HISTORIAS, ANECDOTAS y TESTIMONIOS
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De Alcides Malerga Pittaluga, escritor antiperonista, autor del libro Verdad y mentira de Perón, ediciones Observador, Buenos Aires, 156 páginas, año 1956, cuyos textos traen a la memoria las ofensivas y descalificantes páginas del libro La Mujer del Látigo, de Mary Main ( María Flores ):
Si en el mundo ha habido una mujer ambiciosamente desordenada y fría ella fue Eva Duarte.
La pintoresca Eva se dedicó, " con patas y todo ", a imponer la causa de su marido, Juan Perón, al cual seguía a sol y sombra. Con toda alevosía, los dos filibusteros inventaron un idilio enternecedor, lleno de zalamerías, canallescamente, como un medio de buscar mayor publicidad y provocar admiración. Desataron contra los adversarios vituperios soeces y malévolas acusaciones, culpándolos de haber sumido al país poco menos que en la barbarie. Jamás han transigido con la idea de que alguien pudiera ser enemigo de ellos. Dominadores por la fuerza tiránica y por la egolatría.
Ella era una mezquina mujer que explotaba a las personas en el trabajo, la Fundación Eva Perón vivió de la coerción, obtenía contribuciones adoptando las mismas prácticas que han dado celebridad tan triste a los gansters de las ciudades de Chicago y Nueva York.
Millones de dólares depositados en bancos de Suiza, automóviles, alhajas y demás bienes de su fastuosa riqueza significaron un tren de vida principesca.
Se los recordará como se recuerda una peste. Les llegó la hora final, producto del ensoberbecimiento y como consecuencia de la insanía que se produce de quienes se creen superiores en todo. Y sobre las cenizas de este lamentable episodio, que pronto quedará atrás, se habrá de edificar un auténtico y futuro común.
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De Pablo Sirvén, escritor y periodista, becado por la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad de Navarra, España, autor del libro titulado Perón y los medios de comunicación ( 1943 - 1955 ), editorial CEAL S.A. ( Centro Editor de América Latina S.A. ), Buenos Aires, 152 páginas, año 1984:
A principios de 1947, el generalísimo Francisco Franco le remitió a Buenos Aires una invitación al presidente de la República Argentina para visitar Madrid y Sevilla. El caudillo español, previendo que el Plan Marshall marginaría a España, quería asegurarse la ayuda que la Argentina le había prometido si eso ocurría. Por eso durante los días que permaneció Evita en los feudos del generalísimo, recibió agasajo tras agasajo, regalos valiosísimos y discursos halagadores. Para contestarlos, el libretista y periodista Francisco Muñoz Azpiri había sido incluido en la comitiva oficial argentina, quien le facilitaba las respuestas convenientes y diplomáticas para cada caso.
Evita atemperó los disgustos que provocaron sus llegadas tarde a muchos de los actos programados en el protocolo, con un ofrecimiento curioso: ser madrina de todos los niños españoles que nacieran durante su permanencia en la península. Con la misma frescura, repartía billetes de cien pesetas entre las muchedumbres que la aclamaban, como prometía a Franco enviarle un barco repleto de trigo.
Después viajó a Italia, a Francia y a Suiza, y se dió el lujo de cancelar su visita a Gran Bretaña.
Cuando volvió a la Argentina continuó ocupándose personalmente de algunas tareas de ayuda social, hasta que se vió desbordada por su repercusión. Necesitaba una organización. Y la tuvo en 1949 cuando nació la Fundación de Ayuda Social María Eva Duarte de Perón, cuyos fondos los proveían las partidas sobrantes de cada Ministerio, el aporte obligatorio de los trabajadores de dos días anuales ( el 1º de mayo y el 17 de octubre ), un porcentaje de las recaudaciones de la Lotería, subsidios del Estado y aportes de distintas empresas.
A la Fundación concurría gente con toda clase de problemas: falta de empleo, enfermedades, pedido de créditos, solicitudes de vivienda y hasta conflictos familiares. Con el tiempo, las colas frente a la sede de la Fundación iría creciendo. Eva Perón recibía personalmente a los peticionantes. Diaramente, además llegaban más de 10.000 cartas a su despacho.
Su paulatina popularidad - que amenazaba con superar la de su marido, el presidente de la Nación Juan Domingo Perón - determinó sucesivas mutaciones en su nombre. De doña María Eva Duarte de Perón pasó a ser Eva Perón para terminar siendo simplemente Evita. Los trabajadores, que se acercaban tímidamente hasta su escritorio, la llamaban así, y en las manifestaciones partidarias, su nombre empezaba a ser coreado por multitudes.
Los Hogares de Tránsito para mujeres y niños abandonados, el Hogar de la Empleada, los Campeonatos Infantiles " Evita " - que surgieron a instancias de una iniciativa del jefe de deportes del vespertino Noticias Gráficas -, los Hogares Escuelas, tres hospitales pediátricos, la Escuela de Enfermeras, 21 nosocomios, colonias de vacaciones, hoteles de turismo, la construcción de 29 barrios y otras obras, la catapultaron definitivamente a la gloria en vida.
Poseía un carisma singular y a la vez completamente distinto al de su marido. Pablo Racioppi, un ex compañero de sus tiempos de actriz, expresó: " Ella siempre creyó lo que dijo ".
Perón y Evita funcionaron más como pareja política que como matrimonio. Las obligaciones crecientes de cada uno hicieron más esporádicas las escapadas a la Quinta de San Vicente. Había días en que directamente no se veían o se cruzaban brevemente en la residencia presidencial. El presidente de Nación, que tenía muy asimilados los hábitos militares, solía acostarse temprano cuando sus obligaciones se lo permitían, para madrugar al día siguiente.
Los cargamentos de ropa, medicina y alimentos para otros países, pronto le dieron a Evita renombre internacional. La revista norteamericana Time le dedicó su tapa y los ecuatorianos en agradecimiento a la ayuda que les mandó después de un terremoto, la proclamaron " Ciudadana de América ", mientras en Guatemala la llamaban " Dama de la Esperanza ".
Su fibra y su intuición política calaron muy rápidamente en los sectores más desposeídos, a los que trató de insuflar su prédica clasista, sin duda más radicalizada que la de Perón. " Soy sectaria, sí. No lo niego; y ya lo he dicho. Pero, ¿ podrá negarme alguien ese derecho ? ¿ Podrá negarse a los trabajadores el humilde privilegio de que yo esté más con ellos que con sus patrones ? " - anticipaba en el libro La razón de mi vida.
Su agresividad, sus ideas, su impulsividad y sus procederes con las empresas que se negaban a colaborar con la Fundación, le hicieron ganar muchos enemigos. Pero la obra social que emprendió logró que su nombre fuese repetido por cientos de miles de agradecidas personas.
El 26 de julio de 1949, Evita fundó el Partido Peronista Femenino que, en tres años, agruparía a cuatro millones de mujeres.
Se acercaban nuevas elecciones, las presidenciales de noviembre de 1951, y el nombre de Evita quedó descartado para integrar el binomio presidencial, junto al general Perón. Las fuertes presiones ejercidas por las Fuerzas Armadas para que ello no sucediese y la propia decisión de Eva Perón en ese sentido, hcieron que Hortensio Quijano se postulara nuevamente como vicepresidente.
El peronismo tuvo a su favor grandes ventajas en la campaña electoral al encarar una inmensa campaña vial y al utilizar en su provecho el monopolio estatal de los medios de comunicación gráficos y audiovisuales. Perón echó mano una vez más a un lenguaje llano y lleno de simplificaciones. Evita fue más categórica: " No votar por Perón para un argentino es, lo digo porque lo siento, traicionar al país ".
Las urnas finalmente volvieron a dar su inapelable veredicto.
La salud de Eva Perón se deterioraba día a día, pese a los cuidados médicos de los mejores especialistas y de las operaciones a la que fue sometida. Progresivamente debió imponer límites a su agotadora actividad, pero, lejos de desaparecer de la escena política, participó hasta el final en los actos multitudinarios del peronismo donde su marido, alguna vez, debió sostenerla por la cintura para evitar su desvanecimiento.
Corría el mes de julio de 1952.
¿ Qué decían los médicos de la salud de Evita ? No reconocían, con todas las palabras, la gravedad de su estado. Mientras un cáncer avanzaba, consumiéndola, para la Subsecretaría de Informaciones la salud de Evita " no ha experimentado variaciones apreciables ". Si no había de qué alarmarse, el análisis de las ediciones de los diarios de julio de 1952 resultaron contradictorias ya que si bien se disimuló el gravísimo estado de la " Abanderada de los humildes ", a medida que los días pasaron los homenajes a su persona crecieron de manera impresionante ( se hablaba de levantarle un monumento, de ponerle su nombre a la avenida 9 de julio, de las marchas a pié a la ciudad de Luján en su honor, del permanente rezo de Santo Rosario frente a la residencia presidencial y de la transmisión de misas por radio ).
Todo el encubrimiento informativo no impidió que a las 20.23 horas del sábado 26 de julio de 1952, el doctor Ricardo Finochietto señalase la pérdida definitiva del pulso de Evita quien, dos munutos más tarde, " entró en la inmortalidad ", rodeada de su marido, su madre, sus hermanas Elisa, Blanca y Erminda, su hermano Juan, Héctor Cámpora, Carlos Aloé y los doctores Alberto Taquini y Ricardo Finochietto. También estaba allí Raúl Alejandro Apold. Radio del Estado había estado transmitiendo durante todo el día comunicados sobre la salud de la esposa del primer magistrado. El subsecretario de Informaciones había hecho colocar un micrófono en la residencia para salir al aire desde allí con las últimas novedades. A las 21.36 horas, todos los que se encontraban escuchando radio reconocieron la voz del locutor de LRA Radio del Estado. " Cumple la Subsecretaría de Informaciones - dijo entonces pausadamente - el penosísimo deber de informar al pueblo de la República, que a las 20.25 ha fallecido la señora Eva Perón, Jefa Espiritual de la Nación ".
De inmediato, los cines y los teatros suspendieron sus funciones hasta el 11 de agosto. La sirena del diario La Prensa anunció la infausta novedad y al día siguiente reprodujo, en grandes dimensiones, el retrato más conocido de la mujer del presidente de la Nación con un título a toda página que decía: " La muerte de Eva Perón enluta a toda la argentinidad ". La Prensa le dedicó sucesivos suplementos en rotograbado, en los siguientes días, que incluyeron los pasajes más importantes de su vida en imágenes. También la radio y la TV se sumaron al duelo disponiendo la lectura de pasajes de La razón de mi vida. El cuerpo embalsamado por el anatomista español Dr. Pedro Ara fue velado durado quince días en el Congreso Nacional y en la Confederación General del Trabajo. Se formaron filas de hasta 35 cuadras, a pesar de la persistente lluvia, con tal de poder ver una última vez los despojos de la mujer que más sentimientos apasionados y contradictorios despertó en la Argentina. La Subsecretaría de Informaciones no dejó pasar la ocasión y contrató un equipo de camarógrafos de la 20th Century Fox que filmó en colores las imponentes ceremonias del sepelio y escenas del conmovedor duelo popular. El partido peronista se resistió a aceptar tan duro golpe y desde el momento del " tránsito a la inmortalidad " de Eva Perón, inició una marcha frenética para perpetuarla.
El día 31, el diario La Prensa publicaba más de 100 participaciones por su fallecimiento, en la sección de avisos fúnebres. Ese mismo día, el Sindicato de Obreros de la Alimentación envió un telegrama al Papa Pío XII solicitándole la canonización de la difunta. El 8 de agosto, la ciudad de La Plata cambiaba su nombre por el de Eva Perón.
Las sesiones en el Congreso se hicieron interminables. Entre los proyectos que no llegaron a sancionarse, hubo uno que propugnaba el parpadeo de las luces de todo el país diariamente a las 20.25 horas. No obstante, a partir de entonces todas las emisoras radiales adelantaron cinco minutos sus informativos de las 20.30 horas. " Son las 20.25 - recordaban cada 24 horas los locutores -, hora en que Eva Perón pasó a la inmortalidad ".
En tanto se hablaba de construirle un mausoleo en plena Plaza de Mayo, la bancada oficialista presentaba un proyecto aun más fantástico: la realización de una pintura mural en la bóveda de la cúpula del Congreso que representaba la " glorificación " de Evita. El monumento proyectado, de haberse construido, hubiese tenido 140 metros de altura, la estatua 53 metros, y en su conjunto hubiese resultado más grande que la Estatua de la Libertad de Nueva York y que la Basílica de San Pedro del Vaticano.
20 de septiembre de 1955.
Afuera llovía torrencialmente. Perón había quedado completamente solo, sin gobierno, sin partido y sin Evita. Adentro de la residencia presidencial, Perón preparó una pequeña valija con algo de ropa. En poco más de un mes, las Fuerzas Armadas le prohibirían ostentar el título de grado y el uso del uniforme del Ejército Argentino.
Mientras los retratos del ya ex presidente de la Nación y de Evita eran arrancados, en tanto sus bustos eran arrastrados y pisoteados, en el mismo momento en que eran atacadas las unidades básicas, un automóvil cruzaba raudamente la ciudad hacia la embajada del Paraguay. Juan Domingo Perón iba camino hacia su exilio.
El gobierno peronista ( 1946 - 1955 ), si bien fue democrático, fue de corte autoritario, restringió la libertad de expresión y efectuó un uso arbitrario de los medios de comunicación gráficos y audiovisuales. La polarización de la política fue intensa y afectó al peronismo en su desarrollo independiente. Gobierno y oposición digitaron y distorsionaron los contenidos periodísticos.
La abusiva propaganda oficial y la portentosa cadena de diarios y emisoras de radio oficial no sólo reforzaron las opiniones a favor de Perón sino también las contrarias. De otra manera sería inexplicable el evidente crecimiento de la antinomia peronismo - antiperonismo entre 1946 - 1955. Luego la acción estatal en este sentido, sólo reforzaba a cada bando en sus ideas.
Los sectores antiperonistas fueron impermeables a la propaganda estatal y actuaron con una percepción selectiva de la información similar, aunque de signo contrario, a la que tuvieron que desarrollar los sectores peronistas después de 1955.
La pertenencia al grupo fue valorada tanto por peronistas como por antiperonistas; todos se mantuvieron irreductibles sin concesiones de ninguna naturaleza. La propaganda en contra del justicialismo que distintos gobiernos ejercieron vehementemente entre 1955 y 1973 no sólo afectó a sus simpatizantes sino que le acercó nuevos adherentes.
Este fenómeno fue percibido lúcidamente por Juan Domingo Perón en su retorno definitivo al país al hacer notar públicamente que teniendo la totalidad de los medios a su favor en 1955 fue derrocado y sin embargo toda la prensa en contra en 1955 y a principios de 1946 y antes de las elecciones de 1973, no impidieron su llegada a la Casa de Gobierno.
El Perón que llega por tercera vez a la presidencia de la Nación es mucho más amplio que el que gobernó a mediados del siglo XX, contagiado por los autoritarismos europeos.
Este último Perón no se preocupa mayormente por el libre albedrío de los medios de comunicación y ni siquiera se interesa mayormente por la requerida estatización de los tres canales privados de TV de Buenos Aires por parte de importantes personajes y sectores de su partido. Tal vez por eso mismo, el traspaso de estas emisoras al Estado se consumó exactamente un mes después de su fallecimiento, el 1º de agosto de 1974.
En política, la pertenencia a un partido es valorizada por militantes, afiliados y simpatizantes, más allá de cualquier publicidad a favor o en contra. Esta, sin embargo puede tener eficaz influencia sobre los indecisos. De todos modos, el simple recuerdo de un aviso no es suficiente para mover la voluntad de nadie.
Todos conocemos perfectamente las principales marcas de cigarrillos, sin embargo no todos fumamos.
En 1973, el partido Nueva Fuerza, atronó las ondas radiales y televisivas con sus avisos, empapeló Buenos Aires con sus afiches y regaló souvenirs con su emblema. No obstante, muy pocos fueron los que se acordaron de Nueva Fuerza dentro del cuarto oscuro.
La propaganda política refuerza las tendencias a favor o en contra que cada ciudadano tiene dentro de sí. Tampoco el peronismo pudo sustraerse a esta regla: provocó admiración con su extenuante presencia en los medios entre sus simpatizantes, pero despertó crecientes sentimientos contrarios entre quienes lo despreciaban.
Nota:
En la imagen, foto original de Eva Perón junto al generalísimo Francisco Franco, Balcón de la Diputación de Barcelona, España, 24 de junio de 1947.
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De revista La Nación, LNR, número 1960, enero de 2007, director Bartolomé Mitre, Buenos Aires, Argentina, en nota titulada Ciudad de Mitos, realizada por la periodista, escritora y poeta Sandra Pien:
Eva Perón, Jorge Luis Borges, Federico García Lorca y Carlos Gardel se han convertido en " guías " para recorrer la ciudad de Buenos Aires, siguiendo la ruta que marcaron durante su existencia. Una iniciativa para conocer Buenos Aires a partir de lugares emblemáticos en la vida de estas personalidades de la historia.
¿ Qué tienen en común Evita, Jorge Luis Borges, Federico García Lorca y Carlos Gardel ?
Que de persona han transmutado en mito. Encontramos nuestra voz en ellos. Sus míticas figuras, además dan vida a circuitos turísticos evocativos que invitan a recorrer y descubrir la ciudad de Buenos Aires desde una óptica poco convencional.
Los mitos se construyen. Tal vez la primera condición necesaria para un mito parecería ser morir joven. Con excepción de Borges - excepción que confirma la regla -, todos la cumplieron. A García Lorca lo hemos hecho porteño a fuerza de amor y dolor. Amor por su obra, dolor por su asesinato. Expresado en la Avenida de Mayo, nuestra más querida porción de España en la Argentina. Lo hemos hecho tan nuestro como la sidra y los turrones; como el cante jondo, andaluz como él y antecedente del tango. Tal vez un lazo de amor por lo trágico, por el iluminado antihéroe que termina siendo héroe. Más allá de la insuperable polémica de Gardel dónde nació, ese hijo de madre soltera, ese excepcional barítono, era porteño hasta la médula.
El itinerario de María Eva Duarte de Perón, Evita, es el de una muchacha provinciana que llegó para conquistar la gran ciudad. Es la única mujer en el circuito y la única en condición de mito, a la que le han dedicado internacionalmente una ópera y varias películas. Desde ella, toda las primeras damas sufren su sombra. Su poder y carisma, sus arbitrariedades, su energía vital, lograron que en el imaginario popular fuera plasmada como Santa Evita.
Estación Retiro, Avda. Dr. Ramos Mejía y Avda. del Libertador:
Enero de 1935, María Eva Duarte llegaba a la Estación Retiro. Tenía apenas 15 años y soñaba con ser actriz. Atrás quedaban su destino de pobreza y su polvoriento pueblo natal, Los Toldos. Lo que seguro no soñaba en ese momento, pero sí consiguió en 1947, fue la promulgación de la Ley Nº 10.013 del Voto Femenino, que en el primero de sus artículo dice: " Las mujeres argentinas tendrán los mismos derechos políticos y estarán sujetas a las mismas obligaciones que les acuerdan o importen las leyes a los varones argentinos ".
El Concejo Deliberante, Perú 130:
Este recinto fue el ámbito cotidiano de de su intensa actividad social y política. Allí recibía por día a cientos de personas, escuchaba sus historias y, a su manera, las resolvía. Su acción política se orientó hacia la protección social de ancianos, niños, mujeres y trabajadores desamparados. Con máquinas de coser, medicamentos, prótesis, y puestos de trabajo.
La Plaza de Mayo, Hipólito Yrigoyen 476:
Es el lugar mítico y fundacional del peronismo. Allí, el 17 de octubre de 1945, una gran multitud de trabajadores se movilizó desde lejanos y múltiples lugares para reclamar la libertad de Perón, que estaba detenido en la isla Martín García. En la Plaza de Mayo, y desde balcones de la Casa Rosada o de Gobierno, Evita pronunció discursos en diversas oportunidades.
Avenida de Mayo, que conecta la histórica Plaza de Mayo con la Plaza del Congreso, en una extensión de diez cuadras:
Alrededor de las 2 de la mañana, cuando Evita finalizaba su actividad en el Concejo Deliberante, en el Palacio de la Legislatura, habitualmente salía por esta avenida y, acompañada por sus más estrechos colaboradores, hacía una parada para cenar en alguno de los reaturantes de la zona antes de regresar a la residencia presidencial. También la transitó - muy enferma - hasta la sede del Congreso Nacional el 4 de junio de 1952, día de la asunción presidencial de Perón.
Facultad de Ingeniería, Paseo Colón 850:
El edificio fue pensado y construido para ser sede de la Fundación Eva Perón, pero Evita nunca desarrolló allí su actividad social.
La CGT o Confederación General del Trabajo, Azopardo 802:
El edificio de la CGT fue inaugurado el 18 de opctubre de 1950 por Perón, Evita y el entonces secretario general de esa entidad, José Espejo. A este lugar fue trasladado el cuerpo de Evita luego de haber sido velado durante doce días bajo la cúpula de la Secretaría de Trabajo.
El Luna Park, Corrientes y Bouchard:
Allí acontecieron muchos hechos significativos de la historia ciudadana. Durante un acto a beneficio de las víctimas del terremoto de San Juan, en 1944, el entonces coronel Juan Domingo Perón, secretario de Trabajo y Previsión, conoció a una actriz: Evita Duarte.
Cementerio de la Recoleta, Junín 1790:
En la bóveda de la familia Duarte descansa, y luego de muchos avatares, viajes y vejaciones, su cuerpo embalsamado. Evita falleció el 26 de julio de 1952 a los 33 años de edad, pero sus restos fueron depositados allí recién en 1976.
Plaza Evita y monumento a Evita, Avda. del Libertador y Austria:
Donde es la sede de la Biblioteca Nacional era el terreno de la quinta de la familia Unzué, que fue transformada en residencia presidencial de verano en 1937. Allí vivieron Evita y Perón entre los años 1945 y 1952. El monumento a Evita, que fue inaugurado el 6 de diciembre de 1999, es obra del escultor Ricardo Gianetti y fue realizado en bronce sobre la base revestida en granito.
Museo Evita, Lafinur 2988:
Es la última etapa del recorrido de Evita en Buenos Aires, se encuentra ubicado en una antigua casona de la calle Lafinur 2988. Allí funciona, además del museo, el Instituto de Investigaciones Históricas Eva Perón, que preside su sobrina nieta, Cristina Alvarez Rodríguez.
Nota:
Para ver imágenes de los lugares del circuito turístico en Buenos Aires dedicado a Evita, clickear, por favor, Aquí y también aquí
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Del libro Efemérides Culturales Argentinas, editado por la Dirección Nacional de Información, Difusión, Estadística y Tecnología Educativa, del Ministerio de Educación y Cultura de la República Argentina, Buenos Aires, 144 páginas, año 1991:
María Eva Duarte de Perón nació en Los Toldos, provincia de Buenos Aires, el 7 de mayo de 1919.
Actriz y política argentina de proyección internacional. Fue esposa del presidente de la Nación Juan Domingo Perón, llamada por su pueblo Evita, nombre con el que alcanzó fama mundial.
LLevó a cabo junto con su marido un audaz programa de reformas sociales que se concretaron en distintas leyes: los derechos de la ancianidad, los derechos de la niñez, los derechos del trabajador, el voto femenino, etc., y que son parte de la obra desplegada de modo efectivo a través de la Fundación Eva Perón.
Falleció en Buenos Aires el 26 de julio de 1952.
Nota:
En la imagen bono de la Fundación Eva Perón, es del año 1953.
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De la revista mensual Muy Interesante, editorial García Ferré S.A., Buenos Aires, número 262, agosto de 2007:
Algunos biógrafos aseguran que Eva Perón ( 1919 - 1952 ) fue hija ilegítima de Juan Duarte, quien mantenía con la madre de Evita, Juana Ibarguren, una relación extramatrimonial. También, que fue por ese motivo que se presentó una partida de nacimiento falsa en el momento en que Evita contrajo matrimonio con el entonces coronel Juan Domingo Perón. Sin duda, esos episodios marcaron la corta pero intensa vida de María Eva Duarte de Perón, Evita, quien murió a la edad de 33 años.
Apenas Perón alcanzó la presidencia de la Nación, Evita, quien se había desempeñado como actriz de cine, de teatro y radio, demostró rápidamente su gran condición de líder, al punto de superar en popularidad a su marido.
Más allá de los amores y de los rechazos que Evita cosechó, la " abanderada de los humildes " como se la conocía, impulsó una serie de transformaciones sociales entre las que se incluyó el voto femenino.
Su figura inspiró libros, óperas y películas que dieron la vuelta al mundo y su cuerpo, embalsamado yace, después de muchas idas y vueltas, en el cementerio de la Recoleta.
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De Hilda Beatriz " Chiche " González de Duhalde, política, docente y escritora argentina:
En los años 50 era común que a los niños se los acostara muy temprano, a más tardar a las 8 de la noche.
Mi madre, acostumbraba a dejarnos escuchar un rato la radio, - era la época del Glostora Tango Club y de los Pérez García, por Radio El Mundo -, hasta que nos dormíamos.
La noche del 26 de julio de 1952, al escuchar mi mamá el anuncio del fallecimiento de Evita se acercó llorando hasta mi cama, me abrazó y me dijo que había muerto Evita. Me abrazó y lloró con más fuerza.
Esa fue la primera imagen que me quedó de Evita y esa imagen la tengo presente hasta el día de hoy.
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De Marcelo Zavala, periodista, investigador y escritor, en una nota de Diario Perfil, Buenos Aires, República Argentina:
El peor acto terrorista ocurrido en la Argentina.
El 16 de junio de 1955 se produjo el bombardeo a la Plaza de Mayo, Buenos Aires, realizado por sectores de la Marina de Argentina rebelados contra el gobierno constitucional del presidente de la Nación Juan Domingo Perón.
Durante cinco horas llovieron sobre la Plaza de Mayo 14 toneladas de bombas: la mitad de las que la aviación alemana utilizó para destruir la ciudad de Guernica durante la Guerra Civil Española, en 1937.
Era una sublevación impulsada por la Marina que se estima provocó la muerte de centenares de personas - la mayoría civiles - y heridas a más de mil.
El subdirector del Archivo General de la Nación, Pedro Victorio Bevilacqua, en su libro Hay que matar a Perón, ediciones Fabro, Buenos Aires, advierte que el número de víctimas podría ser mayor.
La sociedad estaba dividida: con Perón o en contra. Días antes de la rebelión, la oposición había marchado junto a la Iglesia Católica desde la Catedral Metropolitana hasta el Congreso Nacional en la fiesta de Corpus Christi, bajo la consigna " Cristo vence ". Hubo incidentes y la quema de una bandera argentina.
La oposición culpó al gobierno nacional, que anunció una jornada de desagravio a la insignia patria. El 16 de junio, una escuadrilla de Gloster Meteor de la Fuerza Aérea sobrevolaría la Plaza de Mayo.
Pero había un plan para derrocar a Perón, que pocos conocían en detalle.
Nadie imaginaba esa barbaridad, no había memoria de un hecho así en la historia, dice el pensador y estadista Antonio Cafiero.
La Marina había decidido matar a Perón aunque algunos, como el ministro de Marina, contralmirante Aníbal Olivieri, discreparan con la fecha, se internó en el Hospital Naval un día antes para tomar distancia del hecho.
El vicealmirante Samuel Toranzo Calderón y el contralmirante Benjamín Gargiulo, líderes de la rebelión, instalaron su puesto de comando en el Ministerio de Marina ubicado a cuatro cuadras de la Casa Rosada.
El clima jugó en contra de los sublevados. Amaneció nublado, con poca visibilidad, probabilidad de lluvia y ráfagas de viento. Suficiente para que los aviones de la Base Espora no despegaran y los que pudieron desde otras bases lo hicieran con demoras.
Crónica de los acontecimientos:
06.15:
El presidente de la Nación llega a la Casa Rosada, donde el ministro de Ejército, general Franklin Lucero, le informa que a las cuatro de la mañana un grupo de pilotos navales reunidos en el casino de oficiales de la Base de Punta Indio habían apostado a la caída del gobierno constitucional.
Perón llama a sus colaboradores y se niega a abandonar el edificio. El político Lorenzo Pepe dice que Perón no creyó que quisieran matarlo.
08.00: Mientras Perón recibe al embajador de Estados Unidos, Albert Nuffer, en su despacho, a 140 kilómetros el jefe de la Base de Punta de Indio, capitán de fragata Néstor Noriega, ordena encender los motores de los bombarderos y manda despegar rumbo a Ezeiza a varios aviones C 47 con 400 infantes de marina a bordo.
08.30:
Nadie en la ciudad de Buenos Aires sospecha lo que sucedería.
Hombres, mujeres y niños escolares se dirigen hacia la Plaza de Mayo para ver volar los aviones Gloster Meteor sobre donde descansan los restos del general José de San Martín.
09.30:
Los C 47 aterrizan en Ezeiza y logran controlar el Aeropuerto.
Pedro Bevilacqua, subdirector del Archivo General de la Nación y autor del libro Hay que matar a Perón, asegura que los rebeldes hacía un año que acopiaban bombas en el Aeropuerto.
10.40:
El general Lucero convence a Perón de abandonar la casa de Gobierno. Lo acompaña hasta los sótanos del Ministerio de Ejército.
12.40:
Las nubes se dispersan, el capitán de fragata Néstor Noriega aprovecha y a bordo de un avión caza se lanza en picada sobre la casa de Gobierno y ordena a su cuadrilla a imitarlo. Los cazabombarderos vuelan de norte a sur de manera rasante. Algunos incrédulos festejan lo que imaginan un desfile militar hasta que el marino ordena soltar las bombas.
La Plaza de Mayo se estremece. La gente huye despavorida sin entender lo que sucede. Mueren las primeras víctimas. Pocos logran refugiarse en los túneles del subterráneo.
La empleada de ENTEL ( Empresa Nacional de Telecomunicaciones ) Ermelinda Mesón, recuerda que:
Media hora antes del almuerzo, un grupo de soldados irrumpió en mi oficina y nos había ordenado que nos retiráramos todos. Decidí tomar el trolebús. Nunca pude ver el avión que disparaba. Escondida donde pude sólo escuché el tableteo de sus ametralladoras. La gente gritaba entre sollozos que " ya muerta Evita ahora quieren matar al general ".
12.50:
Las primeras ambulancias llegan al lugar para recoger víctimas o " lo que quedaba de ellas ". El espectáculo era dantesco. El ulular de las sirenas se mezclaba con el pedido de auxilio o lamento de los heridos y el ronroneo de los aviones. La situación no podía ser peor y a medida que transcurrían los minutos, los hospitales de la ciudad colapsaban.
El Dr. Carlos Macagno, médico de guardia en el Hospital Ramos Mejía atendió al primer herido que llegó ese mediodía. Ingresó una maestra con su guardapolvo ensangrentado respondiendo que una bomba lanzada por un avión la había lastimado, recuerda el Dr. Macagno.
El médico no podía dar crédito a la historia. Entonces corrió a la azota del Hospital Ramos Mejía y vio pasar los aviones. A los pocos minutos, la guardia se llenó de heridos; la morgue, de cadáveres y los pasillos, de personas que buscaban a sus familiares, afirma Macagno.
El hospital se quedó sin sangre y la primera víctima fatal fue un soldado al que le faltaba medio tórax. La guardia era un pandemónium y Macagno le amputó las dos piernas a un policía que ingresó desangrándose.
12.55:
Mientras en la calle la batalla no da tregua, en la esquina de Paseo Colón y Alsina un trolebús es alcanzado por la onda expansiva de una bomba y 65 personas - la mayoría niños - mueren carbonizadas.
El Regimiento de Granaderos soporta el asedio de los infantes de marina y los francotiradores civiles, mientras los aviones se reabastecen en Ezeiza.
Diego Ismael Bermúdez y Reinado Rodolfo Reiner que cumplían el servicio militar obligatorio en el Regimiento de Granaderos a Caballo se ofrecieron como voluntarios para tripular los semiorugas y tanques que defendieron la Casa de Gobierno ese día.
Ví escenas muy espantosas que nunca olvidaré, como la de un hombre con su torso para un lado y las piernas para el otro, expresa Bermúdez.
Nunca imaginé que pasaría algo así en nuestro país y no entiendo como se realizó semejante matanza para sacar a una persona del poder, afirma Reiner.
13.00:
La radio, dice que Perón estaría muerto. Miles de obreros abandonan las fábricas y se dirigen a la Plaza de Mayo dispuestos a " dar la vida por Perón ".
El político Lorenzo Pepe afirma que: Tenía 24 años y trabajaba en un taller de los ferrocarriles. El bombardeo a la Plaza de Mayo fue el primer acto de terrorismo de Estado y quienes lo llevaron adelante fueron unos miserables.
13.30:
El conflicto se agrava.
Un avión bombardea la residencia presidencial en Agüero y Libertador y mata en Las Heras y Pueyrredón a un muchacho de 15 años y a un policía.
15.00:
Los aviones rebeldes vuelven a la Plaza. Siembran más muertes y pánico pero no logran el apoyo necesario en las Fuerzas Armadas para derrocar a Perón.
El golpe para matar a Perón fracasa.
El capitán de fragata Noriega huye junto a noventa aviadores a Montevideo, Uruguay. El gobierno uruguayo les concede asilo político hasta que, tres meses después, regresan tras el triunfo de la llamada " Revolución Libertadora ". Son reincorporados a la Marina, condecorados y algunos son recibidos como héroes.
El político y pensador Antonio Cafiero recuerda que: La noche del 16 de junio de 1955 visité a Perón luego de caminar entre cadáveres en las calles y edificios destruídos. Imaginé ver a un hombre lleno de un furor fenomenal, pero ví a una persona resignada y serena ante algo que no podía modificar.
Han pasado más de cinco décadas y aunque en 2009 el Parlamento sancionó una ley reparatoria para las víctimas del 16 de junio de 1955 ( Ley Nº 26.564 ), el bombardeo a la Plaza de Mayo aún es uno de los episodios menos esclarecidos de la historia argentina.
Nota:
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De Héctor Nicolás Zinni, Ciudadano Ilustre post - mortem de Rosario, periodista y escritor, investigador de la miscelánea cultural y de la historia popular, autor de ¡ Arriba el telón ! - Rosario era un espectáculo, tomos I y II, ediciones Del Viejo Almacén, Rosario, con numerosas ilustraciones e imágenes, año 1997:
1947.
Es el 6 de abril cuando muchas cosas ocurren en el mundo, pero a Mendoza ya ha llegado el presidente de la Nación y su esposa Evita.
Han comenzado los actos de una nueva Fiesta de la Vendimia. Gobiernan la provincia Faustino Picallo y Rafael César Tabanera, triunfantes el año anterior con la lista del Partido Laborista - UCR Junta Renovadora y que, al asumir no usaron frac como sus antecesores, sino que lo habían hecho con traje de calle.
Un otoño mendocino a pleno color. Una gran muestra industrial; la reedición del festival de las góndolas, la presencia de las más altas autoridades y un fastuoso escenario enmarcan la bendición de los frutos en una ceremonia que cuenta con la más amplia adhesión popular. Luego del gran show dirigido por León Alberti con el ballet de Elina Molina Estrella, va a sobrevenir la lucha anual para elegir una reina.
El popular locutor y ahora maestro de ceremonias Juan José Piñeyro, " la voz de las vendimias ", se aproxima a la boca del escenario y anuncia:
" La verdadera Reina de la Vendimia ya está elegida por propia gravitación y genuina voluntad popular en la esposa del Excelentísimo Sr. Presidente de la República, señora María Eva Duarte de Perón. Es ése el deseo expreso de las reinas aquí presentes, que sea ella quien ostente el título de la Reina de la Vendimia 1947 ".
Con una ovación tremenda, el público acalla las palabras del animador.
Eva Perón deja su ubicación y se acerca al micrófono. Después de unos instantes de gran expectativa dice:
" Agradezco muy especialmente la gentileza de todas las reinas. Pero he venido a estos festejos justamente a admirar la belleza y simpatía de la mujer de esta tierra. Declino el honor que se me dispensa. Deseo ser una de las tantas personas que festejen a la verdadera belleza mendocina ".
Después de una nueva ovación y un rumor que exige a Evita permanecer en el proscenio, presidiendo la elección, van saliendo los votos uno a uno. Sale electa la representante del departamento de Tunuyán, Nélida Morsucci. Tomando la tiara que hasta ese instante portaba la reina saliente Josefina Di Pietro, Eva Perón corona a la nueva reina, abrazando y besando, acto seguido, a la flamante soberana. Más tarde, Perón hará un obsequio personal a la soberana mientras que Evita le regalará una valiosa alhaja.
Luego, el presidente Perón y su esposa Evita, burlando el protocolo, escaparán e irán a cenar, sin escoltas y como dos ciudadanos más, al afamado restaurante Torchio de calle entre Ríos entre San Juan y San Martín.
Ha sido la noche de un renunciamiento de Evita, ¿ premonitorio del gran renunciamiento a la candidatura a la vicepresidencia de la Nación del día 31 de agosto de 1951 ?.
Al espectáculo mendocino, con Evita a la cabeza, se suma en Rosario el que protagoniza el automovilista Juan Manuel Fangio, consagrado como " crack " de la carretera, cuando a comienzos de 1947 se realiza entre nosotros la primera serie de internacional automovilística. Fangio, que hace su primera presentación en Rosario, y también su debut en un circuito estilo parque, llega con un Chevrolet, no muy apropiado que digamos para las carreras de este estilo y participa en una de las series reservadas para la de mecánica nacional. Quien llegará a ser quíntuple campeón mundial, recibe de los rosarinos el estímulo de sus aplausos y sus voces de éxito.
Nota:
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De Raquel Butazzoni, Ciudadana Distinguida de Rosario, fundadora y directora del Hogar para Madres Solteras:
Nací en Viale, en la provincia de Entre Ríos.
Conocí la pobreza. Recuerdo que, cuando falleció mi hermanito, papá hizo un cajoncito para ubicarlo y bajo el brazo lo llevó al cementerio. En la escuela primaria me daba vergüenza pasar al frente cuando me llamaba la señorita maestra y se vieran mis alpargatas remendadas. Hasta que llega a la Secretaría de Trabajo un coronel Perón. Es así que pudo papá tener un trabajo estable y pudo comprarme un calzado. Y la felicidad de una nena de querer pasar siempre al frente del aula.
A los 14 años fui la primera mujer que estuve al frente de una Unidad Básica del peronismo.
La tarea de Evita Perón me llegó muy fuerte: el compromiso por los que menos tienen. De ahí en más abracé su causa.
La militancia y el trabajo de ayuda social me posibilitó un lugar en la lista de concejales con el regreso de la democracia, en 1983. Hasta 1988 fui concejala en Rosario.
Era la última en irme del Concejo Municipal, en mi despacho siempre había gente que necesitaba algo, subsidios por invalidez, pañales, medicamentos ..., siempre me gustó brindar ayuda a los demás sin fijarme en quién. El entonces intendente de Rosario, el radical Horacio Daniel " el Vasco " Usandizaga fue muy bueno con el Hogar, ayudándonos, él sabía cómo se trabajaba y siempre nos dió una mano.
Me levanto a las 6 de la mañana y me acuesto a la 1 de la madrugada, me gusta trabajar por el prójimo.
Muchas mujeres jóvenes llegan al Hogar y con problemas sociales y muy serios, algunas fueron expulsadas de sus casas y además embarazadas. También ancianos sin techo y adultos sin recursos que esperan la ración diaria de comida y una palabra de afecto.
Tal vez el cariño sea el alimento más importante.
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De Facundo Cabral ( Rodolfo Enrique Cabral, 1937 - 2011 ), cantautor místico y pacifista, escritor, trovador humorista y trotamundos, Ciudadano Ilustre de Buenos Aires y Mensajero Mundial de la Paz por la UNESCO ( Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura ), asesinado durante una gira por Centroamérica:
Nací en La Plata, provincia de Buenos Aires. Sara, mi madre, me anotó cuando tenía 7 u 8 años. Me decía Facundo, pero me anotó Rodolfo porque en esa época los nombres de los caudillos, como Facundo Quiroga, estaban prohibidos.
Hasta los 9 años fui mudo y hasta los 14 años analfabeto. Mi padre abandonó el hogar al poco tiempo de que yo naciera. Nos mudamos a Ushuaia, Tierra del Fuego, en el extremo sur de la Argentina, y luego a Tandil. La infancia fue muy dura, luchadora y marginal. Un día le pregunté a mi madre si estábamos abandonados y ella me dijo que no, que estábamos de vacaciones.
Siendo un niño decidí ir a Buenos Aires para conocer a Perón. La suerte estuvo de mi lado. Subí al auto del presidente y le pedí trabajo. Me recibió Evita en su oficina y me entregó una carta ofreciéndole trabajo a mi madre en una escuelita de Tandil y a mí un viaje de vuelta en avión. Cuando llegué mi madre no lo podía creer.
Siempre le pregunto a Dios ¿ porqué me diste tanto a mí ?, me diste miseria, hambre, cáncer, lucha, felicidad ...
El bien es mayoría, pero no se nota porque es silencioso, una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye, hay millones de caricias que construye la vida.
Si los malos supieran qué buen negocio es ser bueno, lo serían aunque sea por negocio.
Una vez le pregunté a la Madre Teresa de Calcuta: ¿ Cuál es el lugar del hombre ? y me respondió: Donde sus hermanos lo necesitan. Una señora, impresionada por verla bañar a un leproso, le dijo: Yo no lo bañaría ni por un millón de dólares. Entonces la Madre Teresa expresó: Yo tampoco, porque a un leproso sólo se lo puede bañar por amor.
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De Pedro Victorio Bevilacqua, investigador, docente y escritor, autor del interesantísimo trabajo titulado Hay que matar a Perón, ediciones Fabro, Buenos Aires, con ilustraciones, 456 páginas, año 2011:
16 de junio de 1955. Un día como cualquier otro, una jornada de trabajo más. Era jueves y estaba nublado. Un día común sino hubiera caído esa primera bomba en Plaza de Mayo, con una tremenda explosión. Desde ese momento sobrevinieron muertes y mucha sangre inocente derramada.
Si el objetivo era matar a Perón, cualquiera de los complotados podía llegar hasta él y atentar contra la vida del presidente de la Nación en una operación de terrorismo selectivo.
Los hombres del Ejército complotados, podían acercarse a Perón armados y así estuvieron, armados, como lo habían estado infinidad de veces, podían haberlo matado, pero no lo hicieron.
¿ Por qué entonces, realizar una matanza de inocentes, hombres, mujeres y niños, la masacre más grande y el atentado terrorista menos esclarecido de la historia nacional, si con sólo un arma de puño bastaba para el magnicidio ?
Nota:
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De Monseñor Dr. Pedro Badanelli ( 1899 - 1985 ), presbítero, escritor y jurista español, ciudadano argentino por adopción, en el libro Carta abierta a Paulo VI, editorial Barosi, Buenos Aires, 199 páginas, año 1973:
Los lamentables acontecimientos que precedieron a la caída de Perón, en 1955, implicaron tenebrosas maquinaciones que involucraron el incendio de algunos templos, con el objeto de acumularle cargos a Perón.
De haber sido la quema de las iglesias obra del peronismo, hubieran ardido templos a lo largo y a lo ancho de todo el país, y no algunos y, precisamente, los situados en la zona del bombardeo a la Plaza de Mayo.
Los incendios de las iglesias ocurrieron, como es sabido, el mismo día del bombardeo a la Plaza de Mayo.
Es evidente que todo obedecía a un mismo plan diabólico de ataque organizado.
Perón no había mandado incendiar iglesia alguna. Pero el antiperonismo sabía que muchos creerían en semejante calumnia. Y de eso era de lo que se trataba.
Nota:
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De Elvio Eduardo Gandolfo, periodista, narrador, crítico, ensayista y traductor, compilador de antologías de ciencia ficción y de relatos de suspenso:
No soy peronista ni antiperonista.
Como escritor, como lector, como periodista, mi interés en el peronismo ha sido esporádico, vago, generalizado.
A lo largo de la vida, incluso a partir de mi fecha de nacimiento, el peronismo siempre se me cruzó en el camino, siempre hubo a mi alrededor gente que, muy rara vez siendo y en general sin ser peronista, se refería al peronismo en relación con cosas muy concretas que, por lo tanto, me quedaron grabadas en la memoria.
Mis abuelos maternos, por ejemplo, eran uno a favor y el otro en contra. Pero de una manera blanda, nada guerrera, salvo cuando era necesario descargar una presión cotidiana por alguna vía, y se elegía el peronismo como cualquier otro tema, como el clima, los agricultores ( principales clientes de la talabartería de mi abuelo ) o los piamonteses, que no sé por qué oscura razón tenían una importancia tremenda en el temario polémico de mi abuelo, que era suizo alemán.
Mi abuela, básicamente admiraba, amaba y le era fiel por completo a Evita.
Consultaba La razón de mi vida a menudo, convirtiendo el libro en su edición más clásica ( con la efigie de Evita en vestido oscuro de escote discreto, amplísima sonrisa y rodete ) en su libro de cabecera.
Mi abuelo, en cambio, incluía al peronismo en una clasificación genérica que solía emplear: " atorrantes del gobierno ".
Lo curioso es que aunque la materia de las discusiones pudiera parecer inconciliable, eso no constituía ningún obstáculo para que cada uno de los dos siguiera viviendo su relación con el otro. El peronismo nunca fue un tema que diera, al menos en mi experiencia de nieto, para todo un día de amargura, bronca o rencor. A lo sumo una hora, o dos.
Y mi abuelo talabartero, para que el libro de Evita ( para él: de mi abuela ) durase más, lo forró en un trozo de hule grueso, transparente pero azul, cosido con hilo encerado, indestructible, redondeándole un poco las puntas a tijera, para que no cortaran las manos. El libro lo ha sobrevivido, porque falleció primero, llegando hasta el final de la vida de mi abuela, que se fue mucho más tarde.
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De Esteban Rial, escritor en diversos medios periodísticos:
Dulce de leche, colectivos, bolígrafos, peronismo, y seguramente se me escapan muchas cosas más, invenciones nacionales.
Perón, Evita, y el peronismo no sólo son productos ciento por ciento argentinos, sino que además diseñaron y produjeron su propia línea de discursos, mitos y leyendas, polémicas, derechos para los trabajadores y muchos más acontecimientos y objetos tangibles y recuerdos imborrables, parates imprescindibles de un país como éste, aquí y ahora.
Que una cosa es la figura de Perón y otra cosa el peronismo ( y otra el antiperonismo ) es algo que todos sabemos casi sin necesidad de pensar, pero las preguntas que sería bueno formularse son la dupla ¿ qué hubiese sido de Perón sin el peronismo ? y ¿ qué hubiese sido del peronismo sin Perón ?
Perón sin el peronismo hubiese sido siendo militar, y hay que ver qué efectos podría haber tenido en su carácter el no haber llegado a cumplir el destino que definitivamente tuvo. Sin el peronismo Perón no hubiese no llorado con Evita agonizando ni hubiese sentido la incomparable sensación que supongo debe sentir un hombre al ver sellos postales llevando su efigie, aunque tal vez se le hubiesen ocurrido algunas de sus frases célebres, o si no otras igualmente interesantes aunque referidas a una vida de perfil más bajo.
El peronismo sin Perón hubiese sido algo diferente pero parecido. Más allá de las características personales del líder, el país necesitaba un Perón, y de no haber sido el General Cuánto Valés hubiese sido, por decir algo, un tal Bermúdez, y entonces hubiese habido un bermudismo, y, si realmente nadie tiene en claro en qué consiste el peronismo, vaya uno a saber qué podría haber llegado a ser el bermudismo. Las preguntas que surgen en este punto son igualmente interesantes, y pueden tener que ver con la relación de Perón con el bermudismo, con si Argentina sería hoy como Australia, si Bermúdez hubiese entrado en la Segunda Guerra y para quién o si algunas de las frases célebres de Perón hubieran llegado a trascender y ser consideradas como parte de la sabiduría popular. Si las circunstancias hubiesen sido ligeramente diferentes, la realidad de nuestro país sería tan diferente que ni nos la podríamos imaginar, un poco porque las posibilidades son infinitas y otro porque nuestra imaginación se encuentra demasiada ocupada imaginando la propia irrealidad de consumo personal.
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De Orlando Verna, periodista del mundo del espectáculo, en el suplemento Escenario, diario La Capital de Rosario, decano de la prensa argentina:
Ellas nunca estuvieron juntas pero el teatro hizo que coincidieran sobre un escenario.
Eva Perón es un ícono de la defensa de los más pobres y Victoria Ocampo de la intelectualidad más tradicional.
A primera vista pareciera que son personajes ubicados en los extremos del arco ideológico argentino, pero no es tan así. Ellas pensaban lo mismo sobre muchos temas, como los derechos de la mujer, por ejemplo.
Las actrices Andrea del Boca y Graciela Dufau se meten en la piel de " Eva y Victoria " para dar cuenta de esa cercanía con un espectáculo presentado en el Teatro Broadway, San Lorenzo 1223, de Rosario.
La obra que fue escrita por la dramaturga Mónica Ottino y publicada en 1990 con el nombre " Eva y Victoria - Comedia patriótica en tres actos " ha tenido muchas presentaciones con otras parejas de actrices.
Quizás el más recordado sea el personaje de Victoria que interpretó China Zorrilla, mientras que el de Eva, en esa puesta de 1992, fue encarnado primero por Luisina Brando y luego por Soledad Silveyra. La dirección corrió por cuenta del cineasta Oscar Barney Finn.
Otra pareja que abordó la obra fue la integrada por Leonor Benedetto y Julieta Cardinali, como Victoria y Eva respectivamente. En reemplazo de la segunda también estuvo Mónica Ayos. En este caso y luego de siete años de actuación en el papel de Victoria, Zorrilla hizo las veces de directora.
Nora Cárpena vivió a Victoria en la actual puesta.
Graciela Dufau, que actúa y codirige, destacó las coincidencias entre ambos personajes:
Eva Perón es un personaje mítico, no hay ninguna duda, y se sabe mucho sobre ella, pero sobre Victoria Ocampo se sabe muy poco. Y de lo que se sabe se habla poco. Por ejemplo, que ambas murieron de cáncer, que las dos eran hijas de un terrateniente y que tenían preocupaciones en común. Coincidían en la defensa de los derechos de las mujeres. Victoria era una feminista declarada y Eva luchó por el voto femenino. Estas aclaraciones podrían estar en el programa de la obra, pero muchas veces la gente no lee el programa. Por eso decidí agregarle un pequeño monólogo al comienzo, y al final también hay algunas palabras.
Contamos una historia que no existió, que es imaginaria, con personajes que son del pasado. Y como todo es onírico, decidimos con el escenógrafo trabajar con blancos, negros y grises. Sólo hay unos detalles rojos en la ropa de Eva Perón.
Eva Perón y Victoria Ocampo que parecen tan diferentes tenían intereses comunes y si ellas, así como el país en diferentes épocas, hubieran podido debatirlos, la historia argentina hubiera sido otra.
Son ellas las metáforas de proyectos diferentes de país. Victoria lo dice explícitamente. Dice que pertenece a un país de apellidos importantes, de los Bemberg, de los Pueyrredón, de los López y Planes, familias que son las dueñas del país. Y por su parte, Eva terminó enfrentada a esas familias.
Todavía sigue causando desconfianza e irritación que una mujer ejerza el poder, aunque demuestre idoneidad y predisposición.
Hace unos años me ofrecieron ser candidata a diputada y yo lo rechacé. Y la persona que me lo ofreció me dijo: " Si usted fuera hombre me hubiera dicho que sí ". Agradecí mucho pero yo dediqué mi vida a la actuación. He logrado ser más o menos una buena actriz, pero creo que quien ejerce ese cargo debe haber estado preparándose, militando desde joven una carrera política, por vocación. Creo que para todo hay que estudiar. O tener un don que lo haga posible.
Nota:
En la imagen adjunta, las actrices Andrea del Boca y Graciela Dufau como " Eva y Victoria ".
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De Andrea del Boca Castro, hija del director y productor cinematográfico Nicolás del Boca, premiada actriz de teatro y cine, reconocida en varios países del mundo por su trabajo en telenovelas, personificó a Evita en " Eva y Victoria ", obra de la dramaturga Mónica Ottino:
Admiro a Evita por su compromiso con la mujer, incluso en cosas que hoy nos parecen obvias, como el voto femenino.
Me siento muy afortunada de poder prestarle mi cuerpo para encarnar su mensaje y su pasión por un ideal que es el mismo en el que yo creo.
Soy una enamorada de la Argentina y de mis raíces, y sufro cuando veo que seguimos poniéndonos " palos en la rueda " entre nosotros.
Eva Perón fue única ... ella sigue existiendo en el recuerdo y en los corazones de las personas que la admiramos.
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De Moria Casán ( Ana María Casanova ), vedette, actriz de teatro y cine, productora y empresaria, una de las figuras más reconocidas de la televisión y el espectáculo de la Argentina:
Ví todas las actrices que interpretaron a Evita en cine y en teatro, y siempre prefiero a una de las nuestras.
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De Susana Rinaldi, actriz de cine y teatro y cantante argentina, defensora incansable de los Derechos Humanos, Ciudadana Ilustre de Buenos Aires, nombrada Embajadora de Buena Voluntad por la UNESCO ( Organización de las Naciones Unidas para Educación, la Ciencia y la Cultura ) y premiada con la Legión de Honor del gobierno de Francia:
Eva Perón ha trascendido las fronteras nacionales como pocos héroes o heroínas lo hicieron.
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Textos cortesía de Carlos Vitola Palermo de Rosario, Santa Fe, República Argentina.
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