DOCUMENTOS SOBRE EVA DUARTE DE PERON 


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María Eva Duarte de Perón / Evita. Argentina 1919-1952

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HISTORIAS, ANECDOTAS y TESTIMONIOS 

Evita en el Hogar de Tránsito Nº 2, hoy Museo Evita, Lafinur 2988, Buenos Aires

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De Marcos Aguinis, psicoanalista y escritor, autor de la novela histórica La furia de Evita, editorial Sudamericana S.A., Buenos Aires, 352 páginas, año 2013:

Su acción social directa, su cercanía con los necesitados, sus resentimientos, sus impulsos, su temeridad, imprimieron al peronismo de una fuerza que no tuvieron los autoritarismos anteriores, cualquiera fuera su signo.

LA FURIA DE EVITA

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De Daniel Guebel, escritor y periodista, autor del libro La carne de Evita, editorial Mondadori Argentina, 224 páginas, año 2012:

Evita es la primera mujer que vi desnuda. Al menos así aparece en mi recuerdo.

Pasados los años, tengo que pensar que la imagen de su cadáver pálido, con el pelo tirante y la piel de la cara pegada a los huesos, no debía de estar sin ropas. En la foto tono sepia de la revista " Así ", seguro que ella estaba cubierta por una túnica de lienzo, y sin embargo en mi recuerdo aparece desnuda. Tal vez en los entresijos de la memoria se filtre, menos que lo visto, el modo en que la mente opera sobre el horror para vestir de carne y vida el proceso de la muerte detenida. Supongo que la foto es una de aquellas que le tomó la " Libertadora " para certificar su faena, o tal vez la tomaron un rato antes de que entregaran el cadáver al viudo en Puerta de Hierro.

Evita es peronismo pero también es algo más abstracto, especial y distinto. Evita nace a la precaria inmortalidad desde la beneficencia que se trasmuta en amor.

Evita, de instrumento ocasional se vuelve primer hito en la conversión del peronismo en un fenómeno religioso. Corriendo de lado el detalle de género, su vocación de sacrificio la asemeja a Cristo, que lo dio todo en holocausto a la humanidad y a la ausencia del padre, mientras que la momificación la lleva aún más atrás en el tiempo, al mito fascinante de Isis y Osiris. Evita es el punto de quiebre de la política y su pasaje a la mística.

Que Evita siga siendo una representación argentina depende poco de la realidad de los hechos históricos. Fueron su entrega al ardor, su ardor por la entrega, su estilo trágico para abandonar los fastos en pos del mejor papel que el mundo del espectáculo pudo proporcionarle.

LA CARNE DE EVITA

En la imagen, tapa del libro La carne de Evita, editorial Mondadori Argentina, 224 páginas, año 2012.

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De María " Mary " Vicenta Sánchez, docente, diputada, fundadora de la CTERA ( Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina ) y coordinadora del programa Argentina Trabaja, Enseña y Aprende de los ministerios de Educación y de Desarrollo Social de la Nación:

Nací un 9 de noviembre de 1943, en España, en San Millán.

A los 20 años me recibí de maestra. Muy influenciada por papá, aprendí de él el espíritu de lucha, mamá prefería que fuera artista.

Admiro profundamente a Evita, por su voluntad, su lucha, y por su acción social por los niños, los ancianos y los desclasados.

En la década del 60, cuando me recibí de maestra de grado, reivindiqué la importancia de la educación pública.

En septiembre de 1973, días antes de las elecciones en las que Juan Domigo Perón obtuvo la mayoría de votos, los docentes argentinos logramos organizarnos sindicalmente a nivel nacional en una estructura que tendría continuidad, la CTERA. El 12 de septiembre, un día después del Día del Maestro, se había logrado la unidad.

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De Carlos Gamerro, licenciado en Letras por la Universidad de Buenos Aires, docente y escritor, autor del libro titulado La aventura de los bustos de Eva, editorial Norma, Buenos Aires, 184 páginas, año 2009:

Cuando estaba investigando para mi primera novela, Las Islas, leí que una de las exigencias de la organización guerrillera Montoneros para liberar a los secuestrados empresarios Juan y Jorge Born, en septiembre de 1974, era que se debían colocar bustos de Evita en las distintas dependencias de la empresa.

Fue leerlo y decirme " realmente yo con esto hago una novela ". Porque alguien tuvo que encargarse de comprar esos bustos, de elegir el modelo, de decidir si serían de bronce, cemento, yeso. Pude ver las reuniones de directorio, escuchar las discusiones e identificarme con el hombre encargado de tal misión.

Los escritores siempre nos quedamos cortos cuando se trata de nuestra historia, más si es historia peronista.

LOS BUSTOS DE EVITA

Imagen, tapa del libro La aventura de los bustos de Eva, editorial Norma, Buenos Aires, 184 páginas, año 2009

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De Rodolfo Piovera, historiador y periodista, autor del thriller peronista El sable, editorial Atlántida, Buenos Aires, 184 páginas, año 2012:

Mi intención, al escribir El sable, era hablar de la resistencia peronista, de aquella Jotapé, y desde un costado pintoresco.

El peronismo fue una víctima más de una historia oficial que lo denigró y lo difamó sin piedad.

Cuento una historia casi olvidada de los inicios de la acción de la Juventud Peronista: el robo del sable corvo de San Martín del Museo Histórico Nacional, en agosto de 1963. El objetivo de la Jotapé fue, entre otros, que se levantara la proscripción del partido peronista, se lograra el retorno de Perón y que apareciera el cadáver de Evita.

Y la historia tuvo ribetes cinematográficos.

EL SALBE

En la imagen, tapa del libro El sable, editorial Atlántida, 184 páginas, año 2012

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De Luisa Valenzuela, escritora y periodista argentina, autora de la novela La máscara sarda, editorial Seix Barral, Grupo Planeta, Buenos Aires, 248 páginas, año 2012:

En un viaje a Cerdeña, me entero de una historia insólita.

La leyenda local dice que Juan Domingo Perón nació en esa isla del Mediterráneo bajo el nombre de Giovanni Piras y ocultó su pasado para poder ingresar al Colegio Militar.

La sorpresa reside en la pregunta de cómo una leyenda tan difundida en Italia nunca llegó a las costas argentinas.

Y como no hay mejor manera de tratar una leyenda que con una narración mitológica puse en escena al " Brujo " José López Rega, que en diálogo con el General, lo amenaza con revelar su pasado, mientras las figuras arquetípicas de la tradición sarda cuentan su visión de la historia.

En la novela lo traté con el mayor respeto posible a Perón y no creo que la novela sea hiriente. Pero confieso que en algún momento me sentí incómoda porque estaba escribiendo sobre un personaje que tanta gente venera.

Mi novela es una lectura más, desde la ficción.

LA MASCARA SARDA

En la imagen, tapa del libro La máscara sarda, editorial Seix Barral, Grupo Planeta, Buenos Aires, 248 páginas, año 2012.

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De Hugo Presman, contador público egresado de la Universidad de Buenos Aires, docente, periodista y escritor:

El odio de sus enemigos se cebó no sólo con su cadáver sino también con su obra.

El historiador Felipe Pigna en su libro " Evita - Jirones de su vida " escribió:

" Dinamitaron el lugar donde murió para evitar que se convirtiera en un sitio de culto, prohibieron su foto, su nombre y su voz, pasaron con sus tanques por las casitas de la Ciudad Infantil hasta convertirla en ruinas, abandonaron la construcción del hospital de niños más grande de América porque llevaría su nombre, echaron a los ancianos de los hogares modelo, quemaron hasta las frazadas de la Fundación Eva Perón y destrozaron pulmotores porque tenían el escudo con su cara, secuestraron e hicieron desaparecer su cuerpo 16 años. Pero como sospechaban los autores de tanta barbarie, todo fue inútil ".

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De Fernando Sandro, comentarista y crítico de cine:

" Puerta de Hierro, el exilio de Perón " ( Argentina/2012 ), premio Moviecity a la Mejor Película Argentina en la 27ª edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Dirección: Víctor Laplace y Dieguillo Fernández. Género: Drama. Elenco: Víctor Laplace, Victoria Carreras, Natalia Mateo, Fito Yanelli, Javier Lombardo, Sergio Surraco, Manuel Vicente, Federico Luppi. Guión: Víctor Laplace y Leonel D´Agostino. Fotografía: Diego Poleri. Música: Damián Laplace. Sonido: Jorge Stavropulos. Distribuidora: 3C Films. Duración: 108 minutos. Calificación: Apta para todo público.

Son los tiempos previos al regreso del General a la Argentina, los últimos días de un exilio obligado; y los tiempos en Argentina están revueltos aunque Perón lo ve todo desde Madrid, España. Estos simples renglones podrían definir una parte importante de la película, pero su riqueza parece estar no tanto en los lineamientos generales como en los detalles de la larga espera.

Víctor Laplace y Dieguillo Fernández se ponen al frente de una producción a la cual no parece faltarle presupuesto, o mejor aún, saben hacer un buen uso de los recursos con los que cuentan.

En un breve racconto veremos el bombardeo a Plaza de Mayo en 1955, el incondicional amor de Perón a Evita, cómo conoce el General a Isabel Martínez ( Victoria Carreras ) y ésta se funde con él y entrega a la causa. Pero después las cosas cambian, ambos viven encerrados, casi agobiados por el encierro en esa mansión en España, y que cada uno canaliza de manera distinta. Isabel se compenetra demasiado con el secretario de su marido, José López Rega ( Fito Yanelli ), y se va sumiendo cada vez más en la desesperación y tal vez, en una suerte de locura, previendo que no podrá soportar lo que está por venir.

Perón, por otro lado, de salud cada vez más débil, recibe constantes visitas con las que mantiene largas charlas, observa de reojo a su mujer y a López Rega , y conoce a una muchacha sastre española de nombre Sofía ( Natalia Mateo ) con la que entablará una relación cuasi paternal y a quien le grabará unas cintas magnetofónicas que le regaló ésta, relatando su vida y con mensajes políticos.

Laplace repite su papel de Perón y sin embargo se lo ve distinto que en el film " Eva Perón " ( 1996 ), logrando una impecable composición. Yanelli conduce a su influyente López Rega de manera misteriosa, con la traición y el engaño a flor de piel ( una escena en la que ocupa el sillón de su jefe es convincente y muy lograda ). Lo mismo podríamos decir de Javier Lombardo, Manuel Vicente y Sergio Surraco como Jorge Antonio, Héctor Cámpora y Rodolfo Galimberti respectivamente.

Párrafo aparte para Victoria Carreras en la que puede ser la mejor actuación de su carrera. Isabel es una mujer frágil, adolece de equilibrio y también se muestra manipuladora. Esos registros se marcan en la actriz con naturalidad.

La reconstrucción histórica es rica hasta en los detalles mínimos, y en la caracterización y en la labor actoral general.

Quizás recuerde a un tipo de cine histórico que hacía un tiempo no se hacía en Argentina, el del regreso a la democracia, el que corre el riesgo de convertirse en declamatorio ( sobre todo cuando Perón se vuelve una máquina de frases célebres ); con una banda sonora altisonante y algunos puntos algo flojos y discutibles del guión, pero de alguna manera el filme sale airoso y logra un resultado muy interesante.

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IGUAL QUE TATA

De Alda Cortés, docente, politóloga y escritora, autora del libro " Igual que Tata - La verdad sobre el origen de Evita ", editorial Dunken, Buenos Aires, 56 páginas, año 2012:

El libro no es una investigación obrada con método científico.

Son las apercepciones de una niña que escuchaba en voz baja lo que hablaban las mujeres en voz baja y acerca de Evita.

Lo hablado le apasionaba, y en las tardes inmensas de verano y en el campo, acostada en el césped, dibujaba en el cielo las imágenes de las charlas femeninas en formato de película. Esa era su " cielonovela " cotidiana y no le gustaba perdérsela.

Espero les agrade.

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De Daniel Briguet, docente, crítico de cultura y espectáculos, periodista y escritor:

El afán es mirar siempre adelante, registrar lo que ocurre en el momento, pero hay marcas que no se pueden borrar con facilidad.

¿ Se puede borrar acaso la marca de Eva Perón en la historia argentina, su prodigiosa actualidad ?

El detonante fue, sin duda, el filme de Alan Parker. " Evita " ( 1996 ). Lo que vale aclarar es que que una explosión no se produce por obra y gracia de un detonador.

Guste o no guste el musical, disfrute o padezca los interminables acordes que surcan su trama, se tropezará con una imagen inédita del personaje en cuestión. Que seguramente circulaba por el imaginario colectivo, pero que nunca antes había sido plasmada en una obra. De allí que generara tantas polémicas.

" Evita " es el relato en la pantalla sobre un personaje decisivo en la historia argentina contemporánea. Ocupa de hecho, el lugar de los relatos que los argentinos no fuimos capaces de construir.

¿ Cual fue la realidad de Eva Perón ? Tantas como las imágenes que pudimos recoger en nuestro itinerario como ciudadanos o simples habitantes de nuestro país. Hubo una Evita perversa en nuestra juventud, alimentada por la inevitable crianza en hogares gorilas, y hubo una Evita celestial en nuestra primera juventud, cuando los ardores de la militancia nos sumergieron en el fuego de la veneración popular. Hubo - hay - una ponderación maligna en las filas del antiperonismo y una adhesión sin reparos en el seno del movimiento peronista. Y en el medio infinidad de matices. ¿ Cómo condensarlos en una sola visión ?

Alan Parker eligió una vía que no arroja resultados brillantes, " Evita " no es un filme que merezca ese rótulo, pero le permite una considerable libertad de maniobra. Es la vía del distanciamiento en el origen de la producción y en la procedencia de sus hacedores. Mediante una mirada distanciada - y, por lo mismo, un tanto fría para el asunto en cuestión - el relato logra entrar por intersticios antes vedados al registro público. De modo básico, y en clave casi farsesca de un musical irónico, recrea la trayectoria de un personaje que, encandilado por las luces del show - business, termina convocando sobre sí la luz divina de la escena pública. De una mujer crecida en la marginación que terminará siendo la bandera irrenunciable de los marginados. Lo interesante de este trazo es que, sin apelar al gesto enfático, tampoco se priva de mostrar aquello que la imaginación opositora hizo florecer en infinidad de comidillas y chismes. Tal vez por imperio de las circunstancias, Evita fue una arribista en un tramo de su carrera, y no se privó de recursos para alcanzar sus propósitos. ¿ La inhibe esto de cualquier consagración posterior ? En absoluto. A lo sumo, ayuda a iluminar el lado más humano del personaje, sus contrastes y contradicciones.

El relato fílmico no vulnera la dimensión histórica de Eva Perón; en todo caso ayuda a mirarla de otro modo. Curiosamente, los mismos sectores reaccionarios - en el sentido literal de reaccionar - siempre tuvieron reparos respecto del pasado artístico de ella, como si se tratara de un dato difícil de encajar.

Pese a las presunciones, lo que emerge del filme no es un libelo: es nada más y nada menos que el perfil de la heroína romántica. De origen oscuro y andar equívoco, redimidos ambos por una pasión amorosa y, después y sobre todo, por la pasión sin fronteras que la unirá a sus descamisados.

El peronismo histórico exhibe lastres en su haber, pero también logros: fue tal vez la última gesta que imaginó una nación e intentó construirla. Más aún: intentó construir - y este fue el punto más lejos en que llegó - la clase social que sustentaría tal proyecto.

Seamos francos: ¿ acaso puede negarse que su concepción democrática fue limitada pero, a la vez, la primera genuina, porque partió de la incorporación a la vida pública de vastos sectores hasta entonces excluidos ?

Hoy, los descamisados de ayer han perdido más que la camisa: al borde de la desocupación y en la inseguridad, apenas si claman por no ser despedidos en el próximo barquinazo. Hoy, Evita podría volver como conductora de un programa de juegos y premios. " Volveré y seré millones " sería entonces una consigna de sentido más bien material. De hecho, la función que pudo cumplir la Fundación de Ayuda Social Eva Perón la cumple hoy - con todas las licencias y espejismos del caso - la misma televisión. Algo es probable: tal vez ellos puedan encontrarse, en algún momento, tal vez puedan juntar, en mejores condiciones, los fragmentos de un mito que no ha muerto, que respira un hálito más vital, menos próximo a la paz de los panteones.

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De Leonardo D´Espósito, docente, periodista y crítico de cine:

El mito de Eva Perón es tan perfecto que ha alcanzado, incluso en sus representaciones, una estabilidad notable.

Hay una enorme cantidad de versiones - especialmente teatrales y musicales - pero todas son, en mayor o menor medida, hijas de la antes llamada " ópera rock " y hoy musical " Evita ", de Tim Rice y Andrew Lloyd Webber.

Estrenada a mediados de los años setenta, resultó un éxito enorme en Londres, primero, y en Broadway, después. Cosa curiosa, en la Argentina, los propios militares en el poder decidieron que no se intentase una producción local.

Si Eva Perón es universalmente conocida hoy se debe, en gran medida, a aquella obra.

No deja de ser llamativo que en la construcción de ese mito la obra ponga en escena el proyecto hollywoodense que la propia Eva había dibujado para su vida. Como lo menciona el escritor Tomás Eloy Martínez en su novela " Santa Evita ", ella quería ser Lana Turner. Y logró convertirse en el rol que cual actriz quiere interpretar. De hecho intentaron hacerlo nada menos que Meryl Streep, Barbra Streisand y Michelle Pfeiffer, que llegó al precontrato para el rol. Más allá de la pésima miniserie " Evita Perón ", con el protagónico de Faye Dunaway, que acumulaba lugares comunes sobre la Argentina, el proyecto de llevar " Evita " al cine tuvo décadas de desarrollo. Y aunque iba a hacerla Oliver Stone, terminó en manos de Alan Parker, que conocía el paño del musical ( " Fama ", " The Wall " ). Y se filmó en parte en la Argentina. La protagonista fue Madonna.

Como Eva, Madonna era una piba de clase baja que peleó por ser una mujer con poder y de una fuerte rebeldía: no había mejor vehículo para darle a Evita el lugar que le correspondía en ese Olimpo que es Hollywood. En cierto sentido, la obra " Eva Perón ", de Copi, salvaje y descarriada, logra el mismo resultado por el absurdo, a través de un humor aparentemente irrespetuoso. En ambas representaciones complementarias, mitológicas, hay un amor que parece diluir cualquier crítica. Ese es el secreto sagrado del personaje.

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De André Rieu, violinista, compositor, director de orquesta nacido en Holanda, creador de la Orquesta Johann Strauss:

Como músico lo que más amo de Argentina es el tango. Aunque con mi orquesta en general tocamos valses, también incluimos algunos de los hermosos tangos argentinos. Viví un tiempo en Sudamérica y me enamoré de su gente, de su calidez y de su temperamento.

Confieso que no sé demasiado de Argentina, el país de Evita y de la reina Máxima.

La canción más hermosa que he escuchado sobre Argentina es " No llores por mí, Argentina ", del musical " Evita ".

Nota:

En el video, el director y violinista André Rieu, su orquesta y la talentosa soprano Suzan Erens interpretando " No llores por mí, Argentina ", del musical " Evita ".

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De Leandro Dario, escritor y periodista especializado en política internacional, articulista en diario Perfil, Buenos Aires, Argentina:

En Holanda, la tierra de los tulipanes, los molinos de viento y las bicicletas, se multiplicaron por doquier los restaurantes con sello argentino llamados " Evita ", " La Pampa " y " Los Gauchos ".

En diversos locales, hay fotos de Evita, de Carlos Gardel, de Lionel Messi, imágenes de River Plate y Boca Juniors en las paredes y, además, se vende dulce de leche, promocionando " el manjar que consumía Máxima ".

Aunque como reina consorte sólo tendrá un rol protocolar, los holandeses destacan que la argentina Máxima " humanizó " a Guillermo Alejandro Nicolás Jorge Fernando, rey de los Países Bajos.

Las ventas de Argentina a Holanda - comestibles, soja y productos químicos - aumentaron 275 %, desde 2000 hasta 2012.

La Argentina es un ícono cultural y comercial que seduce a los holandeses.

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EVITA Y VICTORIA

De Carolina Taffoni, periodista de espectáculos en la sección Escenario de diario La Capital, Rosario, Santa Fe, Argentina:

La obra " Eva y Victoria " de Mónica Ottino - que se estrenó originalmente en 1992, con China Zorrilla y Luisina Brando -, remite a un encuentro imaginario entre la líder política y la intelectual escritora, y plantea un debate profundo y muy actual sobre la Argentina.

En Rosario, las actrices Emilia Mazer y Norma Pons asumieron el desafío de interpretar a Evita y a Victoria Ocampo en el clásico " Eva y Victoria ", en una nueva versión de la obra de Mónica Ottino, en el Teatro Empleados de Comercio, Corrientes 450. Con la puesta en escena de Graciela Dufau y la dirección de Daniel Cicaré.

Norma Pons explicó que:

" El centro de la obra es el voto para la mujer, que se dio en 1947. Evita peleaba mucho por eso. Victoria le responde que con ese voto lo que ella quiere es afirmar una dictadura. Se da un gran encontronazo entre las dos, porque tienen ideas políticas totalmente opuestas. Pero al final se dan cuenta que van a un mismo punto: luchar obsesivamente por los derechos de la mujer ".

Emilia Mazer, por su parte, afirmó que:

" Es muy difícil interpretar a Eva. Hacer un personaje mítico significa una gran responsabilidad. Soy actriz, no imitadora. La obra " Eva y Victoria " es un pretexto para una discusión ideológica de dos personas que ocuparon puntos opuestos en la sociedad argentina. Pero este enfrentamiento también muestra la posibilidad de un diálogo, donde se encuentran puntos en común. Hay cosas que exceden lo político, y la obra lo muestra de una manera muy clara ".

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De Marcelo Birmajer, escritor, periodista y guionista cinematográfico, premio Konex 2004:

La literatura es una zona franca en la que pueden encontrarse los creyentes y los agnósticos. La verosimilitud de una buena novela permite al agnóstico suspender su escepticismo mientras escucha a un fantasma y al creyente, participar de un diálogo con los seres que ya han traspasado la eternidad, pero sin pagar el precio del mismo billete de ida. De modo que hay Evita después de la muerte, de la mano del escritor Marcos Aguinis, con una prosa pulcra, por momentos lunfarda, siempre transparente y magnética, para peronistas, no peronistas y antiperonistas; para feministas y desconfiadas; para buceadores de la historia y amantes de las historias de amor.

El recurso al que apela Aguinis en " La furia de Evita " para interpretar la voz de este personaje tantas veces conjurado es construir una Evita que repasa su propia odisea, desde el Más Allá, con menos furia, más ecuménica, quizá con la moderación que le hubieran regalado los años de la vejez, si hubiera llegado a vivirlos. Aunque aún enamorada de Perón desde ese limbo innominado, queda para el lector concluir si esta Evita que narra sigue o no siendo peronista. Quizá ésa sea la mayor herejía, y la más atractiva, a la que se atreve Aguinis en esta nueva novela: no las despiadadas críticas que Evita vierte sobre sí misma a través de su pluma, sino la sombra de una duda respecto de si la lealtad de Evita hacia el General se mantiene férrea también después de la muerte.

La furia a la que hace referencia el título no es, evidentemente, la original de la Evita viva y actuante, sino la furia contra sus propios errores y los de Perón, en una lectura posterior a su existencia terrenal.

Aguinis sugiere que el recorrido fulminante e intenso de Evita hacia la celebridad parte no sólo de las carencias y humillaciones que sufrió en Los Toldos y Junín, sino de una violación fundacional que sufriera en su primera adolescencia a manos de dos villanos de " familia bien ". Por el resto de su vida Evita intentará, mediante la ayuda a los desposeídos, eliminar ese pasado infamante. Aguinis no trepida en describir cada de estas peripecias violentas o revulsivas con un lenguaje claro y profundamente descriptivo: la Evita de Aguinis habla en parte con las palabras de la Evita real, pero describe hechos sobre sí misma que la propia Evita nunca confesó.

A " La furia de Evita " no le faltan datos históricos que resultarán reveladores para los poco conocedores de esta figura legendaria.

Si bien Aguinis escribe en la piel de Evita, no puede ocultar al menos un gesto que descubre la pertenencia del autor al género masculino: la trata como un caballero. Cuando Evita sufre o es humillada, Aguinis la acompaña en su indignación y dolor. Cuando una lluvia providencial la cura de sus quemaduras, el autor invita al lector a compartir el alivio de la protagonista. Y cuando sobre el final, la enfermedad arrasa, también hay piedad y un acompañamiento.

El libro " La furia de Evita " también es una historia de amor: entre Evita y la que fue, entre Evita y Perón, y entre Evita y sus seguidores. Como dice el músico y cantante Andrés Calamaro, refiriéndose a las historias de amor: todo lo que termina, termina mal. Ese cuerpo consumido por el cáncer, en las orillas de una crisis que llegaba a la Argentina, es el final trágico, pero funcional y efectivo para el libro, que cierra también esta historia de amor.

Es probable que uno piense, luego de leerlo al libro, qué hubiera contestado Perón a los desaires que Evita le aplica desde estas páginas. Quizás esa respuesta deba quedar en manos del propio escritor Aguinis para una futura oportunidad.

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De Miguel Wiñazki, crítico y analista de medios, docente, filósofo y periodista:

Cuenta Vidal, uno de los protagonistas de la novela " Sobre Héroes y Tumbas ", de Ernesto Sábato, lo que en una oportunidad ve escrito en las puertas del baño de la paradigmática Antigua Confitería La Perla de Once - en la esquina de Av. Rivadavia y Av. Jujuy -, lugar muy frecuentado por los músicos jóvenes de la década del 60 que gestaron las primeras composiciones del rock argentino:

" Sobre el inevitable y básico VIVA PERON, alguien había tachado violentamente la palabra VIVA y la había reemplazado por MUERA, palabra que a su turno había sido tachada y reemplazada por un nuevo VIVA, nieto del primigenio, y así alternativamente en forma de pagoda, o más bien en un temblequeante edificio en construcción ... ".

Por supuesto, esos graffitis o pintadas también aludían a Evita:

" Frases y expresiones de deseos que a su vez eran tachados parcial o totalmente, obliterados, tergiversados o enriquecidos por la inclusión de un adverbio perverso o celebratorio ...".

Desencuentro nacional plasmado en graffitis de excusado. Caligrafía excremental, primaria y sin embargo elocuente. Posiciones excluyentes, una leyenda tacha a la otra y así ad infinitum. Ese tiempo ya pasó, al menos en lo referido a Evita.

Si no se hubieran escrito tantos libros, si no hubiera tenido ópera rock, si no existieran proyectos fílmicos, si Evita no hubiera sido capturada por los lenguajes del cine y la literatura contemporáneos, sus rostros sólo serían dos. Uno bueno y otro malo. Serían dos rostros irreconciliables. Pero su historia ya atravesó las estrechas barreras de las posiciones políticas. Ya es un objeto estético. Por eso tiene mil caras. Más que mil, millones.

Millones es una palabra que se ajusta a su destino. Millones de palabras, de imágenes, de sentimientos encontrados, de pensamientos que se siguen multiplicando, más y más. Novelas, ensayos, decenas de artículos en los diarios y revistas más importantes del mundo, teatro, cine, Broadway, Hollywood ...

Evita vive.

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Del personal del Teatro de la Asociación Empleados de Comercio de Rosario, Corrientes 450, Rosario:

" Eva y Victoria ", dos maneras de pensar la Argentina.

Un encuentro y un diálogo entre Evita, la líder política, y Victoria Ocampo, la escritora intelectual. Un diálogo y un encuentro cada vez más urgente en la búsqueda de los objetivos comunes:

Un país más justo, más solidario, más igualitario y donde cada voz tenga su expresión porque es su derecho, nuestro derecho y la única manera de construir una sociedad mejor.

" Eva y Victoria " rememora luchas del pasado, de nuestra historia; pero nos recuerda que todavía tenemos que seguir luchando porque hay prejuicios que derribar, derechos por defender y nuevas batallas por ganar. Y este diálogo es un buen ejemplo a seguir, en aras de una mejor convivencia, para que el futuro nos encuentre menos enfrentados y más unidos, como seres humanos, como parte del mundo, del que todos somos responsables.

Ficha Técnica de la obra " Eva y Victoria " presentada en la ciudad de Rosario:

Eva: Emilia Mazer. Victoria: Norma Pons. Fany: Liliana Troiano. Autora de la obra " Eva y Victoria ": Mónica Ottino. Puesta en escena: Graciela Dufau. Dirección: Daniel Cicaré. Producción Ejecutiva: Alexis González y Alejandro Fernández. Asistente de Producción: Julieta Turco. Asistente de Dirección: Ana Clara Podestá. Producción General: Julio Belando y Adrián Ramírez. Escenografía: Sebastián Sabas. Luces y Sonido: Ana Clara Podestá. Realización de Vestuario: Ricardo Blanco. Fotografía: Paula Dalia. Diseño Gráfico: Roxana Rainoldi y Alexis González. Maquillaje: Néstor Pumar. Diseño de Página Web: Walter Monroig. Marketing: Esteban Mansilla. Prensa en Buenos Aires: Alfredo Monserrat. Prensa en Rosario: Celina Hernández.

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De Norma Pons ( Norma Delia Orizzi ), actriz de cine y televisión, nacida en Rosario, Santa Fe, Argentina:

Nací en Rosario. Tuve la enorme satisfacción, siendo una niña de 7 años, de poder ver personalmente a Evita en Rosario. Recuerdo que Rosario entero salió a la calle a recibirla.

En la obra de teatro " Eva y Victoria " personifico a Victoria Ocampo. Si hoy tuviese menos años personificaría a Eva. Me toca hacer de su contrincante, de Victoria, y es muy fuerte el peso interno que tengo, porque es un personaje antagónico que dice lo contrario de lo que realmente pienso de Eva. Dos mujeres irrepetibles en la historia. Si ellas se hubiesen conocido y dialogado quizás la historia argentina hubiera sido distinta.

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De la Madre Teresa de Calcuta ( Agnes Gonxha Bojaxhiu, 1910 - 1997 ), monja católica de origen albanés naturalizada india, Premio Nobel de la Paz:

Si haces el bien la gente te acusará de egoísta o de tener otros motivos.

Haz el bien de todas maneras ...

El bien que tú hagas se olvidará mañana.

Haz el bien de todas maneras ...

Lo que pasas años construyendo puede destruirse en una noche.

Construye de todas maneras ...

Dále al mundo lo mejor que tienes y te romperán la boca.

Dále al mundo lo mejor que tienes de todas maneras.

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De Rafael Muñoz Saldaña, escritor e investigador, en revista Muy Interesante, número 292, febrero de 2010, editorial Televisa Argentina S.A., Buenos Aires, Argentina:

El Dr. Pedro Ara Sarria ( 1891 - 1973 ), profesor de Anatomía en Viena y Madrid, fue el encargado de tratar el cuerpo de Evita, fallecida de cáncer a los 33 años.

En su libro, " Eva Perón - La verdadera historia contada por el médico que preservó su cuerpo ", definiría el trabajo como su " máxima obra científica y artística ".

Ara relata que fue convocado por Perón a la cámara mortuoria a los pocos minutos del fallecimiento de Evita para comenzar con su trabajo:

" Sobre su lecho dormía para siempre el espectro de una rara, tranquila belleza, liberada, al fin, del cruel tormento de una materia hasta el límite corroída y de la tortura mental sostenida por la ciencia que, esperando el milagro, prolonga el suplicio ".

Su obligación, dice Ara, fue borrar los rastros de la agonía que debió atravesar el cuerpo sufriente.

Posteriormente, otros autores han señalado que la preocupación del Dr. Ara por lo estético llevó a convertir el cuerpo de Evita en una representación de ella.

Luego del derrocamiento del gobierno de Juan Domingo Perón, el cuerpo de Evita fue robado y ocultado por largos años. En 1974 los restos volvieron al país y, dos años más tarde, fueron depositados en el cementerio de la Recoleta.

Nota:

Para ver imágenes del cementerio de la Recoleta, clickear, por favor, aquí.

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De Fabián Bosoer, escritor, politólogo, periodista, docente de Ciencia Política y Relaciones Internacionales en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad de Belgrano, en revista Todo es Historia, número 544, noviembre de 2012, editora Felicitas Luna, directora María Sáenz Quesada, Buenos Aires, Argentina:

Luego de una brillante carrera como oficial de la Armada, Alberto Teisaire conoció al entonces coronel Juan Domingo Perón y juntos formaron parte del gobierno militar del 4 de junio de 1943.

Rápidamente Teisaire se convirtió en uno de los hombres más allegados y de extrema confianza del líder durante sus años de gobierno. En efecto. Perón no sólo le encargó la realización de misiones secretas sino que lo designó en puestos clave como la vicepresidencia de la Nación. No obstante esto, producido el golpe de 1955, Teisaire culpó a Perón de todos los males.

Del elenco de principales figuras que acompañaron a Juan Domigo Perón, desde los inicios de su carrera de ascenso al poder en 1943 hasta su derrocamiento en 1955, pocos personajes hubo más ubicuos, polifacéticos, influyentes y enigmáticos como Alberto Teisaire. Su papel como aliado del coronel del GOU en la Marina, ministro de varias carteras simultáneas durante el gobierno militar del ´43 - ´46 y operador del candidato laborista, fue clave en el proceso de formación del nuevo movimiento político. Luego, con Perón en la presidencia, tres veces elegido senador nacional - en 1946, 1949 y 1952 -, presidente del Partido Peronista y espalda institucional del gobierno en el Congreso, hasta su llegada a la vicepresidencia de la Nación en el segundo mandato, como resultado de las singulares elecciones que se realizaron para cubrir ese cargo, en 1954, transformaron a Alberto Teisaire en una figura tan necesaria e ineludible como desdibujada en sus contornos personales y sujetada férreamente por las características personalistas del liderazgo al que tributaba.

Nada hacía prever, sin embargo el vuelco que tomaría su destino político cuando Perón fue derrocado.

Mientras fue vicepresidente, Teisaire tuvo a sus órdenes a un joven periodista que oficiaba como su hombre de confianza: Bernardo Neustadt. En un documento del 19 de noviembre de 1952, bajo el clásico sello justicialista consta que " el ciudadano Neustadt Bernardo, matrícula individual Nº 4.232.285, clase 1925, es afiliado al Partido Peronista ". Según los testimonios, el contralmirante lo utilizaba para tareas más o menos delicadas. Posteriormente, en 1995, en su libro No me dejen solo, editorial Planeta, el propio Neustadt afirmaría que Teisaire " era un anti - Evita y propugnador de un peronismo sin Perón ".

Cuando en los primeros meses de 1955 se precipitaron y sucedieron los acontecimientos de junio, Teisaire aconsejó a Perón " largar los muchachos del partido a la calle para dar palos ".

El miércoles 15 de junio, el Presidente convocó a reunión de Gabinete y advirtió estar al tanto de los planes para atentar contra su vida. El día anterior una vibrante muchedumbre convocada por la CGT lo había aclamado en la Plaza de Mayo.

En la mañana del 16 de junio, Teisaire tenía previsto hablar precisamente en la Escuela de Comando y Estado Mayor de la Aeronáutica, presentado por el ministro de la Fuerza Aérea, brigadier Juan Ignacio San Martín, en el marco de la cátedra de Doctrina Nacional, sobre " Política Internacional Justicialista ".

A pocas cuadras de allí, se habían iniciado los ataques aéreos de los sublevados. Los bombardeos sobre Plaza de Mayo y la zona céntrica causaron centenares de muertos y destrozos de edificios gubernamentales. En la tarde del 17 de junio, el general Perón volvió a reunir sus ministros en la residencia presidencial y les planteó su propósito de alejarse del poder en aras de buscar " por todos los medios la pacificación de la Patria ". El vicepresidente Teisaire cubrió de elogios y alabanzas la personalidad del presidente Perón. La cuenta regresiva para el gobierno se precipitaba. Como parte de los últimos desesperados intentos de evitar la caída, el 22 de julio, Teisaire resignó su cargo de presidente del Consejo Superior del Partido Peronista.

Después del derrocamiento de Perón y presionado por los jefes militares de " la Libertadora ", con el contralmirante Isaac Francisco Rojas a la cabeza, y para conservar el pellejo, el ex vicepresidente de Perón se prestó al montaje de una escena espectacular en la que actuó como gran acusador del líder derrocado.

Habían transcurrido escasos días del cruento golpe de Estado y todavía la sangre derramada y el estruendo de bombas y metrallas estaban frescos en el recuerdo inmediato de la gente.

Hay versiones que sostienen que, durante los sucesos de septiembre de 1955, y tras la caída de Perón, Teisaire permaneció escondido en una quinta ubicada en Ingeniero Maschwitz, propiedad de Alberto Mizrahi. Allí, asistido por su joven asistente Bernardo Neustadt, elaboró un largo testimonio que fluctuaba entre el arrepentimiento y el divorcio en el peor de los términos con quien había sido su jefe político y a quien había brindado su más incondicional lealtad. El ambicioso periodista había tenido su primera escuela junto al contralmirante político que había llegado tan alto. Para este último, era el final de su carrera y de su vida pública. Se decidió y pidió una audiencia con el presidente provisional, el general Eduardo Lonardi, que lo recibió en la Casa de Gobierno el jueves 29 de septiembre.

Su presencia, imprevista para muchos, fue una conmoción. La aparición del ex presidente de la Nación a las 10:30 de la mañana, vistiendo traje gris a rayas, camisa blanca, corbata fondo gris oscuro con dibujos, demostrando naturalidad en sus movimientos, provocó un revuelo en la Casa Rosada. Bajó de su automóvil particular en la explanada de la calle Rivadavia, subió las escaleras de mármol, pasó frente a su antiguo despacho sin mirarlo y continuó su marcha hasta detenerse en el Salón de Invierno. Fue recibido por los edecanes y en pocos segundos entró al despacho presidencial que tan bien conocía y donde en cortos períodos de los últimos años años había ejercido la primera magistratura. Allí, a puertas cerradas, mantuvo su entrevista con Lonardi y las principales figuras del movimiento revolucionario triunfante. La reunión duró apenas 40 minutos pero fueron 40 minutos de tensión y dramatismo los vividos en el recinto donde, por espacio de casi diez años, ejerció su mandato el presidente depuesto.

Cuando Teisaire entró al despacho se hallaban presentes junto al general Lonardi - que vestía traje oscuro, corbata del mismo tono y una pequeña perla -, el vicepresidente, contralmirante Rojas; el ministro del Interior y Justicia, doctor Eduardo Busso; del Ejército, general León Justo Bengoa; de Marina, contralmirante Teodoro Hartung; de Aeronáutica, vicecomodoro Ramón Ibrahin; el subsecretario de Marina, capitán de navío Arturo Rial; el comandante de Infantería de Marina, contralmirante Samuel Toranzo Calderón; el jefe de difusión del Ejército, teniente coronel Carlos Túrolo, a quien acompañaban varios colaboradores, y el secretario de Prensa y Actividades Culturales de la Presidencia, Juan Carlos Goyeneche.

Lonardi saludó a Teisaire y lo invitó a sentarse a su izquierda. Junto al ex presidente tomó asiento Busso y en derredor de la mesa de trabajo lo hicieron los demás asistentes. Muy pocos objetos sobre la mesa. Dos o tres ceniceros y un vaso de agua, hasta la mitad, delante del general Lonardi. Un atado de cigarrillos nacionales y un pequeño encendedor, a su lado. Delante de Busso, una carpeta. Más allá, delante de funcionarios de la dirección de Difusión, algunas carpetas y papeles. Un micrófono fue colocado a igual distancia, entre el general Lonardi y el contralmirante Teisaire.

Un testigo de la entrevista refirió que después de los saludos, Lonardi preguntó a Teisaire si estaba dispuesto a formular una declaración. La respuesta fue breve y terminante: " Sí ". A continuación el presidente Lonardi le manifestó que en el recinto no había micrófonos ocultos: " Está ese que usted ve y lo hemos puesto para grabar los términos de esta entrevista ". En ese mismo momento, comenzaron a actuar en el recinto operadores cinematográficos y fotógrafos del ministerio de Ejército y de la secretaría de Prensa.

En el mismo ambiente y ocupando el mismo sillón que utilizó como vicepresidente, el contralmirante Alberto Teisaire expuso ante los jefes revolucionarios el proceso de su actuación en el gobierno de Perón y fijó la responsabilidad que tuvo en la última década. Los periodistas acreditados en la Casa Rosada pudieron ser testigos de la reunión. Ubicados en el Salón de Invierno, se apiñaron ante la puerta de cristal que daba entrada al despacho presidencial y siguieron desde ese ángulo, sin ser molestados, el desarrollo de la entrevista. Desde esa posición, observaron todos los movimientos, las actitudes y los gestos de Teisaire. Sus palabras no pudieron ser oídas, pero por el modo en que exponía, llegaron a la conclusión de que el vicepresidente depuesto demostraba naturalidad, no estaba dominado por los nervios y respondía con precisión sin alterarse. En ciertos momentos escuchaba con atención y centraba su mirada en sus interlocutores. No aguardaba mucho tiempo para responder a las requisitorias, cada interrogante abierto por el presidente provisional y los ministros y jefes que le acompañaban era rápidamente respondido. Por instantes, parecía abatido, pero se recobraba inmediatamente y continuaba vivamente el diálogo.

Los periodistas se disputaban la observación y se turnaban con el " mirador ". Detrás de ellos, atentos a cualquier derivación de la trascendental reunión, podía identificarse a numerosos dirigentes políticos. Eran los representantes de los partidos Demócrata y Demócrata Progresista, quienes habían acudido para entrevistarse con Lonardi. El intercambio de opiniones entre periodistas y dirigentes políticos acentuó el interés y nerviosismo de los testigos - puerta por medio - de la entrevista. En un costado del Salón, junto a los ventanales castigados por una fuerte granizada que caía en esos instantes, charlaban pausadamente el general Edelmiro Farrell y el ex embajador en España, general Oscar Rufino Silva. En el otro extremo del recinto, ajeno a las resonancias políticas que derivarían de lo que estaba ocurriendo en el despacho presidencial, conversaban sobre negocios los miembros de la delegación comercial de la firma Kaiser, encabezados por el empresario Edgard Kaiser. Ya había transcurrido media hora de la entrevista cuando de pronto, un edecán del presidente abrió las puertas y entró en el recinto. Los periodistas alcanzaron a oír la voz ronca de Teisaire pero sólo por unos segundos. Instantes después, salió del despacho el general Lonardi y se dirigió por una puerta lateral hacia el Salón Blanco. En el amplio ambiente iluminado lo aguardaban, para presentarle sus saludos, los jefes de las misiones diplomáticas de países que habían reconocido al nuevo gobierno. Junto a ellos se hallaba el canciller, Mario Amadeo.

La reunión protocolar con los diplomáticos se cumplió tal como se había programado, pero las declaraciones de Teisaire proseguían a pocos metros de distancia. En el interín, ocupó la cabecera de la mesa el ministro del Interior y Justicia, doctor Busso. Retornó Lonardi y minutos después, a las 12:10, la entrevista concluyó. Veinte fotógrafos y un número igual de periodistas se movilizaron, entonces, para apremiar al inesperado visitante. Pero esos aprestos fracasaron. Teisaire no salió por el Salón de Invierno. Cruzó el Salón Blanco, donde minutos antes se había desarrollado la reunión con diplomáticos, y tomó el pequeño ascensor, saliendo finalmente, a la calle Rivadavia. Caía en esos momentos con intensidad la lluvia. Ya en la puerta de salida Teisaire miró hacia el cielo y después nuevamente hacia el interior de la Casa Rosada, por última vez. Subió luego al vehículo particular y se alejó.

Mientras tanto, el tenso ambiente que reinó en el despacho presidencial se trasladó al Salón de Invierno. El contralmirante Rojas, el general Bengoa y el doctor Busso salieron juntos y se encontraron con los dirigentes políticos que aguardaban con impaciencia conocer los pormenores de lo que allí había sucedido minutos antes. En los rostros de los tres jerarcas de la Libertadora se advertía el impacto emocional causado por la confesión de Teisaire. El vicepresidente Isaac Rojas alcanzó a expresar a los periodistas que había vivido " uno de los momentos más dramáticos de su vida ". A su lado, Busso no quiso explayarse más pero asentía con la gravedad de su semblante. En relación con la entrevista, fue la Dirección General de Difusión del ministerio de Ejército la encargada de dar a conocer un escueto comunicado oficial: " El contralmirante Alberto Teisaire solicitó una audiencia con el Excelentísimo Señor Presidente de la Nación, que, concedida, se realizó en la mañana de hoy. En el curso de la misma, que duró aproximadamente 40 minutos, se trataron diversos asuntos, cuyos temas no han trascendido, asistiendo a ella ministros del Poder Ejecutivo ".

Pero allí no concluía el episodio culminante de esta historia.

El 4 de octubre, le tocó a Juan Carlos Goyeneche, el nacionalista ultramontano a cargo de la secretaría de Prensa y Difusión del nuevo régimen, convocar a un grupo de periodistas nacionales y corresponsales extranjeros. Lo que tenía para anunciarles era una verdadera bomba informativa:

Todo lo que había sucedido días atrás en el despacho presidencial había sido registrado y editado con audio e imagen y sería exhibido públicamente.

En la película, el ex presidente Teisaire lee " espontáneamente " un documento acusador de siete páginas, destinado a desprestigiar al " tirano prófugo ". Junto a la mesa permanecían sentados los miembros del Gobierno Provisional, el general Eduardo Ernesto Lonardi, el almirante Isaac Francisco Rojas y los ministros civiles y militares. Frente a ellos, con el rostro pálido, la mirada huidiza y la voz cascada, habló el defenestrado ex vicepresidente Alberto Teisaire. La puesta en escena recordaba los procesos amañados de Iósif Stalin en la Unión Soviética o la inquietante novela 1984 del escritor británico George Orwell. El cortometraje con su " confesión " estaba listo para exhibirse en las salas cinematográficas de todo el país antes de la proyección de las películas.

En el documental de 15 minutos titulado " Memorándum para Información del Presidente Provisional ", Teisaire revela intimidades y pormenores del gobierno peronista y descarga todo tipo de culpas en la persona del ex presidente general Juan Domingo Perón.

El testimonio del ex vicepresidente Teisaire fue difundido el 4 de octubre de 1955 y publicado en días sucesivos por la prensa escrita. Cada palabra ha sido escrita y leída con cuidado meticuloso:

" La conducta de Perón como gobernante, su deslealtad para los que en él creyeron, su cobarde y vergonzosa deserción frente al adversario, abandonando al gobierno y a sus colaboradores ( y no digo sus amigos, porque jamás abrigó sentimientos de amistad para nadie ), me habilitan para la actitud que asumo. No tengo porqué guardar consideraciones para quien no las tuvo con nadie, ni aún con el país, de cuyos destinos dispuso a su antojo ".

" Me considero obligado a denunciar la conducta de Perón, que hizo derramar sangre argentina de obreros, soldados y ciudadanos, para huir en el momento más álgido de los acontecimientos y cuando todavía las cosas no estaban decididas. Perón no supo, no fue capaz, tuvo miedo de exponer su vida por los obreros. Abandonó al Partido Peronista, su propio partido. También abandonó a las mujeres partidarias, él nunca creyó en ellas ".

" Para someter al pueblo, las instituciones y los hombres a su arbitrio, Perón creó e impuso - valido de su preponderancia de jefe de Estado - un sistema que está calcado de los peores regímenes totalitarios, organizando un aparato de represión de alcances inauditos. Es decir, que fingiendo ideales democráticos y bajo la apariencia de una estructura democrática, construyó un sistema de dominación personal que no tiene precedentes. La verdad es que Perón no compartió el poder con nadie y, por lo tanto, las responsabilidades de su gobierno son exclusivamente suyas y de los que puedan haberse prestado - por sumisión, ignorancia o complicidad - a fraudes o dolos administrativos. Nadie puede llamarse a equívocos, hay un solo responsable de todo: Perón. Hay uno solo que inspiraba y ordenaba: Perón. No consintió ni admitió a nadie que lo aconsejase o ayudase y, por lo tanto, a nadie puede culparse del desastre sino a él ".

Las crónicas recuerdan que las plateas estallaron en gran griterío; los antiperonistas lo abucheaban gritándole: " ¡ Caradura ! " y los peronistas " ¡ Traidor ! ". El filme fue retirado enseguida de exhibición pero los diarios Clarín y La Nación ya habían publicado el texto al día siguiente, en sus páginas centrales.

Le endilgaban al locuaz marino el apodo de " Antonio Tormo ", un músico popular conocido como " el cantor de las cosas nuestras ". En lenguaje carcelario, " cantar " equivale a confesar. Otros apodos ya le habían colocado con desdén e ironía: de él se comentaba que " sabe navegar entre dos aguas " y por esa razón fue apodado " El hombre anfibio ".

En diciembre de 1955, en un procedimiento efectuado en la Casa Central del Banco Francés, por orden judicial se ordenó la apertura de una caja de caudales que estaba a nombre de Luis Estoup y Elvira Regina Solverini de Estoup. Estos nombres ocultaban los de los verdaderos titulares: Alberto Teisaire y su esposa, Duilia Fayó Lonne de Teisaire. La señora de Teisaire estaba presente y reconoció como suyos y de su marido los bienes depositados en la caja, ratificando esa declaración en el acta que se labró con el siguiente detalle: $ 264.000 pesos moneda nacional, 13.981 dólares estadounidenses, relojes de oro, alhajas varias de oro y brillantes, con una valuación total de $ 5.000.000.

El " arrepentimiento " de Teisaire no lo libró de las purgas impulsadas por la Revolución Libertadora. La Comisión Nacional de Investigaciones, creada por decreto en el ámbito de la Vicepresidencia de la Nación, funcionó entre noviembre de 1955 y abril de 1956. La tarea de la misma consistió en realizar interrogatorios, compendiar denuncias y recoger testimonios. Estuvo integrada por un presidente y cuatro vocales, cargos que fueron cubiertos por civiles y marinos, y contaba con siete colaboradores. En su etapa conclusiva , la integraban el doctor Manuel Rodríguez Ocampo, el escribano José Vicente Ribero y los capitanes Horacio García, Jorge Corce y Armando Medina.

Además de Teisaire, las personas procesadas por esta Comisión fueron, su esposa Duilia Esther Catalina Fayó Lonne de Teisaire, su suegro Adolfo Francisco Fayó, Marcelo Cosmopolito Davini, Carlos Enrique Landín, Esteban Moldes, Alejo Piwen, Bernardo Neustadt, Antonio Héctor Rodríguez y Jorge Denegris Sáenz. Los delitos en que habría incurrido el imputado Alberto Teisaire son los de " violación de los deberes de funcionario " y " malversación de caudales públicos ".

Por lo visto, el arrepentimiento público de Alberto Teisaire ante Lonardi y Rojas no le bastó para salir indemne de la daga de la Libertadora. Antes bien, terminó por enemistarlo con antiperonistas y peronistas.

¿ Qué motivos lo habrían llevado a Teisaire a tamaño acto de contrición ? ¿ Tal vez la coerción psicológica ejercida por el almirante Rojas y sus pares en su condición de camaradas de armas ? ¿ O sería la promesa de Rojas sobre un tratamiento benigno por parte de la Comisión Investigadora que se había creado para defenestrar a los principales dirigentes del régimen depuesto ?

Imposible saberlo ya que Teisaire no volvió a abrir la boca, ni escribió un testimonio posterior sobre aquellos años, a pesar de que no tuvo tiempo libre para hacerlo: la Marina lo retuvo alojado en la isla Martín García hasta 1958. Tras su liberación, mantuvo un perfil bajo durante el retiro y aunque no fue privado del uniforme, título y prerrogativas de su grado, no perdió el estado militar, con lo que continuó percibiendo sus haberes como oficial retirado.

Los últimos años de Alberto Teisaire se pierden en el anonimato y la leyenda. Hubo quienes afirmaron que fue asesinado el día 12 de octubre de 1962 mientras disfrutaba del almuerzo con su secretaria y su custodio personal en un restaurante y por un grupo comando de la resistencia peronista. Esta versión es totalmente falsa.

Alberto Teisaire falleció de cáncer el día 10 de septiembre de 1963, a los 72 años, en su domicilio, en Barrio Norte. Así lo acreditan las noticias publicadas sobre su fallecimiento en los principales diarios argentinos.

Nota:

Leer diario La Prensa del día jueves 12 de septiembre de 1963, página 15, para ver el aviso fúnebre del fallecimiento de Alberto Teisaire.

Y para ver imagen del contralmirante Alberto Teisaire, clickear, por favor, aquí.

DETRAS DE PERON

Tapa del libro titulado Detrás de Perón - Historia y leyenda del almirante Teisaire, biografía realizada por el politólogo y periodista Fabián Bosoer,
editorial Capital Intelectual, Buenos Aires, Argentina, 416 páginas, con numerosas ilustraciones y fotografías, año 2013.

*     *     *

De José Luis Urraca Casal, escritor y Licenciado en Historia por la Universidad de Cantabria, España:

" Carta a Eva ", 174 minutos, color, serie televisiva española, género: histórico y biográfico, dirección: Agustí Villaronga, productores ejecutivos: Teresa Enrich, Adolfo Blanco, Creu Rodríguez TVC, Maite Pisonero TVE, guión: Alfred Pérez Fargas, Agustí Villaronga, Roger Danès, música: Joan Valent, dirección de sonido: Licio Marcos de Oliviera, dirección artística: Gabriel Carrascal, vestuario: Mercè Paloma, peluquería y maquillaje: Alma Casal, Ignasi Ruiz, efectos especiales: Enrique Masip, actores: Julieta Cardinali, Ana Torrent, Nora Navas, Malena Alterio, Jesús Castejón, Carmen Maura, Laura Prats, Mario Passeró, Héctor Colomé, Marina Gatell y un gran elenco, año 2012. Premio de Plata en el World Media Festival de Hamburgo y Premio de Oro en el Festival Internacional de Nueva York.

En una España de dura posguerra aislada por la comunidad internacional, la visita de la primera dama argentina, Eva Duarte de Perón, adquiriría en 1947 una repercusión de primer orden, siendo aprovechada por el Régimen Franquista para hacer ostentación de sus mejores galas.

" Carta a Eva " está ambientada en aquella visita que llevaría a Evita a recorrer la Península Ibérica durante 18 días, y que daría lugar a la conmutación de una pena de muerte por intercesión suya.

Su argumento gira en torno a la visita que la esposa de Juan Domingo Perón - presidente de la República Argentina desde 1946 -, Eva Duarte de Perón, realizó a España en el mes de junio de 1947.

Basada en hechos reales, la argentina Julieta Cardinali da vida a Evita Perón, Ana Torrent es Carmen Polo, esposa del General Franco, Jesús Castejón es Francisco Franco, Héctor Colomé es Juan Domingo Perón y Carmen Maura es Paca, la madre de Juana Doña Jiménez - a quien da vida la actriz Nora Navas - una condenada a muerte aquel mismo año 1947 por el régimen franquista.

Eva Perón aterrizaba en el aeropuerto de Barajas procedente de Argentina, en un avión de Iberia el 8 de junio de 1947. Y lo hacía en una España que tras la cruenta Guerra Civil había de hacer frente a una dura posguerra sin desarrollo económico debido a la política autárquica del Régimen Franquista y al aislamiento internacional del mismo. En 1946 las Naciones Unidas habían rechazado su ingreso en la organización al tiempo que habían recomendado romper las relaciones diplomáticas con la España de Franco. Sin embargo, fue la Argentina de Juan Domingo Perón, la que ese mismo año firmaría unos acuerdos por los que se concedía a España créditos con los que poder comprar los excedentes agrícolas argentinos y otros alimentos, como la carne procedente de sus frigoríficos. De esta manera Argentina se convertía en la salvación de una España aquejada por la sequía y el racionamiento. En prueba de agradecimiento, el General Franco le concedió a Evita, la esposa del presidente Perón, la Gran Cruz de Isabel la Católica y se hicieron todos los preparativos para su viaje a España.

El régimen de Franco, repudiado por la Comunidad Internacional, intentó sacar el máximo partido ante su pueblo de la visita de quien era considerada una campeona de - como ella mismo bautizó - " los descamisados ". A los pies del avión fue recibida por el General Franco, su esposa Carmen Polo y su hija Carmencita, así como la plana mayor del Gobierno. Las engalanadas calles de Madrid concitaron según algunas fuentes hasta medio millón de personas en su recorrido desde Barajas hasta la Plaza de España, antes de dirigirse a la residencia del jefe de Estado, el Palacio del Pardo, donde se alojaría durante su estancia en Madrid.

Al día siguiente, en un nuevo acto multitudinario en el Palacio de Oriente, Franco le impondría la Gran Cruz de Isabel la Católica. Las cenas de gala, homenajes, visitas - auténtica procesión por iglesias y catedrales - se prodigarían durante su estancia, recogidas ampliamente por la radio y la prensa escrita, incluida una corrida de toros en su honor en la Plaza Monumental de las Ventas. Salidas desde Madrid a Ávila, Medina del Campo, Segovia, Toledo, y posteriores desplazamientos a Andalucía primero, donde recorrería Granada, Sevilla o Huelva; a Galicia y su paso por Santiago de Compostela, Pontevedra y Vigo; al Pilar en Zaragoza y a Cataluña, punto final en su estancia de 18 días en España, desde donde partiría en una gira que la llevaría a otros países europeos como Francia, Italia y Suiza.

La película viaja a través de hechos históricos documentados, realiza un retrato de la España Franquista, la carestía de la vida y recoge por ejemplo la edificación del Valle de los Caídos. " Carta a Eva " se centra en la relación entre tres mujeres, Eva Perón, Carmen Polo y Juana Doña. No es la primera vez que la historia entre ambas primeras damas confluye en la pantalla, ya lo hicieron en la película " ¡ Atraco ! ", que giraba en torno a las famosas joyas de Eva Perón.

Una de las cuestiones a tener en cuenta es que Eva Perón era algo más que la esposa de un jefe de Estado, como era el caso de Carmen Polo. Eva Perón era un símbolo nacional en su país, de origen humilde, habiendo sido actriz de teatro, viviría cinco años fulgurantes convertida en adalid de sus descamisados y acicate de la élite social argentina. Su fuerte carácter, independencia, liberalidad y su discurso apelando recurrentemente a los proletarios y trabajadores, tuvo que chocarle a la familia Franco, apegada al viejo orden social y a la tradición, choque que recrea " Carta a Eva ". Su deseo de visitar barrios depauperados, hospitales, su atractivo y elegancia - vestida con abrigos en pleno mes de junio - con una distinción y frescura que todavía hoy contrasta con las fotografías de la visita con la recatada mujer del General Franco.

En la España bajo un régimen represivo y dictatorial, Eva Perón recibió una misiva de un niño que rezaba:

" Señora Eva Perón, por favor, a mí me fusilaron a mi padre y ahora van a fusilar a mi madre ".

Se trataba del caso de Juana Doña Jiménez, una mujer que había luchado durante la defensa de Madrid frente a los nacionales, y perdido a su marido y a su hijo durante la guerra. Aquel mismo año de 1947 de la visita de Eva Perón, tan sólo unos meses antes, tras la llegada del nuevo embajador argentino, había participado de la explosión de petardos ante la embajada de Argentina en Madrid. La razón, unas declaraciones del embajador ensalzando España como un " oasis de paz ". Juana Doña, que era comunista, fue rápidamente apresada junto a un centenar de sospechosos y tuvo la mala suerte de estar entre los seis que fueron juzgados sumarísimamente. Gracias a la intercesión de Evita ante el General Franco, le sería conmutada la pena capital por 30 años de prisión. Diferente destino correrían sus compañeros, que serían fusilados.

Nota:

Para ver imagen de la Gran Cruz de Isabel la Católica, clickear, por favor, aquí

Para conocer el testimonio de Juana Doña sobre Evita, aquí

Y para saber más sobre " Carta a Eva " editada en DVD, clickear también aquí

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De Luis Daniel Rubeo, político argentino:

Nuestra generación nació apenas unos años después del paso a la inmortalidad de Eva Duarte de Perón.

Sin embargo, parecía que desde aquel aciago año 1952 había pasado una eternidad. Muchos nos formamos escuchando las infinitas anécdotas sobre su entrega, su lucha denodada por dar un lugar de privilegio en esa patria nueva que se estaba gestando a los descamisados, los niños, los ancianos, las mujeres, los trabajadores.

Invisibles hasta la llegada de Juan Domingo Perón al poder, Evita asumió desde el arranque su rol de compañera leal y militante, conocedora del enorme desafío que representaba enfrentar a los intereses de las corporaciones que se escandalizaban al ver cómo y a qué velocidad esos millones e " invisibles " conquistaban derechos, disfrutaban su inclusión social, ocupaban su lugar en un mundo que los había ocultado detrás de un biombo explotador. Bastó retirar esos biombos para que aparecieran los bombos, dando ruidoso inicio a la Argentina justa, libre y soberana.

Quien no haya abrazado desde temprana edad esas banderas acaso no llegue a sentir la extraña mezcla de profundo dolor y de incredulidad que provocó en millones de ciudadanos y ciudadanas saber que hubo algunas manos que dejaron en no pocas paredes de Buenos Aires, con crispado trazo, una frase imperdonable: " Viva el cáncer ".

Con los años aprendimos a ver que esas bajas pasiones, ese odio visceral, estaban directamente relacionados con un rechazo a los logros más importantes de un gobierno que llevó adelante en la Argentina en materia de movilidad social ascendente, derechos laborales, de género, de distribución de la renta nacional, de desarrollo tecnológico e industrial.

La irrupción del peronismo en la política nacional de la mano del proyecto de Perón tuvo en Evita el complemento que sólo una mujer puede encarnar. Se conjugaron en ella la pasión, el coraje, el convencimiento de estar defendiendo una causa noble, el carisma que cautivó a todo un Pueblo que la siguió hasta el fin de sus días en esta tierra.

Eva Perón dejó varios mandatos. No sólo logró el postergado deseo de que la mujer pudiera elegir y ser elegida, un salto de calidad institucional y político inmenso. No sólo disciplinó a los poderes económicos y corporativos, mostrándoles que la movilización popular no se trata de una abstracción académica. Dejó mandatos.

Algunos explícitos - " Donde hay una necesidad, nace un derecho " -, y otros que la historia, al engrandecer su figura, al darle dimensión épica, pone frente a nosotros para que asumamos el desafío de pensar esa figura, ese momento histórico - político, esa profunda huella.

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De la editorial Pueblo Heredero, Asociación de Amigos del Instituto Nacional Juan Domingo Perón, Buenos Aires, Argentina:

El libro titulado Lo que el viento ( no ) se llevó, del sociólogo, investigador, archivista y experto en el universo comunicacional del justicialismo Roberto Baschetti, le cede la palabra al pueblo peronista, para ello exhuma, recupera y ordena cronológicamente los principales panfletos, volantes y efémeras partidarias del período comprendido entre 1945 y 1983, desde el nacimiento político de Perón, Evita y el peronismo hasta el regreso de la democracia con las elecciones que enfrentan al Dr. Italo Argentino Luder y al Dr. Raúl Ricardo Alfonsín.

LO QUE EL VIENTO (NO) SE LLEVO

En la imagen, tapa del libro Lo que el viento ( no ) se llevó - Efémeras, volantes y panfletos peronistas ( 1945 - 1983 ), de Roberto Baschetti, editorial Pueblo Heredero, 188 páginas, profusamente ilustrado, año 2013.

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Textos cortesía de Carlos Vitola Palermo de Rosario, Santa Fe, República Argentina.

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