DOCUMENTOS SOBRE EVA DUARTE DE PERON 


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María Eva Duarte de Perón / Evita. Argentina 1919-1952

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HISTORIAS, ANECDOTAS y TESTIMONIOS 

Evita en el Hogar de Tránsito Nº 2, hoy Museo Evita, Lafinur 2988, Buenos Aires

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De Guillermo Saccomanno, escritor argentino :

No es nada nuevo que Daniel Santoro es un pintor provocador. Pero lo que es nuevo es el modo, aun más agudo y radical, con que ataca desde su muestra al pensamiento bienpensante que se las ha ingeniado para asimilar incluso su obra. Por eso, El gabinete justicialista es un abordaje visual que expone tanto la civilización como la barbarie que conviven en la identidad peronista, y vuelve explícitas algunas de las grandes verdades que todavía sólo se pronuncian a medias.

La Piedad - Eva Perón devora las entrañas del Che Guevara.

El peronismo y la izquierda en un ritual de comunión, una recirculación de energía visceral que nos remite a los viejos rituales de canibalismo, habituales en muchas culturas originarias de América.

La imagen es de un humor escalofriante. Evita sentada en las escalinatas de la Fundación está nimbada por una aureola que la santifica. Sobre sus rodillas tiene el cadáver del Che, boca abajo, y de una abertura sangrienta en su espalda le arranca las tripas y las come con fruición chupándose los dedos. Las tripas parecen formar un rosario. Detrás de la facultad, crepuscular, alcanza a verse imponente el edificio de la CGT. Por si no queda claro: Santoro no proviene de la militancia de izquierda del movimiento. Nada en su obra va por el lado reinvindicador de la Jotapé y el montonerismo. Pero, a la vez hay que destacarlo, su lectura de la historia es realista: el peronismo sindical es el que reivindicaba la ortodoxia, al ala derecha del justicialismo que el viejo caudillo impulsaba en su gobierno de los ´70 para neutralizar a cadenazos a la izquierda descarriada. Y sí, habría que admitirlo de una buena vez, la juventud de la izquierda peronista se equivocó. El Viejo fue Vizcacha, fue oportunista y minga con las citas de Mao, traicionó las expectativas de los imberbes. En este punto la obra de Santoro proviene de la gráfica litúrgica del justicialismo de los ´50 y, desde esa iconografía, narra. Lo que narra no es una concientización sino una mitología adoptada como santoral. La Evita disciplinadora y milagrera es hoy una estética aplicable al Gauchito Gil, un registro que anda entre camp y el kitsch. De esta imaginería extrae Santoro su repertorio de imágenes desgarradas y conmovedoras. Porque desde la ortodoxia pinta lo que la izquierda del movimiento nunca se anima a admitir del todo: " El Viejo nos cagó ".

Campamento de la Juventud Peronista.

Un descamisado gigante pasa indiferente ante un campamento de la Juventud Peronista, construido con frágiles carpas de aspecto institucional, que se ven aún más frágiles frente a la contundente tectónica del paisaje. El descamisado continúa su marcha sin reparar en la presencia de estos pequeños revolucionarios.

Su peronismo, queda claro, no es el de Walsh y Briante. Su peronismo, si se le pregunta, dirá que es el de Perón. Un argumento bien ortodoxo el suyo. Sin embargo, la pieza que se apiada de los pequeños revolucionarios se la dedica " al compañero pintor Alfredo Bettanin ", que fuera además el ilustrador de las tapas de la revista Análisis en los años ´60 y los ´70. Conviene detenerse en la obra de Bettanin porque hay una clave acá. Quien pueda acceder a la obra del olvidado Bettanin podrá notar, desde su Historia argentina, una pintura enorme que pasa revista a nuestro pasado subrayando una continuidad en San Martín, Rosas y Perón. Bettanin, hay que recordarlo, murió enfermo de desgarramiento por sus tres hijos montoneros asesinados en la última dictadura. Desde Bettanin, aunque suele contradictorio, Santoro enfoca sus temas.

A Santoro, ya es una obviedad marcarlo, lo enciende provocar. Pero su peronismo es un peronismo adoptado por el refinadísimo circuito de las galerías de arte. El suyo, se diría, puede parecer un peronismo chic. Pero esta apreciación implica una crítica facilonga, como criticarle a Cristina Kirchner sus carteras. Un pobre no puede criticar sus carteras. Sólo un rico, que sabe de marcas. La misma clase de crítica que se le hacía a una Evita enjoyada. Digan lo que digan con su peronismo, Santoro se las ingenia para que la provocación funcione al tensar la contradicción civilización/barbarie. Malones, cautivas, puñales, martirologios y también idealizaciones justicialistas, una colonia de vacaciones en Mina Clavero, una suite californiana inspirada en unos chalecitos justicialistas. Lucha de clases, por supuesto. El catálogo de la muestra, Civilización y Barbarie - El gabinete justicialista, abre con una cita del pensador nacionalista Rodolfo Kush: " América está en los temas que son más odiados: pueblos, masas, analfabetismo, indio, negro. En ellos yace la otra parte de nuestro continente, la del mero estar que puede redimirnos ". Es decir, la contradicción se plasma, en lo racial, entre un pensamiento rubio y uno criollo, morochazo, cabecita. Y el pintor, desde siempre ha tomado partido por los humildes.

Daniel Santoro ha declarado: " El gabinete justicialista es un abordaje visual de los paradigmas de barbarie y civilización que conviven en la identidad del peronismo. Es un intento " científico " de interpretar la compleja estructura de esta invención política que en algún sentido nos constituye a todos ". A considerar: el peronismo, que para Santoro es " invención ". Término que ensamblado con " gabinete " no remite tanto a la conformación de un dispositivo gubernamental como a laboratorio y experimento: los doctores Frankenstein y Caligari creando el sujeto justicialista, el descamisado gigante. Una especie de Increíble Hulk nacional y popular. En esta dirección, sugiero, debe leerse la poética de Santoro, el descamisado como gigante a la vez inocente, brutal y víctima. La pintura El descamisado gigante expulsado de la ciudad. Al igual que King Kong, el descamisado se encarama a un edificio, apartando a manotazos el ataque de escuadrillas de aviones. Es cierto: los aviones remiten al bombardeo del ´55, pero el descamisado gigante representa otra cuestión: Estos cuadros muestran una triste paradoja; en el conocido film King Kong, se observa a un gigantesco gorila expulsado de la ciudad por humanos. En esta pintura, en cambio, vemos a un gigantesco humano expulsado de la ciudad por gorilas.

" La parodia, nuestra tragedia ", dijo una vez el poeta Leónidas Lamborghini. " El peronismo es como un jersey. Lo estirás, lo estirás y puede deformarse, pero no se rompe. El peronismo está hecho para resistir ", ha dicho Santoro. Tal vez esta explicación se cifre en que Daniel Santoro piensa el peronismo más como movimiento que como un partido, esa herramienta para conquistar un lugar en la democracia burguesa. Lo de movimiento no es afuera sino puro adentro: incluye un pueblo como totalidad, con sus clases y sus desclasados, esa masa inclasificable que, en su normativa, puede producir - y no es chiste - dos normas fierreras complementarias: Norma Arrostito y Norma Kennedy. ¿ Por qué no hablar entonces de una " normativa " peronista ? Y entonces cobra sentido la Evita que devora los intestinos del Che: ¿ no es la normativa de la derecha, tal vez más auténticamente peronista que la otra, la entrista, la guerrillera ? En un tiempo donde los grandes relatos parecían estar agonizando, Santoro viene y dice: " Acá hay uno que siempre estuvo: el peronismo ". Y da para todo: es fuente nutricia de su obra, pero también, por más intentos de apropiación culta que se le arrimen, apunta a cuestionar a los espíritus bienpensantes. Porque hay algo de patoterismo cegetista en estas ocurrencias, cruzar un gesto que puede provenir del rescate ingenuo de las iconografías populares, una estética de estampita, pero que en tamaño bestia se constituye en otra cosa: testimonio dramático de los crímenes de la civilización en los salones tilingos de la plástica nacional. A muchos le cuesta admitirlo: el peronismo es menos presentable que la izquierda. Perón supo decir: " Sólo la organización vence al tiempo ". Con sus restos ahora atomizados, esquirlas y añicos, en un desparramo de internas, Santoro se propone también una " organización ": la de un repertorio que, desde el ´45 hasta la fecha, perdura inagotable como todo mito. Y, como todo mito, tiene un anclaje fuerte en la realidad. Visto desde el arte, el mito deja de serlo y se hace más real que todo interesado historicismo revisionista.

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De Daniel Santoro, artista plástico:

Más allá de la irrupción política, el peronismo generó una original epopeya social y cultural que lo convirtió en una verdadera máquina de producción visual, conformándose en un eje identitario vigoroso e ineludible, con el cual tarde o temprano de alguna manera nos contrastamos. Sin dudas su anclaje en las márgenes mestizas de la sociedad le dieron esa identidad de origen que se expresa en apelativos tales como " cabecita negra ", " grasita ", o el más ecuménico y democrático " negro peronista ".

Podríamos imaginar con certeza el temor que produjo esa masa oscura movilizada en aquellos primeros años fundacionales. Una nación que hasta entonces se creía de blancos europeos, de pronto se vio confrontada con su rostro mestizo olvidado, podríamos hablar " freudianamente " de un " retorno de lo familiar reprimido volviendo en forma siniestra ". No dudaron en llamarlo " aluvión zoológico ", un imprevisible estallido de animalidad que se creía conjurado en las imágenes de La vuelta del malón del pintor Angel Della Valle ( esos indios que se internan en la oscuridad de la pampa, llevan el testimonio del saqueo de una iglesia, cumplen así un ritual que los identifica como protoperonistas ); es la barbarie lo que vuelve, vuelven a quemar los pisos de nuestras viviendas para humanos, vienen por las blancas cautivas a realizarnos un inmerecido mestizaje, vienen a condenarnos a un destino sudamericano, vienen con la mucama peronista caníbal de oscura tez provinciana que cocinará al pequeño hijo de una feliz familia burguesa y los servirá a la hora de la cena. Nuestras ciudades sitiadas resitirán como faros de civilización al sur del mundo, pero finalmente el peronismo habilitará el ingreso de la " negrada ", inútiles resultarán los puentes levadizos, de todas maneras cruzarán como la peor pesadilla, y con rápido descaro democrático se entregarán a las delicias del goce capitalista. Era una multitud de obreros bonaerenses, peones rurales y morochos provincianos, multitud dada a los excesos y de gustos no homologados, que amenazaba contaminar las aguas de la modernidad de posguerra. Con la creativa ingenuidad de este nuevo actor social, con la potencia y desprejuicio de su mirada apropiadora, sumado a la incipiente maquinaria de propaganda estatal en curso, se inauguró un programa estético que resultó indeseable para nuestra élite cultural.

Al poco tiempo, el ícono de Eva se eleva entre todas las novedades de esos primeros años como el emblema natural del prolífico imaginario peronista, y al igual que este, soporta los más altos niveles de distorsión simbólica y discontinuidad doctrinaria, conservando su estructura de identidad como ninguna otra invención política. Dentro de ese enigmático perfil se dibuja gran parte de lo que somos, lo que queremos ser, y lo que rechazamos. El hilo de Ariadna de su rodete como un " aleph " capilar nos irá mostrando, a la ninfa primordial, a la Juana de Arco bonaerense, a la diosa Kali, madre destructora que desmonta nuestras ciudades ladrillo por ladrillo para volverlos peronistas, a la benéfica hada buena, a la virgen malvada e impiadosa; es la selva oscura y el borde abismal de las carencias, es la hembra saludable de la especie convertida en mártir, penetrada por la corrosiva venganza. Con su agenda paralela de alta velocidad lleva a punto extremo su programa de justicia. Convierte al Estado burocrático en Estado de gracia, en definitiva, convierte las funciones del Estado en un desesperado acto heroico.

El ícono de Evita fue el primero en caer a manos de los contrarrevolucionarios del 55, presa de innumerables fuegos y de los decretos más absurdos. Detrás de este ícono todo el imaginario del peronismo entró en un cono de sombra y olvido.

El mundo de la cultura tomó una actitud entre cómplice de aquel decreto prohibicionista, y la indiferencia ante esos hechos. Nunca el peronismo y su irrupción cultural fueron vistos como un material estetizable, de todas maneras, los grandes pintores de aquella época ( Berni, Spilimbergo o Castagnino ) adscribían al partido comunista, lo cual los alejaba de las radiaciones de ese incomprendido movimiento de masas. Recordemos, como ejemplo, que todos ellos hicieron diversas versiones del bombardeo nazi a Guernica, en cambio los igualmente trágicos bombardeos a Plaza de Mayo no les inspiraron ninguna imagen.

Pasaron los años, y ya en los setentas todo este mundo se resignificó, afloró nuevamente ese corpus imaginario que se nos reveló original y poderoso. Pero igualmente nuestra elite cultural lo siguió ignorando empecinadamente. Recuerdo que solamente un pintor ( Alfredo Bettanin ), del cual vi una muestra en 1973 en el hall del Teatro San Martín, pintó cuadros de gran formato en los que relataba minuciosamente aspectos de la historia argentina, y especialmente del peronismo. Más tarde vendrían otros como Carlos Gorriarena y García Uriburu que retomaron sin prejuicios algunas imágenes del peronismo. Hoy en día, el ícono emblemático de esta invención política - al igual que el del Che Guevara - es patrimonio del imaginario universal. Y nuestra elite cultural lentamente los metaboliza y se apropia de ellos.

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De la Prof. Karina Inés Ramacciotti, doctora en Ciencias Sociales, historiadora investigadora del CONICET, docente y escritora, autora de numerosos artículos sobre las políticas sanitarias durante el peronismo, coautora del libro La Fundación Eva Perón y las mujeres: entre la provocación y la inclusión, editorial Biblos, 206 páginas, año 2008:

El 23 de mayo de 1946 Juan Domingo Perón creó la Secretaría de Salud Pública, que reemplazó a la Dirección Nacional de Salud Pública, y designó como responsable al neurocirujano Ramón Carrillo. El flamante secretario desempeñó este puesto hasta marzo de 1949, cuando logró que su cartera fuera promovida a Ministerio de Salud Pública.

Uno de los ejes expansivos de la gestión sanitaria entre 1947 y 1950 fue el incremento de camas dentro del sistema público: se duplicaron. También se implementaron cambios normativos que permitieron modificaciones que, si bien se debatían desde los años treinta, se hicieron efectivas durante el peronismo, como lograr que los hospitales no sólo suministraran asistencia médica sino que también se convirtieran en centros de educación y difusión sanitaria. En función de este interés se elaboraron libros de distribución gratuita, cortos cinematográficos, mensajes radiales y publicidades. Estos elementos educativos también se repartían en fábricas, escuelas y regimientos militares. Paralelamente, se realizaron campañas para controlar las enfermedades endémicas, como la lucha contra el paludismo ( 1947 - 1949 ), dirigida por el doctor Carlos Alvarado, quien logró controlar la enfermedad en sólo dos años.

Otro objetivo de gobierno fue lograr el abastecimiento local de medicamentos. Para el caso de los remedios derivados de la penicilina, esto se logró mediante el otorgamiento de la concesión para su elaboración nacional a los laboratorios estadounidenses Squibb & Sons ( 1948 ). Para los medicamentos de uso frecuente, se creó la dependencia Especialidades Medicinales del Estado ( EMESTA ). Asimismo, se intensificó y amplió la producción de sueros, vacunas, drogas y medicamentos elaborados por el Instituto Bacteriológico Malbrán en la ciudad de Buenos Aires.

Con todo, aunque los servicios sanitarios crecieron y varios indicadores de salud mejoraron, estos cambios no fueron uniformes en el ámbito nacional: muchas provincias siguieron retrasadas con respecto a la Capital y la distribución desigual de médicos y enfermeras, además de la falta de recursos técnicos, impidieron atender adecuadamente las curaciones complejas o crónicas. Estas limitaciones se hicieron más visibles en el brote de poliomelitis de los años cincuenta, ya que las necesidades asistenciales debían complementarse con largos tratamientos inexistentes en la Argentina.

Hacia los años cincuenta se produjo una reducción del presupuesto destinado a la salud pública. Las razones, fueron, por un lado, el cambio de rumbo en la política económica del peronismo que pasó de una política distributiva a otra signada por el ahorro y la racionalización del gasto. Por otro lado, las prioridades que tuvieron las obras sanitarias encaradas por las obras sociales sindicales y la Fundación Eva Perón incidieron en la desaceleración de las inversiones del Ministerio de Salud.

La Fundación Eva Perón también desempeñó un papel destacado en el suministro de servicios sanitarios. A partir de 1948, instaló consultorios en la ciudad de Buenos Aires, edificó grandes nosocomios y entregó medicamentos, prótesis y anteojos a las personas que acercaban sus variadas demandas. Sus instituciones fueron espacios en donde la prevención y la cura tuvieron un lugar protagónico. Esta intervención no es menor y complejiza la particularidad del estudio de las políticas sanitarias ya que, a diferencia de lo que sucedió en otras realidades nacionales, el Ministerio de Salud no fue el único actor interviniente en la resolución de las demandas sanitarias. Es precisamente esa complejidad institucional cargada de aspectos complementarios, pero también de superposiciones y de conflictos, que plantean variados sentidos al enmarañado proceso de adquisición de derechos sociales en la Argentina.

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De Cora Cané, fina escritora y periodista, poetisa, profesora de danzas, libretista, conductora y productora de radio y televisión, redactora de la sección Clarín Porteño de diario CLARIN, miembro de la Sociedad Argentina de Escritores ( SADE ):

Un sólo pobre que exista en el mundo, humilla a la civilización. Cervantes escribió en una de sus obras: " ... la pobreza atropella a la honra y a unos lleva a la horca, a otros al hospital; y a otros los hace entrar en la puerta de sus enemigos con ruegos y sumisiones, que es una de las mayores miserias que le puede suceder a un desdichado ".

El que tiene todo lo que necesita para vivir con dignidad, dice displicentemente: " Pobres hubo siempre ". No puede pedirse mayor cinismo. Es no apiadarse de los que nada tienen.

En los países donde la pobreza tiene los más altos índices de mortalidad por desnutrición; allí donde no hay educación, atención de la salud, desprotección absoluta, la civilización parece detener su camino de progreso. Bíblicamente, la pobreza tiene un significado casi de virtuosismo. Pero la realidad temporal, es que hay gente que sufre, está desamparada y muere sin que nadie pareciera importarle sus crueles destinos.

No está en juicio el dueño de riquezas, pues todos tienen derecho a tenerla; lo que sí está en juego es la insensibilidad y la falta de compasión, ante los que viven en condiciones infrahumanas.

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Del Dr. Gerardo Alvarez, docente, abogado y escritor, autor del libro El Verdi - Historia del Cine Teatro de Cañada de Gómez y sus recordables visitantes ( 1925 - 2008 ), editorial Fundación Ross, Rosario, 348 páginas, ilustrado, año 2008:

La primera de las posibles visitas de Evita Duarte ( 1919 - 1952 ) a Cañada de Gómez fue en 1936.

Conviene recordar que uno de los grandes sucesos de la temporada teatral de ese año fue El beso mortal de Loic Le Gouradiec, obra que abordaba con crudeza entonces inusual la problemática de los enfermos afectados por la sífilis y que fue estrenada en el Teatro Apolo de Buenos Aires por una compañía que encabezaban los muy prestigiosos actores José Franco, Pepita Muñoz y Eloy Alvarez que después, como bien lo ha relatado el escritor Héctor Roberto Paruzzo, se presentó en el Teatro Odeón de Rosario durante la segunda quincena de mayo y la primera de junio de esa temporada.

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De Juan Pablo Meneses, periodista, blogger y escritor, autor del libro Crónicas Argentinas, editado por Grupo Editorial Norma, Buenos Aires, 304 páginas, año 2009:

Algunos piensan que todo cambió en 1947. En aquel año, la famosa revista estadounidense TIME llevó en su tapa a Eva Duarte de Perón. De esta manera, la popularidad de Evita no solamente llegaba a lo más alto de aquella época, en años en que las revistas tenían la importancia de la televisión actual, sino que además, a causa de dicha portada - en la que Eva aparece con una aureola de sol - se comienza a gestar una de las caras menos conocidas del mito Eva: su divinidad. No pasó tiempo tras su muerte, cuando ya eran muchos quienes veían en Evita una suerte de ángel que cumplía milagros. Familias enteras comenzaron a encomendarse a la mujer de Perón, y para muchos bastaba una foto de Eva en la billetera para sentirse más protegidos. Entre mayo de 1952 - dos meses antes de su fallecimiento - y julio de 1954, el Vaticano recibió miles de cartas de laicos que atribuían a Evita milagros y le exigían al Papa que la canonizara.

La santidad de Evita sigue siendo preocupación de muchos. Todavía existen entusiastas agrupaciones que insisten y trabajan fervientemente por la beatificación y canonización de Eva Duarte de Perón. Incluso, ya existiría el nombre oficial de ser finalmente canonizada: " Santa Evita de los humildes ".

Más allá de los fervores religiosos y de las creencias sobre el más allá, no deja de sorprender la fuerza arrolladora que logran transportar las imágenes.

Evita es sinónimo de glamour. El camino de una joven argentina de origen humilde que, a pesar de todos los obstáculos, sigue y sigue para adelante sin abandonar sus sueños. El triunfo de una muchacha que se maravilla con los escenarios y que termina dominando la escena nacional con un estilo propio. La señal de que existen los sueños, pero que también se pueden cumplir.

El modisto Christian Dior llegó a decir que Eva Duarte fue la única reina a la que había vestido. Y ahí estaba ella, para demostrar en carne propia uno de los grandes pilares de su legado: sin importar los orígenes uno puede llegar, y si llega tiene que lucirlo sin lástima, con orgullo.

Insospechadamente, el estilo Evita llegó a convertirse en una marca de style planetario. Una fábrica de zapatos de Estados Unidos llamada Sole Envie hace competir los modelos Evita, a la par con los modelos Ava, Marilyn, Zsa Zsa y Greta, entre otros. La argentina es lo más alto del glamour mundial.

Uno no deja de pensar en la telenovela de la vida de Evita Duarte. Quizás, todo su recuerdo se deba al dramatismo y gracia de su historia. En épocas en que triunfan las series de televisión, más de alguien podría decir que la gracia de Evita radica en el guión de su vida: de Junín a la cumbre mundial del glamour.

Todas quieren ser Evita. La mujer más popular de la historia argentina se ha transformado, a paso veloz y en pocos años, en una suerte de fetiche de muchas actrices planetarias. Así como el paisaje político argentino está salpicado de parlamentarios, sindicalistas, funcionarios, gobernadores y presidentes que siguen " interpretando " las palabras de Evita Duarte, siempre aparece una nueva actriz con una novedosa personificación de su vida.

Obviamente, la interpretación más famosa y con mayor repercusión mundial fue la de Madonna. Pero la lista de las que interpretan a Evita es larga y en constante crecimiento. Entre ellas hay figuras internacionales como Faye Dunaway o Patti LuPone, y argentinas como Esther Goris o Nacha Guevara. Ya sea en el cine, televisión o teatro, el papel de Evita siempre asoma como una dulce golosina en la carrera de cualquier actriz. Se podría escribir una novela con todas las intrigas, peleas y disputas - tan férreas y sanguinarias como cualquier interna peronista - por quedarse con el papel de Evita.

Posiblemente una de las Evita más singulares de la historia sea la de Anamá Ferreira, modelo de color y brasileña que se ha hecho conocida y famosa porque no logra hablar español después de más de dos décadas de estar viviendo en Buenos Aires.

Es probable que una Evita negra y con acento brasileño sea un nuevo homenaje, o un nuevo negocio, o una nueva y sutil provocación. Lo importante es que es algo novedoso, y que en la maquinaria de la leyenda la novedad siempre mantiene viva la llama del mito.

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De Anamá Ferreira, modelo y actriz brasileña:

Representar a Evita en la obra Femenino de Cristian Morales fue un gran desafío y un honor.

¿ Por qué los personajes tienen que ser de un solo color ? ¿ Qué podrían hacer entonces chinos y japoneses ?

Soy fanática de Evita, un cuadro de ella está en el living de mi casa, y tengo orgullo y amor por una mujer a la que le faltó tiempo. Igualmente hizo mucho en sus 33 años.

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De la Dra. Adriana Puiggrós, pedagoga, investigadora del CONICET, profesora, política, escritora, articulista en revista Caras y Caretas, Buenos Aires:

Desde la década de 1880, cuando se afirmó institucionalmente el poder oligárquico liberal en la Nación, el sistema escolar se constituyó en el sostén más importante de su autoridad pedagógico - cultural. Pero desde que Juan Perón se hizo cargo de la Secretaría de Trabajo y Previsión expresó la necesidad de un Estado que respondiera a las demandas educativas de los trabajadores. Durante sus dos primeros gobiernos se crearon cientos de escuelas fábrica, se multiplicaron las escuelas y hogares granjas y las misiones monotécnicas en las zonas rurales para la enseñanza de artes y oficios como zapatería, carpintería, albañilería, herrería y mecánica; se fundó la Universidad Obrera Nacional. La justicia social se expresó en la decidida inclusión de los trabajadores y sus hijos en el sistema escolar, en las becas y programas de bienestar estudiantil, así como en las actividades deportivas y recreativas, en los torneos Evita y Juveniles Juan Perón y sobre todo en la prevención de la salud.

El lenguaje escolar normalista liberal fue sacudido por la inclusión de los retratos de Perón y Evita en la iconografía, aunque no sustituyeron sino que convivieron con los de los próceres liberales, así como la presencia simbólica del trabajador rural, el obrero textil, la mujer asalariada y los ancianos, en láminas y libros de texto. La acción educativa del gobierno rebasaba la escuela para extenderse a las unidades básicas, a las actividades de la Escuela Superior Peronista y a publicaciones como las revistas Mundo Peronista y Mundo Infantil. Además, los mensajes de Perón y Evita estaban cargados de enunciados pedagógicos. El peronismo había legalizado la enseñanza religiosa en las escuelas públicas, creando al mismo tiempo un organismo para controlar la acción educativa de la Iglesia, con la cual mantenía una compleja relación. Para colmo de la paciencia de toda la oposición, el discurso pedagógico nacionalista popular se extendió a los barrios, las fábricas, las instituciones públicas, las plazas, lo cual despertó enorme temor en la Iglesia y los partidos, que veían una fuerza política avasalladora sobre los territorios propios.

Sin embargo, los contenidos escolares no registraron cambios profundos durante el peronismo en cuanto a la cultura occidental, cristiana y académica que predominaba. Lamentablemente los educadores socialistas, radicales y progresistas, que propiciaban ideas pedagógicas democráticas e innovadoras, militaban en el antiperonismo y desperdiciaron la oportunidad de apoyar la reforma comenzada por Pedro Arizaga como subsecretario del primer ministro de Educación de Perón, Gache Pirán. Se trataba de un programa integral, fundado en los principios de la " escuela activa ", que incluía en el tronco central del sistema los saberes del trabajo con criterios inclusivos y humanistas, a diferencia de las numerosas propuestas meritocráticas y excluyentes de los conservadores.

Muy pronto la tendencia social cristiana de Gache Pirán fue reemplazada por el reaccionarismo patético de Oscar Ivanisevich. La sucesión de ambos ministros denotó la irresolución de antagonismos ideológicos extremos en el interior del peronismo, que aún atentan contra su propia supervivencia. El violento antagonismo entre la reforma universitaria comenzada por el peronismo en 1973 y la represión llevada a cabo por los interventores peronistas desde fines de 1974 hasta 1976 manifestó la importancia de ese tema. La Ley federal de Educación Nacional de 2006 y de la provincia de Buenos Aires de 2007, del peronismo, contienen posturas políticas educativas incompatibles. Tales enfrentamientos distan mucho de representar la complejidad de diferencias que constituye la riqueza y la fuerza de un movimiento nacional y popular.

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De Víctor Sueiro, periodista, presentador televisivo y escritor, autor del libro Crónica loca: maravillas, rarezas, curiosidades y misterios de los argentinos, editorial El Ateneo, Buenos Aires, 360 páginas, año 2007:

Es muy curioso el peso del nombre Juan o Juana en la vida de Evita.

Su padre era Juan Duarte; su madre, Juana Ibarguren; la partera fue Juana Rawson de Guayquil; su único hermano varón fue Juan Duarte; su esposo Juan Domingo Perón, cuya madre, suegra de Evita, era Juana Sosa. Y, como si fuera poco, el coronel Perón y la actriz Evita Duarte se conocieron en una función en el Luna Park a beneficio de los afectados por el terremoto de San Juan.

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De Carmen Llorca Vilaplana, doctora en Historia, profesora universitaria, política, escritora, autora del libro Las mujeres de los dictadores, editorial Hyspamérica, Madrid, España, ilustrado, 360 páginas, año 1978:

Ella no ocultó sus prodigalidades vistiendo y su elegancia. Pero al lado de lo que ella dio al país, esto constituía una bagatela. Lo más difícil de entender en este mundo es la generosidad con los demás y la prodigalidad con uno mismo. Ella entendió el poder y supo que el dinero es una forma, y muy importante, de poder.

Ella hizo el bien con obstinación, con vocación de reformadora.

Muchos se preguntan lo que hubiera sucedido si ella todavía viviera. Sin duda, a cada momento, le hubiera dado la solución adecuada, porque ella no era el dogma sino la vida, la realidad, el instinto.

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De Rudy ( Marcelo Daniel Rudaeff ), Premio Konex 2002, humorista, médico psiquiatra y escritor, es co-autor de humoradas en diario Pagina / 12, junto a Daniel Paz:

Eramos el granero del mundo, ahora somos el poroto soja del mundo, el tango viene de Africa, la birome la inventó un húngaro, Gardel era francés y uruguayo, obeliscos hay en Washington, corralitos parece que también, corrupción hay en todas partes, el dulce de leche tratan de imitarlo, lo único que nos quedaba, sí, lo único que nos quedaba era Perón, ¡ y ahora los norteamericanos, los yanquis, los estadounidenses, los de arriba, dicen que Perón es de ellos y se llama Obama ! ¿ Qué será de nosotros, compañeros, correligionarios, ciudadanos ... qué será de nosotros si ahora no sólo las vaquitas, sino también Perón, son ajenos ?

Y miren que no es el primer intento ... ya en el ´92, ¿ se acuerdan de " Los muchachos Perotistas " ?, Henry Ross Perot logró " tercera posición " después de Bill Clinton y George Bush. Y también hay líderes latinoamericanos que, caída la cortina de hierro, derrumbada la medianera de Berlín, ven en el peronismo la única salida, no digamos que al mar, pero al menos al mundo.

¿ Se imaginan a Obama " echando a los imberbes de la plaza ", o diciendo " para un norteamericano, no hay nada mejor que otro norteamericano " o " de la casa al trabajo, del trabajo a comerse una hamburguesa, y de comerse la hamburguesa a casa " ?. El, que ganó las elecciones diciendo " yes, we can ", saludando a las multitudes al grito de "¡ Mañana es San Obama, no se especula en la Bolsa !".

Y bueno, capaz que el 2030 los encuentra unidos o dominados, vaya uno a saber.

Como siempre, mejor que prometer es hacer chistes.

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De Virginia Feinmann, Germán Ferrari y José Pablo Feinmann, periodistas y escritores, articulistas en diario Página / 12, Buenos Aires:

¿ Qué habrá pensado el general Pedro Eugenio Aramburu el 29 de mayo de 1970 ? La fecha está cuidadosamente elegida. Se cumple, ese día, un año del Cordobazo. Se festeja, ese día, el Día del Ejército. De ahí en más, ese día será el de la muerte de Aramburu. ¿ Qué habrá pensado el hombre de la Libertadora, el fusilador del general Juan José Valle, cuando le dijeron que lo iban a matar y que el motivo principal era el de la muerte de Valle ?

Pero lo que uno piensa, lo que hoy podemos pensar con la serenidad de los años ( no con la frialdad de los años, sólo con esa serenidad que nos permite atrapar los hechos en su compleja trama , sin dejar nada afuera, tornando visibles todas las determinaciones que se cruzan en la trama de la historia, en un hecho que las convoca a todas ) es que la mano de la historia es larga, que la persistencia de ciertos sucesos se prolonga imprevisiblemente. Aramburu se habrá sorprendido. ¿ Quiénes eran estos muchachos ? ¿ Serían capaces de matarlo por un asunto como el de Valle ? ¿ No habrá quedado eso atrás ? ¿ No estábamos ahora preocupados por encontrarle una salida política a la Revolución Argentina ? ¿ No soy precisamente el garante de esa salida, el hombre ideal para encarnar ese proyecto ? Digamos una suposición disparatada: ¿ y si súbitamente pensó ?: " ¿ Debí haber recibido a la mujer de Valle esa noche ? Si hubiera tenido esa clemenecia tal vez estos muchachos serían ahora más clementes conmigo ". En fin, no importa. Pero algo ha de haber intuido acerca de los complejos caminos de la historia. Que son imprevisibles, que suceden sin causalidad alguna, pero tienen, algunos de ellos, una densidad asombrosa. La muerte de Aramburu condensa toda la tragedia argentina desde el 16 de junio de 1955 en adelante.

Se detesta la violencia, nadie debería morir, pero no se es ingenuo como para no saber que la historia está escrita con sangre, que el hombre es el lobo del hombre, que la violencia se cierne sobre este mundo desde sus orígenes y perdura hoy como si nada hubiera pasado, perdura aún con mayores posibilidades destructivas. El resultado deberá confrontar el postulado bíblico " No matarás " con el postulado antropológico e histórico " El hombre no puede matar ". Aramburu, como todo ser humano, no merecía morir, pero la muerte se la había ganado. Había hecho muchas de las cosas necesarias que suelen condenar a los hombres. Había ordenado muertes. Había despertado odios. Había sido impiadoso. Había desoído pedidos desesperados de clemencia. Hacerle decir a la mujer del general al que va fusilar que él, el único que puede impedir esa ejecución, " duerme " es de una crueldad inaudita. Ante todo, la debió haber recibido. Debió haber tenido la dignidad y el coraje de decirle en la cara por qué mataba a su marido. Y si no, no debió ordenar que le dijeran que él dormía. Era decirle: " Yo tengo la conciencia en paz, señora. La muerte de su esposo no me quita el sueño. Su desesperación tampoco. Usted, para mí, no vale nada porque es, precisamente, su mujer. El motivo que cree la autoriza a pedirme clemencia es el mismo por el que yo no la quiero ver. Porque se casó con un peronista, señora. Porque supo que él se alzaría contra nuestro gobierno, que es el que restauró la libertad, y siguió a su lado. Haber seguido con él es imperdonable. Usted es una peronista como él. Todo salió mal. Hay que pagar. La que esta noche no va a poder dormir es usted. Yo no. Yo estoy durmiendo. Se lo hago saber para que usted, justamente, sepa hasta qué punto mi conciencia está serena ". Hizo fusilar a Valle en una penitenciaría. Como a un reo. Como a un delicuente común. Feo lugar para morir. A él le habrá de tocar uno todavía peor.

El largo brazo de la historia ... esa línea tendida entre el patio de la Penitenciaria Nacional y el barro de la estancia de Timote, entre el oficial de la Libertadora que ordena " ¡ Fuego ! " y el joven montonero Fernando Abal Medina que dice: " Voy a proceder, general ".

Tantas vidas, tantas luchas, tanta sangre, acaso se hubiera podido frenar el desastre.

Lo que Perón no pudo frenar en el ´73 no es ( como le reprochan sus enemigos ) lo que él desató. Es lo que desató el odio gorila. Perón, es cierto, alentó a las formaciones especiales, a la violencia. Tiene su responsabilidad en eso, pero a la guerrilla la creó la necedad del país antiperonista. La torpeza antidemocrática y represiva del Ejército y de la oligarquía. ¡ Si hasta el santo viejito Arturo Illia, el intocado de nuestra historia, tiene una enorme responsabilidad en esto ! ¿ Por qué no se jugó por la Ley, por la Justicia, por la Libertad, por el Derecho y dejó que Perón retornara en 1964 ? Vamos a darle la palabra a una honesta y seria historiadora radical: " En noviembre del ´64, cuando todavía no se habían extinguido los ecos del Plan de Lucha, el gobierno de Illia enfrentó otro grave problema: el día 12 se anunció que Perón, Jorge Antonio, Augusto Vandor, Andrés Framini y Delia Parodi habían tomado pasaje en Madrid y se dirigían a Buenos Aires en un vuelo de Iberia. La opinión nacional se dividían en peronistas deseosos de reencontrarse con su líder y antiperonistas para quienes se corporizaba el fantasma del regreso de Perón. En los últimos meses había recrudecido la campaña " Perón Vuelve ", cuya sigla " PV " se escribía con tiza en las paredes de los barrios. La marcha peronista cantada insistentemente en las tribunas populares de los estadios de fútbol señalaba que el recuerdo de Perón estaba vivo. El retorno de Perón se frustró en Río de Janeiro a pedido de la Cancillería Argentina " ( María Sáenz Quesada, La Argentina, historia del país y su gente, editorial Sudamericana, Buenos Aires, 2001, p. 611 ). ¿ Quién estaba al frente de la Cancillería ? O mejor: ¿ Pertenecía esa Cancillería al gobierno del doctor Illia ? Entonces el buenazo del doctor Illia impidió un regreso que habría salvado infinidad de vidas en este país. Por decirlo todo, si Perón hubiese podido regresar en 1964, Aramburu no moría. Salvo de un infarto, de un cáncer o de un resfrío mal curado. No vemos, con sinceridad, qué cosas peores habrían podido sucederle al país si se le permitía a Perón regresar en esa fecha, cuando, indudablemente, lo intentó. Pero se le temía. " El fantasma del regreso de Perón ". Para bien o para mal, nadie despertó tanto el fervor popular en este país como Perón. Y esto horrorizaba a los militares y a la oligarquía. Si Perón volvía a la Argentina podría presentarse a elecciones, arrasando. Aceptar el regreso de Perón era aceptar entregarle el país. ¿ Cómo no lo iban a parar los radicales en Río de Janeiro ? Si no lo hacían, los echaban a patadas. El presidente Illia debió, sin embargo, jugarse entero. Señores, si yo no gobierno con la ley, no gobierno. Si para gobernar le tengo que prohibir a un argentino su derecho de volver al país, me voy. Debió haber hecho eso. Lo echaron de todos modos ... ¿ Qué ganó obliterando el regreso del " Maldito " ? Frustrado el regreso en 1964, la opciones para forzar el regreso del líder proscripto debían ser muchos más drásticas. Aquí - exactamente aquí - se abre la posibilidad histórica de la muerte de Aramburu. ¿ Quiénes abren esta posibildad ? Los que dejan bien claro que para traerlo a Perón va a ser necesario mucho más que un vuelo a través del océano y un aterrizaje al país. Porque Perón no puede volver, porque no puede haber democracia ni la habrá en tanto las masas sigan detrás de Perón asegurando su triunfo en cualquier elección democrática. Los que así pensaron fueron quienes hicieron fuego sobre Aramburu, aunque en última instancia haya sido Fernando Abal Medina quien lo hizo. Ellos eligieron la sangre. Perón, en el país, en 1964, no era la sangre. Era el tiempo. Una temporalidad sin duda agitada. Y un tiempo en que el peronismo habría vuelto al país. Con un Perón diez años más joven. Sin formaciones guerrilleras en acción. Con militantes duros. Con el vandorismo. Con lo que sea. Pero, todavía, no daba para la tragedia. Lo que siguió armando la trama final de la tragedia fue la prohibición de Perón. El miedo. La vigencia todavía absoluta del artículo 4161. A Perón, ni nombrarlo. Decreto - Ley 4161 del 5 de marzo de 1956. " Prohibición de elementos de afirmación ideológica o de propaganda peronista ". Se publicó en el Boletin Oficial del 9 de marzo de 1956. Vamos a citar íntegramente su artículo primero, ya que se trata de una pieza imperdible: Art. 1º Queda prohibida en todo el territorio de la Nación: a ) La utilización, con fines de afirmación ideológica peronista, efectuada públicamente, o la propaganda peronista, por cualquier persona, ya se trate de individuos aislados o grupos de individuos, asociaciones, sindicatos, partidos políticos, sociedades, personas jurídicas públicas o privadas de las imágenes, símbolos, signos, expresiones significativas, doctrinas, artículos y obras artísticas, que pretendan tal carácter, o pudieran ser tenidas por alguien como tales, pertenecientes o empleados por los individuos representativos u organismos del peronismo. Se considerará especialmente violatoria de esta disposición la utilización de la fotografía, retrato o escultura de los funcionarios peronistas o sus parientes, el escudo y la bandera peronista, el nombre propio del presidente depuesto, el de sus parientes, las expresiones " peronismo ", " peronista ", " justicialismo ", " justicialista ", " tercera posición ", la abreviatura P, las fechas exaltadas por el régimen depuesto, las composiciones musicales " Marcha de los muchachos peronistas " y " Evita capitana ", o fragmentos de las mismas, y los discursos del presidente depuesto o su esposa, o fragmentos de los mismos. b ) la utilización, por las personas y con los fines establecidos en el inciso anterior, de las imágenes, símbolos, signos, expresiones significativas, doctrina, artículos y obras artísticas que pretendan tal carácter, o pudieran ser tenidas por alguien como tales, creadas o por crearse, que de alguna manera cupieran ser referidos a los individuos representativos, organismos o ideología del peronismo. c ) La reproducción por las personas y con los fines establecidos en el inciso a ), mediante cualquier procedimiento, de las imágenes, símbolos y demás objetos señalados en los incisos anteriores.

Perón es un fascista. Perón es un nazi. Un depravado. Y las masas son brutas, son ignorantes, somos superiores.

Con menos odio, con menos miedo, con algo de inteligencia, con menos imbecilidad, habría corrido mucha menos sangre.

No fue Perón el que, engañándola, le hizo creer a la izquierda peronista de los ´70 que él era un líder revolucionario. Fueron los antiperonistas.

Perón regresa a la Argentina con el ideario de las veinte verdades, la garantía de un capitalismo popular, que era lo que buscaba. Y aquí el rechazo del peronismo combativo es unánime. ¿ 18 años de lucha para un capitalismo popular ? ¿ Para darles la manija a los sindicatos conciliadores, amigos de la burguesía ? Difícil aceptarlo. Los Montoneros hicieron un encuadre típico de su modo de pensar: Nosotros pusimos los muertos para que el líder regresara, nosotros queremos compartir la conducción con el líder. Conducción, Montoneros y Perón, o lucha y asesinato.

Nota: José Pablo Feinmann, filósofo, docente y ensayista, es autor del libro Timote, editorial Planeta, 255 páginas, año 2009.

*     *     *

De Francisco Salvador Robledo, granadero, sobreviviente del bombardeo a la Plaza de Mayo, en diálogo con el periodista Roberto Di Sandro, decano de los periodistas en la Casa Rosada, junio de 2009:

Estuve en Casa de Gobierno el 16 de junio de 1955 y soy uno de los sobrevivientes de aquella trágica jornada.

Llegué en un primer camión del Regimiento de Granaderos a Caballo General San Martín, y al bajar del vehículo desde la playa del edificio de Marina se recibió una metralla contra el camión que mató a seis camaradas y dejó heridos a otros cuatro o cinco, que fallecieron tiempo después. Los que nos salvamos fuimos enviados a diversos sectores de la Casa Rosada para su defensa. Las sirenas en las calles se oían sin cesar. Los efectivos de defensa de la Casa Rosada eran pocos, pero había que defender con valor la sede del Poder Ejecutivo.

El destino de todos los habitantes de la Casa Rosada, cerca de 150 personas, entre mujeres y hombres, fue el sótano. Una bomba cayó y una ráfaga de gas comenzó a filtrarse en el recinto, la gente comenzó a temer la muerte por asfixia. Las paredes comenzaron a vibrar con el estruendo de las bombas.

Posteriormente, en la tarde, después de las 17 horas, llegó un informe del coronel Golu, jefe de Granaderos, que sugirió a aquellos que querían salir del lugar oculto que lo podían hacer bajo su responsabilidad.

Ya saliendo de la casa de Gobierno, se pudo ver un horrible espectáculo de vehículos destruidos por el fuego y cadáveres de gente inocente. Se esperaba un nuevo bombardeo por lo que se procedió a romper las luces de la Plaza Colón, de esta manera, con el oscurecimiento se evitaría otras muertes.

Estoy orgulloso de haber defendido la Casa de Gobierno y la investidura presidencial.

*     *     *

De Víctor Laplace, experimentado actor, guionista y director, de impecable trayectoria en televisión, teatro y cine, que ha personificado al Gral. Juan Domingo Perón en varias oportunidades, entre ellas en el filme "Eva Perón" de Juan Carlos Desanzo:

Quizás la felicidad sea un momento del pasado.

Pertenezco a una generación con pretensiones de felicidad colectiva. Los días siguientes al 17 de noviembre de 1972, con Perón en la Argentina, fueron de felicidad. Ese es exactamente mi ideal de felicidad.


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