DOCUMENTOS SOBRE EVA DUARTE DE PERON 


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María Eva Duarte de Perón / Evita. Argentina 1919-1952

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HISTORIAS, ANECDOTAS y TESTIMONIOS 

Evita en el Hogar de Tránsito Nº 2, hoy Museo Evita, Lafinur 2988, Buenos Aires

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De la Encyclopedia New Age Grolier, Grolier Incorporated, American Book, Stratford Press, Inc., New York, USA, Tomo 15, profusamente ilustrado, año 1968:

María Eva Duarte de Perón ( " Evita ", 1919 - 1952 ), Argentine political leader, wife of Juan Domingo Perón.

She was born to a humble family in the interior of Argentina, and became a motion - picture actress in Buenos Aires.

After the military coup of 1943 she met Col. Perón, a rising political - military figure; they were married in 1945.

Evita Perón was a flamboyant influence in the campaign of 1945 preceding Perón´s election as President.

She became even more powerful afterward. Her activities to assist the humble classes were well publicized an her hold over organized labor was strong. She headed both the Eva Perón Welfare Foundation ( a governmental charitable agency ) and the Peronista Women´s party.

Only army pressure and failing health prevented her from receiving the vice presidential nomination in 1951.

She died of cancer in July, 1952.

EVITA Y PERON

En la imagen, antigua postal de Evita y Perón.

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Del Diccionario Enciclopédico Ilustrado de la Lengua Española, Editorial Sopena S.A., Barcelona, España, Tomo II, 1000 páginas, año 1965.

Eva Perón, dama argentina, hija de vascongados, nacida en Los Toldos ( provincia de Buenos Aires ), en 1919. A los 16 años actuó en unos estudios cinematográficos y luego en la radio; en 1945 se casó con el entonces coronel Juan Domingo Perón y trabajó activamente en la presidencia de la República Argentina, siendo además su más decidida colaboradora, desarrollando una intensa labor en la Secretaría de Trabajo y Previsión.

En 1947 estuvo en España, y se le concedió por el generalísimo Franco la Gran Cruz de Isabel la Católica; visitó después Roma, recibida allí en audiencia privada por S.S. el Papa Pío XII; Francia, donde se le otorgó la Cruz de la Legión de Honor; Suiza y Portugal.

En su país, fundó diversas instituciones de ayuda social, y, víctima de una grave enfermedad, falleció el 26 de julio de 1952 en Buenos Aires, tributándosele los máximos honores en sus funerales.

EVITA Y PERON

En la imagen, foto original de Evita Perón.

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Del Diccionario Enciclopédico Universal Salvat, Tomo 9, director Juan Salvat, profusamente ilustrado, Salvat Editores, 504 páginas, Barcelona, España, año 1969:

María Eva Duarte de Perón, Evita, dama argentina, hija de inmigrantes españoles de condición modesta, se trasladó muy joven a Buenos Aires y trabajó como actriz de teatro y cine. Contrajo matrimonio con el coronel Juan Domingo Perón ( 1945 ), entonces Secretario de Trabajo y Previsión Social, y defendió con entusiasmo, desde los micrófonos de Radio Belgrano, donde era locutora, la política obrerista de su marido.

Cuando Perón inició su mandato presidencial de Argentina ( junio de 1946 ) colaboró en el Gobierno, a través de la Fundación de Ayuda Social que llevaba su nombre.

Durante su viaje por Europa, recibió en España el homenaje y agradecimiento de las más altas jerarquías del Estado ( 1947 ) por no haberse sumado la Argentina al bloqueo diplomático decretado por la ONU contra el Gobierno de Madrid.

Trató de presentar su candidatura a la vicepresidencia de la Nación en las elecciones de 1951, pero no llegó a hacerlo. Atacada por un gravísimo mal, su muerte fue un duro golpe para el régimen peronista. Escribió un libro autobiográfico, La razón de mi vida.

Evita falleció en Buenos Aires el 26 de julio de 1952 y se le tributaron, en sus funerales, los más altos honores.

EVITA Y PERON

En la imagen, foto original de Evita y Perón, junto a funcionarios públicos y sindicales, entregando juguetes a niños.

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Del Diccionario Enciclopédico Universal CREDSA, Tomo II, Ediciones y Publicaciones CREDSA, Biblograf S.A., Barcelona, España, profusamente ilustrado, 767 páginas, año 1965.

María Eva Duarte de Perón, Evita, dama de la República Argentina, fue esposa del presidente de la Nación Juan Domingo Perón.

Se significó por su entusiasta labor social, debiéndose a su iniciativa la otorgación del voto a la mujer, la creación de la Fundación de Ayuda Social María Eva Duarte de Perón dedicada a la concesión de becas para estudiantes humildes y auxilio a los necesitados ( viviendas, juguetes, alimentos, medicamentos, etc. ) y la proclamación de los Derechos de la Ancianidad. Su autobiografía es La razón de mi vida.

Nació en Los Toldos, en 1919, y falleció de cáncer, en Buenos Aires, el 26 de julio de 1952.

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De la Enciclopedia Escolar Billiken de Biografías de Grandes Personajes de Nuestra Patria, editorial Atlántida S.A., redacción e investigación Prof. Fabiana García, con numerosas ilustraciones, impreso en Talleres Sagarra Mármol S.A., Barcelona, España, año 2000:

Evita, María Eva Duarte de Perón, fue una política y militante argentina nacida en Los Toldos, Buenos Aires.

Fue esposa y compañera política del general Juan Domingo Perón.

Después de cursar sus estudios inició en Buenos Aires la carrera actoral.

Luego de conocer y contraer matrimonio con el entonces coronel Perón fue una activista de los derechos sociales de los trabajadores y de apoyo incondicional a Perón, en el épico 17 de octubre de 1945 que marcó el inicio del acercamiento de las masas al poder en la Argentina.

Fue el símbolo vivo de los " descamisados ", con quienes ella se hallaba consustanciada y de quienes recibió lealtad y afecto como ninguna mujer de la vida política del país ( y muy pocas en el mundo ). Con ello afianzó la unión y adhesión de los trabajadores para con su líder.

Se encargó de todos los asuntos atinentes a los trabajadores. Fue designada directora de la Fundación María Eva Duarte de Perón, institución sostenida por fondos tanto privados como públicos; permanecía en extenuantes jornadas en su oficina, mantenía contacto personal con los trabajadores y satisfacía todos sus reclamos y necesidades: desde máquinas de coser, ropa, prótesis, juguetes hasta viviendas, no entendiéndolos como un acto de caridad, sino como legítimos derechos del trabajador.

A ella se debe el logro del derecho del sufragio femenino, otorgado en 1947.

Fue postulada como candidata a la vicepresidencia de la Nación, pero desistió por la presión militar y por el estado de su salud.

Falleció de cáncer el 26 de julio de 1952. Fue inhumada en Buenos Aires con honores extraordinarios en el Congreso Nacional y en medio de un auténtico dolor popular sin precedentes.

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Del libro Efemérides Escolar, director Gustavo Cositorto, Jerez Editores, Center Book´s S.A., Barcelona, España, profusamente ilustrado, 442 páginas, año 2006:

La esposa de Perón, fue una emblemática figura dentro del peronismo y alcanzó fama internacional.

María Eva Duarte nació en Los Toldos ( Buenos Aires ) en 1919 en el seno de una humilde familia. Conoció a Perón en 1944, cuando era una actriz de radionovelas, y se casó con él en 1945.

Eva Perón buscó apoyo para su marido durante la campaña presidencial, y logró gran popularidad personal.

Tras la investidura presidencial de Juan Domingo Perón ( 1946 ), comenzó a desempeñar un papel muy activo en el gobierno. Fue una figura muy influyente.

Aunque nunca llegó a ostentar un cargo oficial, en la práctica fue responsable de los ministerios de Sanidad y Trabajo.

Desde su Fundación de Ayuda Social, creada en 1948, se realizaron muchas obras: se construyeron hospitales, escuelas y hogares para ancianos y niños; se abrieron comedores escolares y colonias de vacaciones; se hicieron campañas de vacunación, campeonatos de fútbol y se regalaron juguetes a los chicos de origen humilde.

Evita ( como la llamaban ) atendía personalmente a la gente que acudía a la Fundación y escuchaba sus problemas, esta actitud la fue convirtiendo en una líder popular muy querida por el pueblo. Su fuerte personalidad y la arbitrariedad de algunas de sus decisiones le valieron el odio de otras personas.

Trató de alcanzar la vicepresidencia de la Nación en 1951, apoyada por la Confederación General del Trabajo ( CGT ) pero el Ejército la obligó a retirar su candidatura.

Evita muere de cáncer el 26 de julio de 1952 a la edad de 33 años.

Su cuerpo fue secuestrado por militares y luego llevado secretamente a Italia y más tarde a Madrid ( España ).

En 1976, Isabel Martínez de Perón, la tercera esposa de Juan Domingo Perón, y entonces presidenta de la Argentina, hizo trasladar los restos de Evita nuevamente a su país.

EVITA Y PERON

En la imagen, foto original de María Eva Duarte de Perón, Evita.

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De Gran Enciclopedia Argentina, Tomo VI, compilada por Diego Santillán, Ediar Editores, Buenos Aires, Argentina, 644 páginas, con muchísimas ilustraciones, año 1960:

María Eva Duarte nació en Los Toldos, provincia de Buenos Aires, el 7 de mayo de 1919.

Su primera infancia transcurrió en la ciudad de Junín; luego se trasladó a la Capital de la República; tuvo inclinación artística y actuó en esa dirección.

En 1944, tuvo ocasión de conocer al entonces coronel Juan Domingo Perón, abrazó su causa y se hizo intérprete de sus aspiraciones.

Cuando la oposición de varios sectores de la población forzó la renuncia del coronel a la vicepresidencia de la República, al cargo de ministro de Guerra y al de secretario de Trabajo y Previsión, el 9 de octubre de 1945, fue confinado en la isla Martín García, contribuyó a la creación del movimiento de las masas obreras conocido como jornada del 17 de octubre de 1945, que impuso al presidente Edelmiro Farrell la liberación del prisionero, y la reincorporación de Perón a los cargos que ocupaba. Pocos días después de esos hechos, Evita contrajo enlace con el coronel Perón, el 22 de octubre de 1945, en la ciudad de Junín, y el 10 de diciembre en La Plata, en la Parroquia de San Francisco de Asís.

Evita cooperó activamente en la vida política, gravitando en las elecciones del 24 de febrero de 1946, que dieron el triunfo de su esposo en los comicios.

Para dar cauce a su obra social, se creó la Fundación de Ayuda Social Eva Perón y le fueron atribuidas iniciativas como la Declaración de los derechos de la ancianidad, de la mujer, etc., incorporadas a la vida institucional del país.

Recorrió en 1947 diversos países de Europa - España, Italia, Francia - y se detuvo luego en Brasil para fomentar el reconocimiento del régimen político social de la Argentina.

Creó el Partido Femenino Peronista.

En una concentración popular o Cabildo Abierto que tuvo lugar en Buenos Aires, 22 de agosto de 1951, fue proclamada candidata a la vicepresidencia de la Nación, como integrante de la fórmula Perón - Eva Perón, aunque renunció a esa designación por presiones del Ejército y por su delicado estado de salud.

Los comicios del 11 de noviembre de 1951 volvieron a dar el triunfo de los candidatos del peronismo, Perón - Quijano.

Evita publicó el libro autobiográfico La razón de mi vida, que fue impuesto como texto de lectura en las escuelas. El Congreso de la Nación, el 7 de mayo de 1952, acordó declararla Jefa Espiritual de la Nación.

En ocasión de su fallecimiento por cáncer, 26 de julio de 1952, recibió honores de presidente de la Nación en ejercicio.

Nota:

Para ver una imagen de los funerales de Eva Perón, clickear, por favor, aquí.

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De Bernardo Estornés Lasa Fondoa ( 1907 - 1999 ), promotor cultural, escritor y fundador de la " Enciclopedia General Ilustrada del País Vasco " ( Editorial Auñamendi ):

Para el pueblo Evita, para sus enemigos fue " La Perona ".

Nació en Los Toldos, el 7 de mayo de 1919, y falleció de cáncer en la ciudad de Buenos Aires, a los 33 años, el 26 de julio de 1952, siendo la esposa del presidente de la República Argentina, el Gral. Juan Domingo Perón.

El 3 de noviembre de 1951, días antes de las elecciones presidenciales, en las que las mujeres argentinas estrenaban voto gracias a ella, Evita era internada. Los médicos diagnosticaron lo que no se publicó, pero que ya el pueblo lo decía consternado: no había cura. Cuando Perón asumió la presidencia por un segundo período, 4 de junio de 1952, Evita, exhausta ya, asistió, sin embargo, a todos los actos y apareció por última vez ante el pueblo argentino en el balcón de la Casa Rosada.

El sábado 26 de julio de 1952, en la residencia presidencial se iba apagando aquella vida que había luchado bravamente por sus " descamisados " en una carrera loca contra el tiempo, como si presintiera la brevedad de su vida.

Yo estaba en Santiago de Chile. Recuerdo que era un día de invierno. Hasta nosotros llegaban ondas argentinas que informaban continuamente. En aquel invierno desapacible llovía sobre Buenos Aires. Pero aquella enorme multitud, aquellos grupos silenciosos, seguían allí en torno a la residencia. La radio argentina iba noticiando aquel multitudinario acontecer.

A las 20.23 horas de aquel sábado 26 de julio de 1952 Perón apagó la lámpara de la ventana. Entre la multitud anhelante se difundía la noticia: Evita ha muerto.

El pueblo, durante aquella larga agonía, improvisaba altares en las calles.

El Dr. Pedro Ara, que había sido llamado al ocurrir el óbito, nos dice al respecto:

" A mi paso por los barrios, apenas había calle popular en la que no encontrara uno o más rústicos altares con crucifijos, vírgenes o santos o sin ellos, mas con grandes retratos de Eva, iluminados por velas y candelas e improvisadas lámparas. Ante ellos, en una sorprendente exaltación entre religiosa y pagana, aquellas sencillas gentes rogaban por la salvación de su ídolo ... ".

Debemos al Dr. Ara un patético retrato póstumo de Evita:

" Entramos juntos a la cámara mortuoria. Sobre su lecho dormía para siempre el espectro de una rara, tranquila belleza, liberada al fin, del cruel tormento de una materia hasta el límite corroída y de la tortura mental sostenida por la ciencia que, esperando el milagro, prolonga el suplicio. Ante nosotros, yacente, consumida hasta el extremo de lo posible, se hallaba la mujer más amada y más odiada de su tiempo. Había luchado fieramente contra los grandes y ahora estaba, ahí, vencida por lo infinitamente pequeño. Pronto veremos que no debió temer a la muerte: mas bien la esperó como un huésped a quien se recibe sin sorpresa. ¿ Se preparó a morir desde los días rosados de su apogeo ? ¿ A quién creyó encontrar en la otra orilla ? Yo sólo sé que en la otra orilla está la Historia, a la que no cualquiera llega ...".

El Dr. Ara , con sus invalorables observaciones nos sigue perfilando el temple sobrehumano de Eva Perón:

" Cuando me disponía a envolver sus manos en el rosario de plata y nácar, regalo del Sumo Pontífice, entró en la estancia una de las que fueron doncellas de Evita, armada de sus trebejos de manicura ".

" - Doctor, ayer poco antes de entrar en la agonía, me dijo la señora: En cuanto me muera, quítame el rojo de las uñas y déjamelas con brillo natural. ¿ Puedo hacerlo doctor ? ".

" Tan de sorpresa me cayó la inverosímil demostración de serenidad ante la muerte que no acertaba a salir de mi asombro. Esa postrera orden de Evita a su doncella sólo puede tomarse como lo que indudablemente fue. Espontánea manifestación de una inteligencia crítica de sorprendente supervivencia, capaz de analizar menudos pero no insignificantes detalles como ése cuando ya no queda nada por quemar y la luz está a punto de dar paso a la eterna bruma ".

El Dr. Pedro Ara había sido encargado del embalsamamiento de Evita. Cuando se hizo cargo de aquel cuerpo consumido por el cáncer, el mismo día del fallecimiento sólo pesaba 33 kilos. Este especialista aragonés, famoso en los medios docentes argentinos e internacionales, tenía ya en su haber, entre otras, el embalsamamiento de Vladimir Lenin.

La noche del 26 de julio y parte de la semana siguiente la empleó en las operaciones preliminares para que el cuerpo yacente de Eva Perón pudiera ser expuesto al pueblo durante quince días sin riesgo de deterioro. Los multitudinarios traslados al Ministerio de Trabajo, al Congreso Nacional y finalmente a la sede de la CGT por expreso deseo de Eva, fueron como un largo preliminar antes del entierro en la capilla ardiente del 2º piso de la CGT. El Dr. Ara había preparado allí un laboratorio moderno, adosado a la capilla, donde trabajaría en la ardua tarea que le esperaba. Era el único portador de las llaves. El trabajo de embalsamamiento duró tres años. Excepto por unos pocos nadie sabía ciertamente que los restos de Evita estaban allí. Las hermanas y la madre, casi diariamente, llevaban flores frescas y oraban ante la puerta herméticamente cerrada. La odisea de este médico aragonés defendiendo su obra durante tres años y tres meses, sólo pudo cumplirse a fuerza de tenacidad, discreción, sabiduría y valentía. La obra había sido perfecta. Los profesionales que le visitaban quedaban impresionados. El Dr. Ara, minucioso, honrado, pero también desconfiado ante el porvenir, creó una copiosa documentación de identidad a base de radiografías y fotografías que la probaban. Que realmente estaba allí el cuerpo de Eva Perón y no una estatua como se llegó a decir y escribir. Los tres aniversarios de la muerte de Evita se celebraron con desfiles multitudinarios de antorchas ante la CGT. El previsor y activo Dr. Ara había instalado un perfecto servicio contra incendios. Temía que alguna chispa de aquellas antorchas prendiera en las coronas que desde la calle cubrían el edificio. Y él sabía y lo había dicho: este cuerpo sólo puede ser destruido por el fuego o las ratas y éstas morirían.

Terminada completamente la obra, la senadora Juanita Larrauri, presidenta de la Comisión Nacional del Monumento a Eva Perón, cuando el general Eduardo Lonardi estaba a punto de entrar en Buenos Aires, pagó al Dr. Ara el último plazo por su trabajo. El secreto celosamente guardado sobre la capilla ardiente que funcionaba en el 2º piso fue develándose poco a poco. Perón se había ido del país sin dejar ninguna disposición sobre este grave problema. Toda la responsabilidad recaía ahora sobre el Dr. Ara y la guardia que le era fiel. Nuevas autoridades se habían instalado en la Casa Rosada, pero nadie aparecía por la CGT. Grupos de obreros, empleados mismos de la CGT, solicitaban humildemente dar el último adiós a su líder. Entraban, lloraban, rezaban, pero casi todo en silencio. Las hermanas y la madre de Evita siguieron sus visitas. Las reducidas peregrinaciones, todas de obreros, seguían llegando a la capilla ardiente. Según nos dice el Dr. Ara el asombro los sobrecogía, pues llevaban la idea de que aquello ya no existía. El día 1º de octubre de 1955, Thana Palud de Goicoechea confeccionó con sus propias manos la túnica definitiva y ella misma con sus ayudantes la viste, a puerta cerrada, ante la supervisión e indicaciones del Dr. Ara.

La noche del 16 al 17 de noviembre de 1955, llegan unos marinos con unos tanques y derriban el busto de Evita en la esquina de la CGT. Suben al 2º piso, violentan la puerta de la capilla ardiente. Parece que el asombro y el respeto que sobrecogió a otros los contuvo. Sólo se llevaron la bandera argentina y volvieron de revés la bandera peronista que cubría el cuerpo. Días más tarde, una comisión exige al Dr. Ara la entrega de toda la documetación referente a su trabajo para quemarla y " destruir el mito ", pero el previsor aragonés la tenía a buen recaudo. El cadáver de Evita fue sacado de la CGT entre los últimos días de noviembre y la primera semana de diciembre de 1955. El Dr. Ara recibió una llamada telefónica de un desconocido que había presenciado el hecho. Se iniciaba un período de 18 años de misterio, de rumores, de relatos fantásticos. Después de un tiempo oculto en la misma Argentina el cadáver fue secretamente llevado a Roma.

El 3 de setiembre de 1971 es entregado el féretro con el cadáver de Evita a Perón por el embajador argentino en Madrid. El 4 de setiembre de 1971, a requerimiento del general Perón, el Dr. Ara identifica el cuerpo de Evita en la Quinta 17 de Octubre, domicilio del ex presidente argentino en Madrid. Salvo algunos desperfectos, reparables, el cuerpo se conservaba en perfectas condiciones. María Estela Martínez de Perón, con entereza arregló y limpió la rubia cabellera de Evita.

Eva Perón en su ajetreada vida tuvo tiempo para escribir su libro La razón de mi vida. Perón la necesitó a Evita hasta después de muerta. Ella le ayudó a vivir en el exilio con el dinero que percibió como derechos del libro. Al morir Perón el 1º de julio de 1974, asume la presidencia de la Nación su esposa María Estela Martínez, " Isabelita ". Como presidente ella ordena la repatriación del cuerpo embalsamado de Eva Duarte Ibarguren de Perón, que ya llevaba tres años en Madrid. La prensa lo informa. El cuerpo salió de la finca 17 de Octubre, Puerta de Hierro, Madrid, España, a las 6.21 de la tarde del 16 de noviembre de 1974. Fue trasladado al aeropuerto de Barajas en un furgón color azul oscuro. El cuerpo embalsamado de Eva Perón moviliza al pueblo argentino con el mismo poder de convocatoria de antaño. El 17 de noviembre de 1974, la multitud argentina, portando imágenes de Evita, rompe los cordones de seguridad, y bajo una lluvia de flores es recibido el féretro con el cuerpo de Eva Perón en medio de un griterío ensordecedor.

La historia de Evita es la de la Cenicienta, la de una asombrosa vida de una muchacha de un pueblo de provincia, que llegó a ser la mujer más poderosa de su país, y en realidad de Hispanoamérica. Su muerte a causa de un cáncer en 1952, cuando sólo contaba 33 años de edad, y su obra social, auguró su mitificación.

EVITA
En la imagen, foto poco conocida de Evita.

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De Nélida Antonia Domínguez de Miguel, militante histórica del justicialismo, integrante del círculo íntimo de Evita:

El Gral. Perón la quería, pero Evita lo amaba.

Evita fue el escudo de Perón, con toda esa fuerza extraordinaria que tenía. Siempre nos decía:

" Si pasa algo, cuídenlo a Perón ".

EVITA
En la imagen, foto original de Evita y Perón en la delegación de propietarios de coches de alquiler, Buenos Aires, año 1946.

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De Marcela Eliana " Tigresa " Acuña, cinturón negro en artes marciales, boxeadora argentina con títulos mundiales de peso pluma ( WIBA - Women´s International Boxing Association ) y peso supergallo ( WIBA y WBC - World Boxing Council ):

Indiscutiblemente cuando las 3.816.654 mujeres argentinas pudieron votar el 11 de noviembre de 1951 eso fue realmente impresionante.

En la historia argentina la más grande fue Evita.

EVITA

En la imagen, Evita en uno de sus numerosos viajes por el territorio argentino.

Y para ver otra foto similar de una Evita itinerante, clickear, por favor, aquí

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De Alejandro Segura, escritor e historiador, en un fragmento de su novela, de desopilante tono y lenguaje coloquial, titulada El romance del Perón y la Evita, ediciones El Alfiler, Buenos Aires, 120 páginas, año 2011:

La Evita y el Juan Domingo no se conocieron en el Luna Park, no se conocieron en una colecta por el terremoto de San Juan, no se conocieron porque los haya presentado Roberto Galán y no se conocieron porque los haya presentado el coronel Aníbal Imbert ni nadie.

La Evita y el Juan Domingo, como es de lo más natural, si lo pensamos, se conocieron bailando tango; fue allá por los finales del mes de octubre de 1942, en una milonga qe se hallaba en la Sociedad Armenia de Palermo en la ciudad de Buenos Aires. La milonga se llama, porque aún sigue funcionando, Mosaiquito.

Si se habla con Ramón Landajo, el famoso alcahuete del Juan Domingo ( aclaro, para quienes no lo leyeron, que el mote de " alcahuete " se lo ha dado a sí mismo, y con mucho sentido del humor, el propio Don Ramón, de manera que no le faltamos el respeto en modo alguno al llamarlo de esa manera, es más, lo hacemos con todo cariño ), se pueden tener noticias sumamente, esta es la palabra, importantes. No se puede escribir historia así como así, señores: hay que investigar primero y yo lo he hecho y si no me creen hablen ustedes con Ramón Landajo.

Parece un poco tirado de los pelos salirme ahora con este simple hecho de que la célebre pareja se haya conocido bailando tango. Pero mi viejo decía que el origen de las cosas determina en algo su esencia, tomá mate con chocolate, esto decía mi viejo, qué tal. Seguro lo dicen Freud, el Evangelio según San Marcos, Paulo Coelho y cualquiera que haya vivido un poco; que no es lo mismo que al mundo lo haya creado Dios que haya surgido de una explosión, no nos hagamos los tontos señores científicos, que somos todos grandes y ya nadie se chupa el dedo.

En octubre de 1942, el Juan Domingo tenía 49 años. Tiempo antes se había quedado viudo de su primera esposa, la " Potota " Tizón, y hacía rato que se venía dedicando a la noche aunque sus superiores del Ejército le reclamabn un poco más de templanza y de cordura, que así la cosa no podía seguir. Por momentos, su situación militar estaba como la mona, por estas actitudes de un hombre que ya era, digámoslo con todas las letras, Coronel.

Pero nada nos cuesta ser comprensivos. El Juan Domingo no había tenido hijos con la " Potota ", de manera que no bancaba una familia, se hallaba solo y el Ejército resultaba una cosa bastante aburrida, sobre todo para las personas inteligentes como el Juan Domingo: él necesitaba salir todas las noches para airearse un poco y para salirse del tono solemne y engominado de los cuarteles. De todas maneras, el Juan Domingo se ponía gomina para salir. Cada noche se volvía a afeitar, se calzaba los zapatos para el baile y un sombrero de Casa Harrods y se hacía una escapadita a Mosaiquito. A veces se quedaba un rato, pero los fines de semana le daba hasta la madrugada.

Sigo contando. Nadie sabe a ciencia cierta si el Juan Domingo sabía bailar bien el tango, pero por testimonio de su alcahuete, sabemos que " levantaba minas a lo pavo ". Cada noche que salía se llevaba una a su departamento de la calle Posadas. Se dice, entre sus allegados, que el Juan Domingo era un buen amante, pero las viejas conquistas del coronel, mucha de las cuales pude entrevistar en un taxi, se niegan a dar detalles de las relaciones que mantuvieron con él, porque hay cosas que no se cuentan y eso me parece para sacarse el sombrero. No sé bien en qué se basaban sus amigos para andar diciendo que el hombre era un buen amador. Pero eso sí, todos coinciden con Landajo en un punto: el Juan Domingo, en 1942, andaba con unas cuantas minas, tenía pinta, era un militar en ascenso, vivía solo y además, era un gran chamuyador, eso nadie lo niega, que con negar no se va a ninguna parte.

Entonces resulta que un día va la Evita a Mosaiquito con un par de actrices amigas. Parece que fue un 25 de octubre, " pero no estoy seguro ", dice don Ramón Landajo, " habría que preguntarle al " Pochito ", fue hace tanto tiempo ". La cuestión es que a la Evita también le gustaba mucho la milonga, va y se encuentra con el Juan Domingo que estaba en la puerta, faciendo facha, como se decía en esa época. La Evita lo pispió pero se hizo la tonta, " que así hay que hacer de entrada con los hombres ", pensó seguramente, y entró a la tanguería en la que ya había reservado mesa para cuatro. El Juan Domingo la vio enseguida pero también se hizo el sota, de manera de esperar la oportunidad del baile que era, en definitiva, lo que interesaba a ambos esa noche. El Juan Domingo pensó " si no es esta mina será otra, que minas es lo que sobra ". El hombre estaba de lo más tranquilo, porque no sabía la que le esperaba y después que el amigo con el que andaba terminó de fumarse el pucho, entraron a Mosaiquito y se sentaron en la mesa para la cual tenía una reserva permanente porque él ya era el Coronel Perón y los mozos, Julio y Sergio, lo respetaban y esperaban. Hay que decir, en su defensa, que él nunca hizo abuso de su grado militar y tampoco sedujo a mujer alguna diciéndole que era Coronel y esas cosas. El Juan Domingo tenía su propio chamuyo, muy personal, por decirlo de alguna manera.

Lo cierto es que arrancó el baile con unos tangos muy divertidos como Yo soy el tango y Bajo un cielo de estrellas, pero el Juan Domingo siguió tomando su gaseosa, porque - a lo mejor ustedes no lo saben - el coronel nunca fue un tomador. Mientras degustaba su bebida, charlaba de lo lindo con un grupo de caballeros que eran de su más íntima amistad en Mosaiquito, aunque fueran del lugar los amigos prácticamente no se daban bola. En fin, cosas de la milonga.

Y acá viene lo lindo de la historia.

De pronto suena La abandoné y no sabía y el Juan Domingo salta de su asiento como empujado por un resorte y va como tiro a la mesa de la Evita que estaba ahí nomás, a dos mesas de la suya, muy cerca del escenario donde toca la orquesta. Entonces - el Juan Domingo es un tipo tan gracioso, vea - le suelta una mentira piadosa. " Me dijo mi amigo que querías bailar conmigo este hermoso tanguito ". La Evita se puso de pie inmediatamente y descostillándose de la risa, porque aquel hombre la estaba tuteando, algo que entonces no se usaba ni siquiera después de un primer encuentro. De manera que el flechazo fue inmediato. En el segundo tema el Juan Domingo le dijo que ella le gustaba y que no se animaba a invitarla a bailar tangos más alegres porque tenía miedo de pisarla y que no sabía bailar muy bien. " No te preocupes ", lo tuteó ella, que tampoco era lerda ni perezosa, " que yo te voy a enseñar a bailar ". Lo mató !!!, señores, lo mató.

Mientras bailan los primeros temas, el Juan Domingo aplica con la Evita la misma técnica que le ha dado buenos resultados con el resto de las minas: primero la aprieta suavemente y le suelta al oído algún chamuyo filosófico, en este caso le está hablando de Heráclito y de la mutación de las cosas; después de algunos pocos temas la abrazará más fuerte, seguidamente traerá la mano derecha de la Evita y la izquierda suya al espacio que hay entre las dos caras en el famoso " lado abierto " del tango, y finalmente, como la Evita no dice esta boca es mía, le dará un suave beso en la mejilla ...

Nota:

Para conocer bibliografía sobre Eva Perón, clickear, por favor, aquí

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De Rubén Pereiret, investigador y escritor sobre cine, el espectáculo en Rosario y temas históricos:

El 26 de julio de 1952, moría Eva Perón a los 33 años a consecuencia de un cáncer uterino.

El país se paralizó a las 21.36 horas cuando la cadena nacional de radiodifusión anunció su fallecimiento.

La voz oficial anunció por la radio que: " A las 20.25 horas del 26 de julio de 1952, Eva Perón pasó a la inmortalidad ". Posteriormente el historiador Félix Luna describe a los días que siguieron " como si una gran tiniebla descendiera de todos lados ".

Asociándose a la tristeza general, el frío, la llovizna incesante, las vidrieras a oscuras, los faroles de las calles cubiertos con crespones negros y los transportes no funcionaban. Se decretó duelo nacional por un mes y el uso obligatorio de mostrar señales de duelo. Cerraron los cines, los teatros y todos los espectáculos, incluso el fútbol, las radios transmitían exclusivamente música fúnebre y los diarios orlaban su primera página con franjas negras, y por 10 días la bandera nacional permaneció izada a media asta, en señal de duelo, en todos los edificios públicos y unidades del Ejército, Aeronáutica y Armada. Repicaban las campanas de las iglesias a una determinada hora doblando a duelo por 5 minutos. Evita fue velada durante 12 días bajo la cúpula de la Secretaría de Trabajo. La acostaron en un féretro con tapa de cristal y la cubrieron con un sudario blanco y una bandera argentina.

Afuera la lluvia no se detenía y aquellos que querían despedirse de Evita esperaban horas y horas, helados y empapados, haciendo una cola que atravesaba cuadras y cuadras del centro de Buenos Aires.

Medio millón de personas besó la tapa de cristal. Hubo escenas de auténtico dolor, muchos contusos y gente atendida por las enfermeras de la Fundación Eva Perón.

El matutino La Capital de Rosario, decano de la prensa argentina, informaba a sus lectores sobre el funesto suceso con un titular:

Falleció anoche la esposa del Presidente de la República.

En otros sectores del diario La Capital se informaba que esa tarde Tiro Federal, de barrio Ludueña, había empatado con Tigre 2 a 2, y que, en 1ra. división, Newell´s Old Boys debía viajar a Buenos Aires para visitar a River Plate, mientras que en Arroyito, Rosario Central debía recibir a Boca Juniors.

En otros sectores del diario se anunciaba: ¡ Vendemos la demolición ! De todo lo existente en el sitio donde se construirá la futura Galería Rosario. Informes en San Martín 848.

En el cine Radar, Córdoba al 1100, se había estrenado el filme Los Tres Mosqueteros, película de la MGM en Technicolor, basada en la novela de Alejandro Dumas y que contaba con un numeroso elenco, Lana Turner, Gene Kelly, June Allyson, Van Heflin y otras figuras.

En otros cines del centro de Rosario se habían estrenado y estaban en cartelera, en ese momento, películas como Kim de la India, con Errol Flynn y Dean Stockwell. Deshonra, con Tita Merello, Fanny Navarro y Mecha Ortiz. Los amantes de Carmen, con Rita Hayworth y Glenn Ford. Juana de Arco, con Ingrid Bergman y José Ferrer. Pasó en mi barrio, con Tita Merello y Mario Fortuna. El mucamo de la niña, con Lolita Torres y Alfredo Barbieri.

En la pantalla del cine Belgrano, San Martín 1085, se proyectaba la primer película de Hollywood sobre las aventuras del hombre de acero aparecido en la revista norteamericana Action Comics en 1938. Se trataba de Las aventuras de Superman, con el actor Kirk Alyn como Superman - Clark Kent, y Noel Neill como Luisa Lane.

Por orden del Ministerio de Educación y Cultura, se da a conocer un decreto del Poder Ejecutivo que a partir del 1º de agosto y por 8 días, se dictarán clases alusivas a la vida y obra de la Sra. Eva Perón en todos los establecimientos dependientes de dicha secretaría de Estado.

El intendente municipal de Rosario dictó una resolución destinada a rendir homenaje a la esposa del Jefe de Estado, en conformidad con los deseos del Sindicato de Empleados y Trabajadores Municipales. Hubo un catafalco en el local de los trabajadores municipales de Rosario.

Poderes públicos y el pueblo ratificaron su duelo por el fallecimiento de la Sra. Eva Perón y mostraron la penosa impresión en los sindicatos locales.

El viernes 1º de agosto, el Concejo Deliberante de Rosario dedicó una sesión especial a la memoria de la esposa del Jefe de Estado.

El 24 de julio se habían celebrado los 40 años de la fundación de la Biblioteca Argentina de Rosario, y el 5 de agosto se esperaban los festejos de los 100 años de la declaración como Ciudad a Rosario, y también los 40 años de la fundación de la Bolsa de Comercio. Además de un homenaje al entonces obispo de Rosario, Monseñor Antonio Caggiano, por celebrarse los 40 años de su ordenación.

Entre muchas notas más del diario La Capital, se esperaba a Kid Gavilán, campeón mundial de los welters, para una exhibición en el Estadio Norte frente a púgiles locales, como Antonio Monnez y Aquiles Gregorutti.

También se esperaba en Rosario la visita de los integrantes de la Familia Tarzán, programa que se escuchaba de lunes a viernes por Radio Splendid a la tarde, basada en la obra de Edgar Rice Burroughs, personificados aquí por César Llanos como Tarzán, Mabel Landó como Jane, y el niño Oscar Rovito como Tarzanito. Los tres héroes del programa radial venían a entregar los premios a los niños ganadores del concurso organizado y auspiciado por el diario La Tribuna y alimentos Toddy, respectivamente.

Se preparaba la 52º Exposición Rural de Ganadería, Industria y Comercio en los predios de la Sociedad Rural de Rosario, 27 de febrero y Bv. Oroño.

Se hicieron actos en el Cristo Redentor, frente al cementerio El Salvador, y se hizo una misa de campaña en la intersección de Bv. Oroño con Cochabamba, frente a las columnas del laguito del Parque Independencia.

El 20 de agosto se estrenó el documental Eva Perón, Inmortal, proyectado antes de la película principal y en las 10 mejores salas del centro de Rosario.

La noticia del fallecimiento de Evita tuvo repercusiones en el mundo entero, y, cabe destacar que, en Nueva York, USA, las estaciones de TV y radio de esa ciudad interrumpieron sus programas por el deceso de Eva Perón. En las estaciones de la NBC ( National Broadcasting Company ) se presentaba un programa de bailes cuando fue cortado para que un locutor informara al público la triste noticia con voz grave y pausada.

Nota:

Para ver imágenes del funeral de Eva Perón, clickear, por favor, aquí

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De Lilia Lardone, licenciada en Letras y escritora, autora del libro titulado 20.25 - Quince mujeres hablan de Eva Perón, con la colaboración en entrevistas de la periodista Yaraví Durán, prólogo de la escritora María Teresa Andruetto, editorial Sudamericana, Buenos Aires, 224 páginas, año 2012:

Pensé que el 26 de julio de 1952 podía ser un disparador para proponer a diferentes personas hacer foco sobre la Argentina del siglo XX.

Sabía que a las 21.36 el locutor Jorge Furnot había anunciado la muerte de Evita por cadena nacional y que, durante varios años, Radio del Estado repitió a diario el mensaje:

" Son las 20.25, hora en que Eva Perón entró en la inmortalidad ".

Sabía también que el hecho irrumpió y marcó nuestra historia, que a partir de ahí comenzó la transformación de Evita en mito, en símbolo.

Sin embargo, la idea de las entrevistas se postergó una y otra vez hasta resurgir en enero de 2010 en un encuentro fortuito con Yaraví Durán, a quien le conté el proyecto. Ella se entusiasmó de inmediato y empezamos.

Así, durante varios meses de 2010, y gracias a distintas vinculaciones, se establecieron contactos con mujeres que recordaban, mujeres dispuestas a dar sus opiniones. Se trató de ubicar a representantes de distintas corrientes: peronistas, radicales, intransigentes, conservadoras, de izquierda ... y también " apolíticas ". En total, con Yaraví Durán realizamos quince encuentros.

En síntesis, las voces de las protagonistas dieron a recuerdos coloreados por la subjetividad, a rumores de otros tiempos que cobraron nueva vida, a la evocación de una Argentina que ya no está. Simultáneamente, esas voces ayudaron a pensar la edición de las entrevistas con absoluto respeto a los tonos individuales, giros de lenguaje y cadencias del habla de cada participante.

Convertida en hito que marcó un antes y un después en la historia de nuestro país, la muerte de Evita fue un acontecimiento inolvidable y dividió a la sociedad de la época en partidarios y detractores. Al pasar los años, la figura de la dirigente política y Primera Dama alcanzó dimensión épica, hasta transformarse en mito inspirador de movimientos revolucionarios, una transformación que se produce durante la segunda mitad del siglo XX y sigue alimentándose día a día.

Más allá de los colores políticos, Eva Perón es considerada a nivel mundial ícono de la justicia social.

Nota:

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De Juan Albertelli, hijo del Dr. Jorge Albertelli, médico ginecólogo que atendió a Eva Perón:

Papá se instaló en la residencia presidencial por sugerencia del ministro Raúl Mendé.

Recuerdo que mi padre nos dijo, nos aconsejaba, que no le contáramos esta situación a nadie, era secreto de Estado, y que si alguien nos preguntaba que si él estaba atendiendo a la esposa del Presidente de la Nación nosotros teníamos que responder sencillamente que " no sabemos ".

Mi padre no era ni peronista ni antiperonista, y, en un determinado momento, Evita le preguntó porqué no usaba el escudito peronista, símbolo de lealtad con el gobierno. Papá se escapó por la tangente y le respondió a Evita que no estaba afiliado al partido peronista y que además no tenía el escudito. Entonces Evita llamó a Atilio Renzi, el mayordomo de la residencia presidencial, y le dijo:

" Renzi, el Dr. Albertelli no tiene el escudito peronista. Por favor, facilítele al Dr. Albertelli un escudito peronista ".

Y así fue como mi padre recibió una bolsita con cerca de 50 escuditos peronistas.

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De Alberto Dionisi, hermano del Dr. Humberto Dionisi, médico y profesor de Ginecología de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Córdoba que atendió a Evita:

Por una llamada de Presidencia de la Nación, desde Buenos Aires, se le pidió a mi hermano que fuera hasta allí para ver a una paciente, sin aclarar de quién se trataba.

En la Casa de Gobierno se instaló un consultorio, Evita no era de ir a médicos ni a consultorios. Eva Perón fue interrogada y luego revisada bajo anestesia. Se llegó a la conclusión de que ella necesitaba un médico permanente a su lado.

De entrada, al presidente Perón se le informó sobre la salud de la paciente.

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De Bernardo Rabinovitz, periodista, autor del libro antiperonista y pro " Revolución Libertadora " titulado Lo que no se dijo - Sucedió en la Argentina, ediciones Gure, Buenos Aires, 237 páginas, año 1956:

Animada de un espíritu de audacia y ambiciones, María Eva Duarte, una joven que se desempeñó como actriz en audiciones radiales y dactilógrafa voluntaria en las oficinas de un locuaz coronel, unió su destino con quien se preparaba para alcanzar el poder. Su primer paso consistió en ocupar de facto el departamento del coronel Perón de la calle Arenales.

Y así, la ambiciosa María Eva Duarte arrojó a la calle a una niña de 16 años, " Piraña ", presentada en ocasiones como la hija del coronel. La aventurera Duarte siguió un curso intempestivo. De la calle Arenales se mudó a la calle Posadas, donde ocupó un departamento vecino al que habitaba Perón. Su fortuna creció a la par de sus aspiraciones.

Por efecto del matrimonio legalizó su unión con su socio Perón.

Instalado en la presidencia de la República Argentina, el coronel descamisado desató toda su crueldad, padeciendo el pueblo las peores penurias. Convirtió a sus legisladores en serviles objetos pasivos de su política crudamente personal compartida exclusivamente por su mujer. Ella repartió mercedes entre los pobres e hizo de sus célebres paquetes de víveres el vehículo de soborno a los humildes. Su gira por Europa fue un itinerario de escándalos continuados. A su paso le arrojaron piedras y tomates. En Roma la viajera rechazó una audiencia del Papa Pío XII.

El matrimonio Perón jamás renunció a los negocios, entre ellos, el negocio del libro La razón de mi vida, que los escolares estaban obligados a comprar, libro en muchos aspectos licencioso.

Un anuncio oficial del 26 de julio de 1952 anunció la muerte de la consorte del tirano. Se preparó un velatorio de tal modo, que la extinta parecía sumida en un profundo sueño, el propósito era dar la sensación que la muerta estaba viva. Largas filas humanas marcharon durante el largo velorio. Todo había sido decorado en un artificio para el fácilmente impresionable espíritu de la gente sencilla. El primer día del velatorio fue un infierno, algunos fueron recogidos sin ropa. Impertérrito y parado detrás del féretro, el gran viudo.

Se aplicaron sanciones y se exoneró a los que empleados públicos que no se habían puesto corbatas de luto por Eva Perón. Escolares y estudiantes fueron también obligados a llevar luto. El dictador asumió la presidencia del partido peronista femenino, asimismo pasó a ocupar el despacho de la difunta en el Ministerio de Trabajo y Previsión para proseguir la campaña de dádivas, y no tardó en fatigarse en esta tarea.

El tirano le negó a su consorte el reposo en un cementerio y limitó a un brazal negro sus propias honras a la extinta. Su decadencia fue manifiesta y se refugió en la residencia presidencial, rodeado de niñas, en las que hallaría consuelo su viudez y sus seniles apetitos sexuales, motivo de vergüenza pública.

Derrocado el dictador, algunas voces reclamaron para ella, co - empresaria de Perón, una cristiana sepultura, que le habían negado sus familiares y el propio Perón. El 20 de setiembre de 1955, él lo abandonó todo.

Nota:

Para ver imagen del libro, clickear, por favor, aquí

Y también aquí para conocer más sobre la " Revolución Libertadora "

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Del Ingeniero Civil Agustín Rossi, político argentino:

Las necesidades del pueblo más humilde fueron el motivo de la vida política de Evita, que se entregó a esa causa sin límites. Su gran transgresión fue hacer política desde otro lugar, posicionarse en un lugar donde pocos se habían ubicado.

La intensidad y la pasión; el amor y la predilección por los más necesitados y la claridad conceptual e ideológica de Evita han sido un legado político para todos.

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Del Dr. Hermes Binner, médico, político argentino, dirigente socialista, ex gobernador de la provincia de Santa Fe:

Recordar a Evita es evocar a una figura que trasciende a un partido político y a un símbolo de la causa de la igualdad y la justicia social.

Una mujer que dedicó su vida a la causa de los trabajadores, los niños y los ancianos. Esa causa fue su pasión, y ese el punto de encuentro con el socialismo.

Su comprensión de los problemas sociales la impulsó en el camino de la justicia social.

Fue una mujer comprometida con su tiempo que sobrepasó las fronteras de su contexto histórico.

Concretó el derecho al voto femenino plasmando un anhelo que durante muchas décadas muchas mujeres promovieron. Recordamos la lucha incansable de Alicia Moreau de Justo.

Con solidaridad, participación y transparencia construyamos un país en celeste y blanco, reconociendo nuestro pasado para concretar en el presente nuestro porvenir.

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De Francisco de Narváez, empresario y político argentino:

El legado de Evita es enorme, porque logró instaurar de manera inamovible nuevos paradigmas en la Argentina.

Evita marcó un camino. Y con su pasión por el " hacer " encendió miles de almas, para colaborar y trabajar solidariamente por un país distinto, un país posible, donde las mujeres, los niños, los ancianos, los trabajadores y los que menos tienen ocupen el digno lugar que todos merecen. Su palabra siguió y sigue enamorando y entusiasmando a quienes enarbolamos su bandera y compartimos y valoramos sus sueños. Miles de jóvenes y nuevas generaciones, cada vez más lejanas de su paso inolvidable, encuentran en Evita una mujer que los guía y los conduce para trabajar por un verdadero país de iguales.

Ella dejó en la sociedad hitos destacadísimos. El rol igualitario de la mujer, sus derechos y los derechos de los trabajadores, la educación como verdadero motor de ascenso social, el derecho a una vivienda propia y la justicia social son valores vigentes que permanecerán por siempre, como recuerdo de su legado, en la historia política argentina.

Evita fue, y sin dudas será por siempre, la esencia, el alma y la voz que alimenta con fuerza la idea de una Argentina justa y solidaria, una Argentina inclusiva; una mejor Argentina.

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Del Dr. Federico Pinedo, abogado y político, nieto del economista argentino Federico Pinedo:

Evita, nombre cargado de amores y de odios desmesurados.

Dentro de cada época, en política especialmente, los embanderamientos hacen que las cosas se vean con los ojos de la pasión y, como se sabe, la pasión nubla la vista.

Mientras vivió, Evita cruzó la historia por el medio, en blanco y negro, sin grises. Era como que sentía la urgencia de dejar la marca, de cambiar el rumbo, de imponer ella su pasión por la dignidad y la igualdad de los más desheredados y eso la dejaba sin tiempo para los grises, para el respeto estricto de las visiones de los otros. Su enfermedad, que la quitó de la vida tan joven, le dio la razón a esa urgencia, a ese atropello de Evita.

Cuando pasa el tiempo es posible hacer un balance y, sobre todo, concentrarse en lo bueno que hizo alguien tan importante para la historia de la Argentina como Evita.

Ella fue el alma y el sentido profundo del peronismo. El peronismo no fue una doctrina económica ( cambió muchas veces, aun en vida de Perón ), ni una filosofía política. El peronismo fue una revolución cultural. En una Argentina que se había hecho demasiada rica en muy poco tiempo, que en una generación asimiló a tantos extranjeros como nativos, que les dio oportunidades de mejorar su vida con el esfuerzo y el trabajo a esos millones de personas, se habían generado desigualdades que algunos creían debían ser eternas, desde la cuna a la tumba. " Aluvión zoológico, cabecitas negras ", se oyó decir a políticos, refiriéndose a nuestros compatriotas del interior profundo y provinciano. Eso reparó Evita. No se iba a permitir nunca más que alguien se sintiera menos que otro, por su fortuna, origen, trabajo o educación.

Esa es la revolución cultural que cambió a la Argentina en los pocos años en los que Evita dejó su tajo en nuestra sociedad.

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De María Herminia Grande, escritora, periodista y conductora radial:

" 24 de setiembre de 1951, siempre he pensado que aquel día cambió el destino de Perón. En la tarde, casi a la noche, de aquel 24 de setiembre, fue lunes, me vi obligado a cumplir la dolorosa misión de comunicar al General el diagnóstico irremediable que había resultado del primer examen médico a que fuera sometida esa misma tarde la Sra. Eva Perón.

Cada vez que recuerdo aquel momento y los que siguieron a la dolorosa información, veo a Perón con ese mismo rostro de dolor, angustia, sufrimiento, amargura. Con esa misma sombra de soledad en su mirada. Y recuerdo que con ese mismo rostro me dijo textualmente:

" Estas cosas no llegan nunca solas. Debemos esperar otros golpes de la suerte. Lo presiento con claridad ".

Perón hacía un gesto especial con sus manos como si palpase el porvenir. Cuatro días después, el 28 de setiembre, estalló la primera revolución antiperonista encabezada por el Gral. Menéndez. Ese día le pedí ordenes y le informé: " Usted sabe que hoy los médicos que atienden a la Sra. han de practicarle una pequeña intervención terapéutica. Se le va a practicar con anestesia general. ¿ Difiero todo para mañana ?

Perón fue terminante:

" No debemos perder un solo día sin hacer todo cuanto sea necesario. Si hay una esperanza, no tenemos que perderla y postergarla por veinticuatro horas. Esto ( se refería a la revolución ) tiene remedio ... aquello, a lo mejor, depende de ganarle un día a la enfermedad. Vaya usted allá por favor y luche con los médicos para salvar a la Señora, mientras yo lucho desde aquí para salvar el gobierno. Buena suerte ".

Así relata en las páginas 67, 68 y 69, en primera persona el Dr. Raúl Mendé, ministro de Asuntos Técnicos de Perón y médico personal de Evita, lo que fue el principio del fin.

Mendé lo escribió en 1958, él fallece en 1963 y su obra " A veces el que pierde gana " recién pudo ser publicada en el año 2010.

Aún hoy, a décadas de su muerte, cuesta hablar sobre Eva Perón sin apasionamientos. Sin embargo existen verdades irrefutables: amó a Perón y a los indefensos y a los humildes, más que a sí misma.

Evita fue absolutamente terrenal y por ello su amor como la luz, sigue expandiéndose a través del tiempo. Es verdad que despertó odios, odios que envejecieron. El amor nunca envejece, y mucho más si acaricia y penetra donde hay rechazo, y en la Argentina de aquél peronismo había mucha gente rechazada. El peronismo amó la justicia social, primer paso firme para derrotar la pobreza. Y se aferró para ello a la cultura del trabajo:

" Donde hay una necesidad hay un derecho ".

Y si bien Evita no lo escribió, en la práctica impuso que a los derechos se los mantiene con obligaciones. Y para ayudar a su control posibilitó un sindicalismo fuerte. Sufrió como propio el dolor ajeno. Supo junto a Perón que la vivienda para que abrigue debe ser digna. Que el trabajo debe ser justamente remunerado. Que a los niños les gustan los juguetes, y que a los grandes les gusta ir al cine y de vacaciones. Que la tierra debe ser productiva, no rentística. Que las madres solteras deben ser cobijadas por el Estado. Que la vejez debe ser acompañada por jubilaciones dignas. Que el dinero de esas jubilaciones o pensiones, son de imposible cambio de destino. Que los hospitales deben estar limpios y equipados para atender a todos los enfermos. Que las escuelas deben tener doble escolaridad y un único objetivo: posibilitar a todos un futuro. Que las escuelas técnicas son importantísimas. Que la universidad no es una utopía. Que la mujer es una ciudadana ... Y podríamos seguir describiendo cómo se organiza una comunidad.

El peronismo en sus aciertos dejó un modelo clásico, es decir esta allí para seguir aplicándose.

¿ Qué pasó después ?

La política se subordinó a la corrupción, la seguridad se vulneró, el trabajo se ennegreció, los niños perdieron sus privilegios a manos de los dealers, la universidad volvió a ser elitista, la desnutrición se hizo fuerte, los valores humanos están de remate y los hospitales vaciados, para que otros engordaran sus bolsillos.

El amor nunca envejece, y mucho más si acaricia y penetra donde hay un rechazo, y en la Argentina de aquél peronismo había mucha gente rechazada; en la Argentina de hoy, también.

Para buscar la felicidad del pueblo sólo hay que volver a ser tan transgresores como Evita.

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De la Prof. Roxana Itatí Latorre, docente y política argentina:

" Como mujer siento en el alma la cálida ternura del pueblo de donde vine y a quien me debo ", palabras de Evita.

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De Astrid Riehn, periodista, escritora y cinéfila:

El gran papel con el que una jovencísima Eva Perón ( entonces Duarte ) soñaba en su pueblo natal de Los Toldos, y cuando aún no conocía a Juan Domingo Perón ni era rubia; no fue para ella sino para las actrices que tras su fallecimiento interpretaron en el cine su intensa vida.

Si bien Eva Perón logró actuar en algunas películas antes de convertirse en Primera Dama - entre ellas " La cabalgata del circo " y " La pródiga ", su único protagónico -, su carrera actoral descolló, más que en el cine, en el radioteatro.

La figura de Eva Perón estuvo durante mucho tiempo alejada del cine argentino debido a los sucesivos gobiernos militares que tuvo el país y para los que el peronismo era mala palabra. Sin embargo, más de veinte años después de su muerte, un 26 de julio de 1952, a los 33 años, la figura de " Evita " comenzó a surgir en el extranjero gracias al musical homónimo de Andrew Lloyd Webber, que se estrenó en el West End de Londres en 1978 y pasó luego con éxito a Broadway.

La primera actriz argentina en ponerse en la piel de Eva Perón fue Flavia Palmiero, quien en 1984 recreó a la Eva adolescente que a los 15 años se subió a un tren con destino a Buenos Aires para probar suerte como artista, para algunas secuencias del documental " Evita, quien quiera oír que oiga ", de Eduardo Mignona.

Pasaron varios años - con apenas una breve aparición de Eva en " Gatica ", la película de Leonardo Favio de 1993, interpretada por Cecilia Cenci - hasta que la líder de los trabajadores argentinos volviera a parecer en la gran pantalla. Fue cuando en 1996 se estrenó en Argentina " Eva Perón ", de Juan Carlos Desanzo, con Esther Goris en el protagónico.

Pocos meses después se estrenó la " Evita " del inglés Alan Parker, basada en el musical de Lloyd Webber y protagonizada por Madonna. Que la reina del pop, que había hecho del erotismo un negocio, encarnara a quien para muchos era una " santa ", fue demasiado para muchos que acusaron a la cantante poco menos que de blasfema.

Rodada en parte en Buenos Aires, la película de Parker, al igual que el musical, se alejaba del rigor histórico para convertir a Eva Perón en una figura más emparentada con Julie Andrews que con la esposa del fundador del peronismo.

En el año 2011 Eva volvió a reencarnar, pero como dibujo en la película de animación " Eva de la Argentina ", de María Seoane. Se trata de una película de ficción animada, con pinceladas de material documental. " Eva, una niña nacida en un pequeño pueblo del interior de Buenos Aires, bastarda y despreciada, llegará a ser esa mujer que conquistó, sin condiciones, el amor de su gente, provocando, en una sociedad machista, el odio de los poderosos ", fue presentada en el momento del estreno.

También en el año 2011 se estrenó " Juan y Eva ", de Paula de Luque, con Julieta Díaz como Eva y Osmar Núñez como Perón, centrada en el surgimiento de la historia de entre los dos, cuando Eva era una actriz en ascenso y Perón un prometedor coronel a cargo de la Secretaría de Trabajo. " Juan y Eva " mostró a una Evita celosa y posesiva, capaz de defender con uñas y dientes al hombre que amaba y admiraba, mostrando la intimidad de una pareja que, según algunos historiadores, era más política que sexuada.

Angloparlante, adolescente, cantante, enamorada, politizada ... El tiempo dirá cuántas Evas quedan aún por descubrir en el cine.

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De revista Veintitrés, editores Matías Garfunkel y Sergio Szpolski, director Jorge Cicuttin, edición especial del 26 de julio de 2012, Manucorp S.A., Buenos Aires, Argentina:

Obras de teatro, libros, muestras de pintura, fotos y documentales televisivos. Diferentes formas de reflejar el pensamiento de la mayor referente histórica del movimiento justicialista.

La Evita militante, revolucionaria y comprometida convive con la Evita de salón, apasionada por las joyas y las carteras de lujo. Así como la Evita de la radio, el cine y teatro es también la Evita política y combativa. En el inconsciente colectico conviven las multifacéticas caras de Evita. Y por cada lectura, cada 26 de julio se montan obras de teatro, se reeditan o lanzan libros y se inauguran muestras de arte para rendirle homenaje. Las alternativas se multiplican y magnifican en todo el país.

En el campo literario, son muchos los escritores que se animaron a publicar sus obras después de la consagrada novela de Tomás Eloy Martínez, Santa Evita. Por caso, el historiador Norberto Galasso acaba de publicar la biografía La compañera Evita ( Colihue ); el periodista Sergio Rubín, Secretos de confesión ( Ediciones B ), una investigación sobre cómo y por qué se ocultó el cuerpo de Eva Perón durante 14 años, y la periodista Araceli Bellota, en Eva y Cristina - La razón de sus vidas ( Ediciones B ), establece un diálogo imaginario entre las dos mujeres.

Más artística es la propuesta de Nora Iniesta que acaba de lanzar Evita - La dama de la esperanza ( Del Nuevo Extremo ). Con prólogo de Antonio Cafiero, el libro recopila más de 200 fotografías tomadas de las distintas obras de la artista plástica. " Evita es alguien a quien admiro y me inspira en la labor diaria. La idea del libro fue recopilar mi obra y homenajearla a ella ", sintetiza Nora Iniesta.

Otra propuesta interesante para visitar es la muestra que se levantó en el Senado de la Nación: Evita, recuerdos de una militante, que exhibe docuementos y fotografías cedidas por Ana Laura Roja, nieta del ex colaborador de Eva, Eduardo Rojas.

Definir a Evita resulta una tarea por demás complicada. Bien podría entrar en la clásica nómina de próceres o reducirse a un mito, ya que cumple con la regla de morir joven y hermosa. Sin embargo, como todo en su vida, los parámetros convencionales no están hechos a su medida. Quizá la mejor definición sea la que ella misma incluyó en la única biografía autorizada, La razón de mi vida:

" Y me sentiría debidamente, sobradamente compensada si la nota terminase de esta manera: De aquella mujer sólo sabemos que el pueblo la llamaba, cariñosamente, Evita ".

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Textos cortesía de Carlos Vitola Palermo de Rosario, Santa Fe, República Argentina.

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