antes del golpe de 1976 era ignorada su presencia en las canchas de fútbol. Y tampoco se los vió en los estadios después del triunfo logrado en el Mundial de 1978, en el que expresaron su júbilo por la victoria argentina llegando al borde del paroxismo, actitud impropia de quienes se contentan con un mero triunfo deportivo.

El extraordinario empeño manifestado en la obtención de ese certamen, y el expreso deseo de que nada ni nadie se opusiera a sus fines, quedó evidenciado por una orden tan categórica como absurda: la prohibición de criticar al conductor del equipo argentino, el técnico César Luis Menotti.

Había un deseo dominante por ocultar las gravísimas violaciones a los derechos humanos, lo cual quedó claramente demostrado cuando se dispuso el despido de un camarógrafo del Canal 7 cuyo " delito " consistió en haber enfocado con su cámara un cartel introducido en la cancha de Rosario en el que por primera vez en el país se hacía pública mención de los desaparecidos.

¿Cómo podía la obtención de un campeonato, por muy importante que fuera, acallar el clamor de la sociedad, angustiada por la desaparición de personas en la mayoría de los casos de manera tan caprichosa como injustificada ?

Hubiese sido preferible que aquel nefasto gobierno fuera demagógico, en lugar de provocar con su crueldad las horas trágicas que dejaron hondas heridas de imposible cicatrización.

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De Diego del Pino, escritor, docente, alumno escolar de Aurelia Tizón, primera esposa de Juan Domingo Perón, historiador, en interesante y extensa nota ilustrada en revista Todo es Historia, director Dr. Félix Luna, número 377, diciembre de 1998, Buenos Aires, Argentina:

Aurelia Tizón era la esposa del entonces capitán Juan Domingo Perón y fue mi maestra de tercer grado.

En 1931, a los nueve años, cursé el tercer grado primario en la Escuela Nº 2, Consejo Escolar XIV, " República de Honduras ", ubicada en la esquina noroeste de las calles Giribone ( ahora Avenida Córdoba ) y la denominada Leones ( actualmente Santos Dumont ), barrio de Chacarita.

Nuestra señorita, Aurelia Tizón de Perón, era joven, bella y sonriente.

Aurelia Tizón había nacido en Buenos Aires en el año 1906. Sus padres fueron los españoles Cipriano Tizón y Tomasa Eróstarbe. El padre era un hombre de sólida cultura, muy aficionado a la lectura. Se dedicaba a la fotografía, tuvo un comercio de tal ramo y llegó a lograr una sólida posición económica. Doña Tomasa tenía preferencia por las tareas culinarias y parece que vigilaba muy estrechamente a sus hijas. El matrimonio tuvo seis hijos: cuatro mujeres y dos varones.

A Aurelia, desde muy pequeña, se la llamaba familiarmente " Potota ", sobrenombre que la distinguió toda su vida y que ella creó, al deformar la calificación de " Preciosa ", como era llamada. Su futuro marido, Juan Domingo Perón, acostumbraba también llamarla " Beba ".

A los 14 años, Aurelia comenzó estudios secundarios en el colegio privado " Nuestra Señora de la Misericordia ", a cargo de religiosas, en la avenida Cabildo 1333. Allí siguió la carrera del magisterio, recibiéndose cuando tenía casi 18 años. Paralelamente se perfeccionó en dibujo y pintura - sus entretenimientos favoritos - guitarra, algo de piano y acordeón.

Cipriano Tizón conocía al teniente coronel Bartolomé Descalzo y este - a su vez - era amigo y casi un tutor del oficial Juan Domingo Perón. El alto oficial consideraba que su protegido estaba ya en edad de formar una familia para dar la imagen que se esperaba de un militar del Ejército Argentino

Era la primavera del año 1923, cuando Aurelia tenía algo más de 17 años. El teniente coronel Descalzo comunicó a Perón que había conocido a una señorita joven, bella, de buena familia y que estudiaba para maestra. Entonces invitó a ambos a asistir a una función de beneficencia que se daría por la mañana en el cine " Capitol ", en Santa Fe 1848. El oficial Perón, desde la ventana de una confitería, vio llegar a la esposa de su tutor, acompañada por una señorita bajita y menuda, que hablaba sin alzar la mirada y que se reía tapándose la boca con la mano. El cinematógrafo estaba lleno de militares jóvenes y señoras. Se exhibía la película " El Sheik ", protagonizada por el admirado actor Rodolfo Valentino, y comenzó entre Juan y Aurelia una relación sentimental que tendría un satisfactorio final. Aurelia, luego de conocer a Perón volvió a casa temblando. Se le preguntó si se sentía enferma y contestó que no le pasaba nada. Enfermó de amor.

¿ Y quién era el joven oficial Juan Domingo Perón ? Había nacido en el año 1985, egresado como subteniente del Colegio Militar en 1913. Cuando era teniente primero fijó su residencia en Buenos Aires, donde vivió con su abuela materna, la señora Dominga Dutey, viuda del doctor Liberato Perón.

Aurelia tuvo como confidente a su hermana Isabel, y Juan Domingo Perón organizó un encuentro entre su novia y la abuela, que aprobó la elección.

En 1928 Perón " pidió la mano " de Aurelia Tizón. En esos días Juan Domingo Perón fue ascendido al grado de capitán y el nuevo cargo coincidió con el compromiso matrimonial.

La fiesta se realizó el 5 de enero de 1928, en la casa de la novia y se fijó la fecha de la boda para un año más tarde. Aurelia tenía 22 años y Juan Domingo 33. A partir de esos momentos la joven decidió emplearse como maestra para ayudar a formar su ajuar como era costumbre en la época.

Juan y Aurelia decidieron casarse el 5 de enero de 1929. En el diario La Razón del 3 de enero, apareció este aviso: " En casa de la familia de la novia y en la mayor intimidad, el sábado próximo será bendecido el enlace de la señorita Aurelia Tizón con el capitán Juan Perón, actuando como padrinos de la ceremonia la señora Juana Sosa de Perón y el señor Cipriano Tizón. En el acto civil, que se realizará en la mañana de ese día, actuarán como testigos por parte de la novia, los señores Justo Tizón y Manuel Roca; y por parte del novio, el teniente coronel Bartolomé Descalzo ".

La ceremonia se cumplió en día indicado y a media mañana en el Registro Civil correspondeinte, actuando como testigo el oficial Descalzo, antiguo conocido de ambas familias y profesor en la Escuela Superior de Guerra y luego Presidente del Instituto Nacional Sanmartiniano.

A las siete de la tarde, el padre Rafael Cabo Mansilla, sacerdote de la iglesia castrense Nuestra Señora de Luján, consagró el matrimonio.

Y esa misma noche, los recién casados partieron para Bariloche en viaje de bodas. Allí pasaron quince días, y todo seguiría con felicidad, como dijera el historiador Enrique Pavón Pereyra, porque " el era un militar correcto y ella una muchacha de buena familia, seria, responsable y muy enamorada de su marido ".

Ya con varios años de matrimonio, Aurelia Tizón de Perón no tenía hijos y esto la apesumbraba permanentemente. Su hermana la convenció de la necesidad de consultar a un ginecólogo y con esa esperanza le cambió el carácter. En 1935 falleció la madre, doña Tomasa Eróstarbe de Tizón, afectada de cáncer y esto aumentó las penas de Aurelia, que se pasaba los días limpiando la casa y tejiendo crochet, siempre encerrada.

En 1936, a los siete años de haberse casado, Perón fue designado Agregado Militar en la Embajada de Chile, ya ascendido al grado de teniente coronel. Aurelia y Juan llegaron a Santiago en marzo de 1936 y pronto se instalaron en un señorial piso, con frente a la Plaza de Armas de Santiago.

Estando en Chile, la joven señora comenzó a manifestar síntomas de la enfermedad que ya estaba en ella: cáncer de ovario. Ya en Buenos Aires, cuando se festejaba con una reunión el día de San Juan, nombre de su esposo, se desmayó sorpresivamente. El médico consultado dictaminó que estaba afectada de una enfermedad terminal.

Comenzó entonces una agonía que duraría tres meses en la Clínica Marini, cercana a la vivienda, en la Avenida Santa Fe 3688. Se consideró necesario que recibiera auxilios espirituales y de ello se encargó el sacerdote José Schönfeld, profesor en el Colegio Guadalupe. Consolábase Aurelia con la comunión diaria y finalmente fue internada en la citada clínica, donde la operaron.

A pesar de todo lo hecho, Aurelia " Potota " Tizón de Perón falleció el 10 de septiembre de 1938, cuando sólo tenía 32 años.

El teniente coronel Bartolomé Descalzo, que lo acompañaba a Perón, comentó luego: " Perón, levantando el cuerpo sin vida de Aurelia dijo: " Este es el primer disgusto que me dio en su vida ... " Así concluían casi diez años de amor y respeto recíproco.

Perón quedó afectado profundamente por la muerte de su esposa. Durante un tiempo visitó a la familia Tizón, hasta que en 1939 fue enviado a Italia para desempeñar tareas profesionales.

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De Romualdo Brughetti, crítico e historiador de arte, ensayista, profesor, poeta, Premio Konex de Platino, autor del libro titulado Repensar la Argentina, editorial Emecé, 211 páginas, año 1995:

Las Fuerzas Armadas desde 1930 no se han erigido en defensa de la Constitución y de las leyes de la República. Se han levantado contra ellas con sus " salvadores " Golpes de Estado y sus equívocos " Procesos ". Con el propósito de " salvar a la Nación y su esencia occidental y cristiana " se desencadena un gangsterismo que macula irremediablemente estos propósitos. En lugar de curar a la Argentina, la deja en la más grave postración de su historia. El respecto irrestricto de las Fuerzas Armadas a las instituciones de la República y la total subordinación al poder constitucional se ha internizado en nuestras mentes, declaró el teniente general Martín Antonio Balza, Jefe del Estado Mayor General del Ejército: " Se han superado para siempre las barreras de aislamiento con nuestra sociedad y junto con ella participamos de una profunda comunión en torno a la voluntad política de progreso y bienestar ".

Muchos jóvenes visitaron a Juan Domingo Perón durante su exilio en su residencia española. Jóvenes que se convirtieron en violentos enemigos. Lo prueban los hechos durante su llegada a la Argentina, en Ezeiza.

En años postreros de la vida del general Perón, la edad lo llevó a desechar el odio, y se hizo conciliador al punto que al despedir sus restos, Ricardo Balbín - uno de sus tenaces opositores, que sufrió la cárcel por su causa - lo llamó amigo.

El odio que provocó la caída del autoritario y demagogo Perón en 1955, resurgió en los militares del " Proceso " y en sus oponentes. En vez de entregar los subversivos a la Justicia, como lo hicieron en Italia con los integrantes de las Brigadas Rojas, decidieron por sí emplear los métodos más primarios e inhumanos. Otra prueba de nuestra barbarie, no menos evidente en los más encarnizados subversivos.

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De Matías Marini, periodista, licenciado en Comunicación Social, escritor en la sección Internacionales del periódico argentino Perfil, Buenos Aires:

Tras la derrota de Adolf Hitler, el científico pro nazi Ronald Richter emigró a la Argentina, año 1945, y ofreció sus conocimientos al Presidente de la Nación, Juan Domingo Perón.

Fue a fines de 1949 cuando Argentina comenzó la costosa construcción de laboratorios secretos para un proyecto nuclear en la Isla Huemul, Bariloche, a cargo del austríaco Ronald Richter.

El europeo le había prometido al presidente Juan Domingo Perón desarrollar la fusión controlada: una fuente inagotable de energía que serviría para la transformación industrial del país; algo que en ese momento no había logrado ningún laboratorio en el mundo.

En marzo de 1951, el científico le informó a Perón que sus experimentos habían tenido éxito.

En 1952, el físico argentino José Antonio Balseiro denunció que se trataba de un fiasco y convenció a Perón de que el Proyecto Huemul no tenía mérito cientifico.

Nota importante:

Diversas y actuales bibliografías serias señalan que luego de su expulsión de Argentina, el desprestigiado Ronald Richter se radicó en Inglaterra, donde fue colocado al frente de un equipo dedicado a la investigación de la energía atómica y de la fusión termonuclear.

Valga recordar que al llamado " padre de la cohetería espacial estadounidense ", el alemán y miembro de las filas de las SS nazis ( Schutzstafell ), Wernher von Braun, se le eximió en USA de toda culpa de su pasado nazi por su cooperación con la Fuerza Aérea de los Estados Unidos de América.

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De la Dra. María Matilde Ollier, doctora en Ciencia Política por la Universidad de Notre Dame ( USA ), master en Ciencias Sociales ( FLACSO ), profesora de Historia, investigadora, escritora, autora del libro De la revolución a la democracia, editorial Siglo XXI, 304 páginas, año 2009:

Cuando una nueva propuesta fundacional atrapó a la Argentina en 1976, la izquierda revolucionaria decidió confrontar en los términos en que lo venía haciendo bajo el peronismo.

El campo revolucionario se fracturó y tanto quienes se alejaron como quienes permanecieron dentro de los grupos transitaron un proceso de ruptura, crisis, y redefinición de su identidad. En esa oscura y larga noche que simbolizó la última dictadura argentina, los ex militantes sufrieron un descalabro personal y político que los movió a replantearse la totalidad de sus vidas.

Quizás la prueba más evidente de la derrota de Montoneros ( organización guerrillera extremista que se identificaba con la izquierda peronista ) haya sido el asesinato de la dirigente montonera Norma Arrostito, el 15 de enero de 1978, en la ESMA ( Escuela de Mecánica de la Armada ), con una inyección de pentotal. En los inicios del terrorismo de Estado, el 2 de diciembre de 1976, el " Proceso " simuló su muerte, cuando en realidad un grupo de tareas de la Marina la habría capturado viva. Los militares la mantuvieron allí hasta su asesinato un año después. Su secuestro, desaparición y muerte simbolizan el diseño del ciclo de represión militar sobre la izquierda revolucionaria.

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De José Luis Moreno, director del Archivo General de la Nación, investigador del CONICET, escritor, autor del libro titulado Eramos tan pobres ... De la caridad colonial a la Fundación Eva Perón, editorial Sudamericana, Buenos Aires, 208 páginas, año 2009:

El 8 de julio de 1948, a partir del decreto del Poder Ejecutivo Nº 20.546, se creó la Fundación de Ayuda Social " María Eva Duarte de Perón ", otorgándole la personería jurídica.

En 1950 pasó a denominarse " Fundación Eva Perón ", nombre con el que se conoció y pasó a ser emblemática tanto de la figura de la esposa del Presidente como del significado simbólico para los pobres.

Es casi imposible poder estimar la proporción de personas indigentes o al borde de la indigencia. Sin embargo, la Fundación tenía un instrumento de primer orden al rescatar datos sobre ese sector a través de la rama femenina de las Unidades Básicas, equivalentes de los locales partidarios de otros partidos políticos, pero diseminadas a lo largo y a lo ancho de todo el país. La información era procesada en la Fundación por asistentes sociales y colaboradoras.

Las fuentes de financiamiento que al inicio eran estatales fueron ampliándose hasta contar con un presupuesto impresionante para los parámetros de ese entonces. Presiones al sector industrial para que colaborara y finalmente descuentos obligatorios a los trabajadores constituyeron las fuentes económicas principales, sin descartar donaciones de diverso tipo o aportes de las provincias o municipios más ricos.

La acción de la Fundación no se detenía frente a la posible superposición de tareas con otros sectores, como el de Salud Pública o la Dirección Nacional de Minoridad e Infancia.

Se crearon establecimientos asistenciales como hospitales, centros de salud, maternidades y asilos, hogares escuela, hasta la ayuda directa, como la entrega de máquinas de coser a jefas de hogares o a madres solteras. La acción desarrollada se ampliaba a las viviendas para trabajadores, y la creación de hoteles para que pudieran pasar las vacaciones los trabajadores con su familia. La solidaridad de la Fundación llegó también a países extranjeros en situación de necesidad.

Evita, por haber pertenecido a un hogar pobre seguramente había vivido las privaciones de los niños en esa condición. Probablemente la Navidad y la noche de Reyes las había pasado sin disfrutar de juguetes y dulces. Es claro la preocupación de hacer llegar pan dulce a todos los hogares pobres, lo mismo que juguetes a los niños. Quedan imágenes de Evita distribuyendo personalmente muñecas, ropa, pelotas de fútbol, pan dulce, golosinas. Sabemos también que se distribuyó una cantidad sustantiva de máquinas de coser. Ello permitía a las jefas de hogares hacer frente a necesidades de ropa o aumentar algún ingreso con la costura.

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De Nelson Ferrer, periodista y escritor, autor del libro Historia de los gráficos argentinos - Sus luchas, sus instituciones, 1857 - 1957, editorial Dos Orillas, Buenos Aires, con ilustraciones, 460 páginas, año 2008:

El accionar determinante de Evita en favor de los obreros gráficos, puede constatarse en los últimos dos párrafos del Acta firmada por la Federación Gráfica Argentina ( FGA ) y la patronal, en el Ministerio de Trabajo y Previsión, el 17 de junio de 1950, que posibilitó el primer Convenio Colectivo de Trabajo de carácter nacional para la actividad en la industria gráfica.

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De Fabián Pico, periodista y licenciado en Ciencias de la Comunicación, redactor y productor de televisión, escritor, autor del libro Memoria histórica para adolescentes - Dictadura y derechos humanos en Argentina, editorial Homo Sapiens, Rosario, año 2006:

Evita fue una actriz de humilde origen, contrajo matrimonio con Juan Domingo Perón.

Como primera dama, durante el primer gobierno de Perón ( 1946 - 1952 ) se convirtió en un símbolo popular. Su papel en la legitimación del gobierno peronista fue decisivo mediante sus encendidas críticas a los opositores y sus acciones de ayuda y protección a los pobres y a los desvalidos.

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De la Dra. Mónica Peralta Ramos, docente, socióloga, investigadora, autora del libro La economía política argentina: Poder y clases sociales ( 1930 - 2006 ), editorial Fondo de Cultura Económica de Argentina S.A., Buenos Aires, 453 páginas, año 2007:

Se ha dicho que Eva Duarte y Cipriano Reyes - dirigente del gremio de la carne - fueron responsables de la movilización del 17 de octubre de 1945. Si no hubiera existido en las bases obreras esta voluntad de expresarse, de hacer oir sus demandas específicas, sus esfuerzos habrían sido en vano.

Los principales protagonistas del 17 de octubre de 1945 fueron los obreros que, desde las calles de Buenos Aires, impusieron la libertad de Perón y su vuelta al poder a través de la convocatoria a elecciones generales, sin proscripciones ni fraude electoral.

Hacia mediados de la década de 1940, la voluntad de participación en la toma de decisiones no era propiedad exclusiva del gremialismo. La movilización de las bases obreras el 17 de octubre de 1945 prueba que este deseo era compartido por las bases del movimiento obrero.

El 19 de setiembre de 1945, luego de la Marcha por la Constitución y la Libertad, organizada por los partidos y sectores opuestos a Perón, sobrevino un golpe militar y la destitución y el posterior encarcelamiento de Perón en la isla Martín García. Los días subsiguientes fueron de intensa tensión y agitación gremial, culminando el 16 de octubre de 1945 con una reunión de la Comisión Central Confederal de la CGT a fin de decidir si se realizaba o no un paro general en apoyo de Perón. La reunión fue muy borrascosa, pues los sindicalistas estaban divididos. Finalmente, la huelga fue aprobada para el día 18 de octubre, pero el resultado de la votación dio muestras de disparidad de opiniones: 21 votos a favor de la huelga, 19 votos en contra. Entre los objetivos de la huelga, en ningún caso se mencionó la liberación del coronel Perón y su restitución al poder. Sin embargo, ésta fue la consigna que enarboló el pueblo que se volcó masivamente a la calle un día antes del previsto por los dirigentes sindicales.

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De Israel Chas de Cruz ( Israel Chaz de Chruz ), periodista especializado en cine, editor del Heraldo del cinematografista, director de la revista Antena, guionista y director de cine, escritor:

Dirigí a Evita en su primera película, ¡ Segundos afuera !, año 1937.

En el año 1944 Evita ya tenía poder. En un cóctel que se hizo en Radio Belgrano, Jaime Yankelevich y yo nos acercamos a dialogar con Evita y expresarle nuestra preocupación por aquellos horrores en Europa durante el nazismo. Evita respondió: " ¿ Ustedes judíos ? Ustedes son porteños, por favor ."

El actor Marquitos Zucker, quien empezó su carrera con Evita Duarte, siempre recordaba muy agradecido que Evita lo ayudó a obtener trabajo si bien él era un conocido judío de izquierda.

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De Leonardo Senkman, doctor en Historia, y Saúl Sosnowski, profesor de Literatura, escritores, autores del libro Fascismo y Nazismo en las letras argentinas, ediciones Lumiere S.A., 184 páginas, año 2009:

Cinco meses antes, la OIA ( Organización Israelita Argentina ) había obtenido de Perón, en febrero de 1947, la autorización del desembarco de sobrevivientes del Holocausto del buque Campana, rechazados previamente en la escala de Río de Janeiro, Brasil.

Este gesto humanitario fue muy publicitado por los medios de difusión de la época.

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De Antje Windgassen, escritora, autora del libro titulado Unidas al poder, editorial Tébar, Madrid, España, 221 páginas, año 2005:

Eva Perón jamás ocupó cargos de forma oficial, a pesar de esto, trabajó como una ministra de Salud y Trabajo. Entre sus méritos figuraban, entre otros, la regulación de las vacaciones pagas, el pago continuado del salario en caso de enfermedad y la reforma de la sanidad. Además, llevó a cabo exitosas medidas en contra de la tuberculosis y la malaria.

Evita fundó el sindicato de mujeres y un partido político femenino, el Partido Peronista Femenino.

Cuando en enero de 1947 logró implantar el derecho de voto para las mujeres argentinas, los socialistas echaron espuma por la boca de pura rabia. Durante muchos años, ellos habían luchado por este derecho inútilmente y ahora esa actriz mediocre de dudoso pasado lo anunciaba de forma tan sencilla. Pero no, ante sus ojos el haber conseguido este derecho no tenía tanto valor, no era algo de lo que alguien se puede jactar.

Su viaje a España, en 1947, se convirtió en una gran marcha triunfal. Aún hoy se habla en España del revuelo que causó Evita. Dondequiera que apareciese, las masas la aclamaban. Europa destruída por la guerra y muerta de hambre, acaparó los excedentes argentinos de cereales y carne.

Y cuando la esposa del presidente Perón volvió a la Argentina, creó una institución benéfica de carácter social, lo que desde ese momento hizo que se hablara de ella debido a la construcción de numerosos sanatorios, hospitales, residencias para ancianos, escuelas, hogares para infantes y colonias de vacaciones. Todo fue financiado por donativos y por el Estado argentino, que en esa época era uno de los más ricos del mundo.

Evita trabajó hasta el agotamiento, pese a su castigada salud.

Aún hoy, es difícil determinar el momento en que Eva Perón comenzó a sentir los síntomas de su enfermedad, cáncer, debido a que las fuentes se contradicen. Algunos biógrafos señalan el año 1947. Sin embargo, parece bastante improbable esta fecha tan temprana. En cambio, Juan Domingo Perón manifiesta, en su biografía, que fue en el año 1949. Una tercera versión cita el 9 de enero de 1950, esta fecha parece ser la más próxima a la verdad. Evita simplemente negaba la enfermedad. " La gente necesita mi ayuda y así es como quiero morir ". Quizás se sentía omnipotente, quizás creía que su cáncer estaba bajo control.

Evita murió el 26 de julio de 1952 a la edad de 33 años.

Sus últimas palabras fueron: " Eva se va ... "


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Textos cortesía de Carlos Vitola Palermo de Rosario, Santa Fe, República Argentina.


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