DOCUMENTOS SOBRE EVA DUARTE DE PERON 


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María Eva Duarte de Perón / Evita. Argentina 1919-1952

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HISTORIAS, ANECDOTAS y TESTIMONIOS 

Evita en el Hogar de Tránsito Nº 2, hoy Museo Evita, Lafinur 2988, Buenos Aires

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De Rubén Bortnik, escritor, autor del libro Historia Argentina y Dinámica Social, editorial Precursora, 191 páginas, año 1972:

Hasta la mitad de la década del 30 y desde los primeros tiempos de Yrigoyen ( 1920 ), la tendencia dominante en el Ejército estaba representada por la logia " General San Martín ". Esta logia determinaría la caída de Yrigoyen en 1930. El jefe de la logia era el general Agustín Justo y sus principales directivos, los militares José Benjamín Menéndez, Arturo Rawson, Pedro Pablo Ramírez y Juan Pistarini. Mientras en el país predominaban los esquemas agropecuarios clásicos, el predominio de la logia fue el de los militares que expresaban dichos intereses.

A partir de 1937, cuando se denota en el país el comienzo de un gran auge industrial, derivado de razones internacionales, y sensiblemente incrementado a partir de 1939, la crisis que en el terreno político se expresa en la antítesis Roberto Ortiz - Ramón Castillo, se refleja en la logia. Agustín Justo ya no no influía, sí Rawson y Menéndez. Pero la profundidad de la crisis al filo de la Segunda Guerra, dio nacimiento incluso a una nueva logia, el GOU, en esta última militarían hombres que luego ocuparían un primer plano ( Edelmiro Julián Farrell, Aristóbulo Mittelbach, Manuel Savio, Juan Filomeno Velazco, Juan Domingo Perón ). Como a su vez dentro del GOU ( Grupo de Oficiales Unidos ) se reflejan las distintas tendencias que movían a la oficialidad ( interés profesional, patriotismo, simpatías por el fascismo ) la logia no era lo suficientemente fuerte y homogénea como para actuar por sí sola y cuando el 4 de junio de 1943 el Ejército toma el poder cubriendo el vacío de poder del gobierno civil, lo hace en bloque, con todos sus sectores.

Sin embargo la tendencia dominante se revelaría de inmediato, ya que el primer presidente provisional es un sobreviviente de la logia " General San Martín " ( el general Arturo Rawson ), lo que determinó a los tres días su reemplazo por el general Pedro Pablo Ramírez, cuyo segundo es Edelmiro Farrell. El cambio era producto del afianzamiento definitivo del GOU y éste reflejaba la política que seguiría el Ejército a partir de entonces.

Durante el año 43 y a partir del 44 las fuerzas que luego constituirían la Unión Democrática atacaban sistemáticamente al gobierno militar y a los militares; la consigna " pro gobierno civil " ganaba las calles. Bajo una gran presión, instrumentada por tales fuerzas, se produce la ruptura con el Eje y el reemplazo de Ramírez por Farrell. El gobierno militar estaba hostigado por la oligarquía y a la vez aislado de las masas.

Dentro de la diversidad de matices de la logia, el sector más influyente era el que fundaba su acción en la doctrina militar de Manuel Savio ( los Altos Hornos en Zapla, la siderurgia en San Nicolás, las cuencas carboníferas de Río Turbio, la dirección de fabricaciones militares, etc., obras todas del Ejército, así lo prueban ). El sector menos influyente era el pro - fascista ( Aristóbulo Mittelbach ). Había algunos oficiales pro - fascistas. Que desde la " Unión Democrática " se acusara de " fascista " al gobierno militar y a la oficialidad en bloque, no significaba en manera alguna que esto fuera totalmente cierto.

Las pruebas " mas serias " sobre la existencia de fascismo en la Argentina pretenderá luego haberlas descubierto el diputado Silvano Santander, en su libro " Técnica de una traición - Juan Domingo Perón y Eva Duarte, agentes del nazismo "; el general Carlos Maximiliano von der Becke en su libro " Destrucción de una infamia " rebatió, sin réplica de Santander, todo lo allí afirmado, señalando incluso que los documentos fotocopiados eran falsos.

Hasta la Revolución del 43, los sindicatos habían estado dirigidos por socialistas y comunistas e integrados por obreros urbanos de origen y mentalidad europeos. Estos sindicatos fueron disueltos por el gobierno militar; ya en ese año el Gran Buenos Aires estaba poblado por obreros de origen criollo que hasta ese momento miraban con apatía la CGT - es decir, a las dos CGT - y gremios existentes, porque no veían en ellos la defensa real de sus intereses y de los del país. Sobre esta base y a favor de las condiciones económico - financieras reinantes con motivo de una guerra mundial en la que el país no participó, desarrolló su política el flamante Secretario de Trabajo y Previsión, el coronel Juan Domingo Perón.

Manteniendo la represión contra los dirigentes sindicales comunistas y socialistas, Perón promovió la formación de dirigentes noveles, creó nuevos sindicatos, sustituyó los caducos y fomentó, sobre todo, la constitución de federaciones de sindicatos por industria. La burguesía industrial no recibió tales medidas con agrado, pero Perón - apoyado en la política de la abundancia - las impuso autoritariamente y aún invitó a los trabajadores a movilizarse para defender sus conquistas. Por su parte, los partidos Socialista y Comunista atacaron esta política, formando fila con el resto de los partidos del sistema oligárquico. Esto, lejos de afectar a Perón aumentó aún más su prestigio que, ya a mediados de 1944, era significativo. Intérprete de las necesidades nacionales de la hora en cuanto éstas estaban consustanciadas con el interés profesional del Ejército, Perón con el apoyo de éste y de la clase obrera, inició una política nacional burguesa, con base proletaria.

La presión de la oligarquía y de los grandes poderes económicos contra el gobierno y, en particular, contra Perón - en quien veían al liquidador virtual de sus privilegios - aumentaba a medida que la guerra mundial llegaba a su fin y que la derrota del Eje era cosa descontada. Bajo este clima y en estas condiciones, el gobierno decretó la ruptura de relaciones con los gobiernos nazis. En esas circunstancias, el embajador norteamericano Spruille Braden, hombre de la United Fruit Co. y otros grupos económicos, inició contactos con los partidos conservador, radical, demoprogresista, socialista y comunista. El día 19 de setiembre de 1945, la oposición realizó un desfile que se denominó " Marcha de la Constitución y de la Libertad ". La sola mención de las figuras que encabezaban, dará una idea de que las fuerzas que se oponían al gobierno militar en tanto popular ( Perón ): Tomás de Anchorena y los dirigentes políticos Antonio Santamarina ( conservador ), Ricardo Rojas ( radical ), Nicolás Repetto ( socialista ) y Rodolfo Ghioldi ( comunista ).

Bajo la dirección de Braden, la presión desatada a través de los partidos, la universidad y la prensa llegó a su momento álgido. Grupos del Ejército, arrastrado por tales fuerzas, dieron un golpe que encabezó el general Eduardo Avalos, jefe de Campo de Mayo. Perón fue detenido y recluído en Martín García. La oligarquía festejó en su zona ( la avenida Santa Fe ) el suceso, ocupando las calles y embanderando los balcones. El general Edelmiro Farrell, enredado por los acontecimientos y por la falta de una política precisa en el Ejército, encomendó al doctor Juan Alvarez, procurador general de la Nación, la constitución de un gabinete " de conciliación nacional ", para poder abandonar el cargo, mientras el almirante Héctor Vernengo Lima, hombre neto de la oligarquía, propiciaba la entrega del poder a la Corte Suprema, también en manos de hombres de este sector. El general Eduardo Avalos, por su parte no compartía este criterio e inició consultas con el radical cordobés Amadeo Sabattini. Este, representante de los residentes italianos de la " pampa gringa " cordobesa, había sido neutralista; ahora, concluida la guerra y cuando los efectos del plan Marshall alcanzaban a Italia, se había " democratizado ". Avalos, pues, fracasó, mientras la momentánea caída de Perón revelaba la esterilidad de un nacionalismo militar sin base popular. La Revolución del 43 había concluído.

Mientras la oposición, orientada por Braden y por el aparato de propaganda, proclamaba, que " sólo la democracia unida y organizada podrá abatir al peronismo profascista ", en Avellaneda y luego en todo el Gran Buenos Aires, se había desatado la huelga general. El 17 de octubre de 1945 grupos nutridos de obreros atravesaron los puentes de acceso a la Capital y marcharon hacia el centro de la ciudad. A medida que los grupos avanzaban iban paralizándose más fábricas y nuevos trabajadores engrosaban las columnas. Sus integrantes muchos en camisa y otros sin ella; unos a pie, otros en camiones; mujeres con criaturas en brazos, marchaban entonando estribillos de adhesión al coronel Perón y a su política, como así de reprobación a la oligarquía. Al llegar a la Plaza de Mayo, muchos manifestantes refrescaron los pies en las fuentes, frente a la asombrada indignación de los antiperonistas que - en silencio más prudente que respetuoso - presenciaban la marcha interminable de los " cabecitas negras ". Los comercios cerraban sus cortinas y cuando llegó la noche todavía continuábanse acercando grupos a la Plaza de Mayo, mientras parecido espectáculo se advertía en algunos lugares del interior. Sobre esta base, el sector nacionalista del Ejército exigió y obtuvo la libertad de Perón y la convocatoria a elecciones.

Más como los elementos antiperonistas conservaban importantes puestos, aquel mismo sector dio un golpe de mano encabezado por los coroneles Juan Filomeno Velazco, Carlos Mujica y José Domingo Molina, quienes detuvieron al general Santos Rossi, jefe de la guarnición Buenos Aires, ocuparon la jefatura de Policía y el diario " Crítica ". El día 18, el general José Humberto Sosa Molina se hacía cargo del ministerio del Ejército, el contralmirante Abelardo Pantín del de la Marina y los coroneles Velazco y Mujica de la Jefatura y Subjefatura de la Policía Federal. Asegurado por esa vía el camino del comicio, la oligarquía debió enfrentarse con una nueva situación, mientras, y sin lograr alterar el curso de los acontecimientos, aquellos oficiales que en realidad se habían jugado a un Perón " mussoliniano ", lo abandonaron cuando vióse claramente que su base política era la clase obrera.

Perón era un coronel con prestigio en el Ejército y particularmente en el GOU; hizo carrera en el Ejército antes de hacer carrera en la política propiamente dicha, o dicho de otra forma, pudo hacer carrera en la política, porque la había hecho ya en el Ejército. Llegó constitucionalmente al poder en 1946, pero ya en 1944 tenía tres cargos claves ( vicepresidente provisional, subsecretario de Guerra, secretario de Trabajo y Previsión ); los tenía porque se los había deferido el Ejército. El 17 de octubre de 1945 el Ejército pudo quedarse en los cuarteles pero aprovechó la situación para salir. Farrell ordenó bajar los puentes de acceso a la Capital; Mujica y Velazco ordenaron a la policía no sólo que no reprimiera, sino que acompañara a los trabajadores. Y si no hubiese sido porque el Ejército garantizó como institución los comicios del 24 de febrero de1946 ( en realidad, los primeros y únicos sin fraude en nuestra historia ), ni los comicios se hubieran realizado ( ya que esto se resolvió con posterioridad al 17 de octubre de 1945 ), ni Perón hubiese llegado al gobierno. Hasta allí duró la política obrerista " pura " de Perón, iniciada en noviembre de 1944, ( 15 meses antes ).

Cuando Miguel Miranda, un industrial hojalatero que se preocupó de su interés inmediato y no del desarrollo industrial de país, hombre favorecido por Perón, no hizo la política de promoción de la industria pesada que preconizaba entonces el Ejército, éste impuso a Perón la eliminación de Miranda y entonces debió salir del gabinete. Y cuando el general Benjamín Menéndez encabeza el golpe militar del 28 de setiembre de 1951, el Ejército en bloque respalda a Perón y a su gobierno, y desbarata la intentona de Menéndez.

Recién a partir de 1953 el Ejército comienza a decidir que Perón no podrá ser ya su representante político.

El 17 de octubre de 1945 el Ejército salió porque quiso, porque tenía motivos para salir, no por Perón; que Peron sintetizara las aspiraciones de la tendencia dominante en el Ejército, es otra cosa. Perón subió porque el Ejército posibilitó su ascenso y ello deriva de que se sentía representado en cuanto a sus aspiraciones profesionales de la hora en la figura y en la política de Perón.

El 16 de setiembre de 1955, Perón cayó porque el Ejército decidió su reemplazo; porque ya no podría representarlo en esas condiciones. A Perón lo respaldan en 1955 sólo los militares retirados, es decir los que lo habían ayudado a subir diez años atrás. Los que estaban en actividad, son los que negociaron los términos de su reemplazo por el general Eduardo Lonardi. Ambas promociones representaban al Ejército; una, el de diez años atrás; la otra al presente, esto es, el de 1955. La política toda, buena o mala - objetivamente, es decir en la medida en que lo profesional coincida con el progreso nacional - siempre fue política del Ejército y no de Perón. Su poderoso aparato policial de nada sirvió cuando el Ejército decidió su reemplazo. La Policía Federal dependió siempre del Ejército, desde que el coronel Juan Filomeno Velazco le ordenó prestar marco a la jornada obrera del 17 de octubre de 1945 hasta el momento que el general León Bengoa le ordenó perseguir a los peronistas.

Nota:

El poder militar no vio con buenos ojos la relación de Perón con la actriz Evita Duarte.

En 1951, la postulación de Evita a la candidatura a la vicepresidencia de Nación, por ende a la posibilidad de llegar a la presidencia de la Nación por fallecimiento del presidente y en condiciones de dar órdenes a las Fuerzas Armadas, resultó inconcebible para los militares de la época que una mujer plebeya, actriz, de lenguaje fanático, llegase a convertirse en la Comandante en jefe de las tres Fuerzas Armadas. Sólo un ingenuo puede pensar que no hubo presiones militares.

El 1º de julio de 1974, al fallecer el general Juan Domingo Perón, el presidente de la Nación, su esposa María Estela Martínez Cartas de Perón, en su condición de vicepresidenta, asumió la presidencia de la Nación y pasó a ser la Comandante en jefe de las tres Fuerzas Armadas. " Isabelita " fue depuesta por un golpe militar el 24 de marzo de 1976.

Cabe destacar que en 1957 un sector del Ejército ( " Revolución Libertadora " ) sacó el cuerpo de Evita de la Argentina y lo llevó a Italia, Europa. Después de 14 años, otro gobierno militar ( " Revolución Argentina " ) trasladó el cadáver desde Milán a Madrid para entregárselo a Perón, 3 de setiembre de 1971. Y finalmente, el 22 de octubre de 1976, otro gobierno militar ( " Proceso de Reorganización Nacional "), desalojó el cadáver de Evita de la quinta presidencial y lo entregó a los familiares, siendo entonces ubicado en el Panteón de la Flia. Duarte, en el cementerio de la Recoleta.

A partir de la década del 80, comenzando con Alfonsín, después con Menem, De la Rúa, Duhalde ... se fue desmantelando y restando poder a las Fuerzas Armadas.

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De Loris Zanatta, profesor de Historia de América Latina en la Facoltà di Science Politiche " Roberto Ruffilli ", Università degli Studi di Bologna, Polo di Forli, Italia, autor del libro Breve historia del peronismo clásico, editorial Sudamericana, Buenos Aires, 224 páginas, año 2009:

En 1951, el año de la reelección, que vio la apoteosis de Perón, fue también el del comienzo del descenso del telón para Evita. Mejor dicho, el telón bajaría sobre su vida y su poder concreto, porque el mito, aún más potente, la sobreviviría y continuaría poblando la historia y el imaginario de los argentinos, los que la habían amado y los que la habían detestado, e inclusive los que nacieron después de su muerte y la conocieron ya transfigurada.

En agosto de 1951, llegó a lo más alto su unión mística con el pueblo, a la vez que la liturgia del régimen exhibía su más emotiva prueba de eficacia. Pero fue también la oportunidad en que la comunidad organizada llegó a su punto crítico más delicado. Los peronistas y el veto militar, la soberanía del pueblo invocada a cada instante y las bases corporativas estuvieron a punto de chocar abiertamente, con lo que habrían hecho saltar por el aire la ambición, central en Perón, de restaurar la armonía nacional mediante el garantido equilibrio entre los diferentes órganos de la sociedad.

Si Perón se allanó al fin a aquel imperativo, e indujo a Evita a renunciar a sus aspiraciones políticas, ella empezó a concretar esa renuncia poco después del tumor que le diagnosticaron en setiembre de 1951. Es probable que el mal hubiera sido descuidado y que, como pensaban muchos, se hubiera visto agravado por la enorme carga de estrés a la que había estado sometida Evita en los últimos años. Lo cierto es que abrió una larga y por momentos misteriosa agonía, que por meses y meses tuvo sin aliento a la Argentina entera. Durante esos meses el país se vio inundado por la celebración de Eva y por su propia autocelebración. El punto culminante de ésta, La razón de mi vida, el libro redactado por un periodista español y reordenado por un más prosaico ministro peronista, fue, según Eva, " el hijo que nunca tuve ".

Su destino quedó cumplido el 26 de julio de 1952. Anticipando el prolongadísimo luto y las escenas de dramática y a veces histérica emoción que durante mucho tiempo conmoverían al país, un locutor anunció por la radio oficial que Eva Perón había " entrado en la inmortalidad ". Perón y su régimen recibían la misión de administrar la complicada herencia de Evita, pero ya nada sería como antes.

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De Elena Roger, talentosa cantante y actriz argentina, internacionalmente conocida, Premio Oliver 2009 a la Mejor Actriz por su actuación protagónica en la obra " Piaf ":

Sin duda, mi ida a Londres para hacer " Evita " fue mi gran salto.

Transité la escena local con comedias musicales ( La fiaca, La bella y la bestia, Fiebre del sábado por la noche, Los miserables, entre otras ) y resulté ser elegida por el director Andrew Lloyd Weber para protagonizar el musical " Evita ".

Ya había estado en Londres como turista en más de una oportunidad. Pero esta vez era un momento de disfrute laboral. Me sentí muy respetada. Precisamente, como se trataba de una obra que hablaba de la Argentina yo podía - con mi inglés básico - contarles cosas para que entendieran mejor la historia de Evita. ¡ Jamás imaginé que iba a trabajar en Londres !

Soy muy trabajadora ... y siento tanto cuando canto ... a los 11 años ya estudiaba zapateo americano, clásico, danza jazz y flamenco. Hasta que me encontré cara a cara con el mismísimo Lloyd Weber. La cita fue en la casa del director. Canté Don´t cry for me, Argentina ... y todas las dudas se disiparon por completo.

La garra de Evita y la de Edith Pif son mis garras a la hora de subirme al escenario. Con Edith Piaf es con la que más similitudes encuentro. Creo sentir la misma pasión que sentía ella al cantar. Fue una vanguardista, al igual que Evita.

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De Alejandra Giuliani, historiadora y escritora, en el libro Historia Argentina Contemporánea - Pasados presentes de la política, la economía y el conflicto social, de Mabel Scaltritti, editorial Dialektik, Buenos Aires, 512 páginas, año 2008:

Las Fuerzas Armadas atravesaron un proceso de expansión y de modernización durante el gobierno peronista. Obtuvieron aumentos del presupuesto militar - aunque selectivos por armas - y mejoras en la situación económica del cuerpo de oficiales. Buena parte de éstos, en especial los sectores del Ejército, se habían identificado con la industrialización nacional y con las ideas anticomunistas, desde los orígenes del peronismo. Además, hubo una clara participación de oficiales en funciones estratégicas del gobierno y la jerarquía militar mantuvo su influencia en decisiones institucionales centrales, como el veto a la candidatura de Eva Perón a la Vicepresidencia de la Nación para las elecciones de 1951. De modo que, si bien la Marina se mantuvo siempre en las filas del antiperonismo, el grueso del Ejército permaneció peronista, al igual que la Aeronáutica, arma creada por el gobierno de Perón.

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De la Dra. Haydeé Frizzi de Longoni, secretaria privada de Evita, integrante del Centro Universitario Argentino, entidad cívica de profesoras universitarias, en el libro Evita Capitana - El partido peronista femenino, de la Dra. Carolina Barry, ediciones Eduntref ( Editorial de la Universidad Nacional de Tres de Febrero ), Buenos Aires, 368 páginas, año 2009:

El 8 de febrero de 1946, se organizó junto con otras entidades, una gran convocatoria femenina en el Luna Park para proclamar la fórmula Perón - Quijano, a la que asistieron unas 25.000 mujeres que aclamaban vivamente a Perón. Debido a un malestar que lo aquejaba, el hombre del momento no pudo asistir, enviando en su lugar a su esposa, quien, a esta altura de los hechos, no causó mayor simpatía entre las asistentes y ni siquiera pudo terminar de leer un mensaje de Perón disculpándose por su ausencia.

Al retirarse Eva Perón del Luna Park y al pasar por entre las enfurecidas asistentes, cientos de ellas sacaron los alfileres de sus sombreros y la pincharon en la baja espalda, márcandose en su impecable y habitual traje claro de verano, un sin número de pequeñas manchas rojas, producto de los pinchazos.

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De Juan Martini, escritor rosarino, beca de la Fundación Guggenheim (USA ), director de talleres de escritura narrativa, autor del libro titulado Cine, editorial Eterna Cadencia, 200 páginas, año 2009:

Eleonora Duse, una de las mujeres interpretadas por Eva Duarte en el ciclo Grandes mujeres de todos los tiempos, que Radio Belgrano puso al aire entre 1943 y 1944, trabajó en una sola película ( Cenere, 1916 ). Evita, después de interpretar el personaje de Eleonora Duse, quedó embelesada con su carácter y sus ideas.

Eva Duarte hizo 6 películas, debutó en el cine a los 18 años y a los 26 años abandonó definitivamente el cine, el teatro y la radio.

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De Anahí Ballent, arquitecta y doctora en Historia, docente de la Universidad de Quilmes, investigadora del CONICET, escritora, autora del libro Las huellas de la política - Vivienda, ciudad, peronismo en Buenos Aires (1943 - 1955 ), editorial Universidad de Quilmes, 281 páginas, con ilustraciones, de la colección Las ciudades y las ideas, año 2005:

El amor, el poder, la muerte: éstas parecen ser las coordenadas de una arquitectura tensada por la política. En torno a la figura de Eva Perón se configuró uno de los conjuntos arquitectónicos más relevantes desde el punto de vista de los significados políticos y sociales de la arquitectura producida por el peronismo. Tal conjunto estuvo compuesto por los programas sociales de la Fundación Eva Perón ( 1946 - 1955 ), por la imágen arquitectónica de la institución ( sede central, 1950 ) y por la evocación monumental de la figura de Eva ( monumento - mausoleo, 1952 - 1955 ).

Este fue prácticamente el único sector de la producción del período que se ligó de manera directa con una figura, generando una relación de fuerte identificación entre una personalidad política y su obra. Más aún, la impronta estética fue un instrumento central en la construcción del mito político de Eva: ella misma se transformó en el mayor ícono creado por el peronismo. La estetización de su figura no la abandonaría después de su muerte: su propio cuerpo sería obligado a permanecer eternamente bello e inmutable, a transformarse en una obra de arte total, en la cual el sujeto representado y su representación se fundirían de manera completa y definitiva.

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De la Lic. Dora Barrancos, socióloga, profesora de Historia Social Latinoamericana, doctora en Ciencias Humanas por la Universidade Estadual de Campinas ( UNICAMP ), Säo Pablo, Brasil, historiadora, directora del Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género ( IIEG ) de la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, investigadora del CONICET, escritora, autora de Mujeres de la sociedad argentina - Una historia de cinco siglos, editorial Sudamericana, 352 páginas, año 2007:

La figura de Evita constituye una excepcionalidad en varios sentidos.

Nacida en un hogar humilde y de una relación ilegítima, transitó un camino ascensional que no fue perdonado por sus detractores.

El encuentro con el coronel Juan Domingo Perón cambió su vida de raíz - y también de la sociedad argentina -, pero tuvo una intuición profunda y una gran sagacidad a la hora de acompañar a su esposo.

Evita ofrece una paradójica alternancia entre la autonomía y la dependencia. El poder político no quedaba inmune a los desafíos de género que ofrecía la gravitación de la mujer del presidente - algo inédito -, aunque, a la postre, fuera funcional al reforzamiento de la figura masculina. Pero esa operación era más compleja, puesto que una porción importante de la ofrenda reverencial que Eva Perón solicitaba para el conductor, también estaba dirigido a ella, y debe mirarse el reverso: las devociones que le dispensaban los descamisados. En efecto, el liderazgo de Perón era regente y dominante, pero los sentimientos de millares de varones identificados con su figura, veneraban tal vez con más exaltación a Evita, la hallaban superior, y aunque hubiera mucho de estilo reverencial rendido a la madre, no puede dejar de pensarse en que esos sentimientos se tributaban a un sujeto político encarnado en un ser femenino, una inflexión en el extenso imaginario que discriminaba a las mujeres. Sin duda la intervención reparadora de Evita se dirigía a toda la población afectada en derechos, fueron las mujeres y los niños sus principales destinatarios, tal como ocurría con la Fundación que llevaba su nombre. Entre las iniciativas directamente dirigidas a las mujeres se encuentran los tres hogares de tránsito que se abrieron en Buenos Aires y el Hogar de la Empleada, destinado sobre todo a muchachas que venían del interior a trabajar a la capital. Los discursos de Eva redundaron en un lenguaje que llamaba a las mujeres a una completa identificación con Perón, a comprometerse por entero con el régimen ocupando diversos " puestos de lucha " - como acostumbraba expresar con tono épico -, pero al mismo tiempo contenía notas clásicas acerca de la condición femenina que subrayaban su decisivo papel en el hogar, en la crianza de los hijos. Este contrapunto entre las obligaciones públicas y domésticas de las mujeres, y el alejamiento de cualquier presupuesto liberador " feminista ", fue constante en su retórica. Pero su impulso fue decisivo para aumentar la participación de las seguidoras en la política, puesto que se le debe a Evita el haber originado un segmento de representación propia en el seno del Partido Justicialista, la Rama Femenina. Se ha sostenido que Eva Perón pudo inspirarse en la Sección Femenina de la Falange Española y no debería sorprender que hubiera sido así, puesto que durante su viaje a Europa se había interiorizado especialmente sobre esa experiencia. En poco tiempo ese segmento presentaba mejor organización y seguramente más disciplina que las secciones dirigidas por los varones debido a la férrea conducción de Evita. Fue ella quien indicó a las mujeres de mayor identificación con la causa que no presentaran flancos en materia de probidad moral - sí, esta fue su preocupación - para ser cuadros de la fuerza. En 1951, como resultado de la elección en que se estrenó el voto femenino, las cámaras vieron un número de mujeres cercano al 30 %, circunstancia casi única en la experiencia mundial.

No sólo en la arena política Evita acicateaba los cambios que transformarían a las mujeres. Ella autorizaba los desafíos de las miles que daban un paso para construir independencia y para asomarse a una vida amatoria más autónoma, a dejar encierros, y que permitían a las jóvenes asomarse a experiencias menos encorsetadas - en las que eran comunes las sensaciones eróticas -, que constituyen una marca de los años peronistas, una contribución de la bizarría de Evita.

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De Pablo Camogli, técnico superior en periodismo, docente, historiador por la Universidad de Cuyo, Mendoza, investigador, autor del libro Batallas entre hermanos, editorial Aguilar, 344 páginas, año 2009:

A lo largo del siglo XIX, la Argentina siempre estuvo en guerra. Durante buena parte del siglo XIX carecimos de unidad y habría que preguntarse sobre qué bases la tuvimos luego. Entre 1860 y 1870 murieron miles de argentinos en decenas de batallas, miles de vidas costó consolidar el teritorio nacional, miles de porteños muertos en Buenos Aires en 1880 ... Sostener que de semejantes conflictos pudo emerger rápidamente una sociedad progresista es una idea a discutir. Habría que revisar el siglo XIX para entender qué nos pasó en el siglo XX, porque si partimos de que en el siglo XIX eramos un país de progreso y civilización, no se entiende lo que vino luego, sino que nuestro punto de partida no era ese estado idílico de granero del mundo, en donde se educaban todos, y había alimentos para todos. Se suele olvidar que Mitre y Sarmiento llevaron a cabo una política represiva feroz, con campamentos de torturas, con fusilamientos, con quema de pueblos enteros en el interior. Realmente fue muy duro lo que se vivió en esa época.

La Argentina del Centenario era también un país en una profunda crisis social. Paseaba la Infanta Isabel de España por las calles de una majestuosa Buenos Aires, pero había movilizaciones obreras brutalmente reprimidas y el 30 % de la población era analfabeta todavía, en 1914.

Lo que que encontramos en el siglo XX hasta 1983 es una continuidad de las Fuerzas Armadas como un bando político, o sosteniendo a bandos políticos, al momento de la disputa en términos políticos, y por momentos pretendiendo asumir ellos la representación política de la totalidad de la Nación. Esto hizo que la presencia militar perdurara tanto y de manera tan intensa, con los extremos vividos durante la dictadura que va de 1976 a 1983.

Desde el 83, hubo muy pocos momentos en los que el gobierno y oposición realmente se sentaron a ver qué se hacía y se comprometieron a hacerlo.

Con mucho menos violencia, de algún modo, la guerra civil permanente parece formar parte de nuestra identidad nacional. Lo vemos en el fútbol como en la política. La incapacidad de aceptar al otro y poder construir juntos, eso le cuesta mucho al argentino.

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Del cardenal Jorge Mario Bergoglio S.J., Arzobispo de Buenos Aires y Primado de la Argentina, profesor de Teología, miembro del Pontificio Consejo para la Familia, Canciller de la Universidad Católica Argentina:

La justicia, el pan y el trabajo no hay que buscarlos con hambre y sed de venganza y de odio, no, no, con hambre y sed de cristianos.

Es una injusticia que en nuestra tierra bendita falte el trabajo y el pan.

La parábola del Buen Samaritano nos enseña con qué iniciativas se puede rehacer una comunidad de hombres y mujeres que obran y sienten como verdaderos socios. Hombres y mujeres que hacen propia y acompañan la fragilidad de los demás, que no dejan que se erija una sociedad de exclusión sino que se aproximan - se hacen prójimos - y levantan y rehabilitan al caído para que el bien sea común.

Nota: De carácter misionero, fuertemente apegado a lo popular y al trabajo comunitario, el cardenal Bergoglio, mente brillante y bajísimo perfil, se destaca por su absoluta austeridad, cuya muestra más cabal es su costumbre nunca perdida de viajar en colectivo por la ciudad de Buenos Aires.

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De Osvaldo Soriano, premiado escritor y periodista argentino, sus trabajos han sido publicados en veinte países y traducidos a los idiomas inglés, francés, italiano, alemán, portugués, sueco, griego, noruego, polaco, hebreo, danés, ruso, checo, holandés y húngaro, autor de No habrá más penas ni olvido ( 1978 ), Cuarteles de invierno ( 1980 ) y A sus plantas rendido un león ( 1986 ):

En mi infancia errante y feliz por los pueblos de provincia, tras los destinos laborales de mi padre, los únicos juguetes que recibía eran los enviados por la Fundación Eva Perón.

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De la Prof. Norma Durango, directora del Museo Evita y del Lic. Roberto Baschetti, historiador y escritor:

El Museo Evita se inauguró el 26 de julio de 2002, al cumplirse 50 años del fallecimiento de Eva Perón, y está ubicado en una casona de calle Lafinur número 2988, que fue adquirida por la Fundación de Ayuda Social Eva Perón, en donde funcionaba el Hogar de Tránsito Nº 2, lugar que albergaba a mujeres del interior en su paso por Buenos Aires.

En las vitrinas de sus salas se exhiben fotografías y objetos que pertenecieron a Evita, como los vestidos diseñados por el modisto Paco Jamandreu. Videos en inglés y castellano, música ambiental, un muy bonito patio andaluz, biblioteca, hemeroteca, un café - restó y una tienda de recuerdos ofrecen más comodidades al visitante y al turista.

Sabía usted que: En 1951 todos los niños del país fueron controlados, recetados si hacía falta y curados por medio del Tren Sanitario de la Fundación Eva Perón, que repleto de medicamentos y profesionales de la salud, recorría las provincias argentinas.

El talentoso dibujante Walt Disney se inspiró en la Ciudad de los Niños creada por Evita y en el Castillo Neuschwanstein de Luis II de Baviera, para construir el maravilloso mundo para niños de Disneylandia.

La cantante de color norteamericana Josefina Baker, de paso por la Argentina en 1952, en homenaje a Evita y su obra, le dedicó un discurso titulado La Antorcha.

La Fundación Eva Perón donó ropa para 600 niños carenciados de la ciudad de Washington a través de la Children´s Aid Society ( USA ) y que por medio de la misma Fundación se repartieron ropa y juguetes entre los niños de familias obreras francesas, en Montrouge ( Francia ). Además, luego de la guerra civil española, Evita envió un barco con alimentos a España, actitud que le valió el amor del pueblo español hasta el día de hoy. El profesor de historia Raanan Rein de la Universidad de Tel Aviv ( Israel ), asevera que, durante la primera presidencia de Perón, Evita envió frazadas a los niños pobres de Israel.

En agosto de 1948 el Instituto Superior del Observatorio Astronómico de la UNLP ( Universidad Nacional de La Plata ) descubrió un nuevo pequeño planeta y le puso el nombre de " Evita " por su intensa labor cristiana a favor de los niños, de los ancianos y de los desamparados.

Por decreto nacional Nº 13.151 del año 1952, se otorgaban las Becas Eva Perón en los Liceos militares a jóvenes de bajos recursos para que, satisfaciendo su vocación, pudieran llegar a ser oficiales del Ejército Argentino.

El escritor Jorge Luis Borges en su cuento El simulacro gira la trama sobre el luto y la muerte de Eva Perón. El cuento Las puertas del cielo, publicado por Julio Cortázar en Bestiario, el relato de la muerte de Celina recuerda a la muerte de Eva Perón. El escritor uruguayo Juan Carlos Onetti escribió un cuento llamado Ella que también trata sobre la muerte de Evita. Además, la novela Santa Evita del escritor argentino Tomás Eloy Martínez, editada en 1995, vendió más de un millón de ejemplares en todo el mundo. Rodolfo Walsh, autor del cuento Esa Mujer, narra el secuestro del cadáver de Evita.

En el año 1997 de visita a la Argentina, el primer lugar que quiso conocer Hillary Clinton, por entonces esposa del presidente de los EE.UU, fue la tumba de Evita.

Fallecida Evita el 26 de julio de 1952, desde el omnipotente Estado peronista se le brindó un cúmulo de honores y homenajes sin fin que contribuyeron a fortalecer su mto. Si uno se toma el trabajo de ver las fotos de la capilla ardiente que vela sus restos, llamará la atención la presencia de los símbolos de la fe civil y la fe cristiana, es decir el escudo peronista y la cruz católica, expuestos ambos en un primer plano de igualdad a la vista de los compungidos presentes. Al respecto hay que retrotraerse a los momentos de su enfermedad y agonía que llevaron al pueblo peronista a manifestarse multitudinariamente. Millares de hogares humildes levantaron improvisados altares con su foto, estampa o figura y una vela encendida rogaba por su pronta recuperación que nunca llegó. Pese al deceso de la primera dama, a esos primitivos altarcitos que no sucumbían se les sumaba una inmensa cantidad más, que encontraban en Evita las virtudes de una santa. Resulta significativo descubrir en las narraciones de diarios y revistas de la época la imagen de Evita asociada a la mismísima Virgen María, o presentada como el " Mesías prometido ", o en dibujos celestiales con aureolas de santo alrededor de su cabeza y con epígrafes que la nombran " Santa Eva de América " o que afirman " Nuestra mártir del trabajo está ya santificada.

Como un resultado lógico que se desprende en forma natural de lo explicitado anteriormente, se manifiesta el nuevo rol de Eva Perón, ahora como imprescindible intermediaria entre Perón y los trabajadores; del mismo modo que muchas veces lo es una madre ( Eva Perón ), entre el padre ( Juan Domingo Perón ) y sus hijos (todos los trabajadores peronistas ). Esa " maternidad " guarda las características de ser asexuada y sobrenatural. También cobra importancia la permanente exaltación de la belleza y juventud de Evita al momento de su muerte y la idea que subyace en cuanto a ser una elegida de Dios.

Lógicamente toda esta exposición activó el recelo de la jerarquía eclesiástica, que no estaba dispuesta a compartir el universo santoral ( que hasta ese momento tenía en exclusividad ), con la llegada de nuevos canonizados por mandato popular, que además no respondían ciento por ciento a sus designos. En tal sentido debe verse la sutil presión de la Iglesia sobre el Estado para que los altares a Evita pasaran a denominarse - desde los medios de comunicación - " altares cívicos ", como una manera informal de delimitar lo natural de lo sobrenatural. Pero el pueblo, con el aval del Estado, siguió adelante con sus homenajes como, por ejemplo, el desfile multitudinario nocturno de antorchas encendidas en memoria de la " Abanderada de los humildes " o la amplia organización y movilización que llevó a cabo con el fin de poder edificar el futuro monumento que guardaría sus restos. En tal sentido, ya no bastaba recordar sino que también había que inmortalizar; y esto está en relación directa con los ritos y monumentos necesarios para renovar las significaciones: única manera de que un hecho memorable se volviera para siempre conmemorable. Pero todo cambia.

La caída de Perón en 1955, la prohibición de su nombre y el de su mujer a través de un decreto - ley y el robo del cadáver de Evita serían hitos de la Resistencia Peronista; dieciocho años de lucha y proscripción, de cárceles y persecuciones, torturas y fusilamientos, " caños " y puebladas que irían sumando a una nueva camada de jóvenes resistentes dispuestos a dar la vida, si era necesario, por el regreso de Perón. En tal sentido permanentemente levantarían toda la iconografía de Evita ( sus puños crispados que emergen del trajecito sastre, su mirada seria sedienta de justicia, su pelo largo suelto militante ) y tomarían como propias las duras consignas que ella en forma permanente les dedicaba a la oligarquía, a los imperialistas y a los vendepatria.

Ya no era la Eva santa de los altares y monumentos correspondientes a épocas pacíficas, sino la Evita combatiente que daba nombre a ateneos, sindicatos, unidades básicas, agrupaciones y formaciones especiales; aquella que sabía de qué hablaba cuando pronunció proféticas palabras: " Yo no quise ni quiero nada para mí. Mi gloria es y será siempre el escudo de Perón y la bandera de mi pueblo, y aunque deje en el camino jirones de mi vida, yo sé que ustedes recogerán mi nombre y lo llevarán como bandera a la victoria ".

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De Miguel Murmis, profesor honorario de la Universidad Nacional de General Sarmiento ( UNGS ) y de la Universidad de Toronto ( Canadá ), y Juan Carlos Portantiero, docente, sociólogo, doctor honoris causa de FLACSO ( Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales ), autores de Estudios sobre los orígenes del peronismo, editorial Siglo XXI, 192 páginas, edición año 2004:

A través de los sindicatos los obreros apoyaron a Perón, él representaba la legitimación de sus derechos que habían sido anteriormente pisoteados. Durante los períodos anteriores al peronismo, las demandas de los obreros nunca fueron tenidas en cuenta, ni siquiera escuchadas.

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De Osvaldo Bayer, periodista, anarquista a ultranza, investigador de la historia argentina, guionista cinematográfico, Doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires por su trayectoria en el campo de los derechos humanos, escritor, autor de La Patagonia rebelde, tomos I, II, III y III, editoral Planeta, edición booklet, año 2007:

Me hubiera gustado polemizar con Evita y con Perón.

Yo escribí una nota sobre el discurso de alabanza de Eva Perón a Franco, en España, el 1º de mayo de 1949, que me parece una cosa espantosa.

Evita va a España y Franco le prepara un acto con los " sindicatos verticales ", como se decía. Evita le dice textualmente a los obreros: " Así como los obreros argentinos obedecen siempre lo que les ordena el general Perón, ustedes los trabajadores españoles tienen que obedecer al general Franco ". Esto es indignante, yo tenía 9 años cuando fue la Guerra Civil Española.

Lo que propongo es que hay que decir la verdad histórica.

Por analizar el discurso de Eva Perón no me alejo de ella. Pongo bien alto la acción social que patrocinó Eva Perón.

Estas cosas no las digo como un " gorila " sino como cosas que el peronismo tiene que hacer, la autocrítica. Gorilas son los que aplaudieron los fusilamientos de Aramburu en 1956 o los bombardeos a Plaza de Mayo de 1955.

¿ Quién terminó con los ferrocarriles ? Carlos Menem, un peronista. El gobierno más liberal de la historia lo hizo un peronista.

Nota: Evita estuvo en España en 1947 y no en 1949. Partió a Europa el 6 de junio y regresó el 23 de agosto de 1947.

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De Juana Doña ( Juana Doña Jiménez ), dirigente comunista, feminista, sindicalista y escritora española:

Soy comunista desde que tengo 13 años.

Evita me rescató de ser fusilada por Franco.

Nunca pude darle las gracias. Tampoco verla, ni intercambiar carta o palabra alguna.

Yo tenía 29 años cuando me condenaron a morir fusilada. Evita, 27 años cuando se plantó frente a Franco para pedir por mi vida. Vivo por ella.

Mi hijo Alexis le escribió a Evita. No la inventó el niño, se la dictaron, pero él la escribió con su letra y lo hizo muy bien. Yo ya estaba condenada, presa en Madrid. Mi madre lloraba, y a mi hermana Valia se le ocurrió que el niño escribiera un cablegrama a Evita pidiéndole por mi vida, julio de 1947. Ella se lo pidió a Franco y Franco no le pudo decir que no. La pena de muerte fue conmutada por 30 años de prisión.

En 1952, en la cárcel de Guadalajara, un sitio que ya no existe y del que no quiero acordarme, me enteré con atraso en una hoja informativa para las presas que se llamaba Redención - ¡ fíjese el nombre ! - la noticia de su muerte. Me hubiera gustado enviar un telegrama. Al fin y al cabo, yo vivía por ella, pero no pude. Quedé libre a los 44 años, en 1962. Escribí un libro, Desde la noche y la niebla, usado hoy en las universidades para estudiar el franquismo represivo.

Nota: el libro de Juana Doña, Desde la noche y la niebla - Mujeres en las cárceles franquistas, con prólogo de Alfonso Sastre, fue editado por Ediciones de la Torre, Madrid, España, 318 páginas, año 1978.

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De Diego Capusotto, premiado actor de radio, cine y teatro, humorista, fan de Racing Club y admirador de Evita, los Stones y los Beatles:

Los Beatles son la industrialización, el peronismo hasta que muere Evita. Y los Stones todo lo que vino después. La resistencia, el caldo de la vuelta del ´73 y el movimiento que se adocena. Los Stones llegan a ser como el peronismo de hoy que permite que un ágrafo se llame disidente. Al final, todo lo mejor que hicieron los Stones es como lo mejor del peronismo y todo lo peor, también.

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Del Lic. Hernán Brienza, periodista, profesor en la Universidad de Palermo, escritor y subeditor de la Sección Cultura de diario Crítica, Buenos Aires, Argentina:

Las editoriales parecen haberse puesto de acuerdo para derribar el famoso lema antiperonista que giraba en torno a la opción " Alpargatas sí, libros no ". Al menos decenas de libros se dedican a desentrañar qué fue y qué significó ese gigante invertebrado - como lo llamaba John William Cooke - conocido como peronismo. Por eso a décadas de su surgimiento y de la desaparición física de su líder, el movimiento nacional justicialista y Juan Domingo Perón dan trabajo a las imprentas, ganancias a las editoriales y movilizan a la industria cultural. Y la producción ha sido tan intensa que el Instituto Nacional de Investigaciones Históricas " Eva Perón " decidió organizar la Feria del Libro de Temática Peronista en el Museo Evita, Lafinur 2988.

Si hay temas que la historia ha tratado en reiteradas oportunidades, ésos son: la Revolución de Mayo, el conflicto entre unitarios y federales y la irrupción del peronismo en el escenario político del siglo XX.

Si de paradigmas se trata, el peronismo ha sido analizado como régimen fascista - Ezequiel Martínez Estrada y otros -, como un movimiento populista, en sus versiones despectivas - Juan José Sebreli, Marcos Aguinis - y positivas - como Ernesto Laclau, desde la clave nacional y popular - Jorge Abelardo Ramos, Juan José Hernández Arregui y Rodolfo Puiggrós, entre otros, y más cercanos en el tiempo Horacio González y Nicolás Casullo -, desde una reivindicación liberal - Jorge Castro -, y desde una mirada que entiende al peronismo como un movimiento que, como un meandro establece estrategias diferentes para distintos momentos históricos - Jorge Bolívar -, o, versión muy cercana, como una sucesión de máscaras - Silvio Maresca, autor de Perón y la filosofía -.

El aluvión bibliográfico en pocos meses se volvió abrumador. Jorge Bolívar publicó Estrategias y juegos de dominación - De Marx y Lenin a Perón y Hannah Arendt - Para una crítica del saber político moderno. En el segundo tomo de la obra analiza el peronismo como categoría ideológica y las distintas estrategias que asumió ese movimiento para enfrentar los desafíos que le planteó la historia: la industrialización de los cuarenta, la violencia de los setenta, la globalización y la caída del bloque soviético.

Mario Rapoport y Claudio Spiguel elaboraron y publicaron un monumental trabajo - Rapoport nos tiene acostumbrados a la monumentalidad en sus trabajos, recordar si no su Historia económica, política y social de la Argentina y su Historia de Buenos Aires de dos tomos, escrita junto con María Seoane - titulado Relaciones tumultuosas - Estados Unidos y el primer peronismo. En ese trabajo hacen un minucioso análisis de las divergencias y convergencias entre el peronismo en el poder y la potencia continental, en una relación que se inicia con la política del " buen vecino ", pasa por el Braden o Perón y culmina con el balance que hace la embajada norteamericana del golpe de setiembre de 1955. Bien fundamentado y documentado, el libro es una mirada inteligente, alejada de prejuicios y lugares comunes, sobre ese proceso histórico.

Si de historia se trata, Ernesto López, sociólogo, experto en defensa y ex jefe de Gabinete del ministro José Pampurro, arremetió con el Perón menos conocido, el menos visitado. En El Primer Perón - El militar antes que el político - volumen de la colección Los Otros Militares, de Capital Intelectual - bucea en los orígenes, en la formación personal y profesional del general Perón y hace un rápido balance de sus primeros gobiernos, contextualizando el autoritarismo o la baja calidad republicana del peronismo con una época de pésima institucionalidad que marcó la historia argentina desde sus inicios.

Sobre los gobiernos peronistas, específicamente, hay otras novedades: Cine y peronismo, el Estado en escena, de Clara Kriger, una muy interesante revisión cultural de aquellos años hiperproductivos de la industria del entretenimiento que rompe con la visión prejuiciosa de que el cine de los años cuarenta es puro pasatismo y demuestra cómo la pantalla grande también influyó y, al mismo tiempo, reflejó el ascenso social de los sectores populares y sus valores propios.

Claudio Bellini se encargó de analizar el desarrollo del sector industrial durante la década 1946 - 1955 y, tras un detallado análisis, llegó a la conclusión de que, si bien el gobierno más industrializador del siglo XX fue el peronismo, no tuvo un plan estratégico y un programa coherente hasta bien entrado el Segundo Plan Quinquenal. Un minucioso estudio sobre las relaciones zigzagueantes entre Perón y los industriales que bien vale la pena tener en cuenta para comprender algunas claves económicas y, sobre todo, la conducción de la burguesía industrial en nuestro país.

Carolina Barry fue la encargada de representar el cupo femenino en esta historia. En su Evita Capitana, realizó una revisión, un balance del poder real que tuvo la " rama femenina " en la construcción del movimiento político que oficializó el voto de las mujeres. En un equilibrado trabajo analiza también el rol de Eva Perón, pero también del peso y el juego político real de sus " descamisadas ".

En una mirada absolutamente diferente, Loris Zanatta, publicó en la colección Nudos de la Historia ( dirigida por Jorge Gelman ) Breve historia del peronismo clásico, una revisión de aquellos años analizados en una clave que por momentos retoma la mirada de que se trata de un movimiento de corte fascista cuando no de una cultura medieval con principios atávicos y milenarista previos al iluminismo.

Por último, Julio César Melon Pirro analiza al peronismo fuera del poder, tras el golpe de 1955 y estudia cómo se tejieron las alianzas al interior del movimiento entre los sectores dialoguistas y los combativos, y cómo se sucedieron las diferentes estrategias políticas diseñadas por Perón en los años posteriores a su caída, en El peronismo después del peronismo.

Obviamente, sobre el peronismo nadie tiene la última palabra. A la lista de títulos se suma también, la biografía que José Ignacio García Hamilton escribió sobre el líder del movimiento. Mucha tinta corrió bajo el puente y todavía el debate no ha sido cancelado. Y quizá, como ocurre con los grandes temas de la historia, sólo pueda ser archivado el día que pierda su posibilidad transformadora. Mientras tanto, continuará el reguero de tinta, y el lema ya puede ser transformado en " Alpargatas sí, libros también ".

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De Silvana Castro, Diana Campi, María Medina, Luis Herrera, Américo Luna, empleados, y Bernardino Cabezas, director coordinador de la Biblioteca del Congreso Nacional, en nota periodística de Pablo Calvo para Diario Clarín, Buenos Aires:

La Biblioteca del Congreso fue creada el 23 de agosto de 1859, y atesora documentos útiles para reconstruir la memoria del país. Cientos de lectores consultan gratis sus 3,5 millones de piezas, muchas son únicas y de valor incalculable.

Tiene una colorida y silenciosa historia, con muchas perlas en los estantes, por ejemplo:

El boletín de Infantería del joven aspirante Juan Domingo Perón que muestra: 8 en Armas y Organización Militar, 6 en Fortificación, 9 en Estudio del Terreno. El promedio es de 7.71, pero la premonición, está en la nota de concepto, que es del año 1925 y dice: " Excelente criterio táctico. Muy buena redacción. Ubicación y aprovechamiento, excelentes."

Una orden del almirante Isaac Rojas, del año 1956, anillada a un bibliorato color naranja, que dispone que todos los organismos oficiales remitan libros y documentos que mencionen la palabra prohibida: " Perón ". Buscaba pruebas para enjuiciar al " tirano prófugo ", como lo nombraba la " Revolución Libertadora ". Quizás no confiaba en que la gente iba a quemar esos libros y pretendía hacerlo él.

También hay un curioso ejemplar del segundo Plan Quinquenal en idioma árabe, con retratos del fundador del justicialismo y de Evita.

Cientos de colecciones aguardan la interpelación de alguna mirada.

Luis Herrera, el empleado más antiguo de la Biblioteca, expresa: Entré cuando tenía 18 años y ¿ saben lo que más me honra ? ... que la última dictadura me haya sancionado con 30 días de suspensión, por salir en defensa de los lectores que venían a la madrugada, durante el Mundial ´78. Vinieron los de inteligencia para averiguar quién les había prestado la máquina de escribir, pero no hizo falta una pericia, porque me hice cargo, les dije que había sido yo.

Américo Luna, de servicios generales, testimonia: Dormí en la Biblioteca mientras se hacía en el Congreso el velatorio de Perón, fue el momento más emotivo de mi vida.

La Biblioteca se estableció en el Palacio Legislativo en el año 1906. El primer director fue José Ceppi, escritor y periodista genovés, y la primera sala de lectura se abrió en el año 1907.

En 1948, las Naciones Unidas eligió la Biblioteca como depositaria de sus publicaciones. En 2001, fue distinguida por la Fundación de Bill y Melinda Gates.

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De Daniel Osvaldo Scioli, deportista, campeón mundial de carreras en barcos deportivos, empresario, político argentino, fue Vicepresidente de la República Argentina:

Evita se ha ganado merecidamente un lugar en la historia argentina y universal.

" Eva - El Gran Musical Argentino ", es un hecho cultural que nos ha llenado de orgullo auspiciar y promover. El talento de nuestros artistas se congrega para evocar la figura de Eva Perón.

El reconocido dramaturgo y escritor Pedro Orgambide, autor de las letras y textos, el notable músico, compositor y director, Alberto Favero, que compuso la partitura, y una artista excepcional de incomparable profesionalismo, Nacha Guevara, brindaron la oportunidad de disfrutar un espectáculo de jerarquía internacional.

EVA - EL GRAN MUSICAL ARGENTINO

En la imagen, afiche de "Eva - El Gran Musical Argentino"

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De Guido Julián Indij, diseñador, editor, autor del libro Perón mediante - Gráfica peronista del período clásico, editorial La Marca, Buenos Aires, 240 páginas, con texto bilingüe ( castellano/inglés ) e interesantísimas imágenes de Evita y Perón recogidas de archivos públicos y privados, complementadas con textos de Horacio González, Daniel Santoro, Eduardo López y del editor, Guido Indij :

Try it yourself: get two or more Argentinians together and midway through the conversation try uttering the magic word " Perón ". They´ll immediately bond or repel each other drastically and decisively. It´s extremely unlikely they´ll be aloof or impartial to the proposed subject of conversation.

It´s just that " being Argentinian " ( Argentinianness ) an " being Peronist ", two conditions difficult to define, are apparently not a contingent contradiction in terms. As a feeling Peronism trascends history and ideology.

With political detachment and as part of our systematic policy of collecting graphic material, in this volume we have salvaged around one hundred samples of what we can call Peronist aesthetics in their maximum pure state.

Enjoy it, Compañero !

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De Rolando Barbano, jefe de la Sección Policiales de Diario Clarín, columnista televisivo en el programa Telenoche, escritor, y Ricardo Canaletti, periodista, redactor y escritor, autores del libro Todos mataron - Génesis de la Triple A: el pacto siniestro entre la Federal, el gobierno y la muerte, editorial Planeta, 264 paginas, año 2009:

Custodiaron el cuerpo de Evita, dispararon contra quienes esperaban a Perón en Ezeiza, guardaron las espaldas de Isabel Perón y las de López Rega. Ocultos detrás de sus bigotes, de sus lentes oscuros y, sobre todo, de sus insignias, a ellos se los ha visto en las fotos que les sacaron a otros.

López Rega forjó la organización terrorista llamada AAA desde el Ministerio de Bienestar Social, a mediados de la década del ´70. Los miembros de la Triple A fueron quienes apretaron el gatillo para eliminar a todo aquel que se opusiera. Le dieron a la AAA sus métodos, esos que habían aprendido cuando eran simples policías y se ganaban la vida a fuerza de matar.

Juan Ramón Morales y Rodolfo Almirón, fueron oficiales de la Policía Federal que abriron a tiros la puerta de la violencia de los años setenta, amparados por una institución que nunca dejó de protegerlos y por un poder político que se sirvió de ellos a discreción.

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De Susana Dillon, escritora, ensayista, narradora, docente, conferencista, autora del apasionante libro La Marquesa del Papa - La mujer más rica de la Argentina del siglo XX, ediciones B Argentina S.A., 208 páginas, año 2009:

Mucha tinta y mala leche se derramaron para embarrarla en su vida de aspirante a actriz. De Evita se han contado anécdotas procaces; se la denigró con saña. Conociendo el paño, no le fue peor ni mejor que a tantas chicas que aspiraron al estrellato, pero admitamos que era una rebelde nata, una contestataria que sabía defenderse entre las hienas. De modo que hay que ponerse a prudente distancia de aquello de " rodar de mano en mano ".

Comenzó a subir a fuerza de instinto. Cuando llegó a primera dama, viajó a la Europa recién salida de guerras y hambrunas, luciendo fantásticos modelos de nueva rica. Las damas de la oligarquía la odiaron hasta el paroxismo. Y Eva se cobró las cuentas atrasadas. Las desalojó de su bastión de la Sociedad de Beneficencia, plantándoles en la cara su Fundación.

Comenzó a esculpir su propia historia, como antes había narrado la vida de sus heroínas favoritas, con una voz quejumbrosa y sobreactuada. Hasta que dio en la tecla: ser la abanderada de los humildes, la dama de la esperanza. Tal personaje la invadió, la catapultó hacia las multitudes delirantes. Jamás se le hubiera ocurrido a las damas aristocráticas hacer un papel parecido. Tal vez por eso la odiaron más.

Evita y Adelia murieron como santas y pese a que sus destinos las signaron para estar en las antípodas. A Evita la cargaron con tremendos pecados; a Adelia la tildaron de loca fanática. Derramaron riquezas a dos manos, inspiradas en hacer justicia a su manera. Fueron famosos sus sombreros, sus alhajas, sus toilettes. Jamás pasaron inadvertidas. Se casaron con hombres poderosos que pudieron ser sus padres. De caracteres fuertes, tenían airadas réplicas y entraban en cólera cuando se sentían defraudadas. Tuvieron pánico a la soledad. No tuvieron hijos, pero fueron cariñosas y apegadas a los ajenos. Mujeres de pocas lágrimas. Fueron tenazmente madrugadoras.

En el verano de 1948, frente a un té para dos, se encontraron Eva Perón y María Adelia Harilaos de Olmos, Marquesa Pontificia. Dos mujeres de origen antagónico, de trayectoria fulgurante. Dos mujeres que dialogaron y se concedieron mutuamente gracias.

Evita buscó el poder para elevar a los humildes. Adelia buscó el Cielo para estar a la diestra de Dios, que, bien merecido, es el supremo poder.

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De Martin Edwin Andersen, escritor estadounidense, autor del libro Dossier Secreto - El Mito de la Guerra Sucia, editorial Planeta, Buenos Aires, 448 páginas, año 1991:

La influencia de los militares sobre la sociedad argentina había alcanzado nuevas alturas.

No sólo los generales se repartían los cargos públicos, sino que cientos de oficiales retirados y en actividad asumían posiciones en los directorios de las compañías privadas y en puestos gerenciales de las corporaciones multinacionales.

A los seis meses del golpe del 24 de marzo de 1976, que derrocó a Isabel Perón, la codicia se había convertido en la motivación principal de muchos guerreros sucios.

Nota: Denomínase internacionalmente Guerra Sucia en Argentina al régimen represivo que gobernó al país entre 1976 y 1983.

Cabe destacar que es indiscutible e innegable que tanto el terrorismo marxista ( " ERP " ), la izquierda peronista ( " Montoneros " ), el terrorismo de derecha ( " Triple A o Alianza Anticomunista Argentina " ) y la represión militar del " Proceso de Reorganización Nacional " cometieron excesos y los actos más crueles contra la vida humana.


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Textos cortesía de Carlos Vitola Palermo de Rosario, Santa Fe, República Argentina.


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