DOCUMENTOS SOBRE EVA DUARTE DE PERON 


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María Eva Duarte de Perón / Evita. Argentina 1919-1952

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HISTORIAS, ANECDOTAS y TESTIMONIOS 

Evita en el Hogar de Tránsito Nº 2, hoy Museo Evita, Lafinur 2988, Buenos Aires

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De Ignacio González Janzen, periodista y escritor, autor del libro titulado La Triple A, editorial Contrapunto, Buenos Aires, 142 páginas, año 1986:

La Triple A no firmó todos sus crímenes hasta después de fallecimiento de Perón, y sin duda no fue sino hasta entonces que consolidó su actividad terrorista.

Y la silenciosa complicidad de las Fuerzas Armadas con la Triple A fue el prólogo de la llamada " guerra sucia ".

Muchos de los miembros de la federación de grupos terroristas organizada por José López Rega colaborarían más tarde con la dictadura militar del " Proceso de Reorganización Nacional " ( 1976 - 1983 ) en tareas similares.

Los servicios de Inteligencia de las tres armas ( Ejército, Marina y Aviación ) conocían en detalle la composición de la Triple A. Algunos oficiales del Ejército - incluso de la Policía Federal - consideraban que José López Rega era un " grotesco personaje " que desprestigiaba al país, pero su Triple A apuntaba al " enemigo común " y eso era " positivo ".

La federación de bandas de derecha que bajo la conducción de José López Rega adoptó el nombre de Triple A ( Alianza Anticomunista Argentina ) perfiló sus planes en el verano del 74. Preveían la muerte de Perón y se preparaban para un combate frontal que les permitiera apoderarse de todos los resortes del gobierno. Su primera acción estratégiga había sido la masacre de Ezeiza, el 20 de junio de 1973, y el golpe final sería una ofensiva de aniquilamiento contra la tendencia revolucionaria del peronismo.

Solamente entre los meses de julio y setiembre de 1974 se produjeron 220 atentados de la Triple A - casi tres atentados por día -, 60 asesinatos - un asesinato cada 19 horas -, y 20 secuestros; uno cada dos días.

Perón falleció el lunes 1º de julio de 1974, y el viernes 5 de julio Isabel organizó una extraña reunión en la residencia de Olivos.

Participaron los miembros del gabinete, los jefes parlamentarios, el presidente de la Suprema Corte, los dirigentes de la CGT, la CGE, las 62 Organizaciones, los comandantes de las Fuerzas Armadas, y el líder de la oposición tradicional, Ricardo Balbín.

En esa reunión en Olivos, a la que no asistió López Rega, Isabel pidió la opinión de los presentes sobre el titular de Bienestar Social:

" ¿ Es conveniente o no que continúe en el gabinete ? ", preguntó.

La sorpresa fue grande, pero algunos supusieron que era una última recomendación de Perón, y que Isabel estaba dispuesta a cumplirla. Pocos pensaron, en ese momento, que era una maniobra de López Rega para conocer a sus opositores.

Sin embargo, la mayoría optó por una prudente respuesta de compromiso, y sólo tres ministros compartieron con Balbín una severa crítica a la gestión y permanencia del ex cabo de policía. Los opositores fueron Jorge Taina, Angel Federico Robledo y Benito Llambí. Y en muy poco tiempo tardaron en descubrir que la consulta había sido una trampa, y que la pareja López Rega - Isabel los eliminaría del gobierno.

Cinco semanas después de la reunión de Olivos, Isabel anunció la primera restructuración de su gabinete: el 13 de agosto fueron despedidos Llambí, Robledo y Taina, reemplazados por Alberto Rocamora, Adolfo Savino y Oscar Ivanissevich, en los ministerios del Interior, Defensa y Educación respectivamente. Quedó en claro que la pareja gobernante no aceptaba la más mínima oposición interna a sus planes, y que el lopezrreguismo exigía adhesión incondicional.

Por instrucciones de López Rega, Rocamora inició una serie de maniobras para neutralizar los partidos de oposición y controlar los medios de comunicación en los que podían expresarse. Los canales de televisión 9 y 11 fueron ocupados por grupos armados que respondían a José María Villone. Apenas una semana después de asumir Rocamora, la Unión Cívica Radical denunció " medidas de gobierno que atentan contra la libertad de expresión ".

El equipo económico encabezado por José Ber Gelbard fue rodeado por la camarilla de López Rega, y su iniciativa quedó restringida. En noviembre es designado Alfredo Gómez Morales como responsable de las finanzas argentinas.

Incluso la poderosa burocracia sindical comprobó que le recortaban sus fueros. El ministro de Trabajo, Ricardo Otero, no sólo fue marginado de las decisiones que afectaban a la clase obrera, sino que en muchas oportunidades ni siquiera era invitado a las reuniones de gabinete. Lorenzo Miguel y Casildo Herreras, jerarcas sindicales, no podían franquear las puertas de la Casa Rosada, y tenían que pedir audiencia con 48 horas de anticipación.

López Rega viajó a Madrid, España, en noviembre sin que el gobierno ofreciera explicación, y muy pronto se supo el motivo:

La guerrilla montonera había retirado del cementerio de la Recoleta el féretro del general Pedro Eugenio Aramburu y a cambio exigían la repatriación de los restos de Evita.

Para satisfacer la preocupación de las Fuerzas Armadas, López Rega había ido en busca del féretro de Evita, con lo que asumía a título individual un acto fundamental para el conjunto del peronismo. No habría representación popular ni participación partidaria o sindical en la recepción de un símbolo histórico del pueblo.

Artífice del operativo, López Rega marginó al movimiento peronista de la repatriación de Evita. Sólo sus hombres, su ejército privado, pudo entrar al aeropuerto. Los comisarios Juan Ramón Morales y Rodolfo Almirón Sena, jefes de la Triple A, encabezaron un cortejo armado hasta los dientes y de inmediato trasladaron los restos de Evita a la residencia de Olivos, en donde los mantendrían en su poder.

A fines de 1974 fue intervenida la provincia de Salta, mientras en la Casa de Gobierno y los ministerios se producía el alejamiento definitivo de los colaboradores de Perón y de los funcionarios no comprometidos con el elenco de Isabel y López Rega.

El único fracaso ostensible se registraba en los medios universitarios, donde el interventor Alberto Ottalagano era impotente pese a la violenta ocupación de los claustros. El movimiento estudiantil y los trabajadores de la educación resistieron el asalto de la Triple A, y las críticas contra la instauración fascista se acumularon hasta forzar la renuncia de Ottalagano.

Los sueños de López Rega se convertían en realidad: el 4 de enero de 1975 se designó como virtual " primer ministro " al elevar a Secretaría de la Presidencia ( con rango de primer ministerio ) su secretaría privada de Isabel. Pasó entonces a tener a su cargo formalmente la coordinación del gabinete, el control de los asesores de la Presidencia de la Nación y la autoridad para determinar el número y naturaleza de las audiencias de Isabel.

El decreto del 4 de enero de 1975 indicaba que la Secretaría de la Presidencia tenía bajo control: la Secretaría General de Gobierno, la Secretaría General Técnica, la Secretaría de Prensa y Difusión, y la Secretaría de Informaciones del Estado ( SIDE ).

El 9 de febrero el gobierno dispuso la intervención del Ejército en la lucha contra la guerrilla, tarea que hasta ese momento correspondía a los cuerpos policiales. El Comando de la V Brigada de Infantería, con asiento en Tucumán, inició distintas operaciones militares con unos 5.000 efectivos, colocando a la provincia de Tucumán en " estado de guerra ".

Ya el 7 de noviembre - tres meses antes - el goberno había decretado el Estado de Sitio en todo el territorio y por tiempo indeterminado.

López Rega, enfrentado con los partidos de oposición y en pugna con la burocracia sindical, buscaba el apoyo de las Fuerzas Armadas para establecer un nuevo equilibrio. Sabía que el alejamiento de su camarilla lo podía empujar por un tobogán. Fue así que promovió el reemplazo del general Leandro Enrique Anaya por el teniente general Alberto Numa Laplane, el que algunos observadores calificaban como " más próximo " a las posiciones del gobierno.

Numa Laplane se mostraba partidario de un " profesionalismo integrado ", en contraste con otros sectores que sostenían un profesionalismo a secas y esperaban que el caos provocara una situación favorable para la restauración militar. Para la mayoría de la oficialidad, la " caricatura de gobierno " representada por López Rega era el mejor camino hacia las condiciones para un nuevo golpe de Estado. Al hallarse en la ciudad de Rosario el cadáver lacerado del coronel Argentino Del Valle Larrabure, agosto de 1975, los comandantes Roberto Eduardo Viola y Carlos Suárez Mason enviaron telegramas al Ministerio de Defensa exigiendo el pase a retiro del teniente general Numa Laplane. El lugar de Numa Laplane fue ocupado por el general de Brigada Jorge Rafael Videla.

La situación económica se tornaba cada vez más explosiva y marcaba grandes contradicciones entre el gobierno y la conducción sindical. Alfredo Gómez Morales, ministro de Economía, carente de un programa definido y apoyo real para abordar la crisis, estaba condenado. López Rega recurrió el 2 de junio de 1975 a Celestino Rodrigo, que proponía " sincerar la economía " y reconocer que el país estaba al borde de la moratoria. Los vencimientos de la deuda externa equivalían a 2.000.000.000 de dólares, y en el Banco Central no había más de 100.000.000.

Rodrigo proponía un plan de austeridad adecuado a las exigencias del Fondo Monetario Internacional ( FMI ) y la clase trabajadora sería, claro estaba, la más sacrificada de todas.

El enfrentamiento entre la CGT y el gobierno fue inevitable.

Las bases obreras se movilizaron y descolocaron a la burocracia, la que a su vez tuvo que reaccionar para no ser apurada por los hechos. El 27 de junio una manifestación multitudinaria se descolgó desde el gran Buenos Aires hacia la Plaza de Mayo, y los dirigentes sindicales fueron forzados a participar en las protestas.

En el ministerio de Trabajo, Ricardo Otero había renunciado después de grotescas disputas con la camarilla de López Rega, y el nuevo titular, Cecilio Conditi, deambulaba impotente entre la presión oficial y el estallido sindical. En el Congreso de la Nación un grupo de diputados del sector sindical pedía la renuncia del gabinete y la modificación de la línea económica. Los sindicatos exigían paritarias para recuperar la capacidad adquisitiva de los salarios.

Las huelgas del 7 y 8 de julio de 1975 fueron determinantes, porque quedó en evidencia la profunda ruptura entre las bases del peronismo y el gobierno. Isabel Martínez pidió una tregua a los sindicatos y envió a Raúl Lastiri a dialogar con las 62 Organizaciones y la CGT.

Lastiri regresó cabizbajo de sus consultas con Herreras y Miguel: la presión de las bases sindicales era incontrolable y podía provocar un estallido social de un momentro a otro ... " Rodrigo debe renunciar para salvar a Isabel ", recordaba la burocracia. Poco después Conditi anunciaba la reanudación de las paritarias: era el fracaso del plan económico y el hundimiento de López Rega y su gabinete. Enseguida se produjo la renuncia de todos los ministros.

Isabel Martínez se recluyó en la residencia de Olivos, donde no recibía a nadie. El testimonio de un oficial del Regimiento de Granaderos permitió saber algunas de las cosas que ocurrieron: " La señora Isabel Martínez estaba histérica y en un momento dado López Rega la golpeó; los gritos hicieron que un teniente 1º entrara a la sala y detuviera al secretario privado ... El oficial colocó su pistola en la cabeza de López Rega y le preguntó a la señora qué deseaba que hiciera. " Déjelo y retírese ", contestó la señora Martínez ".

El jefe de Granaderos a Caballo, coronel Jorge Felipe Sosa Molina, solicitó que se informara al ministro de Defensa, Jorge Garrido, que la situación era " muy grave ".

López Rega había renunciado a todos sus cargos, pero permanecía en la residencia de Olivos rodeado por sus hombres fuertemente armados. La presidente Isabel Martínez se negaba a hablar y rechazaba las audiencias que le solicitaban sus ministros. López Rega impedía que los miembros del gabinete entraran a la residencia, y Antonio Benítez, ministro del Interior, fue intimidado cuando trató de entrevistarse con Isabel. El deterioro del gobierno creaba una justificada inquietud en los medios políticos, y se temía que las Fuerzas Armadas adelantaran un golpe de Estado.

Garrido y Benítez pactaron con los militares: un grupo de ministros ingresaría a la residencia de Olivos protegido por el Ejército, y convencerían a Isabel Martínez de que reasumiera sus responsabilidades de inmediato.

En la madrugada del sábado 19 de julio de 1975, los efectivos de Granaderos a Caballo desarmaron a la custodia de López Rega y facilitaron la reunión del gabinete con Isabel.

El canciller Alberto Vignes asumió la tarea de preparar la partida de López Rega, que por orden de Isabel debía figurar como una " misión oficial ". Se dijo entonces que el secretario privado había sido designado embajador itinerante, y que debía viajar con urgencia al Brasil. El avión de la Presidencia despegó ese mismo día con López Rega a bordo y lo dejó en Brasil.

José López Rega fue ministro de 4 presidentes de la Nación y secretario privado de Perón y después de Isabel Martínez.

Al fallecer Perón conoció el poder prácticamente absoluto y desde la Secretaria de la Presidencia gobernó la Argentina. Conoció el sabor del poder y lo disfrutó, hasta que la reacción de la clase trabajadora y del pueblo exigió su expulsión.

El nombre de José López Rega es sinónimo de un capítulo sórdido y trágico de la historia.

Pero sería un absurdo suponer que López Rega se encumbró en el poder como un aventurero solitario, carente de poderosos respaldos y sin la complicidad de factores internos y externos. López Rega se desempeñó al servicio de un proyecto que pretendía desfigurar al peronismo y evitar su proyección histórica. En ese sentido, sus mentores y sus cómplices, comparten todas y cada una de sus responsabilidades.

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De Alfredo Carlos Moffat, psicólogo social, psicodramatista y escritor:

En la cercanía de todo líder carismático, como Juan Domingo Perón sin duda lo fue, hay una gran soledad.

Y José López Rega coincidió en calzar justo en el lugar de ese vacío. Lo atendía a Perón, le iba a hacer las compras. Calzó en ese lugar y, a través de eso, adquirió un poder enorme cuando murió Perón.

Creo que él cultivó esa imagen de " brujo " a través del hecho de aparecer en todos lados y hablar poco. Tenía una cara propiamente hierática, fría y creaba esa fantasía de que era un brujo. Leí en un tiempo un libro de él y puedo asegurar que su libro era un refrito de astrología común. No tenía la energía ni los poderes, de que se vanagloriaba. Tenía una apariencia que le servía seguramente para manipular dentro del gobierno. Pienso que aunque es completamente distinta la situación histórica, esa función también la cumplió Grigori Rasputín en la corte de los zares, sólo que Rasputín era un verdadero brujo.

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Lilly Süllos, astróloga y escritora:

López Rega no era astrólogo.

Mezclaba astrología con brujería.

La astrología está basada en matemática y estadística que muestra el efecto de los planetas sobre cada grado del zodíaco y es distinto para cada persona.

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Del libro Hicieron la Historia, edición especial en español de 2 tomos, en fascículos coleccionables para el diario La Nación, Buenos Aires, Argentina, 1250 páginas, año 2007, de Ils ont fait l´Historie du Monde, éditions Larousse, París, Francia, año 2005:

El 26 de julio de 1952, Evita sucumbió a una incurable enfermedad.

El pueblo argentino desfiló durante 15 días por la capilla ardiente instalada en el Congreso de la Nación.

Al morir, Evita dejó huérfanos a sus descamisados y al peronismo.

Después de la muerte de Evita, Perón no volvió a disfrutar de la popularidad adquirida gracias a ella.

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De Claudio Corsalini, periodista y escritor:

Como sucede en otras capitales del mundo, muchos turistas locales comenzaron a buscar otras formas de conocer los paisajes de la ciudad de Buenos Aires. Por eso, entre las distintas opciones para disfrutar de un inolvidable y exclusivo paseo, una de las que más creció son los tours en helicóptero.

Según datos de varias de las empresas que ofrecen este servicio, siempre apuntando al segmento de alta gama, con valores que oscilan entre US$ 200 y US$ 300 y por persona la media hora de vuelo, la cantidad de viajes creció cerca del 80 % entre 2010 y 2011.

Si bien es una tendencia consolidada en otras grandes metrópolis como Nueva York, Sidney, Río de Janeiro, en los últimos años esta opción viene creciendo con fuerza en la ciudad de Buenos Aires.

" Su aumento durante el año 2010 fue exponencial ", confirma Rodrigo Lema, director de Helitours Buenos Aires. " Actualmente, estamos programando entre tres y cuatro vuelos por semana, aunque puede aumentar en épocas de temporada alta ", añade.

En el mismo sentido, Facundo Perrotti, de Patagonia Chopper, asegura que que más allá de ser un servicio orientado hacia los turistas extranjeros ( sobre todo españoles, alemanes, franceses y norteamericanos ) la opción también ganó lugar entre los porteños. " Cerca del 40 % de los que eligen el heliturismo son pasajeros locales, cuando hace dos o tres años muy pocos lo hacían o no sabían de su existencia ", afirma Perrotti.

Para los operadores, los sitios de promociones y descuentos por Internet también ayudaron a potenciar el crecimiento. Facundo Perrotti expresa que " A la hora de hacer un regalo, se impuso en la web la modalidad de obsequiar vuelos en helicópteros, tanto a nivel personal, como corporativo ".

Desde Hangar Uno, empresa que alquila aeronaves a compañías, también notaron más caudal de pedidos de operadoras turísticas en 2011. " Tuvimos un fuerte incremento en el pedido de unidades por parte de los prestadores ", enfocaron.

" El recorrido que prefieren los turistas a la hora de pasear desde el cielo va desde el helipuerto de San Fernando hasta La Boca ", detallan desde Helitours Buenos Aires.

En este trayecto, se podrá mirar desde 300 metros de altura barrios como Nordelta, la zona de Olivos y su puerto, la cancha del Club Atlético River Plate, los bosques de Palermo, Recoleta y su famoso cementerio donde se encuentran Evita y los principales protagonistas de la historia de la Argentina, Retiro, Puerto Madero, Caminito y finalmente la " Bombonera " del Club Atlético Boca Juniors.

Con comodidad para los pasajeros y versatilidad para las empresas, el helicóptero que más se usa es el Robinson 44, que transporta a tres personas y al piloto.

Otra de las opciones del recorrido puede incluir un paseo aéreo por el microcentro porteño, que se realiza en helicópteros de última generación con precios más elevados. En este caso, la empresas cobran entre US$ 1.100 y US$ 3.000 la media hora, y se usan modelos de helicópteros como el Bell 206 o el 407, los mismos que se hicieron conocidos en las películas de acción que produce Hollywood.

Los viajes corporativos también crecieron en 2011. Sobre todo, para conectar Ezeiza con Aeroparque o para vuelos express de empresarios de compañías internacionales que necesitan llegar de forma segura y rápida a ciudades del interior del país como Rosario, Mar del Plata y La Plata.

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Del Wiener Illustrierte, magazine vienés, Austria:

Eva Perón fue una mujer que se dio por entero a la labor por el bienestar de su pueblo.

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Del diario La Vanguardia, periódico de Barcelona, España:

Eva Perón fue una de las más extraordinarias figuras de mujer.

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Del periódico ABC, diario de Sevilla, España:

Eva Perón fue la primera mujer en la historia moderna sudamericana que gravitó decididamente sobre la marcha política de una nación.

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Del diario Phileleftheros, publicación de Atenas, Grecia:

Su obra fue inmensa. Hospitales, edificios para la protección de la maternidad, centros de alegría para los niños, estadios y canchas deportivas, surgían como árboles bajo el aliento de esta extraordinaria mujer.

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Del periódico Diario Latino, publicación de San Salvador, El Salvador:

En Eva Perón se manifestó la mujer que comprende la misión de ésta en beneficio de los humildes, cuando se ocupa un alto lugar como el que ella desempeñó al lado de su marido.

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Del Journal de Bruges, periódico de Brujas, Bélgica:

Su fuerza fue hacer el bien por el bien mismo. Realizó un trabajo de titanes y con una mano suave de mujer cuyo corazón poseía recursos sin límites.

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Del diario Al Hayat, periódico de Beirut, Líbano:

La primera traducción de La razón de mi vida fue en idioma árabe. Eva Perón brilló en la civilización occidental defendiendo el justicialismo.

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Del diario Últimas Noticias, periódico de Caracas, Venezuela:

Eva Perón vive, brilla y alumbra como una lámpara votiva inextinguible.

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Del periódico Bild, diario de Düsseldorf, Alemania:

Eva Perón gozó y goza de la confianza de todos los humildes, las mujeres, los niños y los ancianos, por cuyo bienestar trabajó.

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Del diario El Bien Público, periódico de Montevideo, Uruguay:

Evita fue una excepcional mujer que entró en la inmortalidad por la puerta grande de los predestinados a sobrevivir.

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De Horacio Legrás, docente, investigador, escritor, en el libro Políticas de sentimiento - El peronismo y la construcción de la Argentina moderna, compilado por Claudia Soria, Paola Cortés Rocca y Edgardo Dieleke, con diversas ilustraciones, editorial Prometeo Libros, Buenos Aires, 288 páginas, año 2010:

En términos de periodización histórica, la emergencia del populismo peronista coincide con el fin de la llamada década infame ( 1930 - 1943 ). Esta década coloca en el poder a algunos de los mismos grupos oligárquicos derrotados por la ola democrática que inaugura la cultura popular de fin de siglo y que corona el triunfo de Yrigoyen en 1916.

El estudio de Leandro Gutiérrez y Luis Alberto Romero ( Sectores Populares, Cultura y Política, editorial Siglo XXI, 216 páginas, año 1996 ) sostiene que existe una continuidad histórica de la cultura popular, barrial y multiclasista de los sectores populares, cuyas modalidades emergen persistentemente en las formas de racionalidad política argentina.

No existe, sin embargo, una simple traslación de las modalidades políticas y culturales, sino más bien todo lo opuesto. Los cambios y quiebres son tan agudos que se hace difícil discernir en qué sentido la cultura popular de mediados del siglo XX es heredera de algunos rasgos fundamentales que emergen con la cultura de masas del último cuarto de siglo XIX. Para comenzar, el populismo de fin de siglo se caracteriza por una alianza de formas criollas y subjetividades inmigrantes, aun cuando cierto discurso anti - inmigrante es un rasgo del criollismo temprano y algunas características anticriollas son un rasgo notorio en el discurso del inmigrante próspero. En el caso del peronismo, buena parte de la apasionada oposición a su proyecto proviene de los apellidos italianos y españoles que han encontrado en la alianza trans - clasista y trans - étnica del primer populismo una ruta de acción política. Por otro lado, hay una intensificación de aspectos clasistas en la movilización popular, un rasgo que está relativamente ausente en el caso del siglo XIX, a pesar del protagonismo que adquirieron las agrupaciones anarquistas y socialistas en aquella época. Aunque se patentiza históricamente en el cambio de la distribución de la renta, este clasismo es codificado por el discurso antiperonista en términos fundamentalmente étnicos. El discurso anti - peronista habla de grasas o cabecitas negras en lugar de trabajadores. El discurso peronista, a su vez, intenta reinscribir la negatividad de esas denominaciones a través de una re-codificación afectiva del discurso ( mis descamisados, mis grasitas ).

¿ En qué sentido, entonces, puede hablarse de la continuidad del ethos populista entre cultura popular de fin de siglo XIX y la que emerge en torno al peronismo ? Es posible establecer dos continuidades importantes. La primera se relaciona con la espectacularidad de la movilización populista que toma la calle o la plaza como escenario. El protagonismo del espacio público se encuentra en relación directa con una sostenida desconfianza de los espacios de poder como espacios no fiscalizables por la mirada directa del pueblo espectacularmente constituido. Aún ostentando el control del Estado, el discurso peronista siempre sostiene la existencia de núcleos de poder oscuros y enigmáticos, cuyo designios están diametralmente opuestos a las aspiraciones democráticas del pueblo. La segunda continuidad es la codificación política de prácticas culturales que muchas veces se relacionan con la organización de la vida cotidiana. Del mismo modo que una manera de hablar o de vestirse puede funcionar como declaración política en el siglo XIX, el peronismo logra codificar como políticas ciertas prácticas que no tienen de otra manera una valencia específica. La politización de lo común - cotidiano es un rasgo que se repite en cada articulación populista de la historia argentina pero encuentra en el peronismo un grado de condensación que sella para siempre el destino de lo nacional - popular. Esta identificación de patrones de conducta que pertenecen al ámbito de la cultura en general con una posición política determinada ancla de forma inamovible la figura de lo nacional popular con las tradiciones movimientistas del populismo peronista. Como resultado - al que asistimos en el presente -, el ocaso de la noción de lo nacional - popular coincide en Argentina con el ocaso de la experiencia peronista.

La experiencia populista bajo el peronismo radica en la identidad entre el movimiento popular y la función estatal encarnada por su líder y su partido. En última instancia, es de esta identificación entre Estado y experiencia popular que deriva la fuerza, pero también las limitaciones del peronismo como formación populista de masas. El hecho de que Perón esté en control del Estado en el momento de la constitución del populismo peronista resulta instrumental para una serie de operaciones políticas que afectaron decididamente la imaginación política argentina de las décadas futuras. El control del Estado permite, ante todo, la reestructuración de la clase obrera en una central única de trabajadores. Tal unidad es una precondición para determinar la clase obrera como nacional, ya que la misma idea de una clase nacional es inviable si ésta permanece atomizada en distintas centrales. Paralelamente, el proceso de sustitución de importaciones que comienza antes de la Segunda Guerra Mundial brinda un formidable soporte material al protagonismo político de los trabajadores y favorece aún más la identificaión de su figura con los destinos de la nación. El discurso peronista hace, asimismo, un segundo deslizamiento por el cual la clase obrera es caracterizada como el sostén visible de la noción de pueblo. Esto deriva, sin embargo, en asociaciones inestables: si bien la clase obrera se identifica con el pueblo, es simultáneamente irreductible a este concepto. De aquí la contradicción de postular un pueblo dentro del pueblo, y hablar, por ejemplo, del pueblo peronista.

Una ambivalencia similar se verifica en lo que toca a la figura del líder, sus atributos y funciones. El líder representa al pueblo ante el poder; pero en tanto el líder está en el poder, esta representación equivale a un cierto desdoblamiento de su figura. Perón es tanto el líder como el primer trabajador. De aquí que cuando el líder establece una relación directa con las masas, lo hace muchas veces bajo una forma pedagógica donde el paternalismo político es indistinguible del rol ético del Estado. Por otro lado, el líder no está reducido al rol de " un padre que da consejos ", sino que encarna además - y en forma esencial - un avatar específico y muy poco meditado del nexo soberano en condiciones populistas. El momento mítico de constitución del pueblo, ya sea el 25 de mayo de 1810 o el pueblo peronista de 1945, representa siempre un momento de ejecución, de instanciación del lazo soberano por el cual el estado devuelve al pueblo parte de la fuerza que le es sustraída en el proceso representacional. Pero el pueblo, incitado perpetuamente a ejecutar las políticas estatales, está incapacitado de hacerlo porque no es, por definición, el Estado. Debe entonces redirigir hacia el líder su prerrogativa ejecutoria. De aquí que sea tan común en el discurso populista incitar a una acción que no puede ser realizada: " Yo saldré con los descamisados de la patria a no dejar en pie un solo ladrillo que no sea peronista ... " ( Evita ). El líder, para resumir, es menos una figura de manipulación de las masas ( teoría bastante naïve de la política ) que una instancia ejecutiva del nexo representacional, que es por definición delegativo.

Se entiende entonces que a menudo el líder deba dirigir sus mejores energías a contener y guiar la movilización popular que ha desatado para su encumbramiento. Emerge aquí un signo de una tensión más profunda y tal vez irresoluble dentro del peronismo. La centralidad de la clase obrera resulta una constante fuente de tensiones que siempre amenazan con minar la unidad conseguida por la interpelación populista. Al fin de cuentas, existe antagonismo objetivo entre movimiento obrero y reproducción capitalista que, en el caso del peronismo, signa su ocaso en el período de post - guerra. Como nota el historiador Daniel James, el peronismo se ve confrontado con un dilema irreducible entre su aspecto estatal y su aspecto movimientista. Para James, el carácter de conciliación de clases que caracteriza al mensaje peronista no es fácil de articular con la obstinada defensa de la dignidad del trabajador que forma también parte del mismo discurso. El carácter popular del movimiento lo lleva a oponerse al " bloque de poder " ( la oligarquía ), pero el movimiento tiene como referencia a un líder en control del aparato de Estado, y el aparato de Estado está fundamentalmente al servicio de la reproducción capitalista ( esto es, siempre parcialmente al servicio del bloque de poder ). Es esta configuración la que lleva al naufragio al proyecto populista de las décadas del ´40 y ´50 ( James ). Son estas mismas tensiones agudizadas las que signan la lucha de facciones del peronismo en el período 1973 - 1976.

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De José Miguel Vanni, ex cuidador de la residencia española de Puerta de Hierro, escritor, autor del libro titulado Evita - La razón de su vida, 215 páginas, ediciones Megafón, Buenos Aires, año 1985:

El pueblo de España, tras soportar la devastadora guerra civil ( 1936 - 1939 ), había reencontrado la paz, pero todavía no la prosperidad, debido a que los destrozos en el campo, en las ciudades, en las industrias y en su infraestructura fueron de una magnitud inmensa. A este tremendo panorama había que sumar las dolorosas pérdidas de más de un millón de muertos, mutilados, heridos y dsaparecidos. El horizonte español era francamente duro, no obstante que en medio de tales dificultades comenzaba ya sin embargo a levantarse otra vez España con la fuerza del trabajo y del sacrificio, y soportando con entereza el asedio de las potencias que querían hacerla entrar en la guerra que se dirimía a pocos kilómetros de sus fronteras. Estando envuelta toda Europa en la conflagración, España no pudo contar con su ayuda para reconstruirse, debiéndose arreglar con sus modestos medios, y precaviéndose con habilidad y firmeza para que su territorio no fuera una vez más teatro de destrucción y muertes.

Por estas razones, España pudo proporcionar una gran cantidad de inmigrantes a la Argentina, a la sazón pujante y en pleno desarrollo, que ofrecía oportunidades, paz y esperanzas para todos los que desearan instalarse en su territorio. También Italia respondió al llamado de Perón, y millares de sus hijos llegaron a la Argentina, construyendo en su suelo sus hogares y su bienestar.

También fueron por millares los que perseguidos por los odios raciales y religiosos, o directamente por causa de la guerra europea - armenios, judíos, eslovacos, lituanos, ucranianos, libaneses, griegos, polacos, etc. - los que llegaron a la Argentina, siendo todos recibidos sin excepción en cálido refugio, acogiéndolos fraternalmente con la única condición de respetar las leyes de la nación. De esta forma, y bajo la égida peronista, la Argentina se constituyó una vez más en " crisol de razas ". El clima de paz que el país gozaba, la prosperidad evidente que reinaba, el trabajo seguro y las enormes posibilidades existentes para las personas emprendedoras, las libertades, hicieron que esa corriente inmigratoria prosiguiese sin interrupción, ya que los familiares o conocidos de los que primeramente habían llegado eran atraídos por las noticias que éstos les enviaban, alentándolos a viajar hacia ese país de paz en medio de un mundo plagado de miserias e injusticias.

Las terribles secuelas de la Segunda Guerra Mundial recién terminada se hacía sentir en sus devastadores efectos en más de medio mundo.

El gobierno de Perón y la Ayuda Social de Evita contribuyeron con todas sus posibilidades a aliviar los dolores y las enormes carencias de tantos pueblos. Millones de toneladas de comida, medicamentos, ropas, etc., fueron remitidos a prácticamente todos los países que conocieron en sus entrañas los tremendos dolores de esa despiadada e insensata guerra, como así también a los pueblos que padecían calamidades naturales. Nunca faltó la ayuda fraterna y solidaria por lejano que fuera el país que la requiriese.

Particularmente especial fue toda la ayuda que la Argentina envió durante años al pueblo español. En cada envío que se remitía iba el corazón de un hijo que socorría a la Madre Patria en desgracia.

En esos días, una conjura internacional pretendía aislar a España del resto de las naciones del mundo. El gobierno de Perón no se sumó a tan injusto proceder, y no retiró nunca a su embajador acreditado ante el gobierno español. Antes bien, acrecentó considerablemente las relaciones políticas, comerciales y culturales. Por esta actitud, Perón debió soportar las presiones que desde distintas embajadas de los vencedores de la Segunda Guerra Mundial le efectuaban para que se sumara al equivocado proceder que esas potencias imponían usando a la recién creada O.N.U. contra el pueblo español.

Al conocer la firme actitud del presidente de la Argentina de mantener las relaciones con España y aún acrecentarlas, el gobierno norteamericano ordenó a su embajador que entrevistara a Perón para disuardirle. La audiencia fue dura, y en la misma el Presidente le dijo claramente al representante de los EE.UU. que ellos estaban equivocados en su planteo. También reafirmó categóricamente que la Argentina nunca dejaría sola e inerme a la Madre Patria.

Esta actitud de Perón contribuyó en gran medida a romper el bloqueo insólito que los intereses y pasiones impusieron sobre España. Al correr de unos pocos años, EE.UU. reconoció implícitamente su error y la razón que le asistía a Perón, cuando firmaron un tratado de amistad y cooperación con el mismo gobierno español que anteriormente pretendieron anular dejándose llevar por ocasionales reacciones temperamentales, en vez de por la visión política que debe ser norte de los estadistas, máxime cuando se tiene la responsabilidad de dirigir los destinos de la primer potencia mundial.

El desarrollo de las relaciones Hispano - Argentinas siguió adelante por la recíproca voluntad de ambos gobiernos. Esa fecunda colaboración tuvo un hito, y fue protagonizado durante el viaje que Eva Perón realizó en junio de 1947 a Europa.

Al llegar a España como primer país visitado en su gira, Eva Perón conoció una bienvenida extremadamente emocionante. La acogida del pueblo español a Evita fue apoteósica, y pese a que luego visitaron a España otras muchas personalidades extranjeras, todos son contestes en asegurar que no se recuerda otra de la magnitud y características como la brindada en homenaje a Evita.

Eva Perón - por encima de cualquier ideología o circunstancias - quería ayudar con amor verdadero, procurando aliviar en cuanto le fuera posible la pesadísima carga que el heroico pueblo español soportaba digna pero sufridamente desde hacía ya muchos años. El terrible conflicto armado que había asolado a España desde 1936 a 1939 con sus gravísimas secuelas, y al terminar dicha guerra el comienzo inmediato de la aún más espantosa guerra europea y luego mundial, dejaron destrozada la magra economía española de esos años, y solamente a costa de un encomiable espíritu de sacrificio y de trabajo se estaba operando un muy lento pero sostenido mejoramiento, el cual en 1947 distaba aún mucho de resultar medianamente óptimo. Por ejemplo, la escasez de productos alimentarios básicos por las secuelas de las guerras y del aislamiento internacional, condenaba a toda una generación española a una dieta pobrísima que acarreaba serias enfermedades de todo tipo. Argentina - granero del mundo en esos tiempos - no podía permitir bajo ningún concepto un dolor tan alto para su Madre Patria sin tomar las rápidas y eficientes medidas que tenía a su alcance. Así lo hizo el gobierno de Perón, aunándose a ese fraterno propósito la Fundación Eva Perón que se volcó íntegra con ejemplar dedicación para allegar a España su ayuda y su amor, de los que su fundadora y presidenta resultó ser la mejor y más feliz embajadora.

El clima emocional que se vivía en América con respecto a España era muy vivo en sus reticencias hacia el régimen político surgido del triunfo en la guerra civil. Por tal motivo no dejaron de publicarse artículos periodísticos adversos a la escala española del viaje de Evita a Europa, sin advertir que justamente esta era la visita más importante y la que con más ansias deseaba efectuar nuestra protagonista. Llegados a este punto, se hace necesario señalar una constante especialísima que se da en el pueblo argentino con respecto a España. El sentimiento filial de todo argentino hacia España es real y verdadero. No es simplemente un recurso para incluir en los discursos oficiales o protocolarios. El pueblo argentino siente vivamente el amor hacia España. Aún en los argentinos en los que no corre sangre española, existe vivo ese cariño y veneración para con la España que legó su cultura, su idioma y su religión.

Algunos diarios de la época insinuaron que Evita iba a España para establecer un " eje político " Madrid - Buenos Aires. Nada más lejos de la verdad que esas murmuraciones. Evita era embajadora excepcional de un pueblo que acababa de encontrar un camino y una causa: la Justicia Social. Evita era portadora de un mensaje pleno de fraternidad y amor del pueblo argentino al pueblo español, y su presencia en España significaba que su hija, la Argentina, jamás abandonaría a su suerte a la Madre Patria, máxime en horas de prueba cuando una política internacional pretendía aislarla de la comunidad de naciones.

Por todos estos antecedentes es que Evita pudo decir acertadamente en su mensaje radial dirigido a la mujer española: " Se ha dicho que hemos venido a formar un eje Buenos Aires - Madrid. Mujeres españolas: no he venido a formar ejes, sino a tender arcos iris de paz, como con todos los pueblos, como corresponde al espíritu de la mujer ".

La crónica de la estancia de Evita en España, ha sido repetidamente narrada y muchas publicaciones sobre el tema han dado en forma detallada todo el transcurso del periplo. Evita recorrió varios puntos de la geografía española, estando siempre acompañada del calor del pueblo español. Aparte de las recepciones oficiales, visitas protocolarias, etc., tuvieron lugar actos multitudinarios donde Evita pudo comunicarse directamente con el pueblo de España. Así en la magna concentración en la Plaza de Oriente ( Madrid ), el 9 de junio de 1947, o algunos días más tarde en Barcelona, un acto similar en el Palacio Nacional de Montjuic. La emoción y el ardor que puso Evita en sus discursos en dichos actos fue tal, que las ovaciones fueron interminables, al igual que cuando los asistentes pudieron escuchar el mensaje grabado de Perón a los trabajadores españoles y que se pasó en masivos actos.

En el transcurso de su estancia en España, Evita tuvo ocasión de tomar contacto con el pueblo español llano, bajando a barrios humildes, donde ante el asombro de todos, ella no hesitó en caminar por el lodo y entrar en las chabolas, llevando a sus azorados habitantes su ayuda, y más que eso, su cariño y ese amor inigualable que siempre manifestó con suavidad para todos los marginados y los pobres. Tal como lo hacía en Argentina, así quiso realizarlo en cuanto esto le fue posible, en los humildes barrios de España.

Siendo católica devota, tuvo ocasión de concurrir a varios templos de España. Así visitó - entrando bajo palio - el Camarín de la Virgen del Pilar , donde en espontáneo gesto se desprendió de sus pendientes, ofrendándolos a la Virgen. En Santiago de Compostela tuvo el honor de introducir la imagen de la Virgen de Luján en la grandiosa Catedral. En Andalucía, las autoridades religiosas le concedieron el título de Camarera de Honor de la Virgen de la Macarena.

La estadía de Evita en España, fue un continuado acto de cariño, mutua comprensión y recíproco agradecimiento, dentro de un espíritu enmarcado en la más pura confraternidad.

Años más tarde sería España quien acogiera en fraternal asilo durante una prolongada estadía, al general Perón cuando fue depuesto en el año 1955. Y luego, a partir de 1971 hasta su repatriación en 1974 fue el cuerpo embalsamado de Evita el que reposó en tierras españolas.

Concluída su visita a España, Evita llegó a Italia, donde el 27 de junio de 1947 fue recibida en audiencia especial por S.S. el Papa Pío XII, con el que tuvo una conferencia privada de media hora. Este notable Papa conservó un afecto especial para Evita, lo que puso de manifiesto no solamente en la hora de la enfermedad y posterior fallecimiento de Evita, sino cuando visitado por la presidente de la comisión para organizar el Congreso Femenino Mundial de 1949, doctora Minerva Bernardino, el Papa le pregunta si había tomado contacto con Eva Perón, elogiando su obra social como eminentemente cristiana, y demostrando estar en cabal conocimiento de todo lo realizado por Evita.

Luego de Italia, el viaje europeo de Evita discurre por tierras francesas y suizas, donde toma contacto amplio con las autoridades de otros países. Más tarde llega a Portugal, desde donde se embarca en buque hacia Buenos aires, pasando antes por Brasil y Uruguay.

El saldo de la gira de Evita fue espectacular para el desarrollo de las relaciones argentinas con el continente europeo.

El triunfo de Evita fue arrollador, consiguiendo imprimir a su figura, un sello de prestigio internacional que perduraría en el tiempo. La talla de Evita se agigantó en este viaje, y así lo reconoció la prensa mundial.

Al llegar el barco a Buenos Aires que la conducía de regreso, se abrazó muy emocionada con Perón, quien se adelantó a recibirla en el yate presidencial. Minutos después, Evita saludó sollozando al pueblo argentino con estas palabras:

" Después de varios meses de ausencia, es con profunda emoción que regreso al país donde he dejado mis tres grandes amores: mi patria, mis descamisados y mi querido general Perón ".

Los grandes rotativos de Buenos Aires, que habían seguido paso a paso el desarrollo del viaje de Evita comentaban con tonos laudatorios el éxito del mismo. Así lo debieron reconocer en medio de sus argumentaciones incluso los diarios más virulentos en la oposición al Justicialismo. No pudieron dejar de reconocer que la gira había sido muy importante para el país y que Evita había obtenido un gran éxito personal. El prestigioso matutino de enorme circulación Diario Clarín de Buenos Aires dijo:

" Evita ha realizado por su país más que cualquiera de sus embajadores. Todos los países esperan recibir su mensaje de amor y de paz, rogando que finalice la miseria y el hambre que reina en todo el mundo ".

*     *     *

De Nora Domínguez, doctora en Letras, docente y escritora:

Como rostro vivo o muerto, mudo o parlante, vestido o desnudo, humano o inhumano, un primer plano del celuloide o un perfil acuñado en una moneda, la cara de Eva Perón interpela política y subjetivamente a los ciudadanos y ciudadanas de su época, a correligionarios y enemigos. Por eso la tarea del Dr. Pedro Ara, convertir a Eva Perón en " una estatua yacente ante la cual, durante años y años, desfile el pueblo " ( Ara ) y " evitar que el cuerpo de la enferma siguiera el destino de toda carne " ( Juan Carlos Onetti ), implica labrar un rostro para el peronismo, el rostro de una muerta que parezca casi viva y pueda animar los lazos simbólicos y políticos que en 1952, una vez muerta, precisan de renovados anudamientos.

El cuerpo de la mujer se expone y se conserva entero, Ara se ocupa de cada una de sus partes y de registrar a través de radiografías que sus órganos estén intactos. Pero la mirada del reconocimiento necesita ir hacia la cara y comprobar allí que ese rostro inerte se parece de manera exacta al original para descubrir el mínimo rastro de una subjetivación perdida. Uno de los ministros de Perón, Raúl Mendé, colabora con la tarea de Ara poniendo a su disposición un enorme archivo fotográfico de Eva que recoge fotos de los diversos momentos de su vida y que el médico revisa concienzudamente. Ara prefiere las de la etapa final. Describe con detalle las que corresponden al último desfile obrero que presenció, el del 1º de Mayo del 52. Observa especialmente rictus, aperturas, tensiones. Es decir, el estado de aquellos elementos que confirman la arquitectura del rostro.

" Las fotografías por mí seleccionadas perpetúan uno de los más trágicos y conmovedores espectáculos concebibles. La materia de tan lozana y batalladora juventud había sido devorada por el implacable mal. La piel ajustábase ya a sus pétreas bases; los dedos de sus manos aparecen como una envainada cadera de falanges y articulaciones. Seria y sufriente se la ve con los labios entreabiertos, al aire sus dientes, sin lograr sonreír. Sólo cuando trata de contener un sollozo le ha sido sorprendida su boca cerrada, sus labios apretados; parece estar luchando por dominar un rictus doloroso de origen emocional o físico " ( Ara ). En su libro, Eva Perón - La verdadera historia contada por un médico que preservó su cuerpo, editorial Sudamericana, Buenos Aires, año 1996, se incluyen varias hojas con las fotos de Eva. Hay cuatro de tamaño más grande que dejan ver un atuendo, una pose, un sombrero voluminoso, que aluden a escenas de sociabilidad pública. Las otras treinta y seis son más pequeñas y recortan estrictamente la cara. En todas, Eva tiene el pelo recogido; en algunas pocas, sujeto por un sombrero pequeño; en otra, por un peinado de noche con una especie de rulo que cubre un espacio menor de la frente. Eva sólo mira de frente a la cámara en esta última y en otras dos casi idénticas entre sí. Separada la primera por el tiempo que va del elegante protagonismo social a la imagen de un rostro cuyas arrugas están más cerca de los huesos que de la carne, en las últimas prevalece una sonrisa franca, llana. A pesar de que en éstas se trata de un rostro evidentemente surcado en sus pliegues por la delgadez del cáncer, su mirada y su sonrisa no revelan miedo sino vivacidad y juventud. Tal vez reflejan un momento donde la protagonista parece haberse olvidado de que la vida le ha jugado una mala pasada y que pronto puede prescindir de ella. En una, la cabeza está un tanto inclinada hacia abajo y muestra una porción importante de cabello. Tal vez sea la toma o el recorte impuesto por Ara, porque la misma foto, colocada al final de la serie, deja ver un primer plano total donde cualquier enmarcado queda anulado, y así el rostro se revela en su composición básica: pared blanca, agujeros negros, según la fórmula descubierta por los filósofos Gilles Deleuze y Félix Guattari. Para estos autores, esta combinación funciona como una máquina abstracta que se precipita en múltiples versiones; para Ara, como cimientos fijos que sostienen la rigidez mecesaria de una materia que la mano del médico desea incorruptible y sobre la que opera atendiendo a la idea de que sus puntos de entrada son múltiples. Deleuze y Guattari en un capítulo de Mil mesetas, " Año cero rostricidad ", dicen que esta máquina en tanto sistema abstracto no corresponde al rostro concreto del que habla o mira sino a un sistema de frecuencias y redundancias que puede recalar o no sobre un sujeto individual. Por eso señalan que los rostros no son en principio individuales, sino campos de fuerzas, y asimismo consideran que el capitalismo, las religiones o las instituciones pueden ser sitios poderosos de construción de rostridad en las figuras del Dios, del déspota o el padre. El rostro de Eva como uno de los rostros del peronismo se vuelve una superficie sobrecodificada de vida y muerte.

El trabajo del médico, minucioso, practicado, según cuenta en su libro, con rigor científico y profesional, se enfrenta a partir de la caída del peronismo a la expansión de un repertorio de dudas, versiones y chismes. Desde el lugar de quien sigue haciéndose cargo del cadáver, conciente de que debe someter su entrega a una legalidad refrendada a través de escritos, Ara narra varias veces episodios de militares o soldados que durante esos días posteriores al establecimiento del gobierno de la Libertadora pasan por su laboratorio para comprobar que ese cadáver corresponde al de Eva Perón. La realidad corpórea a la que se enfrentan, el choque con una presencia material, parece renovar sin embargo el catálogo de dudas y tergiversaciones, y la ahora " enemiga yacente " se convierte otra vez en la clave de un posible artificio. Paola Cortés Rocca y Martín Kohan, escritores, piensan que Ara también está preocupado por estetizar el cuerpo muerto de Eva, pero que al intentar sacarle las marcas de la muerte, " se llegará a un punto impensado: después de despojar a ese cuerpo de todo lo que tenía de muerte, habrá que volver a demostrar que sí, que se trata de un cadáver, y que se trata del cadáver verdadero de Eva Perón. Es decir que ese cuerpo es Eva Perón y no una representación de ella " ( Cortes Rocca y Kohan ).

Mientras Ara trata de fijar una expresión ajustada, Eva se vuelve no sólo término de disputas insalvables, sino también de una imparable máquina de rostridad que continúa indicando su pertenencia a una comunidad y a su historia, su demanda a las nuevas generaciones y sus diferentes precipitaciones en los textos de la cultura. Visto desde su carácter pétreo, el rostro del cadáver ya no puede comunicar. No habla, no mira, no sufre. Es decir, pierde los signos de su humanidad, no puede expresar una interioridad. Su rostro ya no es " espejo " o " reflejo " del alma. A partir de estas acciones sobre el cuerpo y de los avatares del proceso histórico - político, su presencia o su ocultamiento sólo pueden caber en un cuento de terror ( Deleuze y Guattari ). Pero, sin embargo, el rostro ya convertido en imagen de la nación, de sus tiempos y enfrentamientos, continúa su camino de interpelación.

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LA CABALGATA DEL CIRCO

De IMDb ( The Internet Movie Database ), importantísima y excepcional base de datos en internet relacionada con todo el séptimo arte mundial, actores, directores, productores y videojuegos:

The filmography of Eva Duarte, Eva Perón, Evita ( 1919 - 1952 ) is:

1945: La cabalgata del circo.

1945: La pródiga.

1942: Una novia en apuros.

1941: El más infeliz del pueblo.

1940: La carga de los valientes.

1937: ¡ Segundos afuera !.

Nota:

En la imagen, afiche original del largometraje La cabalgata del circo, dirigido por Mario Soffici y Eduardo Boneo, con Libertad Lamarque, Elvira Quiroga, Ilde Pirovano, Eva Duarte, Hugo del Carril, Orestes Caviglia, José Olarra, Armando Bo, Juan José Miguez y Tino Tori.

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Textos cortesía de Carlos Vitola Palermo de Rosario, Santa Fe, República Argentina.

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